lunes, 29 de julio de 2024

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (958) 23/07/2024. Concierto "Silencio"

Por: Camilo Crespo. 

El video en directo se puede ver en el Canal de YouTube de Micro Abierto Libertad8 :

O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=wI3bL0bw0gE

"Oremos". Buenas tardes. Andrés saluda a presentes y onlainers. Hoy vamos a saber lo que son los sonidos del silencio. De momento hay bastantes nervios en el ambiente. Andrés pide que hoy haya una escucha extrema, porque todos estrenan canción y necesitan no distraerse. Por otro lado hoy no hay control del tiempo, aunque, claro, pide agilidad para que esto sea dinámico. Pasa lista y explica que aunque el orden de actuación es normalmente el inverso del de apuntarse, él suele actuar el primero para quitarse los nervios. Hoy sin embargo actuará en segundo lugar. Así que vamos con la primera tanda. (Por cierto, como sois muy vagos, pero el concierto ha sido una pasada, me he encargado de poner todas las letras y poemas. 😊)

 

Sofia Idoia será quien abra hoy el micro. En primer lugar nos ofrece una cita: “Había veces que deseaba que se callase y otras veces su silencio me hacía daño, mucho daño”. Y continua con su aportación al concierto “Silencio”. “Cuando aprendí a destronar tu silencio y me liberé de curvos circuitos, dejé de escuchar los gritos malditos cuando tumbaban las voces su aliento. Cuando volví a sonreír a los vientos y se deshizo el febril requisito que había dado el poder al mutismo y dominaba mi cuerpo por dentro. Y ahora ya no hay ni palanca ni timbre. Una explanada de arena murmura que hoy el reloj sin agujas ya es libre. Y ahora mi atención descansa su tilde. La rigidez se llevó la censura y  de nuevo mi pupila es humilde”.

 

Andrés Sudón anuncia que tiene concierto de su banda, PAS, este sábado 27, en la sala “Juglar”. Deja para el sorteo dos entradas, acompañadas de dos ejemplares de su libro “Acomodado en la rebeldía”. Su tema comienza como lo presentaría un Joaquín Luqui, aunque más tranquilo. “Y a continuación el número uno por cuarta semana consecutiva: Pas, Proyecto Andrés Sudón, con su Silencio”.  Y resumo su letra: “Qué fuerte que de pronto me pongan en la radio...  Ahora es el momento de pensar que el trabajo es una forma de tortura. Ahora es el momento de decir que el humano ha perdido el hilo de la libertad. Ahora es el momento de gritar que no es bueno que abusemos de almas, mentes y cuerpos contra su voluntad. El logro más grande de mi vida ha sido dejar de obedecer a nada que no sea mi empatía, la lógica, el hambre o el placer. Soy propiedad de mis amores, de mis vicios, de mis obsesiones… Ahora es el momento de gritar. ¿Estás escuchando?... Radio redil. Qué fuerte que de pronto me pongan en la radio. Yo vengo del silencio de los que aborrecemos las intrigas de la normalidad. Silencio porque ríen. Silencio porque pegan. Silencio por miedo a la soledad… Yo vengo del Silencio que no suena en la radio, que el algoritmo nunca posicionará. Silencio por incomprensibles, por imposibles. Yago yo aquí gritando que el trabajo es abolible…”. Como buen cantautor, su canción se interpreta, se siente y te llega. Y a mí me ha llegado en modo ciber-punk por lo menos. Bravo.

 

Salomón Asmar dice que para sorpresa de nadie su poema se titula “Silencio”. “Silencio cuando te espero, cuando imagino tu voz alrededor mío, como una caricia de verano. Me recuerda a mí mismo, a lo que era antes del ocaso. En este nuevo amanecer te escucho en silencio y tu risa eclipsa los autobuses en la avenida bajo la mirada pétrea de las gárgolas que también te observan celosas, añorando esa luz que te rodea. Te observo en silencio, aunque a mí me guste hablar mucho. Callo cuando cantas y me llevas a otro mundo. A una jungla donde brillan las rocas. Me hablas de constancia y de espíritus inciertos y yo sigo aquí, en silencio. Perdido, enredado en raíces. Silencio es lo que me queda. Cuando me vaya lejos de tu armonía, regálame una pócima con tu frescura. Que lleve tu alegría. Prometo no tomarla, aun cuando esté en silencio, lejos de este verano,  componiendo una canción”.

 

Bela deja para el sorteo un disco, que diseñó e imprimió ella, porque le gusta tener lo físico. También se puede encontrar en las plataformas. Afina un poco y así se le bajan un poco los nervios, dice. La canción comienza con una guitarra muy suave y agradable. “Estás tan lleno de él que solo quiero llenarte de notas, pintarte ese vacío con ruido  blanco, gota a gota. Cómo quisiera encontrar la manera de callar, pero es imposible. No estamos hechos del mismo amar. Así que nado en tu silencio y bailo con tu silencio. Río   de tú silencio. Lloro por tu silencio. Sólo puedo escuchar el pasar del tiempo, como si cada segundo fuera un bombo eterno. Si yo pudiera encontrar la manera de callar, sería invisible mi manera de amar. Nado en tu silencio y bailo con tu silencio y río de tu silencio y lloro por tú silencio. Y canto para tu silencio. Y grito a tu silencio. Hoy escucho y siento tu silencio. Hoy lucho contra tú silencio y huyo de tu silencio y abrazo tu silencio. Y me ahogo con tu silencio. Y después nado en tú silencio porque acepto tú silencio. Y  me cago en tu silencio”. Un final cachondo y muy comprensible.

 

Alfonso Blanco, hermoso y lúcido como siempre, comienza hablando de los periodistas perseguidos y encarcelados, como lo fue Julian Assange y como lo está siendo Pablo González, detenido en Polonia desde Febrero de 2022, sin visos de juicio. Así que su aportación al concierto habla de la Ley del Silencio., aunque no sólo. “(..........) (...........) El  (...........) Esto ¿Oís?  (.......) Siempre hay algo que acompaña al silencio. Durante un beso las voces se apagan. Pero dice tanto un beso… A los enamorados no les hace falta hablar. ¿Hay palabra mejor pronunciada que la que se da sobre otra boca?? Como los pájaros: El macho da de comer a la hembra en el pico, en un acto de amor, demostrando su capacidad de procrear. Porque procrear, amigos, no es solo aportar un granito de semen. ¿Qué hay en el crepitar del silencio? El crujido de una ramita al pisarla caminando por el bosque. El canto de las hojas bajo tus pies. La respiración más o menos agitada. El sudor que cae desde el pelo. ¿Escuchas la brisa en tus pómulos? Es curioso que para percibir el silencio hay que escuchar con muchísima atención. Probemos: ¿Eres capaz de escuchar la caricia del sol en tus cejas, en tu frente…? Intentemos pronunciar la tonada de un lago glaciar al amanecer… El paso de un bluesman, con sus camperas, subiendo la calle Embajadores, venido de Texas para conocer el Rastro… ¿Cómo es el piar de los pajaritos del amanecer desde la cama? Un rayo penetra en la penumbra, entre las cortinas y las sábanas. ¿Qué sienten los árboles y los pájaros verdes con sus nervaduras en las copas? ¿Cómo es el coro de un millar de pájaros en la alameda? A ver: (......). Y ese mismo canto, y de golpe callados cuando aparecen unos pasos:  (.....) Crack crack crack. —Hola ¿Quién es? —Soy quien rompió el silencio. —Bueno. Pues traiga pegamento y lo arreglamos. Desde hace unos días escucho mal por el oído derecho. Creo que es un tapón. No es cuestión política. El oído izquierdo debe de estar un poco taponado, también. Y cosa contradictoria: Es de los días que más ruidos tengo en la cabeza. ¿qué tiene que ver la falta de sonidos con el silencio? ¿Y el ruido? ¿qué tiene que ver el volumen con el silencio? ¿es que acaso no llega mucho más una frase dicha bajito, pegada al oído? Decidme un nombre. Dime cómo te llamas. Pronuncio tu nombre:  (......). ¿habéis ensayado teatro? ¿Fuisteis conscientes de la fuerza del silencio? Un nombre y un gemido. Un nombre seguido de una caricia. De una sonrisa. Un grito en la oscuridad ¡¡Aarrrgg…!!! Seguido de silencio. Un abrazo, una eternidad en un segundo. Silencio… El silencio es deseable, complemento indispensable, parte de la música. Sin él no podría concebirse. Pero el silencio ha de ser voluntario. No hay nada peor que su imposición, la ley del silencio, la prohibición de la palabra, de la contestación, de la protesta. El corte a tijeretazos de una película o el silencio arrancado a base de porras han de ser contestados con un grito de rebeldía. Pero ahora, vamos a ensayar el silencio. Voy a bajar lentamente del escenario. Pido que guardéis silencio mientras bajo. No es un homenaje hacia mí ni hacia nadie. Es un regalo para el propio silencio. Al silencio se le premia con una atenta escucha. Escuchad los sonidos del silencio”.

 

Andrés explica que, aparte de las personas que esperan en la sala a regalarnos su silencio, hay tres participantes “online”, que en estos momentos deben andar colgando sus aportaciones. Ellos son Camilo Crespo (me ha pillado, así que me doy prisa en subirlo), nuestro amigo Goncos al que conocimos la semana pasada, y también White Rabbit Tour, o sea, Sebastián Emilio Lucía. Y mientras, seguimos con otra tanda.

 

Sergio Ituero hacía mucho, demasiado para mí, que no venia al micro. Y como siempre nos regala su poesía de desamor. “A Ramana Maharshi, el sabio hindú que pasó 50 años de su vida en silencio, preguntándose ¿Quién soy? Yo. ¿Quién frena el dedo venenoso en el gatillo? Yo. ¿Quién es el que a este estado policial aulló? Yo. ¿Quién acariciaría ad perpetúan tu tobillo? Yo. ¿Quién cometió aquel románico y apostólico fallo? Yo. ¿Quién dijo la primera persona del verbo amar es yo follo? Yo. ¿Quién se sintió un traidor cuando cantó por tercera vez el gallo? Yo. ¿Quién espantó los perros de la espontaneidad de su cabello? Yo. ¿Quién de adolescente dijo no me hallo? Yo. ¿Quién arrojó a los gorriones la última cosecha de millo? Yo. ¿Quién jugaba con su yo al corre que te Pillo? Yo. ¿Quién te montó borracho un pollo? Yo. ¿Quién hizo de su capa un sayo? Yo. ¿Quién te mandó, para que no llegaran, cartas de amor sin sello? Yo. ¿Quién se fue a compro oro a vender tu anillo? Yo. ¿Quién después de venderlo le sacó brillo? Yo. ¿Quién te besó de los pies al cuello? Yo. ¿Quién se anunció como oferta, oportunidad,  resto de fábrica, chollo? Yo. ¿Quién cuando están en silencio soy yo? Yo y mil veces yo”. Genial, como siempre.

 

Franco Nicolau comienza citando un verso de Wisława Szymborska, que decía que el silencio al nombrarse se rompe. “Calla el niño después de llorar. Calla aquel que se duerme. Calla un poco la soledad cuando hay mucha gente. Calla el lodo después de secar calla aquello que duele, cuando duele y no duele más y, callado, se duerme. Calla el ave que sabe volar por sirenas y truenos. Calla  aquel que buscó su lugar en la sombra de un eco. Callan todos al mirar el sol y encontrar medianoche. La otra media en silencio escapó y no dijo ni a dónde. No hay silencio detrás de aquello que fue un ruido apenas. Calla el miedo y se espantarán fantasmas sombras y el qué  dirán. Y al nombrarlo se esconde. Y al nombrarlo se rompe... Calla el niño después de llorar calla aquel que se duerme. Calla un poco la soledad cuando estás entre la gente”. Y Bob Dylan flotando en el ambiente. Antes de bajarse deja un colgante para el sorteo.

 

Mari Juana la Villana deja un monigote burro-buey para el sorteo y viene a reivindicar otros silencios, como ya hiciera Alfonso antes. “Si tú dice silencio, yo pienso en tienes derecho a guardar, héroes del, estación del,  procesión del. El silencio más literalmente silencioso que jamás nunca he escuchado ha sido en Guadalajara, tras el incendio ocurrido del 16 al 20 de julio de 2005. 11 bomberos forestales fallecidos. 30 imputados: 9  excursionistas un agente forestal y 20 altos cargos. Un condenado. razón: descuido de barbacoa. Un silencio con eco de silencio. Un silencio que resuena en el silencio. Silencio sin vida. Silencio de muerte. ¿A qué suena la muerte? La muerte suena a silencio. El silencio de los silenciados, de los reprimidos que se convierte en silencio a voces. El silencio de los cobardes, incapaces de expresar sus pensamientos. El silencio por pereza. El silencio cómodo. El silencio por no equivocarse. Callar por no pecar. El silencio por el juicio ajeno. El silencio de quien no condena. El silencio del que acata. El silencio del ser sometido. El silencio de la impotencia frente al silencio. Las pepitas grillas. Las perras verdes. Las mujeres de boca grande que saben ser bosque. Las nietas de las brujas. Las malas madres. Las cabecillas. Las revolucionarias. Las altruistas. Las sindicalistas. Las rebeldes con muchas causas.  las defensoras de las causas justas, abogadas de pleitos pobres. Abogadas de las diablas.  Defensoras de minorías. La Voz de las sin voz. Silencio. Silenciosos parecen hoy los cuerpos horizontales bajo el puente de Vallecas.  silencio del silencio. Entes que vagan en silencio, ignorando a entes que reposan en silencio. Entes en silencio. Que no nos pueda el silencio que nos somete. Que no nos venza el silencio que nos amordaza. El profesor se burla del pelo largo del chique. Silencio. El profesor se burla del pelo corto del chique.  Silencio el profesor se burla de que al chique no le guste el fútbol. Silencio. El profesor se burla de que al chique le guste otro equipo de fútbol. Silencio. El profesor se burla de que el chique no tenga mejor nota porque es de otro equipo de fútbol. Silencio. El profesor se burla si el chique llora. Silencio. El profesor que ignora las burlas al chique. Silencio. El profesor que no aguanta a sus alumnes. Silencio. profesor burlón, profesor ofensivo,  profesor abusivo, profesor humillador. Yo no me silencio. Yo no te pido que te jubiles. Yo no te pido que te vayas a servir hamburguesas. Yo pido que te aparten de la docencia por tu indecencia. Y que dejes de maltratar a les  alumnes. Yo pido que te vayas al desempleo. Yo te digo con un hashtag #vetealparo por no decírtelo a la cara. Con amor y con y con humor, monigote burro-buey. Más amor-amor y menos prejueces. Silénciate o que te silencien.  Y sigue el camino de la sombra de Andrés”.

 

Berni González comienza teniendo problemas con la guitarra, que no suena. Como la cosa no parece arreglarse, Andrés pregunta de viva voz si alguien le deja una acústica. Y es entonces cuando Berni se acuerda de que no ha puesto la pila. El pobre tiene que oír un ¡tacaño!, eso sí, dicho con sorna, sin mal rollo. Me gusta el tema que nos brinda, “Mi mente quisiera silenciar. Mi cabeza neurodivergente. Ni meditando ni bajo del mar, como una roca, un ser inerte, imposible de conseguir. Quizá por eso lo anhelo tanto. No  basta con dejarla fluir. Quizá por eso lo valoro tanto. Dejar mi mente en silencio. Sólo quiero dejar mi mente en silencio... Dejar mi mente en modo avión, como aquel reloj parado de la estación. Como la nada del espacio, la ausencia de color. Dejar mi mente en silencio. Sólo quiero dejar mi mente en silencio... Ser simple como una ameba. Nada sirve. Ni dormir ni rezar. Me vuelvo loco. Calla ya. Dejar mi mente en silencio. Sólo quiero dejar mi mente en silencio... Ni una noche en la montaña. Escucho grillos, chicharras, un búho ulular. Cuando parece que hay calma, los pensamientos no paran de aflorar. Yo solo quiero mi mente silenciar”. Antes de bajarse deja para el sorteo un disco y dos entradas para un concierto el día 17 en el Rincón del Arte Nuevo.

 

Rafael Baena sube acompañado de Franco Nicolau al piano. “Un amor en silencio me hace ver. Un amor en silencio ¿qué puede ver? Un amor en silencio, ya que puede ver, un amor en silencio puede aparecer. Que todo puede ser cuando todo se puede ver. Un amor en silencio para otra mujer. Cada día que ello sucede, sale del corazón. Mi corazón es chico para darte todo mi amor. Mi alma, mi amor, el corazón... silencio. Tú no sabes llorar. Tú no sabes criar. Pero sí lo siento, cuando te digo la verdad. Para decirte la verdad, cuando mi corazón siente, todo lo siente de verdad. Pero no sabe lo que quiere ni lo que te quiere dar. Para darte lo que te quiera dar, tú tienes que saber, tú tienes que entender el camino la verdad. El que tú quieres amar, para saber amar, para saber decir, para saber sentir lo que vale un español. Lo que vale un español de verdad. No sabes si decir si crees. Pero sí te digo a ti que lloro cada día, por ti, madre. Dónde vas, madre. Quisiera verte nada más, madre. Tus ojos me quieren amar”.

 

Andrés da las gracias por la atenta escucha y respetuoso silencio del público y se detiene a comentar, ya que Berni y Franco ha roto el protocolo habitual, que todo lo que se quiera decir ha de ser antes de cantar o recitar y que al recibir los aplausos uno ha de bajarse del escenario para dar paso al siguiente. Una vez recordado esto, también nos recuerda que este sábado, si alguien tiene el mal gusto de no ir al concierto de Andrés, que sepa que aquí, desde 1995, Julián, el dueño de Libertad 8, celebra el concierto de final de temporada. Habrá un montón de gente cantando dos temas y al acabar el concierto, hay fiesta, con comida y eso. Así que él, tras su concierto, piensa venir, por supuesto. Y vamos a por más silencios cómplices.

 

Carlos Reyes aprovecha mientras Andrés tiene el amable gesto de afinarle la guitarra, para explicar que su canción la terminó cinco minutos antes de tomar el metro para venir. También saluda a sus padres y su novia, que están allá, al otro lado del charco, que le estarán viendo por internet. Y pide un aplauso para su hermana, que hoy se graduaba. Después nos ofrece un bonito tema de amor, que es acompañada por el público. “Miradas compartidas que no las pude ver. Fui La bala perdida que según mató a tu ser. Dime cuántas noches viejas pasarán para ver un nuevo amanecer. Dime cuántas noches más tendré que soñarte hasta en México volverte a ver. Espérame. En Diciembre es cuando se ve la nieve. Espérame. Entre tanto ruido tu silencio hace bien... Miradas compartidas que hoy ya puedo ver. Fui un payaso sin risas, pero sin embargo siempre la pasé bien. Dime cuántas noches largas pasarán para el fin yo poder pertenecer. Dime cuántas noches más tendré que soñarte hasta tener luna de miel. Espérame. En diciembre es cuando te veré otra vez. Espérame. Entre tanto ruido tu silencio hace bien.  Espérame. La física de Dios, la que ilumina tu ser. Espérame. Entre tanto ruido tu silencio hace bien...”.

 

Ernesto Arango deja para el sorteo “su” versión de “La Vida es Sueño” y una fotografía suya. Dice que trae su guitarra nueva, que ha podido comprarse gracias a la generosidad de sus compañeros de Libertad. Y toca un tema instrumental con la voz a modo de trompeta. Y sólo al final incluye un estribillo cantado: “¡Shhhhhh!. Y no me callo porque no me da la gana…

 

Irin.Wap sube acompañada de Dalbs, que tocará la guitarra. Se les ve temerosos y dudando. Los nervios supongo, pero, como dice Andrés, cuando acaban, temazo. Para mi que ha sido un tipo de rap o quizá R&B, que no entiendo mucho de eso. Pero nos ha encantado a todos. “Intento siempre ver la luz día, aunque la luz por veces la sienta fría. Hace ya tiempo que el cielo perdió el color. Veo la luna más lo que veo el sol. Ha alguien aquí que no te ve tan fuerte y viene para quererte. Hay un día en que alguien te da la mano, se abre un hermano. Se abre como un humano. Soy conocido por estar siempre en silencio, por nunca decir nada de lo que yo pienso. Sufrir, callar es lo peor, te lo confieso. Aún estoy aprendiendo a lidiar con el silencio. Silencio. Alguien diría que un hombre no llora. Sólo sentir parece cosa rara. Todas las ganas de estar solo, por si pasa empeoran o mejora. Vuelves a casa. Hay un día que alguien te abraza más fuerte, que siente como te sientes. Hay un día que alguien te mira los ojos, que ve más allá del rostro, que lo guardas todo. Soy conocida por estar siempre en silencio. Por nunca decir nada de lo que pienso. Sufrir callado es lo peor, te lo confieso. Aún estoy aprendiendo a lidiar con él silencio. Silencio, silencio, silencio. Soy conocido por el silencio; por nunca decir nada de lo que pienso. Sufrir callado es lo peor, te lo confieso. Aún estoy aprendiendo a lidiar con el silencio”. Han arrastrado al público a su ritmo lleno de una  cadencia estupenda.

 

Espenuma es otra de las que se prodiga poco (y que lo diga yo…). Nos ofrece una performace que a la par que canta, manda callar y produce sonidos como de cuchicheos, de viento, de animales y después canta un estribillo al respecto… “Shhhhhh. ¡Silencio! Viento, hablar, reír. El silencio no existe. Viento, hablar, reír. El silencio no existe. Shhhhhh. ¡Silencio! Singing in the rain. Singing in the rain. Shhhhhh. ¡Silencio! Lluvia, cantar, gritar. El silencio no existe. El silencio no existe. Lluvia, cantar, gritar. El silencio no existe. El silencio no existe. Shhhhhh. ¡Silencio! Pájaro, gato, perro, gallo. El silencio no existe. Pájaro, gato, perro, gallo. El silencio no existe. Shhhhhh. ¡Silencio! El silencio no existe. Me pitan los oídos. El silencio no existe. Me pitan los oídos. El silencio no existe. Shhhhhh. ¡Silencio! Todas las sirenas suenan. El silencio no existe. Hasta las que cantan. El silencio no existe. Todas las sirenas suenan. El silencio no existe. Hasta las que cantan. Shhhhhh. ¡Silencio! El silencio no existe, el silencio no existe, el silencio no existe...”. Se lleva también un buen aplauso.

 

Mi Antonio deja el cuaderno MAL8 para el sorteo y comenta que hizo tres temas, pero solo ha traído uno. Este dedicado a esas personas que vienen a un mundo de silencio. “Silencio. La nada sonora envolvió su llegada. La acompaña hasta ahora en su vida silenciada. Creció y disfrutó sonrisas, caricias y multitud de besos. Las infantiles delicias de juegos. Pero en el silencio fue descubriendo sus manos. Un jardín brotó en sus dedos. Florecieron signos raros, como flores contra el miedo, como voces contra el silencio. Sus manos de terciopelo un distinto idioma hablan. Ella ha ido aprendiendo, desgranando las palabras. Al silencio condenada pero no a la soledad. No se detiene ante nada, se esfuerza en comunicar. En luchar contra el silencio con su lenguaje de signos. Sabiéndose diferente, sabe que somos lo mismo. Y no hay freno que detenga su ambición por superarse. Y que venga lo que venga, la meta debe alcanzarse. Su difícil juventud la animó a socializar. Siendo distinta que tú, fue encontrando su lugar. Vio en su discapacidad otra forma de vivir, pero era tan igual como la forma de sentir. Un amor le ilusionó, también le hizo sufrir. En su silencio lloró y luego volvió a reír. Sabe leer en los labios y va aprendiendo a hablar, con esfuerzo extraordinario cada día más libertad. Vive el silencio dichosa, conoce su realidad. Se adapta a cualquier cosa; es su forma de triunfar. No ha sido el camino fácil para llegar hasta aquí. Siendo una persona frágil,  sabe qué es sobrevivir. Al silencio ha superado. Está en la universidad. Con ello ha demostrado vencer su discapacidad”. Mi Antonio se queja de que se le da mal componer bajo demanda, pero esta vez ha dado en el clavo, no cabe duda.

 

Andrés, antes de presentar a la última tanda de silencios, explica que la semana que viene habrá micro normal, lunes y martes. Después se cerrará Libertad 8 hasta el día 19 de Agosto. Ese día, lunes, más el martes y el miércoles, a las 8 de la tarde volverá a haber micro.

 

Noé dice que siempre que viene a los micros se lo pasa muy bien. Deja para el sorteo una cajita de barritas de incienso. “¿Hola? ¡Hola! ¿Dónde estás? ¿Por dónde andas? ¿Estás en un spa? ¿Estás en mi habitación? ¿o estás en la montaña? Seguro que estás escondido en un lugar al que es bastante difícil llegar. ¿Estás en la noche, en el horizonte, camuflado en la música? El caso es que desde donde estés a veces te animas a sorprenderme y vienes a verme. Así, sin más, cierro los ojos y te consigo. Qué bien me haces cuando te dejas ver, aunque absoluto no existas. ¿Que tienes enemigos? ¡Claro! Como todo el mundo. Desde luego verborrea no te quiere demasiado. Pero tú déjala. Ya se le secará la lengua. Más de una vez has sido mío. Te conseguí cuando dejé de buscarte. Me conseguiste porque merecías disfrutarme. Eres frecuencia desconocida e incómoda, tsunami arrasador en 5 segundos eternos. Bendito cuando, adentrándote por la piel, lo ocupas todo. Maldito si te guardo, cuando debería ser tan solo una palabra libre. Cuánto sufrí hasta descubrir que podría conseguirte, silencio. Ven cuando quieras”.

 

Javier Gijón trae algo muy especial para el concierto. Antes da las gracias a Andrés por estos conciertos. Con permiso de nuestro querido Andreas, cuenta el porqué de la canción. Está dedicada a la madre de éste, fallecida repentinamente la semana pasada. (la de Javier murió hace dos meses tras una larga enfermedad). Había una relación muy especial entre nuestro poeta sueco y su madre, que más de una vez vino a verle actuar, junto con Javier, y muchas veces les siguió por streaming. He de añadir que Javier y Andreas han compartido muchos momentos, sentimientos y conciertos. Así que Javier sintió la necesidad de componer esta canción, para lo cual le pidió permiso a Andreas, claro. Javier nos canta su tema, un poco emocionado, hasta el punto de que se le olvida la letra en un cierto momento. “Se apagó la llama, se apagó tu luz. Todos los recuerdos y los sueños por cumplir. Una tarde cálida sin fin. Absurdo destino te apartó de mí. Tus ojos azules se mezclaron con el mar, silencio infinito y tu voz que se calló. Las olas y el viento se apoderaron de ti. Se llevaron las caricias y nuestra complicidad. Llevo fibras de tu corazón en mí y con ellas tu presencia se hace eterna aquí. Te sentiré... Te soñaré. Te escribiré cada mañana. Imaginaré que en nuestro rincón mantendremos viva tu canción, sonando en silencio dentro de mi corazón”. El aplauso es tanto para él como para Andreas, claro. Ates de bajarse, manda un beso para este cronista, que también tiene una relación fuerte con Andreas.

 

Oscar del Pozo sube acompañado de Marta Plumilla para establecer una especie de emulación de sesión entre Oscar y su psicóloga (argentina, para más inri). “Marta.- Y bueno, contame. ¿Por qué estás acá? Oscar.- No me hallo. Me cuesta mucho ser yo mismo. M.- ¿Podrías explicarte mejor? O.- Me cuesta encontrar un sitio donde estar. M.- ¿Puedes ponerme un ejemplo? O.- Eh... sí. El otro día en el retiro. O sea, ¿cómo le explico al tipo que se sienta en el banco a mi lado que no se hacen videollamadas en un sitio público? Que no se hacen. Que es de mala educación. Que es una falta de respeto a mí. Y  menos sin auriculares. Y menos con ese volumen de voz, que te están escuchando al otro lado del  charco. Bueno y ¿qué me dices de la cantidad de gente que se pone a cantar en la calle? Ojo, que yo no tengo nada contra los artistas. ¡Contra los artistas! Pero es que canta todo el mundo en la calle. Que está muy bien. Ha que desahogarse. Pero hazlo en tu casa, en el baño, como antes.  Mira; yo antes tenía mis propios escondites. Mi  favorito eran las iglesias. Pero es que ahora hasta en esos templos sagrados enseguida llega alguien o algo que me interrumpe, que no me deja estar. (...) Gracias por no decir nada. Qué bonito ha sido. Bueno, como te decía. Fui a San Judas el otro día. Llego allí y enseguida ese murmullo, esa retahíla. ¡Pero si Dios te escucha sin palabras! ¡Pero Dios les tus pensamientos antes de que los tengas! Y ¿qué me dices de esas viejecitas vestidas de negro, sentadas en los bancos de la iglesia, haciendo scrolling, ¡por favor!. M.- Entiendo. Y por qué no te haces un esto... un retiro a la montaña?. O.- Si lo he intentado. Lo he intentado. La semana pasada cojo el ave. Cojo mi vagón, que tengo un vagón.  Pero es un cachondeo, la gente... Bueno, no quiero entrar ahí. Por fin llego a la aldea donde me crie. Y es que no es una persona. Es que son todos. Todo el mundo tiene una desbrozadora, un  corta césped, una sierra eléctrica... Es una orquesta sinfónica, uno detrás de otro. M.- Sí entiendo. O.- ¿Entiendes? Sí, sí. Y, y luego, ya cuando todo el mundo se calma, todo el mundo ha dejado su seto precioso, que parece que ha pasado por ahí Eduardo Manostijeras, ese otro sonido que me pone de los nervios. Y yo no soy quien defienda a los insectos, ni a los mosquitos, pero es que freírlos, electrocutarlos, me saca de quicio. Por no hablar de los perros. Que ladra un perro en lo alto de la montaña y enseguida se monta el coloquio de los perros. Y el gallo por la mañana, dando el do de pecho. Y el jodido del afilador, que encuentra hasta los más recónditos rincones del mundo... M.- Qué lástima, silencio.  Se acabó el tiempo. Además te estás alterando demasiado. Yo creo que esto no es bueno para vos. O.- Pero... M.- Shhhh. Ya”. Fabuloso.

 

Victoria Loarte sube vistiendo la sonrisa que nos ha dejado Oscar en todas las caras. Despacio, va comprobando el sonido de la guitarra para adentrarse suavemente en un tema que me ha parecido verdaderamente precioso, en el que Victoria nos ha dado algo especial que hacía tiempo que no nos compartía. “Solitaria, como una reina que necesita ser humana. Sin palabras, besándote por primera vez con la mirada. Atrapada en tu silencio, que aviva mi sed, que alimenta mi fe. Que nadie me despierte. Que me ayuda a ver lo bello que es perderse. Que nadie me despierte. Déjame ser una loca enamorada. De esta realidad ya voy sobrada. Déjame ser. Déjame ser. Déjame amar como si esto no acabara. Hazme tuya y no me expliques nada.  Déjame amar, déjame amar. Solidaria con tus alegrías, tanto como si ellas fueran mías. Con el alba tus manos serán para mí la mejor poesía,  provocada por tu silencio, que aviva mi sed que alimenta mi fe. Que nadie me despierte. Que me ayuda a ver lo bello que es perderse. Que nadie me despierte. Déjame ser una loca enamorada. De esta realidad ya voy sobrada. Déjame ser. Déjame ser. Déjame amar como si esto no acabara. Hazme tuya y no me expliques nada.  Déjame amar, déjame amar. Tu silencio acaricia desde dentro. Tú, tú la paz y el fuego donde guardo mis secretos. Tú. Déjame ser una loca enamorada. De esta realidad ya voy sobrada. Déjame ser. Déjame ser. Déjame amar como si esto no acabara. Hazme tuya y no me expliques nada.  Déjame amar, déjame amar. Déjame ser. Déjame amar. Déjame amar. Tú”. (He vuelto a escuchar este tema para repasar la crónica y me ha vuelto a poner la carne de gallina).

 

Daniel Sánchez deja un disco para el sorteo y pide perdón por si no se acuerda bien de la música o del ritmo (a mí me suele pasar igual, Daniel).  Explica que le pasó como a Mi Antonio, que se acordó de aquellas personas que no nos oyen pero que sí que nos escuchan. Pide que si al final se quiere aplaudir, que se haga agitando las manos (como en La Puerta del Sol cuando el 15M). “Labios y bocas que no dicen nada. Caricias que hablan con notas de sal. Piernas y brazos, manos y cabezas. Olor que perfuma la niebla del mar. Me falta el sonido, silencio del alma. Te falta el sonido, no sobra dolor. Nos falta el sonido,  palabras sin viento. Les falta el sonido, silencioso amor. Les falta el sonido silencioso amor. Miradas que guardan secretos del alma. Canciones que danzan no puedo cantar. Manos que vuelan recitan poemas de los que escriben palabras de amar. Me falta el sonido, silencio del alma. Te falta el sonido, no sobra dolor. Nos falta el sonido,  palabras sin viento. Les falta el sonido, silencioso amor. Les falta el sonido silencioso amor”.

 

Marta Plumilla deja para el sorteo una entrada para su concierto, aquí, el martes 30. Después nos regala una balada de rock lento. “Si yo tuviera un altavoz, una sirena, un detector de humos, y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o, tal vez pudiera llamar tu atención y dar conferencias sobre el amor. Y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o. Pero hay silencio en mi ADN. Un perro viejo solo muerde. Si yo tuviera un cascabel y una vajilla para romper y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o, ni-no ni-no, ui-o ui-o. Si yo tuviera unos petardos, una bocina, algún silbato y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o, tal vez pudiera llamar tu atención y hacer carrera en el amor. Y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o. Pero hay silencio en mi ADN. Un perro viejo que solo muerde. Si yo tuviera un altavoz,  una sirena, un detector de humos y hacer ni-no ni-no, ui-o ui-o, ni-no ni-no, ui-o ui-o, ni-no ni-no, ui-o ui-o”. Bonito y pegadizo tema.


Y así termina este hermosos concierto titulado “Silencio”, con las palabras cazadas por Ernesto Arango, todas bellas, todas importantes. Grande final. Después Andrés dice que estos conciertos son como el amor: nunca te acabas de acostumbrar a siempre tanta maravilla. Y que lo hemos demostrado otra vez: la canción de autor no es un género musical sino que es lo que cada uno es. Da las gracias a todos los que han participado, despide a los onlainers, hace el sorteo y cierra el micro hasta a semana que viene.

"Podéis ir en paz".

 

 

P.D. Aparte de estas actuaciones, como anunció Andrés hay alguna colgada directamente en las redes, aunque yo sólo he encontrado la siguiente.

 

Camilo Crespo nos da su acercamiento al silencio, en su (mi) caso, a todos esos malos rollos que han ido sonando en tu cabeza y que con los años has conseguido echar. “Todos esos momentos en que sufrí. Todos esos golpes que recibí. Todas esas mentiras que percibí. Todo eso está ya lejos de mí. Todas las metas que no conseguí. Todos esos aplausos que me perdí. Traiciones, violencia, todo lo que viví. Todo eso está ya lejos de mí. Todo lo que antes tronaba en mi cabeza, se lo llevó el tiempo. Nada ahora tapa el sonido de la vida: los trinos, los niños, las risas, los afectos y todos los versos. Lo demás… ya es solo silencio. Nada, ningún ruido me puede distraer. Todo instante que aún me llegue lo viviré. Y si es que tengo que llorar, lloraré. Y si toca reír, reiré. Todo lo que antes tronaba en mi cabeza, se lo llevó el tiempo. Nada ahora tapa el sonido de la vida: los trinos, los niños, las risas, los afectos y todos los versos. Lo demás… ya es solo silencio”. El video se puede ver en

https://www.youtube.com/watch?v=ES7TK0oHyPE

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