sábado, 28 de septiembre de 2013

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (114). 24/09/13



El pasado martes, 24 de Septiembre del año trece, no pude presentar el MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) porque a las ocho de la tarde tenía la presentación de mi poemario en otro local de Madrid. Pero sí pude recibir a los participantes, apuntarlos y actuar como participante. Esto fue posible gracias a que Manu Clavijo hizo las labores de maestro de ceremonias, seleccionando el orden de las actuaciones y presentándolas. Bella y laboriosa tarea. Aunque sólo presencié el principio del MAL8 (114), puedo escribir esta crónica gracias vídeo de la sesión, grabado por Libertad Ocho. Le voy a dar al play y os voy contando.

Tengo recuerdos propios de las primeras intervenciones, pero mola verlo en el vídeo. Comenzó Manu presentando el evento con los nervios necesarios para que todo salga bien. En primer lugar presentó a dos participantes, “los más habituales de la casa”, a Marta Plumilla y a mí, Andrés Sudón. Salió primero Marta. Cuando encontró el acorde, dijo: “a la pregunta ¿se interpondría usted entre la bala y su cuerpo?, la respuesta es sí”, tras lo cual cantó Nana para ti, según dice la propia canción. Una pieza deliciosa que no conocíamos ni los más cercanos a Marta, siempre nos sorprende a todos, yo la escucho con la atención de un fan enamorado. A Marta  me la llevé a la presentación de mi libro, de modo que en esta crónica no están las fotos sepia que ella hace cada semana. Siento no ser muy gráfico, no hablar del aspecto de los participantes, a no ser que sea importante para hablar de la canción que cantan. En todo caso, todos somos muy bellos. El siguiente fui yo, que mientras subía al escenario no tenía muy claro qué iba a cantar. Me decidí por Habrá que vivir, ya que en estos días estoy pensando mucho en el concierto de despedida del disco “Andrés Sudón vive”, que termina con esta canción. “Habrá que vivir a pesar de las dudas, dudas que hay a pesar de saber (…) habrá que vivir a pesar de dudar, habrá que dudar a pesar de pasar”. Es una canción de amor con dudas que compuse decididamente.

Tras mi intervención en el MAL8 (114), volvió Clavijo al escenario para presentar a Fernando González Lucini, “un padre para nosotros”, que quiso venir para invitarnos a una reunión que se celebró el pasado viernes en Libertad Ocho, en la que se habló de la inminente creación de un centro de documentación para la canción de autor, y del catálogo de cantautores que está elaborando minuciosamente. Una de las cosas de las que también se habló en la reunión del viernes, fue acerca de poner a la canción de autor donde le corresponde, es decir, cambiar la idea general que hay del cantautor. Algunos intentan cambiar el nombre a lo que hacen, en concreto Jorge Dréxler, que declaró hace poco que él no es cantautor, sino “cancionista”. Nosotros pretendemos darle un significado correcto a la palabra cantautor. No una nueva definición, sino un nuevo aire, que deje de pensarse que somos artistas que hacemos canciones románticas en formato acústico, por favor. Mi opinión al respecto está en esta crónica.

Volvió Manu al escenario para presentar a otros dos participantes. Yo todavía andaba por allí. Salió a escena el poeta José Miguel González, que salió diciendo “prometo que voy a ser corto pero breve”, tras lo cual nos recitó La noche, un poema que ya conozco, creo que porque lo publiqué en unos de los boletines de Libertad Ocho. Para el siguiente poema, contó con “la colaboración de Manuel Machado”, que ha escrito el primer verso: “el mar, el mar y no pensar en nada”, frase alrededor de la cual está escrito el poema. Esta vez la intervención de José Miguel fue, como anunció, breve, pero no corta, supongo que porque también le estaba esperando para llevármelo a mi presentación. El segundo de los que Manu presentó en esta tanda, fue “el torbellino Lope Villano”, que nos cantó la última canción que ha compuesto, titulada Emoticonos, en la que habla de cómo se ha perdido la costumbre de escribirse cartas a causa de las nuevas tecnologías: “ya no van en bicicleta los sonetos de poeta (…), mi vida es un perfil, tu risa un tono, los sentimientos son emoticonos”. Bellísima canción de Lope.

Tras ver a Lope Villano, me fui a la presentación del libro, de modo que lo que escriba a continuación, lo hago viendo el vídeo que me ha enviado Julián amablemente. Qué curiosidad. En la siguiente presentación, Manu llamó a escena a Laura Castro y a Pedro Makay. Laura cantó una canción en la que cuenta la historia de una amiga que dejó su ajetreada vida de periodista en Madrid para irse al campo a vivir en la paz. Pedro Makay cantó Angelina, una canción “mezcla de rumba y calipso”, la cual cantó bailando extrañamente, cantando muy bien y haciendo una interpretación muy divertida. Invitó al público a cantar en la canción con gran éxito, por lo que oigo en el vídeo.

En la siguiente presentación Manu  aprovechó para recordar a los asistentes que el día 15 de Octubre haremos el taller “Él”. Las instrucciones para participar están en esta crónica. Después presentó a otros dos participantes. El primero fue Camilo. Cantó su canción Busco un titular, en la que fantasea con encontrar un titular que hable su amor con su musa. En la canción también busca un banco en un parque para estar con ella, un micrófono “conectado a tu oído”. Me llama mucho la atención Camilo, se le ve con ganas de hacer cosas nuevas, y parece que ya lo está haciendo. El segundo presentado por Manu fue Roger Benet. Nos contó que hace poco celebró en Barcelona sus diez años como cantautor, y que uno de los lugares donde se ha sentido más acogido es el Libertad Ocho. Cantó una canción en catalán que habla del tiempo, y pidió al púbico, muchos de ellos músicos, que le ayudaran haciendo sonido de metrónomo. En medio de la canción se puso a hacer percusiones y después a gritar. Lo hace muy bien. Me encanta este artista, ojalá viniera más por aquí.

A continuación Manu presentó las dos siguientes intervenciones mucho más tranquilo, supongo que porque ya llevaba un rato, el micro iba muy bien, y ya no estaban mirándole mis escrutadores ojos de serpiente. José Ruíz fue el primero de esta tanda. Se sentó al piano y presentó No es natural, “la historia de amor de dos personas que después de un tiempo se reencuentran”. Qué bonita suena su voz en la grabación. Los siguientes fueron nuestros ya queridos SilNe, que, según contaron, no tienen canciones de amor, pero tiene esta, que es sobre el amor “más profundo, más duradero”, el amor A la hipoteca, “ese sí que es para siempre”. La canción dice: “Lejos de ti nada tiene sentido, te has adueñado de mi voluntad (…), hipoteca de mi vida, de mi corazón (…) y qué importa que diga la gente que me quieras por el interés”. ¡Maravillosos!

Después de SilNe, Manu presentó a otras dos personas. La primera fue una nueva participante, Esther Méndez. Con su propia guitarra y armada de armónica, cantó Cosas pequeñas, “siempre veo la hermosura de universos diminutos, una molécula es más bella que todo su conjunto”, dice esta canción. También nos invitó a escuchar a su grupo, Bambikina. El siguiente fue el maestro Alberto Alcalá. Contó que por fin está viviendo en Madrid, una gran noticia para todos nosotros. Como estoy escribiendo esta crónica viendo el vídeo de la sesión, he escuchado tres veces la canción de Alberto, una locura que habla de la nada. Este hombre es impresionante, cómo toca, cómo escribe, cómo canta. Es un grande, y pronto estará donde le corresponde.

Manu Clavijo recordó en la siguiente presentación que vamos a hacer un disco del MAL8 con las canciones compuestas para los talleres “Consciencia, libertad, soledad y gente rara” (así se va a llamar el disco). Aquí están las instrucciones para participar. Los siguientes artistas a los que sacó a escena son, curiosamente, sobrino y tía. La primera fue mi querida María Barnuevo, que cantó un valsecito titulado Guisando menestra. Deliciosa y original esta rica canción en la que hay besos, acordes y zanahorias. A continuación salió su sobrino Carlos Eleta, que cantó Fantasmas. Dijo, antes de cantarla, que le alegra que exista el MAL8, porque puede cantar canciones como esta. En ella habla de los fantasmas que “se cuelgan en el techo” de su habitación. Lo bueno es que “se irán”.

Los dos siguientes que presentó Manu fueron Pablo Lesuit y el nuevo participante César Torres. Pablo cantó una rítmica canción en la que dice que “el tiempo no se para”, o “el tiempo nos separa”, no me quedó claro, pero me agrada esta ambigüedad. Invitó al público a participar cantando y haciendo percusiones. Estaba en el aire aún la música de Lesuit cuando salió el nuevo participante César Torres. Acompañado por las percusiones de Donato, cantó su canción Monedas. Me gusta lo que hace, supongo que le iremos conociendo si decide venir asiduamente.

¡Oh! A continuación Manu presentó a un cantautor paisano mío, de Salamanca, Nino Sánchez, un veterano maestro que alabó la labor que se hace en MAL8. Lástima no haber estado para saludarle. Cantó una canción que habla de un pueblo de Castilla, un tema tradicional y furibundo. Todo un personaje al que tengo ganas de conocer más a fondo.

El siguiente que presentó fue Cristian Navarra, que cantó de nuevo en MAL8 su canción Suit Madrid, de la que ya he hablado en otras crónicas.

La semana pasada conocimos a Raúl Ródenas, que volvió este martes para cantar “una canción a la vida, que a veces es muy puta, pero merece la pena al día siguiente despertarse otra vez”. Se titula El truco final. Muy interesante, quiero escuchar más cosas.

Ya en la recta final, Manu comenzó de nuevo a presentar de dos en dos a los participantes en esta tanda presentó a mis queridos Miguel de Paul y Caso Omiso. Miguel, aparte de regalar un libro de Nietzsche para el sorteo, cantó un rocanrol en la que me parece que habla de sí mismo. Cómo ha cambiado Miguel su actitud desde sus primeras tímidas intervenciones; ahora es un huracán aguerrido y seguro. El siguiente, Caso omiso, repitió la canción de la semana pasada, Mi vanidad, ya que por culpa de un fallo técnico de la guitarra, no pudo cantarla como él quería. Esta vez todo fue perfecto. Y he de añadir que su pronunciación ha mejorado hasta el punto de perderme ni una sola palabra de lo que canta, lo cual celebro, porque me encanta lo que dice, me lo hace pasar muy bien, aquí en la soledad de mi casa viendo el vídeo.

Donato fue el siguiente artista que salió a escena. Tuvo a bien cantarnos Just a Gigolo, todo un clásico, y lo hizo con el carisma y la soltura que le caracteriza. El público se volvió loco con él coreando y aplaudiéndole.

La última actuación, antes del sorteo que hacemos cada semana, fue la de el mismísimo Manu Clavijo, que se ha ocupado de que este MAL8 (114) sea de nuevo un éxito. Cantó la canción Gente rara, una preciosa pieza muy adecuada para terminar esta sesión protagonizada por preciosas personas raras que vienen aquí cada martes a regalar su vida convertida en canciones, también a poder existir, porque si tuve la iniciativa de hacer el MAL8, fue para tener un lugar donde las cosas que suceden en mi alma tuvieran sentido también fuera de ella. Creo que lo he logrado, porque me siento triste por no haber estado en esta maravillosa tarde. Eso sí, estoy orgulloso de cómo Manu Clavijo lo ha llevado a cabo. Nos vemos de nuevo este martes 1 de Octubre a las 19 h en punto en Libertad Ocho para seguir con esta aventura. Gracias infinitas a Manu, a Libertad Ocho y a ti por leer, comentar y compartir esta humilde crónica.

Andrés Sudón

domingo, 22 de septiembre de 2013

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (113). 17/09/13

El pasado martes 17 de Septiembre, en la edición nº 113 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), anunciamos por fin el tema de nuestro próximo taller. Como ya sabéis, acostumbramos a celebrar estos talleres una vez al mes; ponemos un título, y cada uno de nosotros compone una canción con él. Este que propusimos el pasado martes es nuestro octavo taller. Ya anunciamos en la crónica de la semana pasada que en breve haremos un disco con las canciones de nuestros cuatro primeros talleres. ¿Haremos otro con los cuatro siguientes? A mí me encantaría. Este que proponemos ahora se titula “Él”, y así es como se van a titular las canciones que presentaremos el martes 15 de Octubre en el MAL8 (116). Los que quieran participar, ya pueden apuntarse escribiendo a microabiertol8@gmail.com, poniendo en el asunto “Taller Él”. Será una sesión normal en la que se puede participar aunque no sea dentro del taller; eso sí, tendrán prioridad aquellos que traigan un tema titulado Él, y los nuevos participantes que se apunten para ese día, en este orden.

Dicho esto, paso a contar, por encima y subjetivamente, lo sucedido este pasado martes 17 de Septiembre en el MAL8 (113). Desde que comenzamos, hace más de dos años, hasta la actualidad, hemos logrado un nivel muy alto y una actitud digna y cálida en el escenario. De modo que el espectáculo siempre es de calidad en todos los sentidos. Cuando hay muchos nuevos participantes, me preocupa un poco que el evento pierda su dinámica; es la única preocupación con respecto a los nuevos participantes, porque lo que deseamos es que pasen por aquí todos los cantautores del mundo. En esta sesión se apuntaron catorce nuevos (no actuaron todos), sin embargo el espectáculo fue excelente. Tengo la sensación de que quienes vienen al MAL8 lo hacen sabiendo que para nosotros es importante divertirnos en serio.

Como la sala estaba repleta (así como la barra y la calle), comenzamos cinco minutos antes de la hora prevista, con el objetivo de ver actuar al mayor número posible de participantes, ya que en mi lista había cuarenta y tres personas apuntadas. Yo mismo, Andrés Sudón, rompí el hielo cantado Nana para Andrea, una canción que compuse hace años junto a la poeta Andrea Mazas, en la que lloriqueamos por vernos obligados a ser adultos: “no me entra el traje de princesa, detesto el título de reina…”. Qué gusto actuar en una sala inundada de ojos curiosos tras los cuales hay cerebros hambrientos.


El segundo de la tarde fue el bueno de Muerdo, que ya está cantando las canciones de su nuevo disco “Tocando tierra” (que presenta el 2 de Noviembre en la sala Galileo de Madrid). Nos cantó Entre la Habana y Madrid, en la que nos regala reflexiones sinceras y exquisitas, como siempre hace este joven y prometedor artista comprometido con su fuerza y su verdad interiores. Escucharle es un consuelo para los que creemos que hay formas nuevas de ver la vida, puntos vista liberadores, e incluso liberados. Además, una voz carismática y agradable siempre ayuda a que entre mejor el poema que se escucha.


La última vez que estuvo en MAL8 el siguiente participante, El Tío Antoño, nos cantó una magnífica canción titulada Autobiografía de un gusano. Le comente, de coña, que la próxima canción de la saga podría ser Autobiografía de una mariposa. Ni corto ni perezoso, El Tío Antoño ha compuesto esa canción propuesta, y la ha cantado en esta sesión. Y no es ninguna tontería porque la canción es impresionante. No sé por dónde empezar: la letra me ha llegado especialmente, pues yo sé lo difícil que es para un gusano ser mariposa: “Con tanto peso no se puede volar (…) no des tus alas a los demonios del miedo”, y hace una enumeración de aquellas cosas que pesan. La música, aparte de ser difícil de tocar y cantar a la vez que la melodía (cosa que hizo impasible), es oscura y tremenda, como a mí me gusta. Y su voz es la de un auténtico personaje con cuentos que contar, atronadora y envolvente, cual tormenta.


Debo reconocer que hace dos años, cuando comenzó esta aventura, yo no tenía mucha fe en la canción de autor. Tenía fe en el arte, por eso el micro abierto comenzó muy abierto, porque entendí que los cantautores teníamos que abrir nuestras mentes y abandonar el camino tópico que estábamos siguiendo por inercia. A día de hoy, podría decir que he recuperado esa fe, ya que aquí he conocido a cantautores que van a su bola aportando originalidad en todos los aspectos. Aquellos que son más originales (por muy clásicos que sean en su forma), son los que más ganas tengo de escuchar cada martes (como dije arriba esta crónica es completamente subjetiva). Y digo esto porque el siguiente participante fue Caso Omiso, que cuando sale al escenario, los cuchicheos dicen “ya verás este…”. Y nunca defrauda. Hay quien me ha comentado que le recuerda a Manolo Cabezabolo, sin embargo a mí me parece que Cabezabolo es un mono de feria haciendo groserías, y que Caso Omiso es un poeta haciendo groserías. No tengo nada en contra de la groserías, pero sí mucho a favor de la poesía. Por eso cada martes me dejo deleitar por este cantautor, que en esta ocasión nos cantó una canción titulada Mi vanidad, “siempre celebrando la pelea como mía, antes de ganarla”, dice en este tema con estrofa, estribillo, puente, fuga y coda. ¡Más Caso Omiso!


En el público estábamos encantados con todo lo que estábamos viendo. El siguiente fue Diego Mattarucco, que comenzó con una pieza titulada Dónde está (el gran hombre), que parece como compuesta para nuestro próximo taller. La recitó y cantó acompañándose con el piano. Después nos recitó una breve pieza con nombre musa (de cuyo nombre no debo acordarme) con el que le “costó cacofonear”, pero lo logró con gracia y enjundia, como suele hacer.


Llegó entonces el momento de comenzar a conocer a nuevos participantes. Como dije arriba, fueron en su mayoría excelentes. El primero fue Camilo, que nos cantó, según confesó, “la primera canción que subí a Internet, la compuse para subirla”. Se titula Tiempo de amor, y me gustaron mucho su timbre de voz y su pulso con la guitarra.


El siguiente, también nuevo, fue Dani Aguilera, que con gran carisma introdujo dramáticamente su canción, de la que no dijo título, creando un rico halo de tensión en el escenario.


El último nuevo participante de esta primera tanda, fue Pablo Lesuit, que, a primera vista, me pareció uno de esos cantautores que tratan temas sencillos, y cuyo punto está en su carácter, en este caso, sensual y divertido. Me gustó muchísimo, me resultó agradable y tranquilizador. La canción que nos cantó se titula Mi rincón.


Y ya volvimos con algunos de los habituales. La siguiente fue la cantautora Sara Veneros, que estrenó una de sus canciones curativas, dedicada a todas aquella personas que se estancan en lo que no logran obtener y se olvidan de agradecer lo que tienen. “Te di mi libertad cuando me di mi libertad (…), decidí no retener cada momento (…), sorprendentemente gana el corazón, sorprendentemente sana el corazón”, dice esta preciosa canción titulada Bendigo, que cantó con su profunda voz acompañada por su diestra guitarra.


No os imagináis lo duro que es para mí dejar sin actuar a casi veinte personas, de las cuarenta y tres que se habían apuntado, a este MAL8 (113). Por ejemplo, Ángel de Andrés se apuntó en el puesto nº treinta y dos, es decir, cuando le apunté sabía que no podría actuar, a no ser que ocurriera algo extraordinario. La cuestión es que sucedió ese algo. En este punto de la tarde, se terminó la pila de mi guitarra, la cual usamos casi todos para actuar. Lo comenté en el escenario y Ángel de Andrés se apresuró a sacar de su funda una pila de nueve voltios con su envoltorio, lo cual salvó la tarde. Quisimos pues agradecérselo sacándole de la imposible lista de espera, y fue el siguiente en actuar. Gracias a eso pudimos escuchar en este MAL8 (113) su canción Viento de Otoño, muy indicada para estas fechas, aunque el otoño no acabe de llegar del todo. Tiene aún más mérito que tocara con su propia guitarra.


Me gusta mucho cuando un cantautor llega al MAL8 a cantarnos una canción que resume el estado de ánimo de ese mismo día. Me resulta auténtico, me llega. Es lo que hizo Julio Hernández, que nos contó que, para rellenar unos impresos, tuvo que decir su edad, lo cual sorprendió a la persona que los rellenaba, ya que aparenta ser mucho más joven. “Esto me ha puesto nostálgico todo el día”, nos confesó. Esa nostalgia le llevó a cantar, muy bellamente, Unos botones de más, canción dedicada a alguien importante que habita en su nostalgia.


De nuevo continuamos con una nueva tanda de nuevos participantes, esta vez cuatro. El primero fue Raúl Ródenas, que nos cantó una “canción al desamor”, según anunció.


El siguiente fue Gonzalo Millán, que en el estribillo de su canción dice “leerse todo, negarlo siempre, reírse, cantar rarí rará”, frase que me gustó mucho. Siempre me siento un poco frustrado cuando hablo de los nuevos participantes, porque al no saber mucho de ellos, no me atrevo a especular demasiado. Según les voy conociendo, voy teniendo algo más que decir.


Sin embargo, al siguiente nuevo participante le conozco desde hace años, y siempre he admirado su trabajo, en las diferentes formaciones que ha liderado. Él se llama Isaac, también René. Con evidentes tablas, salió a escena y nos propuso tres títulos: Yo no era para ti, Nos dijeron que era por aquí, y no era, y Domingo sin resaca. Parece que el público se inclinó por escuchar esta última. Un rara canción en la que narra la extraordinaria experiencia de amanecer temprano un domingo sin resaca y observar el luminoso panorama. Me dio nostalgia escuchar en él algunas cosas que yo creía genuinas de Patricio B (a quien echo de menos sobremanera), del que sé que es muy amigo, productor y compañero musical.


El último de esta segunda tanda de nuevos participantes fue Pedro Makay, a quien ya he visto dos semanas consecutivas en Música por la voluntad, donde acudo a cantar cada domingo. Pedro es un músico urbano en toda regla, su música parece compuesta desde la calle para la calle. De hecho, toca en el metro, es uno de esos artistas que dedican todo su tiempo, su alma y su energía a la música, a sus canciones. Un tipo curioso. Nos cantó una canción titulada Yupi en Madrid. Cuando le vi en MXV no me llamó mucho la atención, pero este martes me encantó su sonido en el micrófono y su pose bajo los focos. Intento que los prejuicios creados en mis primeras impresiones, no me impidan apreciar algo bueno en alguien. Quiero seguir conociendo a este ser.


La semana pasada conocimos a SilNe, un dúo que nos sorprendió y nos sedujo (léase la crónica de la semana pasada). Volvieron a sorprendernos usando la audacia poética para el humor, pero también mostrando sus dotes interpretativas. Daba miedo oír a Sil presentar la canción con la voz de Esperanza Aguirre. Es más, la canción estaba cantada en primera persona por la mismísima Esperanza. Se trata de un chotis cuyo estribillo dice: “Esperanza, esperancita esperanzona”. De nuevo un ejercicio sublime de humor y poesía inteligente, creo que compuesto por Ne, que tocó la guitarra con destreza. Creo que esta bonita y talentosa pareja musical nos va a dar muchas alegrías. No os los perdáis en próximas ediciones, porque creo (y deseo) que se van a hacer habituales.


La siguiente en escena fue nuestra amada Marta Plumilla, que salió acompañada al escenario por el engreído Jack Frost a la guitarra, con quien interpretó la canción Antinatural para anunciar su concierto del lunes: “el lunes 23 de Septiembre estaremos aquí, y no tocaremos esta canción”. Bella pieza cuyo ritmo se huele pero no se escucha, con un solo de gato ladrando muy interesante.

Enrique Sánchez fue el siguiente en salir a escena. Nos cantó su canción Mi mujer me acusa, e hizo una cosa innovadora dentro de su estilo clásico. Enrique es, sin duda, una de las actuaciones que más me gustan del MAL8. En la canción empezó a rimar de tal modo que todo apuntaba que iba a decir “lo bien que … follo”, y ciertamente lo dijo. Parecía que iba a hacer lo típico, cambiar la palabra en el último momento. La carcajada se oyó hasta en la Plaza de Chueca. No olvidemos que Enrique  va a hacer un concierto “en 3D”, es decir, el 3 de Diciembre. Allí estaremos todos para gozar de su exquisito ingenio.


Y llegó una de las actuaciones más esperadas por todos los que asistimos religiosamente al MAL8, el poeta José Miguel González, que humildemente nos da lecciones de sensibilidad, ingenio, humanidad, eterna juventud, amor a la vida… Comenzó confesándonos que de joven se enamoró de una tal Natacha, ni más ni menos que Natalie Wood. Y nos leyó un apasionado poema que comienza diciendo: “la noticia de tu muerte…”. Su canto a esa nostalgia produce ganas de vivir. Para presentar su siguiente poema aseguró que “son malos tiempos para la lírica”, y que, precisamente por eso, “tenemos la obligación de hablar de la felicidad”. Su intervención terminó de forma sublime, recitándonos una revisión que ha hecho del padre nuestro. Le pedí que me lo enviara para ponerlo aquí, porque creo que no necesitamos dogmas religiosos, pero sí necesitamos rezar, quizá por ello hacemos poemas y canciones.

<<El “Oremos” que Andrés entona cada martes, me ha hecho volver al redil y me he decidido a escribir, con fervor, un padrenuestro.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en los labios,
santificadas sean las fosas de los mares
y el pensamiento sutil que imagina el albatros.

Padre nuestro que habitas cada cuerpo,
gracias por la pequeña muerte en que culmina el acto,
por la impecable simetría de los ojos de los niños,
la libertad, los amigos
y el verso en la boca a lo desconocido.

Padre nuestro que estás en la música,
benditos sean los metales,
las manos de Víctor Jara, los cipreses,
las vides, el comienzo de la borrachera.

Padre nuestro que estás en la belleza,
si de verdad existen las constelaciones,
que se desnuden en la playa sin fin del firmamento
y en el mar de mí mismo prolifere,
una paz perpetua con gorriones>>.



Ya cerca del final conocimos a los nuevos participantes que quedaban. El primero fue Gonzalo Gozituaga, que nos cantó La décima musa, y aseguró que no podemos estar esperando a la inspiración, que es necesario el trabajo para hacer algo decente.


Después conocimos a Maui, la cual me pareció muy interesante. Cantó una canción dedicada a algo muy íntimo y femenino… También me regaló su disco “Problemología”, firmado por Maui y los sirénidos. Mucho interés por saber más de esta persona.


El siguiente en escena fue el cantautor Jaime Galán, de Jerez de la Frontera (dijo que es de allí como cinco veces) que tocaba por primera vez en Madrid. Presentó su canción diciendo que él no es de GPS, que prefiere preguntar a la gente dónde están los sitios.


A continuación salió una poeta pequeñita llamada Sandra González que nos leyó una “poesía de desamor”.


Y el último de los nuevos participantes fue el particular Arturo Arcones, que vino de la mano (no literalmente) de el Tío Antoño. Nos cantó una canción titulada Mis cosas, encandilándonos con su amable presencia.


El último en actuar fue nuestro malocho Carlos Recio, que tocaba esa misma noche en Libertad Ocho, un cantautor que domina la puesta en escena, es un gran orador, muy particular, y compone canciones impolutas que podrían llegar muy lejos. Solamente le falta asistir a unas cuantas clases de canto para que aprenda a dominar su voz, de bonito timbre, ya que, como él dice afina “de vez en cuando”. No cantó nada mal su canción Tan solo como ayer, la cual coreamos todos los que la conocemos.


Y con esto terminó una de las sesionas más concurridas y novedosas de MAL8. Un placer conocer a tantos nuevos participantes, así como seguir viendo crecer a los habituales. Parece que nos estamos volviendo cada vez más ambiciosos en lo que se refiere a calidad poética, musical e interpretativa. ¿A dónde llegaremos? Puede que lleguemos a limpiar el buen nombre de la canción de autor, de la que la masa piensa que es una música ñoña y aburrida, cuando lo cierto es que es la música de mayor calidad en todos los sentidos; solamente tenemos que seguir luchando por que se nos vea y se nos escuche. Ahí vamos con nuestro primer disco. Gracias a los artistas por su talento, compromiso y generosidad, a Marta por las fotos, a Libertad Ocho por ser nuestro templo y taller, y a vosotros por leer esta crónica, comentarla y compartirla.


Andrés Sudón

sábado, 14 de septiembre de 2013

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (112). 10/09/13



El principal propósito de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) es quedar con otros creadores para, en dos intensas horas, compartir nuestra obra. Llevamos más de dos años haciéndolo cada martes, ciento doce ediciones, y esto nos ha llevado a ir un poco más lejos. Primero comenzamos haciendo monográficos en los que planteábamos un tema y llevábamos una pieza de nuestro repertorio al respecto, incluso algunas personas se lanzaron a componer para la ocasión. Lo cual nos llevó, a su vez, a hacer los talleres: proponemos un tema y todos traemos una canción con ese título. Creo que ha llegado el momento de que demos un paso más. Gracias a estos talleres y monográficos, tenemos un montón de canciones compuestas para estrenar en el escenario de Libertad Ocho. Hagamos, pues, un disco con algunas de esas canciones. Llevamos tiempo hablando de ello, pero he de admitir que no me quedaba claro el concepto. Me parece que lo más honesto es hacer este primer disco de MAL8 con las canciones de nuestros primeros cuatro talleres, y titular así el disco: “Consciencia, libertad, soledad y gente rara”. En el disco entrarán veinte canciones, que grabaremos en estudio de forma acústica, cada uno tendremos dos horas para grabar. Podemos empezar ya con eso. Mientras lo vamos grabando lanzaremos un crowdfunding para pagar los gastos pertinentes de edición y grabación, y en unos meses tendremos nuestro primer álbum. ¿Qué os parece? Los que queráis participar, escribidme a microabiertol8@gmail.com con el asunto “disco MAL8” y el título de la canción, hecha para algunos de esos cuatro talleres, que queráis grabar. Tenemos de plazo hasta el 15 de Octubre; yo ya me he apuntado. Si somos demasiados, tendremos que hacer justicia dando prioridad a aquellos que hayan participado más veces en MAL8. Y para no dejar fuera de este proyecto a los poetas que han participado en estos talleres, usaremos el libreto para publicar sus poemas. Parece muy fácil, pero lo es. Una vez apuntados, hablaremos en privado de los detalles.



Este curso está empezando muy bien, ya en la sesiones que hicimos en verano sentimos que está sucediendo algo trascendente; cada vez sube más el nivel de exigencia y el grado de sensibilidad de los participantes y del público, que cada martes es más numeroso. En esta edición, la nº 112 pudimos conocer a diez nuevos participantes de los veintinueve que se habían apuntado. Finalmente actuaron veinticuatro. Me va a ser difícil escribir esta crónica, porque no sé muy bien qué decir de los nuevos participantes, siempre he de verles actuar tres o cuatro veces hasta que me hago una idea de lo que hacen y puedo hablar con algo de fundamento. Haré lo que pueda.




El primero en actuar fue Harris, que se sorprendió por ello, ya que suelo ser yo el primero en participar. Pero llegué a Libertad Ocho con retraso, lo cual hizo que comenzáramos diez minutos tarde, y quise tomarme ese tiempo como el que yo habría tenido en escena; es decir, me castigué sin tocar por llegar tarde. Harris fue un bonito comienzo para este MAL8 (112). Nos cantó una canción titulada Canción costumbrista. En ella relata bellamente actos y pensamientos cotidianos.




El segundo fue el singular poeta Diego Mattarucco, que volvió a regalarnos dos nuevas piezas con su incomparable estilo. La primera se titula Qué eliges, “¿elogios?”, comienza diciendo. Luego nos contó la historia de Marta, una hembra con la que pretendía un idilio, para lo cual le mandó este poema, aunque temió después que “todo se fuera al traste” por hacerlo. El poema es delicioso; si fue así la cosa, dice mucho (o poco) de ella…




El siguiente fue el impresionante Caso Omiso, que salió escena como un toro para hacer real su canción Cantar “chocho” en Libertad Ocho. Es decir, su canción dice “me fui a un bar a cantar “chocho”, ese bar era Libertad Ocho”, lo cual sucedió en ese momento. No sé si se entiende. Yo adoro a este hombre, me parece uno de los artistas más prometedores de los que habitualmente tocan en el MAL8. Por cierto, cada vez se entiende más su pronunciación, y se lo agradezco, porque quiero escuchar todo lo que dice. Con estos tres primeros artistas, el público ya estaba eufórico.




Entonces llegó el momento de una de las actuaciones más destacables de la sesión. Clavijo y Fernández Fernández nos cantaron una canción nueva, Ingenuidad. Un tema que lo tiene todo: humor, verdad, emoción, calidad y todo lo que pueda pedir un goloso consumidor de canciones como yo. Y parece que el público está de acuerdo conmigo.




Vino a visitarnos la rapsoda y poeta Clara Arregui, que comenzó recitándonos suavemente un poema de un poeta griego “muy deprimente”, como ella advirtió, “que terminó suicidándose”, Balada de los poetas sin fama de todos los tiempos, se titula la pieza. Clara es una buena rapsoda, pero cuando lee sus poemas, se olvida de hacerlo tan bonito como cuando lee los de otros. De su propia creación nos leyó dos poemas, el primero inspirado en el comienzo de una canción de Marta Plumilla, que escribió aquí mismo la última vez que estuvo: “tuve miedo del amor empalagoso de los cuentos…”. El segundo se titula Noctámbulos, y lo escribió según nos dijo, aún inspirada por la última vez que asistió al MAL8.




A continuación salió a escena el cantautor Cristian Araque, al que me pareció ver en un proceso de sofisticación en general. Nos cantó su nueva canción Perro flaco, una auto descripción poética: “soy el perro flaco al que todo se le vuelven pulgas mientras hurga en las heridas”. En ella hace referencia a personajes famosos como Sabina o Satanás.




Llegó el momento de conocer a tres nuevos participantes. Se dio la circunstancia de que a uno de los que llamé no estaba en la sala… Luego apareció, quizá demasiado tarde. Le conoceremos el próximo martes. Pero sí conocimos a los otros nueve. El primero fue Matías Uñate, que nos cantó Tú tan de allá y yo tan de acá. Una canción de solmidoré y abecedé, con la que aún no me puedo hacer una idea general del autor. Le iremos conociendo.




El segundo nuevo participante fue Leo Susana un veterano roquero tranquilo, que con un suave ritmo funky nos cantó En soledad. Muy rico.





A continuación salió la artista que más veces ha actuado en MAL8 (¡contando conmigo!), Marta Plumilla, que tuvo a bien cantarnos una canción de su repertorio. Siempre trae una canción nueva, pero los que somos fans, agradecimos poder tararear, e incluso ladrar, su canción Yo perro, en la que cuenta la tremenda historia de un perro que ha pasado de dueño en dueño teniendo varios nombres, que ha vivido en la calle, y que canta esta canción en la perrera, donde está cómodo pero anhela su libertad. Es obligatorio ir al concierto de Marta Plumilla el lunes 23 de Septiembre.



Y qué bien que nos visitara el cantautor Fernando Álvarez. Me parece uno de los cantautores con más personalidad de todos los que conozco personalmente (unos quinientos, no es broma). Sus canciones son como él, de apariencia suave, pero contundentes. Nos cantó Canción para un final, en la que dice “pensaba que era un dios, un proyectil lanzado al sol (…), a veces me acelero contra el universo, no se parar (…), lo difícil no fue verte marchar, los difícil es la lluvia en el cristal en esta ventana que no es la tuya”. Ojalá viniera este hombre mucho más a menudo.




Ya he comentado en otras ocasiones que Sara Veneros, la siguiente participante, es una cantautora en plena búsqueda personal y artística que tiene la generosidad de plasmar en sus canciones los pasos de esa búsqueda. “Creo que después de tanto sufrimiento, es hora de aceptar lo que no tengo”, dice sabiamente la canción que nos regaló en este MAL8 (112). “¡Que nada espante mi sueño!”, grita en mitad de la canción. Es un lujo, además, apreciar cómo su voz toma un rico color propio.




Llegó el momento de conocer a otros tres primeros nuevos participantes. El primero fue Carlos Eleta, que, curiosamente, se encontró en el MAL8 a su tía María Barnuevo. Propio de una familia de artistas. Y, sí, Carlos es todo un artista. Antes de subir me pareció que estaba demasiado nervioso como para actuar, sin embargo salió a escena entero y luminoso. Me recordó a mí en ese sentido… Nos cantó Hazlo por mí, recibiendo una buena ovación del público presente.




El segundo de esta tanda de nuevos participantes fue Juanolas, que nos cantó un tema titulado Realidad virtual. Como dije en la introducción, a veces no sé muy bien qué decir de los nuevos participantes hasta que les veo varias veces.




Otras veces sí sé qué decir, como esta: los siguientes participantes fueron Silne un dúo que ha fusionado sus nombres y su arte. Él toca la guitarra y ella canta. No me quedó claro quién compone. Aunque me pareció que es ella la que escribe (si no es así, él escribe para que cante ella). Cantaron una pieza deliciosa titulada Mi poeta. Ella la introdujo diciendo que desde niña había soñado con casarse con un poeta; en la canción cuenta los pormenores de haberlo conseguido: “desvelas todas las intimidades de nuestra cotidiana existencia”, por ejemplo. También dice que es un “cocinillas” que deja todo sucio, y que se pasa las horas muertas “en el tresillo hasta que anochece”. Qué bonita y divertida canción, además de estar hilada con una minuciosa métrica y rima, y con una música clásica y elaborada. Y qué decir de la simpatía que irradian en el escenario. Me han prometido volver el próximo martes.




Creo que es la tercera vez que viene a MAL8 el cantautor Josué Cáceres. Esta vez vino acompañado de un grupo de amigos, quizá por eso brilló como lo hizo en esta sesión. Además intuyo que en su intervención sucedió algo importante para él. Como no lo tengo claro, me reservo mis especulaciones. Pero yo sentí que pasó algo bonito mientras nos cantaba su positiva y optimista ranchera. Ya nos contará…




Miguel de Paul nos cantó en esta sesión una canción dedicada a los superhérores. “Lo que para ellos es una rutina, para nosotros es algo extraordinario”, dijo provocando fuertes risas. En la canción habla de Supermán, de su “flequillo a lo Estrellita Castro”. Muy gracioso y dicharachero nuestro querido Miguel.




La siguiente fue nuestra también querida María Barnuevo, que después de participar varias veces tocando la guitarra en pasadas ediciones, este martes volvió a sentarse en la centenaria pianola de Libertad Ocho. Nos cantó una canción que contiene “besos sólidos, líquidos y gaseosos”, según afirmó. La canción habla de un “viaje al final de tu corazón”. Me encanta cómo escribe María, dice en la canción: “Me lo notan en el peaje, me lo notan en Alcampo, que este es el viaje al que te quise llevar”. Creo que pronto habrá en Libertad Ocho un concierto suyo. No me lo pierdo por nada del mundo.




Seguimos con más nuevos participantes, y seguimos con el robusto y característico piano de Libertad Ocho. Esta vez lo tocó Kris. Impresionantes sus tablas. Toca de puta madre y canta igual de bien. Nos cantó una canción dedicada a los niños, preocupada como está por la guerra inminente en Siria. Gran fuerza y belleza en esta cantautora a la que me encanta descubrir.




Otro nuevo participante fue Jay Rivera, que nos cantó una potente canción titulada Lobo. Con un poderoso torrente de voz, cantó: “me buscas cuando cae la noche, soy tu propia libertad”. Vaya nivelazo el de la mayoría de los nuevos participantes de este MAL8 (112).




El siguiente participante actuaba por segunda vez en el MAL8, Marcos Serrano que nos trajo una canción que hizo temiendo que en 2012 se terminara el mundo. Como nos contó, se dio cuenta de que si acababa el mundo le quedaban muchas cosas por hacer, gracias a lo cual se dio cuenta de que realmente le quedaban muchas cosas por hacer, y se decidió a hacerlas, porque el mundo se acabará igualmente para cada uno de nosotros.




El siguiente en subir al escenario fue Javier Delgado, que ya ha superado completamente, según me ha comentado, su timidez en el escenario. De hecho fue palpable. Nos cantó una canción a la que aún no ha puesto título, en la que habla de los niños.




Pablo Bermejo trajo una canción que ya había estrenado en MAL8, Rojas, malvas y amarillas, pero esta vez la hizo acompañado por Manu Clavijo, con quien hará un concierto el Domingo 22 de Septiembre en Libertad Ocho. Concierto recomendadísimo.




El penúltimo participante fue Carlos Larreta, al que conocimos la semana pasada. En esta ocasión volvió a sorprendernos sacando un nuevo registro que él denominó “neorromántico”. Para ello usó una caja de ritmos que le acompañó en su canción titulada Muero en la puesta de sol, tocada con su flamante guitarra eléctrica.




La sesión terminó con el artista que después hizo un concierto en el escenario de Libertad Ocho, el bonito Pez Mago, que tuvo el detalle de cantarnos una canción recién compuesta, que dice algo muy importante para nosotros: “Ya nadie te puede detener, por lo menos vivo no será, este sueño llega hasta el final”. Así sea.




No sé si es por la crónica dela semana pasada, pero he notado en la gente que participa en MAL8 un espíritu más fortalecido, he visto ganas de sacar adelante el trabajo que hacemos, más arrojo en el escenario, menos autocrítica. Sea por lo que sea, lo celebro, porque juntos haremos ese disco y lo llevaremos muy lejos, tanto como queramos. Nos necesitamos fuertes, y así nos veo. Gracias a todos por vuestra energía y por vuestro arte. Y gracias a Marta Plumilla por la fotos que subiré en los próximos días (mi ordenador no me permite descomprimirlas hoy…). Nos vemos el martes 17 de Septiembre a las 19 h en punto en Libertad Ocho, como ya sabéis es entrada libre.



Andrés Sudón