lunes, 27 de agosto de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (59). 21/08/12


Con la edición nº 59 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8) damos por comenzada la Temporada Dos de esta aventura que apenas ha comenzado y que espero que dure, al menos, hasta el fin del mundo. Tuvimos toda la tarde y la noche para nosotros, sin embargo fuimos sólo diecisiete los participantes. Bueno, fuimos diecisiete en la primera parten antes del descanso, la segunda parte la hemos dejado para nosotros, para los que la vivimos, de modo que no saldrá en esta santa crónica.

Yo mismo, Andrés Sudón, comencé la sesión cantando una canción muy adecuada para el momento de calor abrasador, aburrimiento y existencialismo que trae el (puto) verano. La canción se llama De otoño, y en ella describo el sórdido paisaje interior que llevo dentro en Agosto. Yo no digo que el verano sea malo, mucha gente lo disfruta con saña, digo que a mí me jode sobremanera esta estación vacua. En todo caso, me encanta quejarme y disfruto cantando esta canción que me alivia.


De forma simbólica quise comenzar la Temporada Dos de MAL8 con un nuevo participante, pero comencé con un error… Le dije al nuevo participante, antes de comenzar, que iba a ser él el primero, pero cuando le presenté no era él, es decir, le dije a uno que iba a ser el primero, y llamé a otro. Qué le vamos a hacer. Finalmente cantó el que estaba avisado que iba a salir, Manuel Reyes, que cantó dos canciones, la primera titulada Acuerdos menores.


El segundo participante fue un curtido malocho, Daniel Hare, que nos cantó su canción No entiendo, dedicada a todo lo que no entiende “empezando por los lunes y terminando por las mujeres”.


A continuación nuestro intuitivo Carlos Recio, hombre feliz y completo, nos cantó una de esas canciones que escribe usando experiencias tristes de los demás (ya que él no gasta tristeza), Un beso después de haber estado muerto, acompañado por la armónica de Coppel, quien dio título esta canción (recuerdo perfectamente ese momento).


Poco a poco vamos conociendo detalles de Enrique Cardoza, el hombre calmado y seguro. En su intervención nos contó que había probado varias religiones, y que en esas experiencias había conocido a los pastores que se aprovechaban de los sentimientos espirituales de la gente. La canción se llama La oveja negra. Enrique canta muy bonito y con mucho poder, vamos viendo que tiene un contundente mundo interior.


José Luis Bernal nos cantó una canción basada en un relato de Cortázar que cuenta una curiosa historia de amor desarrollada en el metro de París. Muy interesante en trabajo de este cantautor comprometido con la literatura y con gran sensibilidad social.


La Chica metáfora nos ha prometido que hará una crónica del micro abierto que celebramos en El Retiro el martes 14 de Agosto, la ha titulado Cerrado por Retiro. En cuanto me la pase la publico en el blog. Patricia, que así se llama, nos leyó un par de poemas afilados, el primero comienza diciendo “hoy tengo el coño de colores (…)”, poema erótico y nostálgico. El segundo se titula Tú en ausencia de ruido, y es, sencillamente, una pasada, muy inspirado y sincero.


El siguiente participante fue aquel al que llamé al principio pensando que era otro, José Carlos Arias Ortega, que subió al escenario diciendo que está cumpliendo un sueño, tocar en Libertad 8. Cantó dos canciones, la segunda titulada Jake Mate. Lo hace muy bien, parece, a primera vista, un buen cantautor, yo creo que, si se lo propone, pronto le veremos haciendo un concierto enterito.

Tenemos una gran noticia: el siguiente participante, Diego Mattarucco, va a hacer un concierto recital (conciertal o recicierto) el día 3 de Septiembre en Libertad 8. Mattarucco es un poeta músico que se está cantautorizando, de hecho su disciplina artística la hemos llamado poención. A mí me gusta mucho lo que hace, me descojono y disfruto de paradojas, contradicciones y aliteraciones cacofónicas en cana intervención de este artista raro. En esta ocasión interpretó la pieza Sonido en ser, acompañado del violín y los coros de nuestro amado Manu Clavijo.


Silvia Palomo nos cantó en esta estival edición de MAL8 una canción dedicada a las relaciones sentimentales que “están por estar”, titulada Dos marionetas. Yo la veo concentrada y tocando muy bien, también sé que se está moviendo bastante, lo cual da destreza y seguridad.


A continuación llegó el turno de nuestro monaguillo Manu Clavijo (lo de monaguillo es una broma entre nosotros, pero entre broma y broma el diablo se asoma…), que no trajo una nueva composición, Animales Cobijados. En ella habla de animales que le gustan. Quiero volver a escucharla para degustar los detalles.


El protocolo que manejamos los cantautores, es casi siempre el mismo, decimos nuestro nombre, contamos nuestra vida, pedimos disculpas por lo que vamos a cantar y, finalmente cantamos. Cuando sale Marta Plumilla a escena, ya ha empezado la canción. Hace una breve introducción poética y canta. Es arte desde que sube hasta que baja del escenario. Además se atreve a hacer cosas como lo que hizo este pasado martes: un solo de perro llorando. Muy bien hecho, además. A mí me conmovió el melódico llanto del perro que protagoniza su canción (que no sabemos cómo se titula). Arte. Marta Plumilla es un espectáculo que conmueve. De nuevo, fue lo que más me gustó del MAL8 (59). (Plumilla es la autora de estas fotos, por eso no sale ela en ellas...).

Opino que uno de los fundamentos del arte puro es la libertad del artista, sin tal libertad no hay pureza en el arte. Un ejemplo de esa libertad es nuestra siguiente participante, Alicia Ramos, que ahora forma binomio artístico con otra libre, Marta Plumilla. Alicia nos cantó una breve pieza titulada Rizos, hierba y Dylan, según ella perfecta para un anuncio de champú.


Parece que actuaron seguidas todas las malochas bonitas, porque la siguiente es la poeta Gadea Ramos (a quien ha dedicado este “cuelgue” Fernando G. Lucini). Gadea nos regaló tres poemas, uno de ellos nuevo. Como siempre, un placer escuchar el estilo transparente y emocionante de Gadea.


El siguiente en escena fue el cantautor argentino Martín Lemí, que nos hizo un temazo titulado Atrévete a vivir. Este hombre es muy bueno, gran músico, qué ganas de seguir conociéndole.


El último poeta de la tarde fue Pablo Blaya, que nos trajo un poema de tono épico titulado Poema de las huestes famélicas, extenso y apasionado texto barroco.


Ya estamos llegando al final de esta primera parte, y, en este momento tuve que salir a hacer algo importante, de modo que tomó Alicia (creo que era Alicia, pero puede ser Mafe) mi cuaderno de notas. En él pone que salió Coppel y tocó Nada, tras lo cual invitó a escena a Dani Merino, que tocaba esa misma noche en Libertad 8, para tocar juntos A mi aire, canción que coreamos todos (yo ya había vuelto, pero mi cuaderno no estaba conmigo), siempre que la cantan sube el calor en la sala. Y con Dani Merino terminó esta primera parte formal del MAL8 (59).




Después hicimos una segunda parte que duró hasta las doce. Casi todos repetimos en el escenario, algunos se fueron y vinieron otros nuevos. Esta parte ya no la cuento, porque quise disfrutarla sin estar tomando notas. Además tampoco recuerdo muy bien lo sucedido con claridad… Así, con toda la tarde-noche para nosotros, comenzamos esta Temporada Dos de MAL8, una temporada que nos va a dar muchísimas alegrías, anécdotas, encuentros, nuevas creaciones, nuevos amigos… Lo vamos a pasar muy bien. ¡¡Nos vemos el próximo martes!!

sábado, 18 de agosto de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (58). 07/08/12


Con la edición nº 58 dimos por cerrada la temporada de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Lo que no sabemos es qué temporada es, ya que el año pasado hicimos el primer cierre de temporada sólo unas después de comenzar nuestra andadura. Hagamos un trato, incluyamos esas semanas como introducción (Temporada Cero), y dejemos que esta haya sido la primera temporada. Buena idea.

La Temporada Uno ha sido muy satisfactoria. Hemos empezado a aprender cómo hacer esto bien, entre todos vamos marcando ciertas pautas que dan mucha libertad. Esto puede parecer contradictorio, porque si las pautas son límites, ¿cómo van a dar libertad? Yo creo que hemos puesto por encima de todo el hecho de que aquí todos somos creadores e intérpretes, tenemos en común eso, todo lo que nos diferencia también nos enriquece. Esa es la primera pauta que yo he observado, solamente importan las canciones, los poemas o lo que sea que hagamos para después mostrarlo.

El resto de pautas son meramente técnicas, como cantar una sola canción para aprovechar el tiempo que tenemos y ver al mayor número posible de artistas, o proponer ejercicios de composición para estimularnos y hacer cosas nuevas. Creo que esto está empezando, que estemos en plena configuración.

También estoy satisfecho por ver cómo el Libertad 8 se ha nutrido de nuevos artistas. Julián es un programador con muchos años de experiencia en esta mítica sala, ha sabido seleccionar a artistas que están dando muy buen resultado. Igualmente ha dado muchas oportunidades a otros que también le han gustado. Según me ha dicho, él está muy contento con el MAL8. Probablemente el MAL8 también esté contento con él.

Yo, personalmente, como cantautor, he aprendido muchas cosas, no sólo de los demás, también de mí mismo. Ver a otros hacer lo que hago yo, me ha inspirado, me ha hecho arriesgarme a hacer cosas nuevas, me ha permitido ver cosas en otros que no me gustan de mí. Es muy valioso estar en contacto con seres de tu calaña, eso da fuerzas para seguir viviendo en nuestros sueños personales, sean como sean.


Tras este breve balance de la Temporada Uno, ha llegado el momento de contar lo que pasó en el cierre de temporada vivido en el MAL8 (58), el pasado martes 7 de Agosto. Fuimos 25 los participantes, pero la gala duró sus cuatro horas, mas un descanso de media horita. Pudimos cantar dos canciones cada uno, los poetas tuvieron sus diez minutos. Fue una velada tranquila, muy agradable y, a pesar de las fechas, muy concurrida.

El primero en actuar fue el legendario Smiling Jack Smit, nuestro cantautor blusero con gran encanto, que nos cantó dos canciones, según él una larga y pesimista y otra corta y optimista. Las dos nos encantaron, las aplaudimos contundentemente. Ahora Jack está haciendo conciertos en casas, se va a pronto a Alemania para hacer una gira de ese modo. Si quieres más información, únete a su grupo.


El segundo participante fue Dean Abbys, a quien ya hemos escuchado en MAL8. Tocó dos canciones tituladas A hierro ama y otra de la que no dijo el título. Con ellas consiguió que entráramos en su atmósfera personal, o al menos eso apunté en mi cuaderno.


A continuación salió a escena Cristian Araque, joven cantautor, que comenzó con una canción que le hizo a un policía de su pueblo. En ella le dice que quién se ha creído que es por llevar un uniforme, y termina la canción repitiendo varias veces “Si tienes un hijo subnormal, / no lo dudes más, no lo dudes más, / mételo a policía municipal”. A mí me resulta algo excesivo, tanto insultar como el insulto usado (que es un doble insulto), así como la generalización. Si yo fuera Cristian, apostaría por canciones como la que cantó después (acompañado por un diestro rapero), en la que habla de la libertad, la paz, etcétera. Lo digo desde el cariño y teniendo en cuenta la inocencia que caracteriza a Cristian, al que aprecio (si no, no diría esto).


La siguiente artista, Nahara, nos hizo dos versiones muy conocidas, que fueron coreadas por todos los amantes de la canción que forman el público del MAL8, Stand by me y Aleluya.


Como he contado ya, el poeta Diego Mattarucco se está metamorfoseando en cantautor, quizá esa obsesión por el rítmico resultado de la unión de muchas aliteraciones, le ha llevado hasta la música. También, supongo, tendrá que ver el hecho de que sea un buen pianista y tenga una dulce voz con vibrato. Diego nos regaló dos poemas cantados llamados Bosque de voz (léase con acento argentino para que funcione la aliteración y el múltiple sentido) y No te valles (sic), es decir, no te pongas una valla alrededor. Sencillamente magnífico. Pronto anunciará un espectáculo que va a hacer en Libertad 8.


Ya hacía mucho que no venía por aquí Pedro Pastor, cantautor de nacimiento. Nos trajo dos canciones, la primera era tan nueva que aún no tiene título, y es un temazo, como acostumbra a hacer Pedro. La siguiente canción se llama Rap armónico, en ella rapea usando como base los armónicos de la guitarra, la letra es excelente, es otro temazo.


La siguiente en escena fue María Barnuevo, cantautora dulce con luz de luna. Nos cantó una canción dedicada a todas aquellas personas que han dejado sus raíces por algún motivo, y otra en la que hablaba de “sentir, al fin y al cabo”. Las cantó con la voz clara y tocando muy bonito el piano y la guitarra.


Por primera vez en el MAL8, nuestro siguiente participante, Javier Macarro, nos cantó dos de sus canciones acompañado por el excelente guitarrista Raúl Asensio. Ahora no recuerdo si los títulos que tengo apuntados, de las canciones que cantó, me los he inventado o son los que son: Por verte y Si pasean por Madrid.


Daniel Hare, el siguiente participante, nos trajo, para empezar, una canción nueva titulada Vive, dedicada a los cantautores que no se rinden ante los cuestionamientos de los demás. La segunda es una conocida por todos, El Bronch de Chamberí.


Néstor Raluy cantó, en primer lugar, una canción llamada Calle Cebrián 54, en la que habla de un lugar donde la gente se juntaba a cantar, a leer y, “sobre todo a curar el corazón”. La segunda canción, Mujer mariposa, relata la entrada de una mujer mariposa en su cuarto, creando un ambiente de tierno erotismo.


En este punto hicimos un descanso de media horita para abastecernos de comida, drogas y conversación, después continuamos con Alicia Ramos, que por fin nos cantó Tatoo on your neck, la última preciosa canción de Alicia. Después nos sorprendió con La mano, el brazo, el codo y el reloj. Maravillosa Alicia Ramos, ilustre malocha.


Y hablando de ilustres, ahora viene el gran Coppel, maestro y aprendiz, siempre creciendo. Empezó con una canción conocida por todos, Oiga, que hubieran estudiado. La siguiente canción fue una colaboración con otra ilustre, Marta Plumilla. Juntos hicieron una jocosa ranchera, al más puro estilo pimpinela, titulada Sin rencores. Una propuesta muy graciosa, y muy conseguida su interpretación actoral, por parte de los dos.


Se quedó sola en escena Marta Plumilla para cantarnos su canción Patidifusa acompañada por el bello violín de Manu Clavijo. Antes de dejar el escenario, Marta me presentó a mí, Andrés Sudón.

Esta vez quería cantar no al principio del evento, para sentir los influjos del escenario caliente. Para empezar a promocionar el concierto que vamos a hacer mi hermano, Suso Sudón, y yo el 29 de Agosto en Libertad 8, canté un poema suyo musicado, En celo, un bolero de texto fluido que engancha (yo no me la puedo sacar de la cabeza). Después tuve unas palabras de agradecimiento a la siguiente canción que canté, Con naturalidad, a la que debo tanto.


El siguiente cantautor fue José Azula. No dijo el título de la primera canción, y apunté Adiós como título opcional. Si alguien sabe el título, que lo diga en comentarios, por favor. Su segunda canción se titula La locura, cuenta la historia de una mujer toxicómana que enloquece tras enamorarse. Poco a poco vamos conociendo el mundo de Azula.


A partir de este momento, Alicia Ramos tomó mi cuaderno y comenzó a tomar notas, dándome así un descanso que agradezco. Ahora estoy intentando descifrar su letra (la mía también tengo que descifrarla, pero me resulta más familiar.
 
La siguiente en escena fue Silvia Palomo, que comenzó (después de un holgado ritual de afinación) con su canción El último vagón, para terminar con Déjame navegar a tu lado.
 
A continuación el sensible y concienzudo Manu Clavijo salió en solitario al escenario para cantarnos sus dos canciones. Comenzó con El contrato que firmé cuando vine al mundo, en la que sale nuestra amiga Maremoto, y, según Alicia, “un puto temazo”. La siguiente también es un puto temazo, según yo, Chicle, una inspirada canción en la que la ansiedad habla por él. Llevaba yo unos días con esa canción en la cabeza, le agradezco que la cantara. Alicia puso en mi cuaderno lo siguiente: “Es una canción muy íntima, honesta y valiente sobre la ansiedad y los desajustes anímicos que de repente nos tumban. Somos tan frágiles. Incluso los semidioses, como Clavijo”.



La siguiente participante, Marta Ibáñez, tuvo a bien leer la crónica que hizo del cierre de temporada de MXV (Música por la voluntad), un evento celebrado los domingos en bares y salas de Lavapiés, una maravillosa propuesta que mucha gente sigue con devoción. Muchos de los malochos vamos habitualmente a participar de la música, la gente, la posterior comilona… Marta hizo una bonita crónica, muy poética.
 
El siguiente participante es uno de los precursores de MXV, Julio Hernández, trovador cubano, que comenzó con una canción sin título, aunque había un título posible, Esperanza, que desestimó, en todo caso la canción “intenta dar ánimos a la gente porque todo va a mejorar” (palabra de Alicia, te alabamos, señora). La segunda canción te titula, seguramente, Otra forma de vivir. Alicia sigue tomando notas en mi cuaderno, y encuadra a Julio Hernández dentro del periodo concreto de la música cubana al que corresponde su estilo y su voz. Alicia es una erudita, yo no tengo ni idea de estas cosas… Y termina diciendo: “Ha cantado muy bien, muy afinadito, quizá porque se oye bien. Y tiene el punto cogido al tumbao ese cabrón de la música popular cubana”. Julio, se te quiere y se te admira.


Como una caja de música se colocó Viridiana en el escenario, se abrió y empezó a sonar. No dijo el título de ninguna de las canciones. Dice Alicia: “Canción cuidada en armonía, ritmo, letra y ejecución (…). Es buena”. Cierto, es muy buena, y la veremos crecer y deslumbrarnos.

El siguiente artista se llama JB, un francés amigo de Mattarucco que vino a visitarnos. Salió a escena descalzo y se sentó al piano para interpretarnos sus dos canciones. Dijo que la improvisación le encanta, porque “es la vía más poderosa para expresar lo que llevas dentro”. La primera canción se llama Bienvenido a mi mundo, y tiene un aire de swing con letra en ingles. La segunda se llama Stone el vie, y es instrumental. Recibió una tremenda ovación.


También hacía mucho que no nos visitaba Vico, ahora afincado en Barcelona. La primera canción que interpretó fue compuesta en Abril después de que en un bar le hablaran del cosmos. No dijo el título. La segunda tampoco fue titulada. Aquí volví a tomar mi cuaderno, y ahora echo de menos las notas de Alicia Ramos… Sobre todo porque ya llevábamos unas horas disfrutando tanto de la música como del licor.


De modo que ya estas últimas intervenciones quedan algo difusas en mi vulnerable memoria. Sólo quedaban tres participantes. Raquel Lamas salió a escena a cantarnos dos canciones: Desde un balcón de Malasaña (lo cual me recuerda al Festival de Música Balcónica), y Al dolor de la pedradas. Sólo anoté una cosa: “está mejorando mucho”. Me dijo, cuando subió al escenario, que le subiera el micro, que luego no se le oye. Yo aprovecho para decirle que ha de acercarse al micrófono y mantener siempre la boca hacia el micro. Son cositas que se aprenden con la experiencia. Maravillosa Raquel y su interesante forma de hacer canciones y de tocar la guitarra.


El penúltimo participante fue el suave Manu Míguez, que comenzó con una canción de la que no apunté el título. Continuó con Los restos del incendio, una preciosa canción muy intensa, como suelen ser sus composiciones.

El último participante fue mi querido Petete, que acompañado por Coppel a la armónica, cerró esta larga sesión de MAL8.

Y así terminó el MAL8 (58), edición con la que cerramos la Temporada Uno de esta experiencia que se ha convertido en el corazón de nuestra actividades. Gracias a Marta Plumilla por las fotos. Y gracias a todos por esta ahí, por ser tan auténticos, por la empatía y el cariño, por la profesionalidad y la capacidad de seguir aprendiendo y luchando. Ahí seguimos. El martes 21 de Agostoseguimos adelante con otra sesión doble, aunque esta vez cantaremos una canción cada uno, para darle más dinamismo al espectáculo. Sólo ha sido una semana sin MAL8, pero a mí se me está haciendo eterno. ¡Nos vemos el martes!

Andrés Sudón.

sábado, 4 de agosto de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (57). 31/07/12

Se supone que esta iba a ser la última edición de MAL8 (Micro abierto Libertad 8) hasta después de unas brevísimas vacaciones. Sin embargo, ha habido una confusión, y es el día 14 de Agosto cuando descansamos. De modo que nos tomamos esta sesión como una pequeña despedida. Eso sí, el próximo martes, 7 de Agosto, habrá una gran despedida en la que todos podremos tocar dos canciones o leer diez minutos (o bailar, domar leones…). Podéis apuntaros escribiéndome a microabierto@gmail.com.
 
Yo, Andrés Sudón, comencé la edición nº 57 cantando Como un fantasma, una canción de invierno y desencuentro que me apetecía infinito cantar. Como siempre, fue muy placentero hacerlo en el escenario de Libertad 8, cuyas misteriosas energías favorecen cualquier actuación de corazón.


Y, hablando de corazón, el segundo participante fue el gran corazón del pequeño Manu Calvijo, que nos trajo una adaptación titulada por él Mi moreno sólo está pendiente de mí. Sonaba a canción antigua, como de los años cincuenta, también fresca y universal. Gran trabajo.

Y de los años cincuenta fuimos al principio de los tiempos con Néstor Raluy, que nos cantó Historia del Edén.


En la siguiente actuación asistimos a la consumación de una reconciliación, la de Raquel Lamas con su guitarra azul, con la que cantó una de sus curiosas canciones (de la que no escuché el título).


Tampoco el primer nuevo participante de la tarde, Cristian Navarra, dijo el título de las dos canciones que tocó acompañado por la guitarra de Pablo Sciuto. En ellas puede apreciar cierto lenguaje tanguero pero moderno, muy interesante la lírica de este músico diestro.


El que sí que dijo el título fue el que, supuestamente, tendría que haberlo omitido, ya que su canción se titula Canción sin título sobre mi muerte (lo cual es un oxímoron: Figura literaria consistente en la unión de dos términos de significado opuesto que, lejos de excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten). “Cómo explicar lo que viene después”, dice. Dani Fernán se abre como una flor mostrando su esplendor. Tremendo su concierto del jueves.


En la crónica anterior MAL8(56) comenté que habíamos logrado nuestro propósito de la crónica MAL8 (55), y en esta edición hemos hecho acto de contrición con Sara y Alberto, a los que debíamos la oportunidad de tocar dos canciones sin hacerles chantaje emocional. Curiosamente la primera canción que tocaron habla de mirar con otros ojos a una persona que está cambiando, es decir, darle una oportunidad. Gracias por darnos esta oportunidad, Sara y Alberto. La canción se llama Mira. La segunda canción se titula Eres tú. Su música es agradable y hecha con gusto y trabajo, Sara canta muy bien, y se la ve con ganas de soltarse en el escenario.


Hacía mucho que no pasaba por aquí Silvia Palomo. Vino con una canción bajo el brazo que nos cantó con carisma. En Al filo de los cuarenta, asegura mantener el mismo espíritu que cuando soñaba años atrás, primero con una bandurria, después con una guitarra.


A continuación sucedió el momento más emocionante de la tarde. Laura Pedreira salió al escenario y dijo que ella es músico, pero que lo que más le gustan son las canciones, aunque no tuviera en ese momento una para mostrar. Bien, tocó una pieza instrumental de un compositor brasileño. Voy a intentar describir la sensación: Coppel le hizo una canción al piano de Libertad 8 en la que le dice reiteradamente “recuerda al viento”; pues es probable que el piano sintiera el viento en las manos de Laura Pedreira. El aplauso fue un huracán.


La siguiente actuación también fue emotiva. Salieron Paula de Alba y Laura Sánchez a cantarnos una canción han compuesto juntas, Estaba escrito. Se las veía muy emocionadas por el momento. Paula tocaba la guitarra y cantaba casi al unísono con Laura mientras se miraban con complicidad, las dos llenas de sol del sur. He de decir que yo conocía esta canción como Canción de Laura.


Por primera vez también, nos visitó la cantautora chilena Yas. Nos cantó una canción titulada Déjame.


Coppel anda siempre investigando, por eso siempre trae cosas ricas a MAL8. Esta vez nos encantó con una adaptación que ha titulado Ver a un hombre llorar. Su voz se convirtió en un centro de gravedad. Otro gran momento de la tarde cercana a la noche.


Otro nuevo participante fue Pablo Ager, yo le escuchaba por primera vez, aunque he oído mucho su nombre. Nos cantó dos canciones tituladas Cobarde y Contradicción. Como dijo él, las canciones no eran de muy buen rollo, pero justo es el tipo de canción que a mí me encanta, sobre todo bien cantadas, como es el caso. Esperamos verle más por aquí.


El maestro Pablo Bermejo no trajo una nueva canción titulada Manos frías, que nos cantó con los ojos cerrados, sumido en su interior.


El penúltimo nuevo participante fue el argentino Martín Leni, que nos cantó dos canciones tituladas Amanece y Llueve. Un gran músico. Creo que le volveremos a ver por aquí.


Ya muy cerca del final pudimos escuchar una nueva canción de Marta Plumilla. Puede que la canción se lame Eso, pero no estoy seguro. En la canción nos pone en situaciones existencialistas, y desde esa sensación solicita información. Hay que escucharla. Mágica Plumilla.


Antes de la actuación final, tuvimos a los últimos nuevos participantes del MAL8 (57), El club secreto, un dúo que interpretó dos canciones de su repertorio, Para matar al ruido de las calles y Llueve.

Como es costumbre, la última actuación fue la de los que después tocarían en ese mismo escenario. Fueron Alberto Alcalá y Patricia Lázaro, tándem de lujo. Hicieron dos canciones de sus respectivos repertorios, como aperitivo del banquete que dieron después.

Con ellos terminó la edición nº 57 de MAL8, en la que participaron seis nuevos cantautores de las diecisiete actuaciones que presenciamos. La próxima edición sí que es la última de la temporada. Aquí os espero. Gracias a Fernando por las fotos, también a Inés (cuyas fotos pondré enseguida).

Gracias, personas.