domingo, 25 de septiembre de 2022

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (776) 20/09/2022.

Por: Camilo Crespo. 

El video en directo se puede ver en el Canal deYouTube de Libertad8 :

O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=jW-uZ_D8mSQ

 

“Oremos”. Buenas tardes. Andrés saluda a presentes y onlainers. Hoy la cosa está que arde pues hay 12 artistas apuntados y 17 en lista de espera, o sea, que se quedará gente fuera con toda seguridad. Una pena. Pero, añade, Andrés, estamos aquí para disfrutar de este sueño que es el de la era de los micros abiertos. Así, tras explicar las normas del micro, el sorteo, lo de las crónicas y de pasar lista, da paso rápidamente a la primera tanda de hoy.

 

Victoria Loarte comenta que ha musicalizado un poema de nuestra compañera onlainer Espenuma, porque le tocó en un sorteo y ella le dijo que le haría ilusión que le pusiera música. El poema se titula “Persona desconocida”, pero la canción la ha re-titulado como “Has brindado conmigo”, porque aquí también se brinda con canciones y poemas. “Persona, tú que me conoces, este regalo has valorado. Aceptas este poema que desconoces. Y, aceptándolo, a mi el regalo has dado. Has brindado conmigo al tomarte la copa del verso…”. Hermoso  poema y estupenda musicalización.

 

Juanlu Mora nos trae tres sonetos de su “espejo de las palabras”, donde la gente se mira metafóricamente y se define con una palabra; y el espejo le devuelve una respuesta en forma de soneto. El primero es sobre "Marta Plumilla", a la que Andrés Sudón definió como “patidifusa”. El segundo es de Rafa, dueño de la Taberna del Colono, que se definió como "Resiliente". Y el último es para Araia, artista a la que le tocó la oportunidad en el sorteo del lunes de la semana pasada y se autodefinió como "Intensa". Juanlu, aparte de estupendo poeta, también es generoso y siempre saca lo hermoso en sus “sonetos del espejo”.

 

Mi Antonio hoy deja para el sorteo una puerta en miniatura, de esas que suele traer. Esta es la puerta que da a "Lo"; y “Lo” no es un sitio en oriente, sino “Lo que deseas”… Le pide a Andrés que le acerque la guitarra, pues su tema de hoy está dedicado a "Maya", la guitarra de Andrés. Últimamente Mi Antonio tira de aires de copla y le pega, le va bien. Su tema de hoy es un alegato contra los que  “mal tocan” esta guitarra y contra quien la “bien presta”. “…Pero yo me muero. Tiemblo cuando alguien te pilla. Tiemblo cuando las cuerdas rasguean. Tiemblo cuando te ponen cejilla y tiemblo aunque no te lo creas…”.

 

Alejandro Belmonte, después de lo que acaba de oír, siente reparo en tocar a Maya, pero no hay más remedio. Deja una entrada doble para su concierto del lunes que viene aquí, tras el micro. Armado con cazú, ya que no tiene mariachis, aborda "Que te vaya bonito", una ranchera de desamor, como debe ser una buena ranchera. Porque, explica, cuando uno está enamorado esta muy ocupado como para componer canciones. “…Que te vaya bonito, que te vaya fetén. Déjame aquí, tranquilo. Que no te quiero ni ver…”. Alejandro y su buen rollo.

 

Andrés dice que tiene que admitir que es una persona muy egoísta y que además está orgulloso de serlo. Y que casi sólo se lleva muy bien con las personas que son muy egoístas. También está muy orgulloso de haber sido capaz de compartir su guitarra con miles de personas. Sabe que todo el mundo la trata con cariño… Y al que la maltrate le revienta la... Bueno. Sigamos.

 

Espenuma deja un vale por un poema relacionado con la palabra que elija la persona afortunada. Como ayer no pudo estar, hoy va a hacer su tema para el concierto "Azul", que va contra los niños ricos que se creen príncipes azules. Hoy se acompaña con la guitarra. “…Tus venas no son azules. Tú no eres el príncipe azul. Eres un pitufo, no lo dudes y destiñe tu tinta azul. Pero el cielo no es azul y no te pertenece…”. Si. Lo del azul a veces ha confundido a las personas.

 

David Caballero hoy trae unas sevillanas. “El vaquero del quinto” es el título de su canción. “…Perdió su coche un día un hombre. Perdió su coche. Despertó una mañana y era de noche. Saltó, dando un respingo, como un resorte. Un mes después lo encontró en el mismo sitio en que lo había dejado, como el caballo de un cowboy, atado a un palo…·.

 

Andrés Sudón, quizá contagiado por los aires flamencos, nos canta "Pan para las larvas", un tema de su disco Conciencia que ha rescatado para su actual proyecto musical, que tendrá otro hito el día 30 de Septiembre en La Caverna, local de la calle Echegaray, 11. Las entradas están en Ticketandroll.com. Explica que como esta canción precisa de la participación del público, es mejor ensayar, así que con buena marcha de bossa-rumba flamenca da caña al público, que, espera, ya habrá comprado sus entradas y le acompaña con las palmas. “Joder. Sales andado del Alcaraván. Café sin espuma y la luna naranja. Ablandas las calles y los monumentos. Se nota que ríes por dentro. Por la luz…”. Antes de bajarse dice que ha traído cuatro ejemplares de “Acomodado en la rebeldía”. A quien le compre uno, le regala una entrada.

 

Esperanza Ansón deja para el sorteo, un marca páginas de su libro, con un poema escrito en él y titulado “Libertad 8”. Del libro, titulado "Las estaciones azules", lee un poema que habla de esos lugares que se meten debajo de la piel para siempre. "Corazón esmeralda" habla en concreto de Irlanda. “La belleza se encuentra en todas partes. Pero hay que saber mirar. Acariciar la realidad. E incluso imaginar. Hace ya tiempo que los edificios frente a mi ventana son algo bello…”. En su poema repasa lugares de su estancia en Dublín que, no cabe duda, le dejó huella.

 

José Viera y su buen humor son siempre bienvenidos. No pudo estar ayer en el concierto Azul. Pero hoy nos canta su aportación al concierto. Nos detalla el coro de otra canción que hizo, que habla de setas y de ver pitufos, pero que no cantará. La de hoy es más seria. “Me fui silbando en el intento. Cabalgo vientos del sur. Palabras dibujadas en tu aliento. Mira arriba lo azul. Mojé mis pasos en senderos. Me descolgué de la cruz. Lancé mis clavos en el tiempo. Te confundiste en lo azul…”. Bello tema que se une a los 22 anteriores del concierto “Azul”.

 

Andrés dice que vamos bien de tiempo. Así que tras los cinco siguientes, irá llamando a la gente de la lista de espera. A ver hasta dónde llegamos.

 

Borja Cacharro explica que se enteró tarde del concierto y como no le salió nada, pues no se presentó a cantar. Se quedó en casa, viéndolo por el canal de Libertad 8 y empapándose de lo que aquí se dio. Y al tiempo estaba comiendo y fumando, cuando oyó a Andrés cantar algo como “No me escondo en la comida” y fue como un aviso. Dejó todo y se puso con la guitarra y esto que nos muestra es un comienzo. “Sí. Ya ves. Sigues aún como ayer. Sin cambiar ni una coma. Lo sabes bien. Es tan fácil pensar que lo que fue, no se repetiría jamás. Dime por qué. Azul, rojo y azul. Frío y calor. La luna eres tú…”. Esperemos que pronto nos muestre la canción completa. Y ya van 24 composiciones tituladas “Azul”.

 

Sofía Idoia dice que tras el micro hay un concierto de Jaime Anglada, que nos aconseja veamos hoy. Y que hace unos meses estuvo en otro concierto suyo, en otro local, también tras un micro. Y allí había dejado dos entradas y el bolígrafo con el que había escrito sus últimas canciones y le tocó a Sofía. Y dándole vueltas al bolígrafo, le escribió a Jaime y le preguntó qué era lo último que había escrito. Era “Corazón blindado” y decidió escribir un poema homónimo sobre ello. “Y el corazón se me blindó. El plasma se tiñó de tinta. Ahogada en los cristales empañados, dibujé en el vaho un altavoz. Como a un ojo de buey, acerqué mi pericardio…”. Antes de bajarse deja otro bolígrafo, que es con el que ha escrito ella sus últimos poemas, excepto el de hoy, claro, escrito con el bolígrafo de Jaime. Le preguntan a su vez cual es el ultimo poema escrito con el suyo y contesta que “Mar”. Vaya lío. O quizá sea el inicio de una cadena…

 

Marta Plumilla dice que de pequeña le preguntaban qué quería ser de mayor y ella decía que chica. Y cree que lo ha logrado “de aquella manera…”. Los deseos con la edad van cambiando. “Qué ganas de ser luminosa y tener mi propia gravedad. Despeinar tu pelo en la noche, con mi viento estelar. Y ser invisible de día y explorar el firmamento. Ser un garabato en el cielo, digno de estudiar…”. Una balada de un pop acústico que te sugiere mucho. Para cerrar los ojos y navegar por el espacio.

 

Daniel Romero deja uno de sus poemas secretos, ceñido esta vez con “una cinta transparente como el cristal del tercer verso”. Y para corporeizar el primer poema, una cruz de auténtica madera, ideal para tocarla cuando se te cruce un gato negro o te pongas a hacer la declaración de la renta (risas). Y el primer poema se titula, claro está, “Cruz” y en realidad habla de la luz, vamos de su precio. Del segundo, Daniel adelanta que es uno frívolo, para variar, que con el veranillo de san Miguel viene al caso. Y se titula “Innovación I”, en el que habla de un invento para no mancharse con el helado. Y por último, “Continúe”, poema que envió en papel en su día a Javier Marías, instándole a que no dejase de denunciar aquello que no le gustaba. Estos poemas se pueden leer en la entrada de su blog:

https://danielromeropoeta.blogspot.com/2022/09/cruz-innovacion-i-continue.html

 

Jaime Anglada actúa después, a la noche. Da las gracias a Sofía por sus palabras. Precisamente va a cantar “Corazón blindado”. También va a ponerse las gafas porque el otro día cumplió “cincuenta palos”. Muy gráfico. Le hace mucha ilusión compartir este momento en el micro. Tenía unos 22 años la primera vez que se subió a este escenario, pero sigue con los maravillosos nervios y da las gracias por el talento que la gente comparte aquí. Deja dos entradas para el concierto. “Un corazón blindado por una canción de plata. Balas que vuelan. Balas que matan. Toca volar alto, soltar amarras. Mirar al horizonte, abrir las alas. Y hoy se nubló. Perfecto. Los cristales empañados. No mires a otro lado, mi corazón blindado…”. Todo un regalo de actuación, que dedica a Sofía.

 

Sigarta Blues Band suben a repetir su tema del otro día, “Guerrera”, pero hoy bien enchufados. “Van a juzgarte desde el cielo. Van a quemarte por su miedo. Van a moldearte a sus deseos. Van a negarte que este es tu tiempo y que sale el sol. Ella siempre va delante. No tiene miedo, no tiene dios…”. Muy buen ritmo y una eléctrica haciendo estupendos riffs de acompañamiento y buenos coros que completan una actuación estupenda y energizante.

 

Maya pone un punto naif a este momentáneo desenfreno provocado por Sigarta Blues Band. Como se acaba el verano, quiere cantar una vez más su tema  "Azul clarito" y pide que el público acompañe el estribillo. “La primera hola de calor llegó en mitad de Junio, junto con tu olor. Julio trae tardes de color… azul clarito. Vamos juntitos a tomarnos un café, pero con hielo…”. Bonito final de verano y de micro.

 

Y, bueno, esto se acaba. Por supuesto que no ha podido actuar todo el mundo, pero Ernesto deja constancia de todos los que nos han regalado su genio, con sus palabras cazadas al vuelo en esta tarde estupenda de micro. Después Andrés repasa la lista de los que han actuado, lamenta los que se han quedado fuera, despide a los onlainers, hace el sorteo y cierra el micro hasta la semana que viene.

 

"Podéis ir en paz".

viernes, 23 de septiembre de 2022

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (775) 19/09/2022. Concierto "Azul".

Por: Camilo Crespo. 

El video en directo se puede ver en el Canal deYouTube de Libertad8 :

O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=9g2Zwnlve-E

“Oremos”. Buenas tardes. No falla. Tarde de concierto (antes llamado taller) y hay una tensión en la sala que se transmite perfectamente por el canal de YouTube. Es de tal modo que Andrés tiene que repetir su saludo (creo que nunca lo había visto) y esta vez a voz en cuello. Añade, ya en voz normal, una vez apaciguada la sala: “Me voy a quedar afónico y no voy a poder presentar mi canción”. Da la bienvenida a presentes y onlainers al Concierto “Azul” de Micro Abierto Libertad 8. Dice Andrés que le da la impresión de que hoy todos traen algo azul, sea visible o no. La única diferencia de hoy con el micro normal es algo más de libertad con lo de los cuatro minutos. Es especialmente importante el silencio para la concentración de los artistas que estrenan su canción “Azul”. Pide también que se comparta el enlace del video. Recuerda que hay que poner la letra en comentarios del video de YouTube para que las incluya este cronista al que da las gracias anticipadas y el público añade un aplauso al comentario. (Gracias en mi nombre, gente estupenda). Y antes de comenzar a escuchar los temas, Andrés pasa lista. Y allá vamos.

 

Maya ya tenia varias canciones con el azul en el título. Hoy trae el ukelele y su canción está dedicada a una amiga suya que ya no está en España y cuyo color favorito es el azul. Con melodía suave, típica del ukelele, claro, nos canta “Déjate sentir lo que sientas. Déjate vivir lo que venga porque brillas como una mariposa azul y te quiero, Ful…”. Antes de bajarse canta un trocito de “Azul clarito”, la canción que compuso para el taller anterior. Y deja para el sorteo, pero de momento en el micro, la mariposa azul que portaba en el ukelele.

 

Andrés Sudón deja para el sorteo un ejemplar de “Acomodado en la rebeldía” y dice que ha traído cuatro copias que vende a 10 euros y si alguien le compra una, él le regala una entrada para su concierto con banda en La Caverna, de la calle Echegaray, el 30 de Septiembre. Yo podría comentar algo del estilo de la canción de Andrés, pero no hay caso, porque es original, según suele, rompiendo armonías y estructuras normales. Buen tema.

Azul
 
He viajado a lugares vírgenes en mí,
A vanidades, a banalidades atípicas en mí,
He buscado el centro del valor,
Lejos del calor de ser lo que soy yo.
 
He llegado a mis lugares vírgenes de mí,
A soledades, a necesidades atípicas de mí,
No he buscado donde no estás tú,
Aunque se me está acabando todo el azul.
 
Azul
 
No he buscado en la droga, ni en la televisión,
Ni en la comida mexicana, ni en las cartas del tarot.
Sé que tengo que encontrar en mí
El azul que necesito para revivir.
 
No he buscado en esas rimas que guardo en un baúl,
Busco en este folio en blanco, yo no soy un gandul.
El enigma se resuelve así,
Chascando los dedos en algún lugar de mí
 
Azul
 
El azul lo he derrochado en mi guerra terrenal
Contra el mercado inmobiliario y el mercado laboral,
Contra esta represión sexual
Que está dejando seco nuestro azul manantial.
 
Busco en todos los lugares vírgenes en mí,
Voy llegando a mis lugares vírgenes de mí.
No quisiera ir donde no estas tú.
Aunque me marchito por falta de azul.
 
Azul
 
He encontrado esta canción azul,
Para mí esta música es azul,
Degustaremos es te tono azul,
Para llegar a fin de bar,
Para llegar a fin de mes lunar.

 

Mi Antonio deja para el sorteo, de su “inmobiliaria particular”, una casa azul y verde bonita. Todo ataviado de tonos azules, aborda a capella su canción. “No me hables de un color. Háblame de un sentimiento. Solo con oír azul, me entra un estremecimiento. Princesa o príncipe azul, van en el deseo de amar. Sobre todo en la juventud, que busca un amor ideal…”. Su letra habla de cosas en las que le hace pensar el color azul, y que siempre acaban en el deseo de hacer “tral-la-rá”…

 

Andreas Kalk Badan no puede evitar hacer notar las ganas que tenia de volver al micro tras las vacaciones. Y se lleva un aplauso. Para el sorteo, aparte del poema, deja una foto que hizo de una puerta azul. Añade que escribir esto le ha resultado sanador y terapéutico. Entiendo que la poesía establece un diálogo entre las dos partes que conforman esa dualidad que todos llevamos dentro. Acierta, como siempre, mi apreciado poeta y compañero.

Alfred, haz el favor de servirnos un par de jarras de cerveza.
 
Hacía tiempo que Alice y Bob no coincidían, pero daba igual
porque tenían esa relación propia de los amigos de la niñez
con los que a pesar de los años y la lejanía que imprimen
las jodidas cartas que reparte el crupier cósmico
siguen siendo los mismos mocosos adorables
con los que te mordías los morros en el parvulario
.
Alice y Bob callaban mientras bebían
en una secuencia de tragos largos
aislados del mundo entero en la nube musical
de aquel bar, con sus miradas clavadas
en los cromáticos armarios preñados de licor
que se alzaban frente a ellos.
.
De pronto, Alice, giró su silla hacia Bob y empezó a hablar.
Sabes, Bob, no soporto la incertidumbre que me embarga
cuando siento que no tengo a nadie que me quiera.
A veces tengo la impresión de que estoy perdiendo el rumbo…
Sí, ya sé que mis hijos me quieren y que tú me quieres,
¿pero quién me salva de ser huérfana de mí misma?
Demasiado corazón, demasiada mente…, ¡corazón o mente!,
pero yo quiero corazón y mente,
sin la puta «o» de un horizonte de sucesos
partiendo mi ser en dos
con el mismo corte dorsal y preciso
con el que un artesano japonés despieza un atún.
Estoy cansada de tanto remar, Bob.
Literalmente, no puedo más.
.
Pero Alice, debes manejarte en esta incertidumbre.
Quizá tu angustia provenga de los remos que sujetas;
¿has probado abandonarte a la deriva?,
¿tratar de estar presente en la ausencia?
Si lo logras notarás, entonces, cómo escapas
de esta cárcel estática y binaria que te retiene
y te adentrarás en la clarividencia de la dispersión y la quiralidad.
.
Además, compañera, debes retomar
los entrelazamientos que te hacen bien
y romper, a su vez, con los enlaces tóxicos.
Rompe con esa ponzoña que se cree con el derecho
de reventar tu fiesta —esa fiesta que vivimos una sola vez—
por tener ese disfuncional salvoconducto llamado «familia»
que no es más que puta, perdón, pura materia
que aprovecha tu energía
para excitar sus miserables orbitales.
.
Y disfruta, Alice, de la superposición natural de tu ser.
Nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a colapsarnos
con sus medidas caprichosas y la mierda de sus dogmas.
Debemos ser nosotros mismos
aquí y ahora y a todo lo ancho
de este vastísimo océano cósmico.
No depongamos jamás las crestas de nuestras ondas
ante los designios de quienes se creen en posesión de la verdad.
Estamos rodeados de dioses y profetas, genocidas matéricos
que necesitan el aceite de nuestra luz. ¡Que les jodan!
No te dejes colapsar jamás
y vuela desnuda, ¡vuela!
Y que tu rastro azul de lapislázuli
deje en los labios de este mundo
el brillo de un mundo mejor.
.
Y Alice y Bob —y yo también— nos abrazamos,
porque aquellos dos corpúsculos
son la trenza de luz azul a la que me aferro
en estas noches de ventana cerrada
en las que ya todo me da igual.
.
Alice, me han contado que han abierto un bar
cerca de la estrella Antares, en la constelación de Escorpio,
a unos pocos años luz. Al parecer está todo bañado de rojo,
¿te apetece tomarte la última copa allá?
.
Estaban llegando al bar cuando desde la altura divisaron
un lago inmenso con un médano escarlata
que lo cicatrizaba de lado a lado.
.
Bob, hace tanto tiempo que no me baño desnuda
de noche, en un mar de carmines.
.
Y se tumbaron los dos haciéndose los vivos,
dejándose flotar.
Las palabras atravesaban aquel manto acuoso
desvistiéndose del tiempo,
mudándose así a los sonidos de la infancia...
Las risas de los amigos, el grito vital de la madre ordenando
que ya era hora de merendar, las olas azules de agosto
rompiendo contra la playa,
el canto de los pájaros en los bosques del norte
y la brisa dulce atravesando las higueras del barrio.
.
Y allí estuvieron mis dos almas charlando hasta el amanecer
con el lenguaje de esa luz desnuda,
de esa luz entera,
.
que nos llega sin sombra.​

 

Sofía Idoia deja una de sus postales para el sorteo, mas concretamente la del “Fénix”, que está en lo alto de lo que fue Seguros La Unión y el Fénix. Y recita. “Todavía dormida, llego a la cocina. ¿Un té negro? Un té negro…”. Y así nos habla de su despertar matutino entre azules.

 

Andrés comenta que para él el de cantautor es un estilo literario para el que vale cualquier tipo de música. (Debe de ser por eso lo del premio Nóbel a Bob Dylan, digo yo). Y esa completa variedad se demuestra aquí mismo, en el micro,  continuamente. Y vamos con la siguiente tanda.

 

Trazos de ciudad deja para el sorteo el poema que ha compuesto para la ocasión, con el deseo de que sea musicalizado por algún cantautor. Dice que este es su poema 601, así que es especial. Añade que apenas le ha dado tiempo a componerlo porque se enteró tarde y, por tanto, le ha costado horas de sueño y horas de ayuno. Además lo hizo con ciertas premisas: que no hablara de cielo o mar, que fuera experimental y que tuviera una parte en francés. Lo dedica a su musa. “Azul es su nombre. Semáforos la dejan cruzar en rojo… Bares la invitan en vestido noche… Tribunal la enfunda de otoño flor…”. Entre medias intercala versos en francés. Un poema corto y azul.

 

Sergio Ituero explica que cuando vio que el motivo era “Azul”, inmediatamente le vino a la cabeza el rostro de una persona a la que “nunca ha tocado pero a la que ha sentido muchas veces”. Creo que se refiere a la dueña, caraqueña, de cierto bar que ha acogido a poetas. Buena gente. “Y una boca astral sobre ropas espaciales. Y un malezal azul sobre ojos arabescos. Recuerdo que te escribí desde mi carro esto, cuando llegaste de arrocera a mi vida. Y qué chévere me la dejaste, mi negrita. Qué días azules, qué sol de la infancia…”. Su poema está lleno de palabras criollas que le dan un tinte muy de aquellas tierras, mezclado con su habitual lenguaje castizo. Otra joyita del señor Ituero.

 

Miren Edurne nos comenta que esta semana ha muerto mucha gente a su alrededor, entre ellos, Aquiles Báez, músico muy importante en la cultura venezolana. Miren dice que ella pinta la muerte de azul y estos días, como dijo Andrés, le persigue el azul por todos lados. Y nos canta a capella una canción que pretende acabar con la tristeza de ese azul. “Almas cubren al cielo. Se ven en los días claros con sol. Las nubes hacen intentos. Mandan sus señales de amor. Llueve, llueve de azul color. Pinta llena con tu calor. Ausencia de los marchados, que cantan de flor en flor…”. Muy bello canto con aires andinos.

 

Alfonso Blanco dice que hay cartas que se escriben por amor, otras por dolor u odio incluso. Alfonso le prometió a una persona escribir una carta cuando estaba en vida y “es una persona, una figura a la que cuesta, por lo menos a los tíos, en general mucho escribirle”. Y nos hace un resumen pues es muy largo. “Azul, Maricielo: Comencé a escribirte, mi admirada ficción, y me cortaron de un tajo y quedé varado en el césped como la sirena de Chillida bajo el puente que cruza la Castellana junto al metro Rubén Darío. Al pasar en autobús me fijaba en la estatua de hormigón colgada de cables de acero…” El completo se puede leer en https://www.facebook.com/camilocrespomusica/posts/pfbid0rpHLBKRhtsA6KntkU27Lny2aPF4N6AmENhe4huM6n491TYywCzH1pQHz67PJc2KEl

 

Javier Cuenca acaba esta tanda tan llena de poesía y, aunque Javier es cantautor, su lírica es poesía pura y no desentona aquí. Poco antes de dejar de venir al micro por la p.pandemia, Javier comenzó a añadir a sus composiciones buenos arpegios y hoy no es distinto. Así comienza su actuación. “Azul de mar, sofisticada ingravidez. Espejo que refleja un tiempo de arena. Azul fugaz en aquel cuadro que pinté, cuando pensaba que eras la letra. De mi canción azul, la melodía que dibuja una emoción. El brillo sostenido de un poema por hacer…”. Qué gusto tener a Javier y su arte de vuelta.

 

Andrés está feliz de lo que se está viviendo aquí. Comenta que el otro día pensaba en un primo, en la infancia, que siempre estaba con aquello de “esto se va a acabar, no puede ser”. Lo vivía todo así, en plan “hay que aprovecharlo, se esta acabando”. Y ahora él se siente un poco igual. Pero aún podemos seguir un poco.

 

Beatriz Sancho se aprovecha de Andrés y le pide que le acompañe a la guitarra en su recitado. Deja para el sorteo una pequeña pluma azul. Dice que, para ponernos en situación, ella hace tiempo que ve cuerpos celestes azules, como puntitos, y dice que piensa que en realidad es su aura, que le contaron que era azul, que está muy rota. Y sobre eso va su poema. “Azul es un secreto que he buscado entender. Como una atracción imparable a la inaprensibilidad del agua. A la intangibilidad del cielo. Al color índigo de mi aura, que aparece desperdigada,  en forma de cuerpos celestes, decorando a lunares el mundo…”. Una bella composición. Beatriz es otra que ha vuelto por fin. Bien.

 

Valen Heredia dice que hay que beber, porque hay que consumir, porque queremos que el local siga, porque si no, a ver dónde cantamos. Toda la razón, Valen. Añade que está nervioso también porque estrena guitarra. Cuando se animó a participar en el concierto, vio que todas las imágenes azules que le llegaban eran negativas. Señales de tráfico, el color del que pintamos las venas que llevan la sangre sucia, la cerveza sin alcohol… (Risas). Pero resulta que la pintura azul es la primera que se gasta en las cajas de los plastidecor, porque los niños (trabaja en un cole) tienen que pintar un hermoso cielo azul y lo hacen con avidez. Y el mar. Después de mayores, esos colores cambian. Y la canción no la canta él, sino Azul. Hermoso resultado.  

Azul soy,
Y lo fui mucho más en tu niñez ..azul
Color que tu pintabas con plastidecor
En tu cielo , en el río , en un mar.
 
Azul soy,
Me dejaste existir gracias a tu infantil visión
Pintando en cuadernos de color azul
Bailando con mis tonos en tu habitación.
 
Azul soy
Y no me dejan ser en la paleta de colores de la realidad
Creo que a ti también se te ha olvidado como colorear
No se si aún existo en tu cielo o en tu mar.
 
Azul soy,
No se si en tu vida llego a ser tanto como fui
Eliges otros tonos que ya no se parecen a mi.
Alguno ni siquiera lo sabes nombrar.
 
Azul quisiera ser
Pero ahora solo soy mancha de tinta en un papel
Color en las señales que te obligan a retroceder
Paredes de casas antiguas que quieres tapar
 
Azul sería
Pero ya no me ves como me viste un día
A veces pienso que viví una mentira
Creyendo que sería tu cielo o tu mar
 
Azul soy
Y no me dejan ser en la paleta de colores de la realidad
Creo que a ti también se te ha olvidado como colorear
No se si aún existo en tu cielo o en tu mar.
 
Azul soy,
No se si en tu vida llego a ser tanto como fui
Eliges otros tonos que ya no se parecen a mi.
Alguno ni siquiera lo sabes nombrar.
 
 
Moriré azul
Contigo en tus recuerdos cuando llegue la vejez
Cuando tu vista ya no alcance a ver la luz
Estoy seguro volveré a ser azul (2 veces)

 

Me quiere sonar (Diana) deja un poema “a mi medida pero con tu idea preferida” para el sorteo. Qué original. Dice que aunque no se ve, lleva algo azul; también algo nuevo, su poema; algo prestado, este escenario, y algo viejo, porque en realidad todo está escrito. “Esos besos que nos dimos en la noche bajo aquella inmensidad. Que nos envolvió a los dos en una estrella, como si nada malo pudiera pasar. Bailando como cometas. Meciéndonos sin gravedad…”. Su poesía está dedicada a los besos que definen la unión de dos seres. Hermosa.

 

Marta Plumilla dice que su tema al principio estaba inspirado en la leyenda de la mariposa azul, que debemos buscar por nuestra cuenta. También pensó en el Twister, ese juego que algunos de la sala no conocen (!) y otras varias imágenes. “Me hace llorar verte en mis manos. Te dejo volar, conduce con cuidado, mariposa azul. Mano en el rojo, pierna en el verde. Hay que llegar al azul. Mi corazón en azul…”. Tema con suave ritmo country.

 

Ernesto Arango deja un poema “recitado de frente” para el sorteo. Después comienza  desplegar, según suele, un montón de papeles. Dice que es que tiene varias letras pero que sólo cantará una. Todo un “chou”. Sus letras son serias pero no puede evitar desplegar su buen humor sobre el escenario. Todo un placer.

Canto a tu oído como te canté ese día
En la fiesta ahal sin prisa y sin ansia.
 
Chicos y chicas contándonos historias
Y bailando en grupo al son del Amzad
 
Me dibujaste en.las palmas de las manos
Que clase de acto de amor deseabas para esa noche
 
Ahora te pienso como en la más lejana
 De las estrellas decla última galaxia
 
En silencio
soy un targuí solitario al sol del desierto
En la gran tierra vacía
 
El tuareg pincha con su lanza las estrellas
Para iluminar el camino que no existe que crea
Y desaparece al momento de pasar
 
Inmóvil ante el sol sin malgastar un ápice de energía
A la sombra de mi mehari
 
Hijo del viento en el erg
Indomable imohag kel talgimus
Simple por mi forma de vida
 
Canto a tu oído
Como te canté ese día de la fiesta ahal
Sin prisa y sin ansia
En que me pintastes las palmas de mis manos
Ahora te pienso como en la más lejana
De las estrellas de la última galaxia.
 
Metulem, metulem
Azul, azul, azul.
 
(Nota explicativa "cantactoril" dernesto
el que está detrás de todo esto:
Esta es mi canción para el taller azul.
Basada en el hombre del desierto.
 
He recopilado palabras de la tribu targuí
y de los hombres y mujeres que entre jaimas
y ganado viven en alerta constante en el desierto.
En tribus.
En su sociedad matriarcal
Libres gobierne quien gobierne

 

Andrés dice, como diría su primo, “joder, tío; esto se está acabando ya”. Y es que solo queda una tanda de cinco personas. Pero antes, quería pedir -aparte de poner la letra de la canción o poema en comentarios del video- que se haga una captura de video de la actuación para Instagram, etiquetando a @microabiertol8. Y explica cómo hacerlo. Y, bueno, empezamos a acabar este micro.

 

Cristian Mejía se sienta al piano.  Dice que siempre que ha actuado aquí, les ha dedicado canciones a sus hijas y a su mujer. Y la de hoy está dedicada a su nieta. Lleva 3 meses de abuelo y se lleva un aplauso. Añade que hasta noviembre no conocerá a su nieta porque vive en Ecuador. Y es que su nieta se llama precisamente Azul. “Azul, azul, azul… Una parte de mi es azul. La que acabo de nacer. Una parte de mi eres tú. La que ha venido a armonizar magenta y cian en persona, en perfecta proporción. Mi nuevo color favorito…”. Bello tema muy melódico.

 

Sergio Sanz ya sólo suele venir a los talleres (ahora conciertos), pero es un gusto tenerle aquí. Y, también al piano, nos suelta esta canción dedicada al micro y a sus gentes, los que están y los que se fueron. Lógicamente se la dedica al final a Valentín. Muy bella también y muy nuestra.

 

Voy a contarte un secreto sedoso

Que habla de misas y no religiosas

Y sube a los versos que van cabalgando
Al monte de dioses que sanan las prosas.
Escucha atento, será poco rato,
Si es que tu alma se sienten difusa
Colores que hacen que todo el presente
Se vea distante formato demente.
En una sillita se esconde un vampiro
Que mueve las manos a lorca y machado
Y aún mis colores no se han acoplado
A esos azules que hace en el cielo.
Con unos matices de mar alumbrado
Filósofos bailan pensando quimeras
Y llega la manta, garganta de esfera:
Fernando suspira, el barco ya es vela.
.....
Y siento en mi pecho el futuro que rujjje y
Pasados me quiebran la cama imperfecta.
Es muy complicado vivir el momento
Y estar cara a cara a las cosas que inventas.
Sería un secreto si no lo dijera
Pero es que de azules se ha hecho mi pecho
Canciones que nacen de entre las higueras
Y tienen naranjas, las amo, es un hecho.
Tendría descaro, y no será el caso
Que mienta y que diga antojos muy rojos,
Azul es el brillo que marca mi llama
Y para mi cora susurros muy flojos.
..
Y siento en mi pecho el futuro que rujjje y
Pasados me quiebran la cama imperfecta.
Es muy complicado vivir el momento
Y estar cara a cara a las cosas que inventas.
Tendría descaro, y no será el caso
Que mienta y que diga antojos muy rojos,
Azul es el brillo que marca mi llama
Y para mi cora susurros muy flojos.

 

Una sube pero como el micro está apagado, los onlainers no nos enteramos de lo que cuenta. Menos mal que después me lo chiva. Explica que su canción está inspirada en un vídeo a cámara lenta que grabó la malocho chilena Giovanna Centonzio, a la que agradece su sensibilidad. La música y la tonalidad se la inspiraron la canción que estaba aprendiendo a tocar en ese momento: «Jenny Wren», de Paul McCartney. Con un picking estilo Blackbird, aborda esta pequeña pieza. Con los nervios se le ha olvidado traer regalos que tenía preparados.

 

En mitad del cielo
del crepúsculo azul
una hoja recorre
despacio la luz. (2)
 
Brinca entre las ramas
Llena de silencio.
Su cuerpo horadado
Por un dardo de viento.
 
En mitad del cielo
el silencio es azul.
Una hoja se olvida
de su juventud. (2).
 
Lleva, como un pájaro,
su ingrávido cuerpo volando dormida
hacia el firmamento. (2)
 
Como en ese ocaso
del último azul
mi vida es la hoja
y el último azul.




Victoria Loarte viene de un azul, azul, azul. Pero dice que también viene de rojo, pues trae un abanico de ese color. Pide que a Andrés que no le suba mucho la guitarra, que luego se viene arriba y la lía. “Te veo azul. No sé mirar de otro color. Serán mis ojos. Será este cielo. Será tu luz. De sangre azul es este amor a contraluz. Contra corriente, sin pasado, con presente. Y tú me ves roja, me ves cosa peligrosa. Tu estrella una estrella roja que desea a tu lado brillar. Brillar a tu lado...”. Al final no podía de ser de otra manera. Se viene arriba y acaba rockera del todo, para placer del público.

 

Juanlu Mora es el contrapunto a Victoria. De hecho dice que él es el final del concierto pero “no os preocupéis que vamos a acabar abajo del todo”. Aclara que si llega a saber que va a ser el último, compone desde otra perspectiva. Es la única vez que ha cerrado un taller (ahora concierto). Y nos regala una delicatessen de tema.

 

El punto de la noche
En que la ambigüedad
Se despliega ante mí
No es un rincón tranquilo.
 
Y al verme en esa umbría,
Yo procuro escapar
De las tinieblas del alma.
 
La huida que me acecha,
Al no parar de huir,
No me permite marchar.
 
Pregunto a los colores.
Y doy con la respuesta
Tras dejarme atrapar
Por el índigo de un mar en calma.
 
Subo hasta el cielo
Y me vierto en el agua
Que quiere llover
Sobre el océano que alguna vez
Te ha sentido nadar
Entrelazada en su sal.
 
Con esta serenidad
Digna de un delirio de orquídeas y dalias,
Le robo el amarillo a tu mirada y
Me sumerjo en tu paz
Y hago nombre en tu nombre
Para, alegremente, al fin,
De ti dejarme caer
Hacia un sueño real
Y profundamente
Azul.

 

Y terminamos con las palabras cazadas por Ernesto. Tras ello, da las gracias a presentes y onlainers por asistir a esta maravilla y a los creadores por habernos regalado todos estos mundos. Repasa la lista de los que han actuado y despide a los onlainers y el micro hasta mañana.

"Podéis ir en paz".



P.D. El martes (sesión 776) también aparecerán varias canciones Azul que complementan este Concierto. Y tenemos un “azul” más. El de este cronista que incluyo a continuación. (https://www.youtube.com/watch?v=5NFTI1bRMkg)

Pensabas que por ser azul todo te seria facil
Y si bien es cierto que muchas puertas se abrieron
Las trampas no fueron menos
 
Pensabas que por ser azul eras un ser a salvo
Que siempre serias bueno, que lo tuyo era el cielo
Pero así no va el cuento
 
También en ti hay rojo, hay gris y hay negro
Lamiéndote las yemas de los dedos
Hay malo y bueno en tu cerebro
Eres humano
No un ser eterno…
 
Ahora que has dejado la belleza en los espejos
Que sabes que no tiene lo bueno porqué ser del color del cielo
Ahora tu quieres serlo