domingo, 29 de noviembre de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (608). 24/11/2020 (Monográfico “Relojes, cámaras, frigoríficos y calculadoras”)

Por: Camilo Crespo. 

(Pincha aquí para ver el vídeo de la emisión en directo)

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 ”Oremos”.  Buenas tardes. Los días pasan. Trump ya ha reconocido (por twitter) que ha perdido, pero dice que seguirá en los tribunales. Otra muestra más de su calaña. ¿Cómo un tipo así ha podido llegar a ser el líder de la capital del imperio? Yo alucino. Espero que haya sido un espejismo, un pequeño capricho del destino.  Demuestra lo desesperados que estábamos en el mundo occidental. Al menos la pandemia nos ha bajado a todos un poco  a la realidad. Creo que nos tomaremos la vida más en serio (quitando a los de siempre, a los que quieren ser el califa en vez del califa a toda costa...)



Bueno. Andrés nos saluda desde su segundo rincón más importante de Libertad Ocho. El rincón del post-micro. Nervios en el aire porque algunos hemos traído canción nueva. Y él lo sabe. Le parece que la idea del monográfico aporta un poco de tensión en los micros online. Incluso nos dice que ya tiene el título para la semana que viene. Mientras Karma Olivié y Marta le distraen. Están en Libertad preparando el concierto de Marta del lunes que viene, que promete ser digno de Stanley Kubrick. Y vamos con la primera tanda.

 

Empiezo yo, Camilo Crespo. Digo que la canción mía, llamada “Restos” es antigua y que casualmente habla de relojes, cámaras, frigoríficos y calculadoras. Je je. Es broma, claro. Es nuevecita. Explico que he hecho un pequeño experimento con la letra. Muchas veces dibujo algo sin forma y luego me aparecen distintos elementos. Esto parece una cara, eso un caballo... y termino de definirlos. Pues con la letra he hecho más o menos eso. He dejado a mi mente sacar frases sobre las palabras y luego he ido recolocando, dando forma a ideas. No es perfecta, pero es un camino nuevo. Intentaré seguir ahondando por ahí. “Miro el reloj y ya es hora de cruzar. Y escalo tu pared de moscatel, hundiendo mis antenas en tu tarro y perdiendo el sentido y la miel...  Y el frigorífico que aun resiste, se me abre y la luz me inunda. Y me acerco poblado de dudas. Sólo me llevo los restos en el tacón”. Me ha gustado cómo ha quedado. Como es nueva, la canción aún puede dar algún giro, pero parece que será poco.

 

Ahora entra Javier Gijón, que está como niño con zapatos nuevos. Trae canción nueva y comenta que le encantan los días de estreno del micro. Sí. La verdad es que hay nervios e interés por ver qué traen los otros. También añade que le gusta que algunos hayan vuelto. Su canción se llama “Me doy la vuelta y me pongo del revés” porque, dice, tanto aparato eléctrico le convulsiona. “La calculadora de los sueños despertó. Vuelvo a la inocencia de esta compleja ecuación. Dos más dos son veinte, otros dicen 33. Le saco la lengua y me dejo acariciar... por el viento… por el viento… Un reloj de ausencias marca un tiempo de cristal. Es un verso frágil que se quiebra sin nacer. Como en la nevera que al cerrar la puerta pierde luz, pierde luz….”. No se si percibís el paralelismo con la letra de Camilo. Parece que se hubieran puesto de acuerdo. Ha aprovechado bien la acústica que tiene entre las manos. Buen ritmo. Gracias Javier. Te echamos de menos la semana pasada.

 

Andrés Sudón no ha compuesto canción especial para el monográfico, porque ya tenía una que compuso en un Canciomatón. Se llama “La canción del robot” y las premisas para su composición fueron que la letra contuviera la idea de que “los robots también tenemos sentimientos” y que la música tuviera “aires de serenata”. Y Andrés nos canta una letra muy tierna y dulce. “Recuerdo el momento en que nací. Me iban subiendo datos. Estaban lijando y dando barniz. Entonces me vi. por la webcam de mi mamá. Yo soy como ella, un ordenador, pero con más memoria, con voluntad propia y con motor. En realidad me parezco más a mis papás. Son machos y hembras de la humanidad. Llevan batas blancas. Son blanditos y pueden llorar. No me han instalado lágrimas. Me puedo oxidar. Y lloro por dentro cuando apagan a mamá. Y papas se van a casa con sus hijos de verdad”. Si lo relacionamos con el robot de Kalk Badan, resulta una canción perfecta para generar un contraste en un disco. Gracias, Andrés.

 

Una es la siguiente. Sigue liada con el disco en marcha y no ha tenido tiempo de componer. Lo que no sabe es que si no es por ella, este que escribe no habría compuesto la suya, porque se le había ido de la cabeza hasta que ella lo mencionó el jueves anterior... Y nos canta su ya famoso “Tres millones, novecientas mil trescientas tres”, que es el número de neuronas que perdemos en un año, compuesta para el taller “Números”. Canción, efectivamente llena de cifras. “Tres millones de neuronas he perdido en este viaje y las que me quedan por perder si continuo sin poder dormirme. Son las doce y media y el reloj suena a las seis. Dos, tres, cuatro, cinco, siete, quince, veinte, cien ovejas he contado desde menos diez y ahora son las dos y media y aquí estoy, insomne, contemplando el techo y la pared...”. Una canción genial, que seguro que queda estupenda en ese disco. Disco que no dudamos será precioso, porque Una se lo está tomando de un modo muy concienzudo. Nos consta. Estamos deseando comprárselo.

 

Andrés da las gracias a los cuatro primeros participantes. Dice que la de Camilo le recuerda a Radiohead, a lo cual le respondo que soy como una esponja, todo me influye, así que no me extrañaría nada. A Javier le dice que le mola que haya cogido su punto a la acústica. A él mismo le mola su canción y le apetece grabarla. Así sea. Y a Una le felicita por el temazo que se ha marcado y le da las gracias por poner ese título, “Taller Ayer”, a su disco, que hace referencia a los talleres de Micro Abierto Libertad Ocho. Y nos anuncia el siguiente monográfico que se llamará “Bosques, ríos, piel y playas”. Mañana creará el evento. No hace falta crear canción nueva. Basta con traer una del propio repertorio que haga referencia a esos temas. Por otro lado nos recuerda que sigue activo el #adoptaunbar, cuyo enlace está al principio de la crónica. 

Y aparece Marta Plumilla que no ha encontrado canción del monográfico ni ha podido crear una nueva, liada como está con la preparación de su concierto del lunes treinta cuyo enlace para las entradas os pongo a continuación. https://entradium.com/events/marta-plumilla-en-streaming-desde-libertad8  Y Marta nos canta una canción cuyo título no menciona (¡como casi siempre! Así que le quitaremos un punto. Bueno, no...) “Yo no tengo casi nada que sea casi mío. Sólo esta canción... Una sonrisa guardada en un bolsillo interior, para cuando me digas vete en mitad del bosque o en otra dimensión. Justo en medio de un protón.  Con todas esas partículas mirándome y un abismo mirándome, cual n mirándome...”. La interpretación es muy bonita, pero hoy Marta está muy centrada en preparar el concierto del lunes que viene, que va a ser una pasada. ¡Seguro!

 

Joaquín Ascón sí que trae canción nueva. Como había dos personas que iban a hacer su directo y no lo han hecho, hay un poco de lío, pero Joaquín entra por fin para cantarnos su nuevo bolero, “El radiocasete”. Comenta que hacía muchos años que no hacía canciones de encargo. Pero esta le ha quedado preciosa. “Cualquier noche era buena para andar buscando entre las sombras de un portal. Con un radiocasete desvencijado, desafiando al frío y al pecado, bailábamos tú y yo cualquier canción. Rondaba un gato azul por el tejado. Cantaba Demis Roussos: Mon amour!... Y a espaldas de una luna mentirosa, una estrella fugaz cayó a tu lado. ¡Corre, pide un deseo!... Y se cumplió”. Como siempre, una letra bella y evocadora. Dan ganas de agarrarse a una cintura y dar vueltas por la pista. Gracias, Joaquín.

 Andrés da las gracias a Marta y a Joaquín y anima a éste a que vuelva el martes que viene con un tema de su repertorio, porque seguro que tiene alguno que hable de playas, piel, árboles o ríos. Y si no, ¡pues que haga una nueva! Y vamos a por la última tanda.

 

En primer lugar entra Germán Rísemberg, acompañado por su amigo Mauricio. No pudo hacer una canción nueva, pero trae un tema de su repertorio que habla de radio y de motores, llamado “La siesta”. Eso sí. Nos advierte de que tiene una canción nueva que le viene estupendo para el tema de la semana que viene, así que entonces habrá estreno. Hoy repite esta canción que a cantó en su día. Con una música de estribillo muy Piazzola, nos canta. “El sol lleva su infierno hasta el andén, haciendo arder los caños herrumbrados. La siesta se alimenta del pasado. Ceniza tras ceniza abarrotada, árbol caído. Fantasmas mutilados, buscando el barro. La ciudad, remanso triste de dolor y gris, enciende ya su engranaje de ausencias, Y el reloj marca las horas que no volverán. Ya la rutina regresa a su puesto”. Las letras hermosas y urbanas de este rosarino (espero que se diga así). Muy buen tema y muy buena interpretación.

 

La última actuación de hoy corresponde a Karma Olivié. Está con Marta y  Andrés, preparando la actuación del lunes, para que salga genial. Con aspecto años sesenta, a lo cantautora de raíces, trae una canción nueva, inspirada por un cantautor llamado Peter Slow, al que ha escuchado esta mañana. Así que la canción está todavía sin asentar. Esta es la primera versión. “Siento que se me escapa la vida. Que no entiendo ni mis miedos. Que no paro de correr hacia el mañana. Y apuro el segundo en mi presente. Siento el jadear del mundo, que no para de correr hacia mañana. No tengo prisa. Cuido mi tiempo. No sea  dónde voy. Por eso voy más lento. Miro el camino. Siento mi peso. Soy los presentes múltiples en mi propio universo. Por eso late mi corazón más lento”. Karma me parece inmersa en cierto proceso de cambio. Algo bueno tenía que tener este periodo de enclaustramiento. Creo que muchos estamos sintiendo cambios en nosotros, que aunque luego remitan en parte, algo quedará. Muchas gracias, Karma por seguir buscando respuestas.

 

Esto se acaba. Andrés da las gracias a todos los participantes. Luego nos muestra cómo está la sala, en la que está haciendo su prueba de sonido la cantautora Laura Ordóñez para su posterior concierto online y para terminar pasamos al sorteo de deseos. Nos pide que pensemos un número entre el 400 y el 406 y que dejemos escrito nuestro propio deseo para el acertante, que si no, no nos toca. Y los deseos recopilados hoy son:

- Que quien acierte el número ¡encuentre el hilo del que tirar para hacer todas esas canciones!

- Que tenga una idea que le abra un camino nuevo de composición.

Y así acabamos. Abrazos a todos y hasta el martes que viene...No olvidéis “Bosques, ríos, piel y playas”

“Podéis ir en paz”.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (607). 17/11/2020

Por: Camilo Crespo. 

(Pincha AQUÍ para ver el vídeo de Ocurre en Madrid, de la emisión en directo)


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 ”Oremos”.  Buenas tardes. Estamos viviendo la típica época de antes de que todo se arregle. O sea, que todo va fatal. Algunas salas abren, otras no se atreven. Además, dependiendo de cómo esté clasificada la sala, puede o no abrir. Y además la Nochebuena se viene... Y mientras unos quieren “salvar” la Navidad, de modo que los grandes comercios puedan vender mucho, otros se echan las manos a la cabeza, viendo que la “tercera ola” será inevitable. Nos queda la esperanza de que para Junio ya habrá mucha gente vacunada y la vida empezará a revivir. Sobre lo del empleo, ya tal...

Nuestro magnífico presentador nos recibe de nuevo desde el escenario de Libertad Ocho. Él está feliz porque vuelve a hacer conciertos para humanos, pero no nos lo dice. Ante todo nos comunica que la semana que viene vamos a retomar los monográficos, en los que cada uno trae una canción, nueva o del repertorio, que haga mención al tema especificado. Además nos avisa de que hay novedades en relación a los participantes. Y ahí va la primera tanda.


Y empezamos con Karma Olivié, que ha vuelto al micro. Bien. Con un aspecto más juvenil del acostumbrado, Karma, antes de nada, nos pide que apoyemos a Libertad Ocho. Que compremos todos los conciertos que podamos, para verlos aunque sea en diferido. Apunta muy atinadamente que si estás con un colega, pagaros cada uno una entrada. Son muy baratitas. Ya se sabe que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Muy bien dicho. Y a continuación nos va a regalar su tema del taller “Triste”.  Con una música de arpegio hipnótico y circular, que me hace pensar en Philip Glass, nos brinda una canción de amor a la tristeza. “Devolver una quimera. Devolver el mar a la tierra. No encontrar hogar. Descifrar fronteras. Dejarse querer por la tristeza. Ahora ya puedo entender mi piel.... Tristemente no sabemos de dónde venimos. No desisto, voy buscando soles en la noche”. Una composición arriesgada, que no es complaciente con el oyente. La canción de Karma es una de la maravillas que dio aquel taller.

Camilo Crespo (yo mismo) hoy tiene buena luz y nos va a cantar una canción nueva. Aunque es la musicalización de un poema antiguo, titulado “Compañera”. Camilo nos deleita con unos momentos de afinación de guitarra mientras comenta que hace unos días realizó un directo con todos los temas de su última colección y manda su ánimo a los que viven de la música, que lo están pasando muy mal. Los versos, escritos con veintidós años, declaran su amor por la libertad de su compañera. “Te he llamado amor mío y te he sentido aquí dentro. Como el fondo de mi fondo, como el centro de mi centro. Pero sé que no eres mía, sé que eres aire, mar, luz. Fuerza que ha existido siempre, que no se la puede dominar. Y por eso, compañera de mi alma, te pido que desde este momento sepas que sé que eres sólo tuya y que puedes decir adiós o hasta luego... Pero mientras tanto...  compañera, tu mano dámela, echemos a andar”. Juventud, divino tesoro.

La siguiente es ni más ni menos que Una, que se excusa por habernos dejado abandonados pero es que está muy liada con la grabación de “Taller ayer”. Pero está muy contenta de estar hoy aquí. Va a cantarnos una canción del disco, llamada “Demolición”, dedicada a su antigua casa. Un tema precioso, con el estilo genuino de Una, mezcla de Rock y New Age (bueno, yo me entiendo). “Una tarde de Febrero de hace casi veinte años escalaba los peldaños de esta empinada escalera. Sin tener conciencia apenas de que mi hogar me esperaba. En una atalaya estaba aguardando que subiera. Sus paredes guardaban ecos de otras existencias. Llantos, risas y gemidos, ajenos a mi presencia... Y esta casa con mis cosas va a ser pronto demolida. Nadie quiere rehabilitarla y ella se da por vencida. Y aunque sobrevivió a una guerra y vio enterrar a sus difuntos, ahora no hay nada que hacer ya pueda contra la guerra del lucro”. Una canción triste y preciosa, que inspiró incluso un poema de nuestro querido Andreas Kalk Badan. Una, antes de cerrar la emisión, nos promete volver a asistir a estos micros online.


Y cierra esta tanda de “hijos prodigio” un actor que ahora anda por el teatro Amaya de Madrid. Goiko nos cuenta en todos los líos en que anda metido. También nos dice que ya vuelve a tener los martes libres. Así que procurará no faltar de ahora en adelante. Su canción es la del taller “Vacío”. Hace pocos días falleció su abuelo y su canción habla precisamente de que desea que haya algo más tras la muerte. Su interpretación es muy especial y se nota. Transmite todo su sentimiento. Además, con la guitarra española, esta canción tiene otra dimensión. “Todo mi mundo viene abajo porque quiere otro lugar. Cruzo los dedos deseando que el futuro no sea el vacío. No me resigno a creer que juego a todo o nada al apagón final. Quiero pensar que al otro lado hay otro estado. Otro despertar. Un más allá, un agujero a otra dimensión, Un reiniciar. Encontrar respuestas a todo este juego. Porque el vacío es poco, busco otro lugar y que al cerrar los ojos, vuelva a despertar y recordarnos a nosotros”. Otro temazo. Gracias, Goiko. Y sobre tu abuelo, ya sabes que tienes todo nuestro cariño. Un abrazo desde aquí, compañero.

 

En la segunda presentación de hoy, Andrés da las gracias a los que han formado la primera tanda. Manda un miau a Camilo porque ha estado ocho minutos. -¡Que le corten la cabeza!- Y aprovecha para comentarnos que Karma está preparando una producción especial para el concierto de Marta Plumilla del día 30. La verdad es que estoy deseando verlo. Nunca defrauda Marta. Andrés se felicita por la vuelta de Karma, Una y Goiko, al que manda un abrazo. Y ahora sí. Ahora nos dice el título del monográfico para la semana que viene. Es “Relojes, cámaras, frigoríficos y calculadoras”. Pero no valen relojes de cuerda ni de cuco, avisa. Y que controlará el tiempo. Creará el evento en Facebook. Y pasamos a la siguiente tanda.


Germán Rísemberg sigue en Rosario y desde allí, en la casa de su amigo Mauricio Ortiz, que le acompaña con su eléctrica, nos interpreta su canción “Entre dos siglos”. Es una pena que los problemas técnicos nos resten placer de escucharles. Pero Germán, siempre atento, nos ha facilitado otra ejecución con más calidad que nos permite apreciar el tema perfectamente. “Asi fue como paso. El mundo se transformó y el reloj perdió de a una sus agujas. El «te quiero» se abrevió, mi plaza se amuralló y en la mesa del café no hay más cenizas. Tu voz se hizo digital, el mar exportó la sal y una escoba no es más un caballo alado. El amor en tiempo real no te va a dejar entrar por su puerta de contraseñas vacías”. Gracias, Germán por contarnos este cambio en la forma de relacionarse con el nuevo siglo. Y gracias a Mauricio por su saber hacer. ¡Que no pare la música!

El segundo es Andrés Sudón, que nos canta un... yo no lo llamaría temazo, sino “pastilla roja”, de las de Matrix. Una ventana a la realidad del ser humano. Su tema del taller “Vacío”. Andrés abre ventanas a las que nos asomamos. “Es bueno exfoliarse en el lodo del dolor... No tengo este cuerpo para envejecerlo al sol, ardiendo y sin tiempo, mucho mejor que eterno... Es bueno deleitarse con el asombro de una flor. Lo malo de lo bueno es que es peor que lo mejor. Y lo mejor es apostar por crepitar en un altar de placer sin piedad y vacío. Lo malo de lo bueno es que es peor que lo mejor. Si grito lo que es mío, nunca estaré vacío... Y que al final todas las rosas de ese ramo sean par mí”. Es toda una experiencia ver crecer las canciones que salen de los talleres. Si tu primer encuentro con ellas es en un disco, no te llegan igual. Gracias, maestro por tantas cosas: la canción, el micro, los talleres, Vd. mismo...


Joaquín Ascón, en referencia al monográfico, nos comenta que no está acostumbrado a hacer canciones de encargo. Pero va a intentar lanzarse al vacío. Aparte, nos cuenta que un amigo le ha pedido fotos de sus épocas juveniles y rebuscando ha rescatado viejas canciones arrinconadas. Entre ellas una dedicada a un joven preso que se asomaba con ojos vidriosos a los barrotes de la Cárcel Modelo. “Tal vez fue que gastó su tiempo entre promesas y no pudo cumplirlas como se proponía. Tal vez que la desidia que en la calle respiraba le embargó. Ahora sus días los tienen archivados. Ya no es sino uno más en ese palomar. No es más que un número perdido en un fichero. Quizá puedan los años a casa devolverlo... Nadie le oyó. Nadie le preguntó su parecer.  Le dejaron caer. Le ató la vida de manos y de pies cuando le vio nacer. Y por el oscuro arrabal sus ojos de cristal descubrieron la vida”. Si el cantautor tiene algún deber, es retratar la vida y dar voz a los que no pueden hablar. Hay mucha gente que piensa que la gente va a al cárcel “porque se lo merece” y ya está. Pero la realidad es más dura y menos justa. Nos queda constancia de ello, viendo lo que cuesta meter ahí a ciertos sinvergüenzas que tienen buenos padrinos. Gracias especiales hoy, Joaquín.

 

Nuestro presentador da las gracias a los tres anteriores y anima a Joaquín a lanzarse a ese vacío del monográfico. Cuando compones algo a salto de mata, sacas cosas que nunca hubieras hecho aposta. Nos recuerda también que tenemos #adoptaunbar y conciertos online con precios muy asequibles desde Libertad Ocho (arriba están los enlaces). Las entradas se pillan en Entradium. De hecho, nos dice, si él tuviera dinero, se vería todos los conciertos, porque además se pueden ver cuando uno quiera. Pues sí. Y vamos a por la última tanda.


Fernando García Magdalena, desde Asturias, con “chip del 5G” en la cabeza, con forma de boina. Manda saludos para los habituales. Nos recuerda que estuvo por aquí en Agosto. Su poema de hoy se llama “Malo”. Con su estilo especial de declamar nos espeta “...Por querer ver muerto a alguien, ya soy malo. Sólo quiero matarle delante de su familia. Ver como llora y alimentarme de su tristeza. Súplica tras súplica. Lágrima tras lágrima... Y fingir que me importa. En un Universo infinito e ilimitado, los planetas serán testigos de mi alzamiento. De mi llegada a la locura más eterna...” Una maravilla de poema, aunque no por lo dulce y tierno, precisamente. Eso sí. Necesitamos más, así que no desaparezcas. Eres carne de malocho. ¿Se nota mucho que me ha encantado? 

Y ahora la jefa de los malochos. Marta Plumilla es la jefa porque es la que más veces ha actuado en el Micro. Y porque hace el tipo de conciertos que nadie debería perderse. El día 30 próximo nos amenaza con el próximo. Ahí, en YouTube, estaremos. Os recomiendo saquéis la entrada para el online ya. Marta nos canta su tema del taller “Triste”. Otra maravilla. “Y cada mañana atravesar el desierto, de la mina al trabajo, un desfile de insectos. Ver en las calles que ha vuelto la heroína, caballo afilado con corona de espinas. Y estar triste. Triste, pero los padres... Escribir unos versos pulgosos y flacos, como perros de la infancia que resisten el tiempo. Fingir una sorpresa en el “instam” del Facebook. Ver la cola de perro al cerrarse la puerta. Y estar triste. Triste, pero Mandela. Triste, pero las madres. Triste, pero tú y yo”. Perfecta ejecución. Bravo, Marta.

A continuación el bueno de Daniel Cueva. Otro malocho que hacía tiempo no veíamos. Nos trae un tema de desamor. “Detrás de ti, tu sombra soy. Aquel que te dio todo el amor. El silencio oculta mil palabras y el sentir de que mi alma quiera perderse en tu piel. Yo no se si debo amar y no se si debo despertar. Si tú no estás, para qué seguir engañándome. Si tu corazón, ni tus labios ni tu mirada no forman parte de mí. Para qué seguir fingiendo si tú no me amas. Porque lo nuestro jamás... Nada puede haber, tan solo un sueño es”. A ver si pronto nos vemos en persona de nuevo, allí, sobre el escenario de Libertad Ocho. Un abrazo, Daniel.


Jenny Meriad llega un poco tarde, porque Andrés ya ha pasado a hacer la despedida, pero al menos somos conscientes de su directo. Jenny va a cantarnos un blues y nos pone en situación. La canción forma parte de un texto teatral. Nos pide que imaginemos que estamos en Chicago, 1941 y que ella es un actor. “Hoy canté para cuatro. Mi voz resbalaba en las paredes entre choques de vasos. El estomago vacío, las cuentas sin pagar y las manos llenas de historias que contar. Una carretera, una melodía en el viento. Mares de güisqui y este eterno baile de mis dedos. Nunca volveré a lo que fue mi hogar. Campos que sangran algodones en estas calles de balas soy un fantasma mas. Hilos de acero, hablan por mí. Esto atado a estas cerdas desde que nací”. Las historias de Jenny merecen plasmarse completas en el papel. Pero como no puede ser, aconsejo escuchar el tema. No hay otro modo. Genial, Jenny. Menudo temazo. Maravilloso final para el micro de hoy.

 

Es una pena, pero Andrés no ha podido escuchar a Jenny, así que no llega a comentar este pedazo de directo. Pero sí comenta que nosotros no sólo nos juntamos para cantar, sino también para compartir sensaciones, experiencias y pensamientos. ¡Qué ganas de volver! Nos pide que nos apuntemos para el monográfico del dia 24 y para el sorteo debemos adivinar un número entre el 300 y el 320. Justo en medio y dejar un deseo en comentarios. Si no se deja comentarios, no te puede tocar. Justo ahí Andrés descubre el directo de Jenny y lo retransmite. Vaya lio. Y se marcha de su directo, mientras vemos en su ordenador el blues de Jenny. Así que cuando Jenny acaba, repite todo lo dicho y se despide hasta la semana que viene.

 Estos son los deseos de hoy:

- Que los pies te pidan bailar hasta la madrugada.

Y así acabamos. Abrazos a todos y hasta el martes que viene.

“Podéis ir en paz”.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (606). 10/11/2020

Por: Camilo Crespo. 

(Pincha aquí para ver el vídeo de la emisión en directo)

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”Oremos”.  Buenas tardes. En el aire hay una electricidad estática que nos tiene algo nerviosos. Para que nos entendamos, que Trump se pira, que tenemos vacuna pronto, que la economía tiembla, que Europa es un desastre y que hay a quien sólo le interesan los negocios. Treinta mil fallecidos. La mitad gente mayor, abuelos, pensionistas que mantenían la economía familiar. No cabe duda de que nada será igual después de esto. Y quizá nadie. Yo he notado cambios en mí y supongo que lo mismo le pasará a mucha gente. Los niños, base al menos de la mitad de la sociedad ya no verán la vida igual. Aprovechemos lo poco que nos queda de epidemia para ahondar más en nosotros mismos y contestarnos nuestras preguntas. Y además, mientras, los que tenemos la fortuna de formar este mundo insensato de la canción de autor, cantemos. El mundo lo necesita. Ahora cuidado al bajarme del púlpito. Uf.

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Aparece en el muro de Facebook del grupo Micro Abierto Libertad Ocho el directo de la primera presentación de esta edición. Andrés Sudón nos saluda –bendita sorpresa- desde detrás de la barra de Libertad Ocho ¡Nada menos! Qué sensación a la vez nostálgica y fantásticamente evocadora. Es bueno saber a dónde quieres ir. Igual que “contra” Franco se luchaba mejor, volver a Libertad es una meta que da aliento. Y así nos lo recuerda Andrés. Hoy nos va a hacer un repaso de los rincones queridos del bar durante las distintas transmisiones. En esta primera comenta que desea darle más aire a estos micros “online”. Para lo cual tiene varias ideas. Y las comparte con nosotros, a ver qué nos parece. Podemos traer una canción nueva o especial cada semana, sobre un tema en concreto, una nueva o una que ya tuviéramos... Tenemos también que acabar una trilogía... Podríamos hacer un monográfico... De momento arrancamos con la primera tanda. 

El primero será, según costumbre, su seguro servidor, Camilo Crespo. Camilo está de acuerdo. Apoya el hacer canciones nuevas. De hecho presume de hacer una o dos a la semana. (Se ha pasado de frenada). Hoy nos canta su tema “Poesía en los labios”, escrito durante el confinamiento, en el momento ese en que el odio pretendía adueñarse de las calles, de modo insensato. “Engañan a los jóvenes para que entren en guerras. Los jóvenes que no creen en la muerte; que creen que su vida es eterna. Pero hay que llenar las calles de risas contra los gritos. Afuera esta cantando en su ramita el mirlo. No es cuestión de combatir el odio con odio y así nutrir la violencia. Si odias, vencen las sombras. Deja cerrada esa veja puerta”. Podría pensarse que reniega de la memoria histórica, pero no. Reniega de la guerra. La memoria siempre es necesaria. La memoria y la reconciliación.


A continuación entra el directo del propio Andrés Sudón, que tiene concierto en La Madrilera el sábado 14. Hoy nos trae una canción que no me parece habitual en su repertorio. La correspondiente al taller “La gente”. Andrés está aprovechando bien el confinamiento, rehaciendo su discurso, renovando su lista de canciones. Pero también necesita quien reciba su música y poesía. “Para qué quiero tocar esta guitarra si nadie me la baila. Trabajo toda esta soledad porque la gente me da calma. Presiento en el desierto de mi ser una multitud que danza... Para qué quiero escribir este poema si a nadie le quema. Trabajo toda esta soledad porque la gente me espera. Presiento en el desierto de mi alma una multitud en llamas... Para qué quiero cantar esta canción, si no hay nadie en el salón. Trabajo toda esta soledad porque la gente es mi dragón. Presiento en el desierto de mi voz una multitud feroz”. No dejan de sorprenderme los acordes que le saca a la guitarra. Aquí tenemos mensajes claros, concisos, sobre una música que te mantiene despierto. Perfecto, maestro.


Y ahora, también según costumbre, Javier Gijón. Otro incombustible, trovador de antes de la movida. Otro ser que apoya con tesón nuestro micro abierto. Ante todo celebra que se sigan haciendo conciertos en directo, aunque sean pocos, porque no hay nada como el directo. Y se adhiere a cualquier iniciativa que se aborde para dinamizar el micro. Hoy va a cambiar de registro. Su tema, titulado “Un día más”, cree que nunca lo ha tocado él solo, así que ha cogido la acústica y allá va. “Tú elegiste, nena, el camino de la soledad. Tu referente fue luchar como un colega más. Te arriesgaste sin saber qué ibas a encontrar. Te preguntabas y en la duda apareciste tú. Ella eligió también caminos para recorrer, acompañada de quien quiso junto a ella marchar. Lleva sus ganas, lleva atada toda su ansiedad. Lleva el bagaje de quien busca una oportunidad. Soñaba luces, soñaba amor y entre sus dedos se esfumó su ilusión. Y se agotó su comprensión. Un día más”. Un tema de carretera, sin duda. Buena marcha. No sé si esta es de los ochenta, pero me los recuerda. Los que entonces teníamos veintitantos veíamos el futuro como un camino a recorrer. Bravo, Javier.


El último de esta tanda es nada menos que Curro Rumbao, ser lindo y profesional. También tiene concierto el día 14, pero aquí, o sea, ahí, en Libertad, dentro de la serie de conciertos Online que está programando Julián, el dueño de la sala, en su lucha por mantener vivo esto que no es su medio de vida, sino más bien su vida. Os recuerdo que estos conciertos se pueden comprar a posteriori y verlos tranquilamente cuantas veces lo desees. (Al principio de la crónica dejamos enlaces de #adoptaunbar y del canal de YouTube de Libertad Ocho para poder asistir a los conciertos online). A Curro le fastidia por un lado coincidir en la fecha del concierto con Andrés “¡porque no podré ir  verle!”. Pero por otro lado le mola que se empiecen de nuevo a solapar conciertos. Es una buena señal. Pues sí que lo es, Curro. “Hay gente que te quiere ignorante, que conozcas más memeces que verdades. Hay gente que te quiere aturdida. Que pierdas tu camino por estar tan distraida. Hay gente que te quiere en silencio, pues tus gritos pueden despertar a los dormidos. Hace falta gente que entienda que la mentira nunca fue buen alimento. Gente que sepa que la justicia ya no debe tener precio. Gente que luche porque la vida sea un poco más decente. Gente diferente que sea algo más persona y menos gente”. Casualmente, su tema también es el del taller “La gente”, como el de Andrés. Temazo de Curro. No cabe duda.


Trenes, Coches, Aviones y Bicicletas” es el título de un monográfico que se hizo en el MAL8 hace timpo y que Andrés pone como ejemplo de lo que podríamos hacer. Cada uno traería una canción de su repertorio, nueva o vieja, que hiciera referencia al tema del monográfico. Tras confirmar que él verá el concierto de Curro en diferido, Andrés pasa a presentar a la siguiente tanda.

A Joaquín Sánchez Ascón le gusta musicar poemas. En este caso, el poema, titulado “Eche veinte centavos en la ranura”, es de Raúl González Tuñón, argentino, y habla de los años veinte en Buenos Aires, nos explica Joaquín, en una zona de locales de variedades, entre la calle Bartolomé Mitre a la avenida Córdoba. En el “hall” de esos locales había unas máquinas en las que por veinte centavos se podían ver imágenes eróticas o paisajes. “A pesar de la sala sucia y oscura de gentes y de lámparas luminosas, si quiere ver la vida color de rosa, eche veinte centavos en la ranura. Y no ponga los ojos en esa hermosa que frunce de promesas la boca impura. Eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa. El dolor mata, amigo, la vida es dura. Y ya que usted no tiene ni hogar ni esposa, eche veinte centavos en la ranura, si quiere ver la vida color de rosa”. A quién no le ha tentado alguna vez poner música a poemas, como intentando darles alas para que lleguen a más gente. La voz tan característica de Joaquín nos transporta a esa época. Qué grande. Gracias, Joaquín. Antes de despedirse, Joaquín nos anuncia una manifestación para el día siguiente en Tortosa, con gente del espectáculo: artistas, técnicos y toda la gente que vive de esto. A ver si sirve de algo.


 A continuación es el turno de Antonio Espinosa que hoy nos trae una canción de desamor: “Ojala que te vaya bonito”. Porque, como comenta él mismo “quién no ha tenido un desengaño amoroso”. De todo aquello, añade, sólo sacó esta canción. “Y ojala que te vaya bonito y que nunca yo sepa de tí. Porque fueron tan falsos tus besos, que sólo sabían a carmín... Pero las vueltas que da la vida son tan difíciles de adivinar. Qué cerca que están el amor del odio. Qué lejos quedó tu amistad... Y ojala que te vaya bonito y que nunca yo te vuela ver. Y cada cual vaya por su camino y cada uno con su parecer”. En definitiva, que hay que saber pasar página, porque la vida siempre te reserva nuevas oportunidades. Y antes de despedirse, Antonio nos anuncia un concierto para el día veintinueve, emitido por  su perfil de Facebook. Gracias, Antonio.

 


Nuestra cantautora caótica, Marta Plumilla, nos canta “La perfección”. Otro de los senderos que pueblan su universo artístico y que nos muestra como un mapa que nos permite pasear por él. “Cuando se acabó el dinero y rajaron mi colchón, aquel tajo limpio y recto, me pareció la perfección. Aunque tuve hambre y dueño... Cuando te fugaste de mi cama, dejaste arrugas en el colchón. La figura que formaban, me pareció la perfección. Aunque tuve rabia y celos, aunque hacia miedo y rasca, aunque tuve hambre y dueño, aunque hacia frio y guasa”. Marta no lo ha dicho, pero tiene concierto Online el dia 30 en Libertad. (Todos estos conciertos se pueden comprar en Entradium.com). Estoy deseando verlo.


Y para terminar, de nuevo tenemos a nuestro querido Germán Rísemberg. Hoy más cómodo, en casa de su amigo y compañero Mauricio Ortiz, con el que va a tocar el tema “La abierta inmensidad”, una historia sobre el amor del sol y la luna, que quedan todos los días, pero nunca coinciden. “No pudo seguir esperándola, guardó sus ilusiones. A sus espaldas viéndole partir, las lilas del ocaso. Volvió la vista atrás una vez más, el sol, y se marchó. Tan solo unos minutos después, corriendo agitada llegó la luna hasta el mismo lugar pero ya no lo halló. Miró, miró, miró una vez más y todo oscureció. Dime mi amor: ¿por qué no estás aquí? Dime mi amor, dime: ¿por qué te has ido? Busco tus ojos en la abierta inmensidad y sólo veo este cielo tan negro”. Germán nos regala un punteo con su guitarra que no esperábamos. No conocíamos su buen hacer  sobre los trastes. ¡Bravo! Y muy bien acompañado. Esperemos que repitan.

Y por fin, Andrés aparece para hacer la despedida, promocionar el #adoptaunbar (enlace arriba) y para dejar que el propio Bruno Bonacorso haga “promo” de su concierto que empezará tras el micro. Estos conciertos, insisto, se pueden comprar con posterioridad para poder verlos tranquílamente. Bueno. Y ya sólo queda una cosa.

Para el sorteo de hoy Andrés pide que pongamos deseos como comentario en el video y que pensemos un número entre el doscientos y el doscientos veinte, justo en medio. Y que tengamos en cuenta que, aunque aciertes el número, si no pones un deseo tú, no se te cumplirá ninguno. Hoy se despide sin música porque, ya ha explicado, los gestores de Facebook silencian los videos por derechos de autor. Habrá que buscar música libre. Estos son los deseos de hoy:

- Qué llenes de público tu Próximo concierto y cuelgues el “sold out”

- Que tú deseo más íntimo se haga realidad

- Que tu deseo no sea un solo un deseo y que la dicha te bese en la boca

- Que hagas esta semana un bello concierto, ya sea desde casa o presencial

Y así acabamos. Abrazos a todos y hasta el martes que viene.

 “Podéis ir en paz”.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (605). 03/11/2020

 Por: Camilo Crespo. 

(Pincha aquí para ver el vídeo de la emisión en directo)

Adopta un bar: adoptaunbar.com/comercio/cafe-libertad-8/

Canal de YouTube de Libertad8:

www.youtube.com/channel/UCWTVbuYiRiobV2vUfpvJzUg

”Oremos”.  Buenas tardes. Ya llevamos un mes lejos de nuestro querido Libertad Ocho. De momento seguimos resistiendo. Hay conciertos online, hay micros, aunque sea en otras salas y hay algo de actividad en las redes, aunque no es mucha. Pero hay que seguir. Cada día que pasa es un día menos que falta para volver a escuchar los “gatitos” del micro abierto. Aunque haya que esperar aún, sabemos que llegará. Más pronto que tarde. Mientras, aqui estan los conciertos de Noviembre.



Esta tarde nuestro presentador quiere darnos fuerte. Nos saluda desde el mismo Libertad Ocho y nos pone de música de ambiente a Black Sabat, grupo de los setenta que sobrepasaba mi nivel de ruido en aquellos años. Hoy reconozco que eran muy buenos. Es lo que tiene la experiencia. Andrés nos comenta que hoy somos pocos, pero que Libertad sigue resistiendo gracias a los conciertos. El mes de Noviembre trae una buena lista de artistas. Además Andrés nos pide que compartamos el video que  ponemos con todas las actuaciones seguidas. Y presenta a los primeros que van a cantar.


El primero, según suele ser, es Camilo Crespo (yo), que hoy trae una canción recién terminada. Se llama “Tú más yo”, de la que comenta que esta misma tarde le cambió la letra, porque al principio iba de que si los maridos con los años nos convertimos en unos trastos inútiles y nos dejan arrinconados y tal, pero como no se trataba de andar llorando, le buscó una letra con más aire y así salió esta. “Este torbellino cada día nos empuja y no nos deja ver la ternura. Este ruido interminable que inunda nuestros corazones  y allí retumba. Sin darnos espacio a respirar   paz... Y tanto nos abruma, que el día marcha sin sentir... Si te pudieras mirar mas en los ojos de los demás, quizá te vieras mejor. Serias tú más yo”. Pide disculpas por si su canción se parece a otra de alguien del micro, pero nadie encuentra el parecido, así que todo queda bien. Desde que usa púa de pulgar, Camilo le está dando al bordón a modo de bien. Será la novedad.  


Y pasamos al siguiente artista. El mismismo Andrés Sudón. Nos trae una canción especial, ya que es el único blues que nos ha regalado: “Ternura macarra”. Con una intro blues total y un primer plano de su guitarra, nos interpreta este tema tan rollo ochentero. “En tu cara hay cien gramos de aceitunas y dos kilos de margaritas rojas. Tú podrías ponerme tiritas a puñetazos en la boca. Seguro que eres morena y que tus pechos acaban en la luna. Y que entre tus piernas hay un diccionario de dudas. Quiero hacer kárate contigo, desnudos bajo el ocaso. Contigo que naces sin cesar, entre Fuenlabrada y distrito federal. Quién fuera el motor de tu Vespino o el ecualizador de tu guitarra. Quién fuera la sangre de tu ternura macarra”. Esta letra sí que es contestataria. Bravo, don Andrés.


Ahora entra el directo de Javier Gijón, que ante todo y como siempre, manda todo su cariño a los malochos y en especial a Julián, Marta y Andrés. Gijón está hoy muy cabreado por el numerito del alcalde Almeida de retirar los versos de Miguel Hernández del cementerio de la Almudena. Así que antes de cantar, nos recita la famosa Elegía a Ramón Sijé. Preciosa. A continuación nos canta un poema que ha musicado, “Siete Segundos”, de Mercedes Lázaro:

Te has ido,

y yo, la que soy por ti,

se va contigo.

Duele tu despedida

pero lloro mi ausencia.

Sin ti pierdo el color

en el brillo de tus ojos

solo siete segundos

me parecen los siete años

tras un cristal roto.

Me queda la espera,

mirarme a trazos,

pulir el azogue,

y soñar,

soñar con tu espejo.

 Un poema con un acompañamiento de guitarra los dos muy bellos. Gracias, Javier.


Y esta tanda acaba con Joaquín Ascón, que nos recibe soltando acordes y arpegios con su española. Me parece un poco alicaído. Nos comenta que en Cataluña no hay sala para poder hacer conciertos. Está todo muy cerrado a partir de las diez. “Nosotros dos” es el bello tema que hoy nos canta. “En una vida sola me falta tiempo para decirte todo lo que quisiera. No es cosa de pensarse n do escribirlo. Se queda aquí escondido en mi rincón. Tan solo yo lo siento. Es un secreto. Tan solo lo sabemos, nosotros dos. Y cuando las palabras ya están vacías, entonces nos miramos nosotros dos. El tiempo puede ararnos la piel, los ojos. Nos doblará la espalda. Apagará la voz mas no podrá robarnos -todo es inútil- la historia que escribimos nosotros dos”. Preciosa canción. Gracias, Joaquín. Ánimo, que pronto abrirán.

 

Andrés sigue con Black Sabath, que fue de los primeros grupos de Heavy Metal, según leo en la Wikipedia. Da las gracias a los primeros participantes, todos muy enchufados. Da las gracias a Camilo, a Javier por esa constancia y entrega; a sí mismo, y a Joaquín, por el ambiente de belleza y por usar la guitarra española, que a él le encanta. Nos recuerda que sigue en marcha el #adoptaunbar para apoyar a Libertad Ocho. Da las gracias a Marta por ayudarle con el sonido y lanza la última tanda.

El primero es ni más ni menos que el querido Germán Risemberg, al que teníamos nunca olvidado, pero sí echado en falta. Desde Rosario, su ciudad, en Argentina, nos saluda bajo la luz del verano. Nos da una buena noticia y es que la pandemia está dando un respiro a su ciudad, a la que dedica su canción de hoy, que va de las cosas de su vida allí. “Años de facultad, sirenas del horror. Las cuerdas del jazz bass enredaban la noche en la Sala Lavardén, en la sala Mateo Booz. La misa final de El Cairo. Y apareciste vos, hermosa como un sol. El tiempo aceleró y llegaron dos luceros. El Radar se cerró, otro shopping abrió. El resto ya lo sabemos. Rosario mitad fuego, mitad hielo. Trole, humo, terraza. Pavimento y falda”. Gracias, Germán.


Ahora llega Marta Plumilla, desde Libertad Ocho. “El señor que soy” es un tema fundamental en el discurso de Marta. Todos llevamos en la vida varios roles en  paralelo, aunque a veces no lo veamos. Somos distintos, cuando caminamos, cuando cocinamos, cuando trabajamos o cuando saludamos a un vecino. Y atravesamos también por otros varios según avanzamos en la vida. “El señor que soy es un libertino. Conduce un Rolls Royce. Desayuna vino. El otoño que hay en mi me mira fijamente. Pensándose si se suicide o vence. Dime, madre si hay algo raro en mí. Pues no puedo ser nunca la de ayer. La niña que fui se sienta en esa acera, come pipas y se larga con cualquiera. Mi Leonora va bajando la cuesta, con aires de chacal, pero se convierte en presa”. Y la guitarra es muy especial en este tema. Gracias. Marta, antes de acabar, nos avisa de que el lunes 30 de Noviembre hará un concierto en directo desde Libertad y que las entradas baratitas ya están en Entradium. ¡Ganas de verlo! Por cierto, repasad la lista suculenta de conciertos de Libertad. Merece la pena.


Y la tanda acaba con Antonio Espinosa. “Cuando me necesitéis las dos a mí” es una canción dedicada a sus hijas. “Igual que una princesa envuelta en paños, llegaste a mi vida hace ya años. Decidimos que tu nombre fuera Elena, por tener fuerza, coraje y por tu historia. Hoy. Después de veinte largas primaveras, ha llegado mi preciosa Inoa a mi vida. Y no diré que fue mejor ni peor que la primera. Para mí siempre seréis lo mejor de mi existencia. Por ser el fruto de una misma semilla. Con la sangre de un mismo corazón. Os diré que yo siempre estaré aquí, cuando me necesitéis las dos a mi”. Ay, los hijos. Nos llenan y nos abruman. Es lo que tiene ser padres. Antonio, antes de despedirse, nos anuncia que el próximo día 29, domingo, hará un directo por facebook, al que nos invita a asistir.

 

Y para acabar este micro tan “heavy” de hoy, Andrés da las gracias a Germán, por traernos el verano y la sonrisa en la cara. A Marta también, aunque le ha dado un poco de pena mientras la oía, sentado en su sitio habitual y la sala vacía. De hecho, comenta, la sala parece más pequeña sin gente. Nos recuerda la lista estupenda de conciertos de este mes en online desde Libertad. 

 

Al principio de la crónica dejamos enlaces de #adoptaunbar y del canal de YouTube de Libertad Ocho para poder asistir a los conciertos online.

 

Para el sorteo de hoy Andrés pide que pongamos deseos como comentario en el video y que pensemos un número entre el cien y el ciento cincuenta, justo en medio. Hoy se despide, por supuesto, con la caña de Black Sabath. Estos son los deseos de hoy:

- Deseo que para mi retorno a BCN Libertad 8 ya esté abierto y pueda comprar vuelo con escala en Madrid por unos días

- Deseo que a la persona que acierte el número se le curen las heridas y las olvide.

- Deseo que quien acierte haga una canción para un Taller.

Y así acabamos. Abrazos a todos y hasta el martes que viene.

 

“Podéis ir en paz”.