miércoles, 12 de noviembre de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad Ocho (172). 04/11/14. Taller "Negro"





Como indica el cartel, el pasado martes 4 de Noviembre de 2014, celebramos en MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) un taller titulado “Negro”. Efectivamente, consistió en un concierto en el que todas las canciones se titulaban Negro y estaban por estrenar. Fueron veintiuno los cantautores que se apuntaron al ejercicio-espectáculo, aunque uno de ellos se decidió por escribir y leer un poema, razón por la que quiero comenzar esta crónica pegando aquí el poema que no le dejé leer a Andrea Mazas… Ella me comentó que casi tenía el poema, que lo terminaría para el martes, y yo le dije: “joder, Andrea, para un taller al que sólo se apuntan cantautores…”. Error. Sobre todo tratándose de Andrea, que sabe cómo recitar en un escenario creando esa magia del arte. Aquí dejo su Negro, y al final os cuento quien fue el cantautor convertido a poeta, actuación con la que cerramos este negro taller.



Siempre hay una luz al final del primer túnel. 

Al otro lado una mujer empuja nuestro preludio, 

nos espera.

Su vientre abierto es el agujero blanco de la vida.

Dejamos atrás el lado oculto de la carne,

la entraña, punto cero, el fondo de origen,

crepita tierra y sabe a madre.

De su oscura materia, de su temblor

estamos hechos,

cordón de raíz, húmeda, cuna y presagio.

Del dentro opaco llegamos a darle foco al tiempo.

Bailamos con torpeza su danza alegre,

primeros pasos de la lluvia más suave,

levantamos dioses de inocencia.

Caen todos, deriva súbita,

con el primer rayo de amor.

Su destello aviva el pulso, desnuda

el nombre al que acudimos, lo unimos

con lazo inútil al nuestro,

cinta frágil.

Cumplimos la edad de la primavera.

Llega como un atentado,

como si todo empezara de nuevo,

como si los amantes nacieran

en los ojos de su llegada.

Se abre una espiral en la luz.

La recorremos con nuestros pasos,

que preguntan, que disparan

la espuma de lo que se aprende,

que revuelven las dudas, que no acaban,

se hacen parte del zapato.

Cada vez aprieta menos, cada vez es

más ligera la marcha, más hondo el rastro.

El giro se estrecha en el mapa circular.

Se restan a lo ganado las renuncias,

lo inexplicable, la ausencia

sin días para aceptarla, para asumir

el cansancio, el asolado recuerdo, el presente

como destino, como sueño de otro que acaba.

Al fin la línea es solo un punto, sin retorno.

Bajo el barniz que decapa la muerte,

el pálpito deshecho en viruta, último bucle.

Se enciende el fuego frío de la fuga final

al borde del enigma, casi intacto.

Los párpados caen, alas sin vuelo,

y el corazón suelta amarre. Continúa

de nuestro camino su estela.

Somos ya señal que levanta otra mañana,

gas que infla otra memoria, latido callado

en nuestro grabado en negro.






Una de las peculiaridades de este taller, fue que participaron artistas que nunca habían compuesto para nuestros talleres, alguno incluso nunca habían actuado en MAL8. A algunos de ellos les pedí personalmente que estuvieran, ya que me parece que su participación en este experimento es tan buena para el MAL8 como para ellos. En seguida os digo quienes son. Y ya paso a contaros lo sucedido en este MAL8 (172), taller “Negro”, que comenzó con la única actuación fuera de taller, la del rapsoda Valentín, que nos regaló la declamación de un texto de Rafael de León que cuenta una historia de amor entre dos miembros de familias rivales. Así se abrió el telón de esta emocionante tarde.




La primera canción titulada Negro, la cantó Liz Scott, en ella pregunta “¿a dónde vas con la cuadrícula gris de los ojos?”, y en la que afirma “tu pena turbia me pone mala”. Muy bonita melodía. Como esta crónica es de un taller, me gustaría pediros a los participantes, que dejéis en comentarios material para conocer el trabajo que hemos hecho, como el texto de la canción , un vídeo, o una narración de cómo fue componer Negro. Gracias de antemano.




La segunda canción nos la trajo Dani Mayo, quien está en un momento nada negro, ya que acaba de publicar un disco. Nos dijo que la había compuesto el pasado domingo, y pude cazar de ella estos versos: “Negro, el cielo estaba negro, bajé la mirada hacia el suelo y me encontré con tu amor negro”. Una música muy bella.




Enrique Sánchez fue el primero al que se ocurrió usar el término “negro” para referirse al dinero. Una canción divertida e interesante, que espero volver a escuchar o a leer en comentarios.




Una de las cosas curiosas de estos talleres, es ver cómo el mismo tema, lo lleva cada uno a su terreno, dando lugar a una variedad exquisita. El siguiente participante, Víctor Argaña, nos trajo una rumba en la que, de forma muy amena, canta “yo que iba para negro, me quedé en judío feo”.




Puede que la siguiente actuación sea mi favorita de este taller. Juanlu Mora nos sorprendió con una canción deliciosa. Ya sabía yo que, con el tiempo, Juanlu terminaría siendo tan original, sutil, conmovedor y espectacular con la música como lo es con la poesía. Ya empiezan a salir de esa cabeza matemática y espiritual, joyas como su canción Negro. Antes de comenzar, dijo: “cejilla en seis, mi menor, uno” y comenzó esta pieza dividida en cuatro partes, la tercera recitada, en la que hay una trompeta simulada con gusto. Espero impaciente su material en comentarios.




Y no hay duda de que la actuación que menos me gustó fue la siguiente. Hablo del cantautor Andrés Sudón, es decir, de mí. Son muy pocas las veces que no he llegado a tiempo con mi canción a algún taller, de hecho mi nivel de auto confianza ha llegado a tal extremo, que dejé pasar el tiempo y no me puse a componer hasta el domingo anterior al taller. Lo que me sucedió fue que me encontré ante una canción que necesita mucha elaboración y maceración. Según estaba trabajando, notaba como iba a ser imposible tenerla para el martes. Aún así, hice un esfuerzo enorme apara no llegar allí sin nada, convencido de que iba a mostrar un boceto de lo que luego terminaría tranquilamente. Mi Negro es una canción complicada armónica y melódicamente, y quise añadir una complicación más con el ritmo. La cuestión es que en el escenario no me salió como yo quería, porque me cuesta bastante concentrarme cuando estoy imbuido en las labores de coordinación del MAL8. No tengo excusa, porque otras veces lo he hecho sin problema, pero en esta ocasión me confié demasiado e hice una castaña en escena. Espero volver con ella terminada y mostrarla en próximas ediciones. Será entonces cuando cuente algo más de ella.




La siguiente en escena fue mi hermana Marta Plumilla, quien nos regaló una bella e intensa composición en la que habla de lo negro que ha encontrado frente a ella: “vi un plátano al pudrirse tornar su amarillo en negro, y a una madre al despedirse sacar un pañuelo negro, pero nada fue tan negro como su melena entre tus dedos”. Sobrecogedor. La música, la melodía, la letra, toda ella clarísima luciendo su Negro.



Juan Antonio Ordóñez me comentó que se emocionó mucho componiendo Negro, espero que nos lo cuente con detalle en comentarios. Era evidente al verle interpretarla, sobre todo cuando canta “pintaré este nuevo mundo con el banco de otro rumbo”.




Era fácil pensar que en esta edición todos tenderían a componer piezas oscuras, sin embargo, SilNé apostó por el humor, cosa que se les da especialmente bien. Hay que decir que incumplieron una norma muy importante, más que nada porque es la única norma que hay en el taller: titularon la canción Yo no soy negra en vez de Negro, como se titulan el resto de las canciones. Eso sí, la canción es una maravilla: “Yo no soy negra, como podéis ver, pero estoy negra de tanto enteradillo que no sabe de la misa la media…”. Como saben hacer con maestría, usaron el humor para hacer una certera crítica social.




Rubén Artabe, que actuaba por última vez en Madrid antes de regresar a Galicia, participó en este taller haciendo apología del objeto de nuestras composiciones: “todos te odian por tu tempestad, y yo te adoro, negro…”. Un placer haber disfrutado de su presencia durante tres ediciones.




Camilo Crespo, el siguiente en escena, hizo también una canción-protesta: “Me ponen negro los blancos con ansias de poder”. Una crítica a la clase política que concluye: “por eso negro sobre aquí debe quedar constancia (…), nunca fue tan negro el color del capital”. siempre agudo, elegante y desgarrado Camilo Crespo.




Al principio comenté que a este taller se han apuntado compositores a los que les he pedido personalmente que vengan a disfrutar de este ejercicio. Uno de los que convencí fue a Antonio de Pinto, quien participó por primera vez en solitario en uno de nuestros talleres. Vino a estrenar su canción acompañado por el flamante guitarrista Antonio Toledo, aunque ya la ha grabado en su próximo disco (que según tengo entendido saldrá en Febrero de 2015). “No soy un color, soy la ausencia de él”, dice esta pieza bellísima, sencilla y profunda.




El siguiente participante, Claudio H, no sólo participaba por primera vez en un taller, sino que también era su primera vez en MAL8. Él es otro de los cantautores a los que invité a participar personalmente. Según nos contó, le vino la inspiración ese mismo día, la compuso entre clase y clase, y vino a cantarla. En Negro dice. “Negro, negro, negro, soy un trozo de metal, me confundo al caminar con lo oscuro de la noche que hace sombra al pasar”.




El siguiente en mostrarnos su trabajo fue Javi Muelas, que no puede asistir a las sesiones normales, pero no se pierde ni un taller ni una gala, y en estas ocasiones podemos observar cómo cada vez se le da mejor el oficio de cantautor. En Negro nos contó la experiencia de “estar en medio de una noche oscura y que se vaya la luz”.




Otra de las personas a las que les pedí que participara en este evento, fue la cantautora Patricia Lázaro. Supimos por Facebook que pasó una noche entera, casi sin dormir, terminando la canción con la que luego nos deleitó provocando una de las ovaciones más contundentes de la tarde. “Soy exactamente la persona que yo pensaba, pensando de más…” dice, entre otras muchas cosas, esta canción que seguramente estará incluida en el repertorio de sus próximos conciertos. Un regalo para nosotros y espero que también para ella, su participación en el taller “Negro”.




La siguiente canción fue especialmente interesante, ya que su autor, Javier Cuenca, tiene una especial visión del negro, una que sólo él nos puede cantar. He encontrado por ahí la letra, aquí la dejo:



Negro, tan negro como el agujero de la oscuridad.
Negro de humo con cuervos en celo tirando a matar.
negro en el blanco distorsiona el claro de luna
Con rayos de bruma.

Negro, tan negro con trazos de barro en el liso cristal.
Negro que ensucia el instante perfecto y lo vuelve a quemar.
Negro en el alma de los que no saben ser puros
y buscan fortuna.

Black in black,
Blanco en el cielo abismal del invierno más crudo.
White in white,
Negro en la constelación de los sueños de junio.

negro, tan negro, voraz enemigo de la luz del sol.
Negro de espina en la rama entreabierta del sauce llorón.
Negro es un tipo que escribe lo que otros le dicen
y cobra una pasta.

Black in blac...




El tío Antoño nos contó la historia de alguien que “se oculta de la aduana, le gustaría ser de curso legal, pero asume que su destino es negro total”. También le hizo un guiño a la acepción que afecta al dinero, “negro con destino Suiza”. Siempre con su peculiar estilo tioantoñesco, cada vez más pulido.




El siguiente en participar en el taller “Negro”, fue un mítico del MAL8, el cantautor Manu Clavijo, que comenzó agradeciendo a Diego “las tres primeras notas de la canción”, la cual dice: “negro estaba el sol, aunque me alumbraba, negra está mi voz, pero aún puedo cantar (…) cómo darle un hogar a tu carcajada”. Maravillosa la aportación de Clavijo, como siempre.




A los tres siguientes artistas en escena también les pedí personalmente que participaran en este taller, seguro de que iban a disfrutar de la experiencia y a aportar a nuestro elenco calidad en todos los aspectos. El primero de ellos fue Enrique Amigó, creador del grupo Esfumato, una de las propuestas más frescas y originales de la canción de autor. Enrique  es un valiente, y salió al escenario con media canción sin componer, afirmando “me gusta no tener clara la canción Negro”. Nos dijo que sólo tenía la primera estrofa, y que necesitaba verbos bisílabos para terminarla en directo. Al final acabamos todos componiendo la canción. Ojalá hubiera un vídeo del momento, porque amigó logró un espíritu de taller muy elevado.




Después, también por primera vez en uno de nuestros talleres, pudimos escuchar al maestro Alberto Alcalá. Nos regaló una canción que, a mi parecer, se acerca a derroteros diferentes a los habituales en sus composiciones, a saber, más pop, menos flamenco. “Pero entonces no fui yo, y aunque sabía que volvería negro el recuerdo…”. Una maravilla que espero volver a escuchar pronto. Por cierto, si no lo sabéis, Alberto Alcalá está todos los sábados a las 20h haciendo versiones en La Fídula, entrada libre, after pay, recomendadísimo.




También por primera vez en uno de nuestros talleres, pudimos escuchar al gran Sergio Sleiman, uno de esos cantautores capaz de generar una belleza gigante dando luz a lo pequeño. Qué canción tan bonita nos trajo: “miedo que vienes de tan atrás, dime que pronto te marcharás…”. No puedo reproducir con palabras lo que la música transmite, sólo poner un trozo de la letra del estribillo que pude cazar en el aire: “Duele tu cuchillo negro, negro, grita en el silencio el corazón, cuando todo duerme, queda lejos tu canción”. Una canción perfecta para ahuyentar al negro que a veces nos acosa.




El día que propusimos el taller “Negro”, estaba presente nuestro negro más querido, Julio Hernández, quien no dudó ni un instante en apuntarse el primero. El primero que se apunta suele ser el último que actúa, y así lo hicimos. Al principio conté que este era el primer taller en el que sólo había canciones, pero el negro, con todo el derecho del mundo, nos trajo el poema que pego a continuación, una guinda perfecta y negra para este MAL8 (172), taller “Negro”.



Mamy, ¿qué será lo que quiere el negro?

Wilfrido Vargas

La realidad se viene encima.

Eladia Blázquez



¿No ve que ya no caben más ceros en la estafa?

¿Qué los trucos de mano, los golpes de efecto,

La magia financiera están a la baja

A medida que aumenta la estupefacción,

En un público al que los ajustes en las sisas

Y los cortes de mangas ya no hacen gracia?



Ni los niños, juegan ya al asombro.

Ni el Sentido común son tres palabras alineadas.



Algo está encendiendo el fuego

Que socavará el cimiento osteoporoso

Y enfermo; hasta la idea, del sistema.

Algo impreciso con cara de niño

De negro en la valla,

De barrio lleno de polen y de paro,

De cantautor con hambre,

De noticia almidonada

De ciudad atestada de SMOG y NO2,

De carriles bus, poltronas y maletines ocupados

Llenos de un agujero negro.



Algo está naciendo aquí

Haciéndose sitio, ahora.



Deponga su actitud conciliadora.

Viene la historia, como Godzilla

Atropellando la indecisión,

Y estás en su camino.

Con tus ojos turbios,

Tu conciencia negra,

Tu ceguera.



(Julio Hernández).




Así terminó esta negra edición, en la que estrenamos veinte canciones y un poema con el mismo título: Negro. Una experiencia irrepetible e inédita, que vivimos con gran expectación. Gracias a Plumilla por las fotos, a los artistas por su esfuerzo, talento y generosidad, a Libertad Ocho por propiciar estas experiencias únicas, y a vosotros por leer, comentar y compartir.



Andrés Sudón


jueves, 6 de noviembre de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad Ocho (171). 28/10/14



El pasado martes 28 de Octubre de 2014 celebramos la edición nº 171 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), en la que en dos horas y cuarto actuamos veintisiete artistas, la gran mayoría cantautores. Yo mismo, Andrés Sudón, abrí la sesión cantando la canción que hice para nuestro primer taller. Recuerdo que fue todo un reto para nosotros escribir cada uno de nosotros una canción titulada Consciencia. Nos gustó tanto la experiencia, que no hemos dejado de hacer talleres. Mi canción Consciencia es tan importante para mí, que titulé así mi último disco. En ella digo, en resumen, que todo lo que creo que me define: mis ideologías, mis creencias, mis formas de amar, no me limita cuando compongo, porque en el momento de escribir una canción entro en una dimensión más grande que yo en la que sólo puedo crecer.


El segundo de la tarde fue Rubén Artabe, quien nos cantó, acompañado por el violín de Manu Clavijo, Teje los hilos, canción contenida en su álbum Canciones de Pan”, dedicado, según nos contó,  a todos los creadores.



En tercer lugar escuchamos a Valentín recitar lo que él llamó “una prueba de fuego para un rapsoda”: La cogida y La muerte, estremecedor poema de Federico García Lorca, poema que defendió con furibunda intensidad.


Víctor Argaña cantó una emotiva canción en la que manifiesta su infantil “miedo al libro de Alicia en el País de las Maravillas. La dedicó “a Marta, dónde quiera que esté”, y comienza cantando “hola, Marta, qué te pasa, dónde vas (…), dime, Marta, qué es vivir al otro lado de aquí”.


Al siguiente participante, Alex Serra, le conocimos la semana pasada, fue uno de los muchos nuevos participantes que nos asombraron en aquellacelebrada edición. A esta nos trajo una canción titulada Aires de verano, en la que cuenta cómo se lo pasa “cantando canciones de Pereza, descubriendo el rollo cantautor”. Queremos el talento de esta persona en nuestro escenario.


Así como tenemos el de Mariana Kruk, que en este MAL8 (171) nos leyó Delay I y Delay II. En el primero habla de la nostalgia, “sabiéndote en la otra punta dormido…”, y el segundo desactiva el primero: “el delay jamás tendrá la última palabra”.


Juan Antonio Ordóñez nos cantó, en esta dinámica tarde, uno de sus hits, Lo que quiero, canción de la que ya he hablado en otras crónicas, y cuya interpretación fue igual de exquisita. Por eso aprovecho este espacio para felicitarle por una iniciativa que ha tenido buena para todos un regalo. Ahora cada lunes podremos asistir y participar en el micro abierto que ha montado en el Segundo Jazz a las ocho de la tarde. Le deseo suerte, fuerza, paciencia, arrojo, abnegación, apertura mental, humildad, valor… y todo aquello que hace falta para coordinar a un micro abierto. Y, sobre todo, le doy las gracias, como cantautor que soy, por abrir un espacio más donde poder ir a cantar mis canciones. Y ya que estamos, le mando un abrazo enorme.


También nos cantó un hit Marta Plumilla, Pez cósmico, canción de la que también he hablado en otras crónicas, así que aprovecho este espacio para decirle que está como un queso. Por no hablar de su interpretación, cada vez más diestra y cuidada con la guitarra, y más profunda con la voz.


Otro de los nuevos participantes que conocimos la semana pasada fue Vidanauta. En esta ocasión nos cantó Que cadacual, en la que grita y concluye a los cuatro vientos: “Soy un soñador y creo. Mi parte del sueño ya está casi terminada, ya sé: que cada cual viva su verdad”. Pincha en el título de la canción, y oirás.


Pablo Bermejo trajo a esta edición una canción nueva de la que no pude apuntar el título, pero sí unos versos deliciosos: “Ahí afuera se derrumban las ciudades, mientras el fuego quema mi carne, y con tus dedos inmateriales dibujas en mi espalda tu nombre planetario”. Quizá en comentarios nos diga Pablo el título, y hasta el resto de la letra, o incluso un vídeo.


Tuvimos una importante noticia en exclusiva en este MAL8 (171). El cantautor Manu Clavijo anunció que su próximo disco se va a titular “A rastras, mal y tarde”, disco que, estoy seguro, hará enérgicamente, bien y a tiempo. Tras el anuncio, nos deleitó con la canción que va a dar título (a día de hoy) a este esperado trabajo de nuestro querido y admirado Manu, referente sin igual del MAL8.


Otro de los nuevos participantes de la semana pasada que han repetido en esta edición, es Leo Sendra. Nos cantó Canción profunda, en la que susurra con energía “Luna de otoño, dime si vas a empujar al invierno, a llenar mi cuaderno, a traer mi talento”. Me sumo al rezo, y yo le pido que siga viniendo a dejarse escuchar.


Después de Inocentes, canción que escuchamos la semana pasada, Camilo continúa haciendo retrospectiva de sus emociones, por lo que esta vez nos cantó El primer beso, canción que termina afirmando que “el último beso me lo darás sin que yo lo haya pedido”. Nosotros pedimos que siga la saga, nos encanta que vengan canciones nuevas.


En esta edición tuvimos dos nuevos participantes. El primero fue Paolo Latronica, que ha estado estos días en Madrid tocando en todas partes. También pasó por aquí, y nos dejó de regalo Antología del beso, en la que asegura: “cuando voy en tu dirección, no hay frío. Esperamos volver a verle pronto por la capital del reino.


El segundo nuevo participante fue el uruguayo Sebastián Meoqui, que vino al MAL8 unas horas antes de tomar el avión para su tierra, desde donde supongo que nos estará leyendo. Para despedirse de España, nos cantó Por ejemplo, de Fernando Cabrera. Esperamos que haya tenido un buen viaje, y le agradecemos su visita a nuestro micro abierto.


Ya volvimos con los habituales. La siguiente fue Liz Scott, que nos cantó una canción, según confesó, “adolescente, casi infantil”, de la que no nos desveló el título (o no lo escuché, que también puede ser). Siento como que Liz canta con cierto pudor, estoy seguro de que en casa no está tan agitada. Le recomiendo con cariño y con conocimiento de causa, que ensaye delante del espejo, y sus temores desparecerán.

Celebro cada artista que conocimos la semana pasada y ha vuelto esta, como es el caso también de Kike Marcos. Estaba decidido a tocar Norte, pero algún cable se le cruzó y tuvo que hacer otra de la que no apunté el título. A parte del blancazo, su actuación fue sublime, como la semana pasada.


El siguiente fue Osvaldo Lindner, que volvió a cantarnos el “chamamé” Volver en guitarra, una canción en la que el autor muestra sus deseos de reencarnarse en guitarra, es decir de reenguitarrarse (disculpen el chascarrillo). Gran emoción siempre cuando está Osvaldo en escena.


Aún quedaba una nueva participante, que no salió antes porque esperaba a su amiga Isabel: Verónica nos dejó boquiabiertos y despeinados con su potente voz. Nos cantó una canción propia titulada Amar a medias: “tú quieres un amor a medias, yo busco un amor a medida”. La voz fue lo que nos deslumbró, la cual esperamos volver a escuchar por aquí.


Vino de nuevo el nuevo Víctor Pérez (en crónicas pasadas describo el cambio que en él he observado). Nos leyó un poema dedicado a Madrid, titulado Me encanta, pero me da asco. Sabemos a qué se refiere, al menos yo sentía eso. Ahora no lo cambio por nada (de momento). Gran actuación la del nuevo Víctor Pérez.


Por MAL8 han pasado más de mil cantautores en estos tres años (sin exagerar), y alguno no vuelve o lo hacen muy esporádicamente, como Sure, que se presentó en este MAL8 (171) para cantarnos Días que vendrán.


El joven Mauro quiso que en esta edición le acompañase el joven Álvaro Mateo con la guitarra para cantarnos su canción El Ritual. Después se quedó Álvero Mateo solo en en el escenario para cantarnos un Blues que comienza diciendo “hoy me he levantado con ganas de improvisar…”. Si no me dice que era una canción ya hecha, habría creído que se la inventó en escena. Mucha frescura y talento en estos nuevos malochos.


Hace tiempo SilNé nos cantaron una canción dedicada a la madre de Silvia. En esta sesión correspondieron a quien corresponde con Canción de cuna a una madre, no menos emotiva que la primera.


Marro ha compuesto una de esas canciones que se cantan en las manifestaciones, supongo que cuando la compuso sabía que estaba haciendo algo muy folk. En ella describe socarronamente los males de la política actual, remata con un estribillo que dice “¿y qué podemos, podemos hacer?”. Muy buena esa, Marro, también los cantautores hacen canción protesta en la actualidad.


La penúltima actuación de la tarde fue la de Las dos en punto, que nos cantaron Te regalo una canción, con la cual llegamos a la rectísima final del MAL8 (171).


La sesión terminó con la actuación de Chen Ming, que nos trajo una preciosa canción china titulada Promesa. Un lujo terminar con un artista que venido desde lejos, nos trae las canciones que para él son tan importantes como las nuestras. Me gustaría saber si son suyas, he de preguntárselo, porque quizá su humildad le ha impedido decírnoslo. En todo caso, su canción fue un bonito cierre para este dinámico espectáculo.


Y así fue la tarde del 29 de Octubre de 2014 en el MAL8 (171). Gracias a Plumilla por las fotos, a los artistas por su generosidad y talento, a Libertad Ocho por producir este espectáculo sin parangón, y a vosotros por leer, comentar y compartir.

Andrés Sudón