El pasado martes 28 de Octubre de 2014 celebramos la edición nº 171 de MAL8 (Micro Abierto Libertad
Ocho), en la que en dos horas y cuarto actuamos veintisiete artistas, la
gran mayoría cantautores. Yo mismo, Andrés
Sudón, abrí la sesión cantando la canción que hice para nuestro primer
taller. Recuerdo que fue todo un reto para nosotros escribir cada uno de nosotros
una canción titulada Consciencia. Nos
gustó tanto la experiencia, que no hemos dejado de hacer talleres. Mi canción Consciencia es tan importante para mí,
que titulé así mi último disco. En ella digo, en resumen, que todo lo
que creo que me define: mis ideologías, mis creencias, mis formas de amar, no
me limita cuando compongo, porque en el momento de escribir una canción entro
en una dimensión más grande que yo en la que sólo puedo crecer.
El segundo de la tarde fue Rubén Artabe, quien nos cantó,
acompañado por el violín de Manu Clavijo,
Teje los hilos, canción contenida en
su álbum “Canciones de Pan”, dedicado, según nos contó, a todos los creadores.
En tercer lugar escuchamos a Valentín recitar lo que él llamó “una
prueba de fuego para un rapsoda”: La
cogida y La muerte, estremecedor poema de Federico García Lorca, poema que
defendió con furibunda intensidad.
Víctor Argaña cantó una emotiva canción en la que manifiesta su
infantil “miedo al libro de Alicia en el País de las Maravillas. La
dedicó “a Marta, dónde quiera que esté”, y comienza cantando “hola, Marta, qué
te pasa, dónde vas (…), dime, Marta, qué es vivir al otro lado de aquí”.
Al siguiente participante, Alex Serra, le conocimos la semana
pasada, fue uno de los muchos nuevos participantes que nos asombraron en aquellacelebrada edición. A esta nos trajo una canción titulada Aires de verano, en la que cuenta cómo
se lo pasa “cantando canciones de Pereza, descubriendo el rollo cantautor”. Queremos
el talento de esta persona en nuestro escenario.
Así como tenemos el de Mariana Kruk, que en este MAL8 (171) nos leyó Delay I y Delay II. En el primero habla de la nostalgia, “sabiéndote en la
otra punta dormido…”, y el segundo desactiva el primero: “el delay jamás tendrá
la última palabra”.
Juan Antonio Ordóñez nos cantó, en esta dinámica tarde, uno de sus
hits, Lo que quiero, canción de la
que ya he hablado en otras crónicas, y cuya interpretación fue igual de exquisita. Por eso aprovecho este espacio para
felicitarle por una iniciativa que ha tenido buena para todos un regalo. Ahora cada
lunes podremos asistir y participar en el micro abierto que ha montado en el Segundo Jazz a las ocho de la tarde. Le
deseo suerte, fuerza, paciencia, arrojo, abnegación, apertura mental, humildad,
valor… y todo aquello que hace falta para coordinar a un micro abierto. Y,
sobre todo, le doy las gracias, como cantautor que soy, por abrir un espacio
más donde poder ir a cantar mis canciones. Y ya que estamos, le mando un abrazo
enorme.
También nos cantó un hit Marta Plumilla, Pez cósmico, canción de la que también he hablado en otras
crónicas, así que aprovecho este espacio para decirle que está como un queso. Por no hablar de su interpretación, cada vez más diestra y cuidada con la guitarra, y más profunda con la voz.
Otro de los nuevos participantes
que conocimos la semana pasada fue Vidanauta.
En esta ocasión nos cantó Que cadacual, en la que grita y concluye a los cuatro vientos: “Soy un soñador
y creo. Mi parte del sueño ya está casi terminada, ya sé: que cada cual viva su
verdad”. Pincha en el título de la canción, y oirás.
Pablo Bermejo trajo a esta edición una canción nueva de la que no
pude apuntar el título, pero sí unos versos deliciosos: “Ahí afuera se
derrumban las ciudades, mientras el fuego quema mi carne, y con tus dedos
inmateriales dibujas en mi espalda tu nombre planetario”. Quizá en comentarios
nos diga Pablo el título, y hasta el
resto de la letra, o incluso un vídeo.
Tuvimos una importante noticia en
exclusiva en este MAL8 (171). El
cantautor Manu Clavijo anunció que
su próximo disco se va a titular “A rastras, mal y tarde”, disco que,
estoy seguro, hará enérgicamente, bien y a tiempo. Tras el anuncio, nos deleitó
con la canción que va a dar título (a día de hoy) a este esperado trabajo de
nuestro querido y admirado Manu,
referente sin igual del MAL8.
Otro de los nuevos participantes
de la semana pasada que han repetido en esta edición, es Leo Sendra. Nos cantó Canción
profunda, en la que susurra con energía “Luna de otoño, dime si vas a
empujar al invierno, a llenar mi cuaderno, a traer mi talento”. Me sumo al
rezo, y yo le pido que siga viniendo a dejarse escuchar.
Después de Inocentes, canción que escuchamos la semana pasada, Camilo continúa haciendo retrospectiva de sus emociones, por lo
que esta vez nos cantó El primer beso,
canción que termina afirmando que “el último beso me lo darás sin que yo lo
haya pedido”. Nosotros pedimos que siga la saga, nos encanta que vengan
canciones nuevas.
En esta edición tuvimos dos
nuevos participantes. El primero fue Paolo
Latronica, que ha estado estos días en Madrid tocando en todas partes.
También pasó por aquí, y nos dejó de regalo Antología
del beso, en la que asegura: “cuando voy en tu dirección, no hay frío.
Esperamos volver a verle pronto por la capital del reino.
El segundo nuevo participante fue
el uruguayo Sebastián Meoqui, que
vino al MAL8 unas horas antes de
tomar el avión para su tierra, desde donde supongo que nos estará leyendo. Para
despedirse de España, nos cantó Por
ejemplo, de Fernando Cabrera. Esperamos que haya tenido un buen viaje, y le
agradecemos su visita a nuestro micro abierto.
Ya volvimos con los habituales.
La siguiente fue Liz Scott, que nos
cantó una canción, según confesó, “adolescente, casi infantil”, de la que no
nos desveló el título (o no lo escuché, que también puede ser). Siento como que
Liz canta con cierto pudor, estoy
seguro de que en casa no está tan agitada. Le recomiendo con cariño y con
conocimiento de causa, que ensaye delante del espejo, y sus temores
desparecerán.
Celebro cada artista que
conocimos la semana pasada y ha vuelto esta, como es el caso también de Kike Marcos. Estaba decidido a tocar Norte, pero algún cable se le cruzó y
tuvo que hacer otra de la que no apunté el título. A parte del blancazo, su
actuación fue sublime, como la semana pasada.
El siguiente fue Osvaldo Lindner, que volvió a cantarnos
el “chamamé” Volver en guitarra, una
canción en la que el autor muestra sus deseos de reencarnarse en guitarra, es
decir de reenguitarrarse (disculpen el chascarrillo). Gran emoción siempre
cuando está Osvaldo en escena.
Aún quedaba una nueva
participante, que no salió antes porque esperaba a su amiga Isabel: Verónica nos dejó boquiabiertos y
despeinados con su potente voz. Nos cantó una canción propia titulada Amar a medias: “tú quieres un amor a
medias, yo busco un amor a medida”. La voz fue lo que nos deslumbró, la cual
esperamos volver a escuchar por aquí.
Vino de nuevo el nuevo Víctor Pérez (en crónicas pasadas describo
el cambio que en él he observado). Nos leyó un poema dedicado a Madrid,
titulado Me encanta, pero me da asco.
Sabemos a qué se refiere, al menos yo sentía eso. Ahora no lo cambio por nada (de
momento). Gran actuación la del nuevo Víctor
Pérez.
Por MAL8 han pasado más de mil cantautores en estos tres años (sin
exagerar), y alguno no vuelve o lo hacen muy esporádicamente, como Sure, que se presentó en este MAL8 (171) para cantarnos Días que vendrán.
El joven Mauro quiso que en esta edición le acompañase el joven Álvaro Mateo con la guitarra para
cantarnos su canción El Ritual. Después se quedó Álvero Mateo solo en en el escenario
para cantarnos un Blues que comienza
diciendo “hoy me he levantado con ganas de improvisar…”. Si no me dice que era
una canción ya hecha, habría creído que se la inventó en escena. Mucha frescura
y talento en estos nuevos malochos.
Hace tiempo SilNé nos cantaron una canción dedicada a la madre de Silvia. En esta sesión correspondieron
a quien corresponde con Canción de cuna a
una madre, no menos emotiva que la primera.
Marro ha compuesto una de esas canciones que se cantan en las
manifestaciones, supongo que cuando la compuso sabía que estaba haciendo algo
muy folk. En ella describe socarronamente los males de la política actual,
remata con un estribillo que dice “¿y qué podemos, podemos hacer?”. Muy buena
esa, Marro, también los cantautores
hacen canción protesta en la actualidad.
La penúltima actuación de la
tarde fue la de Las dos en punto,
que nos cantaron Te regalo una canción,
con la cual llegamos a la rectísima final del MAL8 (171).
La sesión terminó con la
actuación de Chen Ming, que nos
trajo una preciosa canción china titulada Promesa. Un lujo terminar con un artista que venido desde lejos, nos trae las canciones que para él son tan importantes como las nuestras. Me gustaría saber si son suyas, he de preguntárselo, porque quizá su humildad le ha impedido decírnoslo. En todo caso, su canción fue un bonito cierre para este dinámico espectáculo.
Y así fue la tarde del 29 de Octubre de 2014 en el MAL8 (171). Gracias a Plumilla por las fotos, a los artistas
por su generosidad y talento, a Libertad
Ocho por producir este espectáculo sin parangón, y a vosotros por leer,
comentar y compartir.
Andrés Sudón
Hoy leo esta crónica. No sé que pudo ocurrir para que no la leyese en su momento ya que suelo andar pendiente. Son crónicas muy lectivas y, además de la pura crónica, aportan mucho también a los que por haber participado ya puedan tener una opinión formada de la jornada.
ResponderEliminarA parte de devolverte ese fuerte abrazo públicamente, quiero en justa correspondencia y porque lo mereces ¡qué coño!, agradecerte no sólo el espacio, por el micro que coordinas y la oportunidad que ofreces a los que vamos saliendo del armario tanto como a los que se aferran a las perchas, sino especialmente por procurar ser sincero y honesto siempre contigo mismo y por consiguiente, serlo con los demás. Sabemos todos que eso supone pagar en ocasiones una dura crítica, pero ojalá, amigo Sudón, este mundillo estuviera lleno de gente sincera, clara y honesta como tú.
Por último, decir que las herramientas necesarias para coordinar el todavía infante micro abierto de Segundo Jazz las he obtenido en su mayor parte de ti. Así pues, si “los dioses” no planean otra cosa y, a poco que no sea un muy mal alumno, creo que el éxito está asegurado y, en poco o en mucho, sumará a la expansión de nuevos y viejos artistas en Madrid.
Abrazo!!!
Querido Andrés, este texto está inspirado en un sueño en el que una bella mujer que tú conoces bien, escribía su nombre en las palmas de mis manos como marcándolo con fuego, en una mano al derecho y en la otra al revés, por eso en la estrofa siguiente a ésta que mencionas, está el nombre escondido, al revés primero y al derecho después. Tras esta confesión, ahí van las dos estrofas, que estoy seguro, te gustarán:
ResponderEliminar"Ahí afuera se derrumban las ciudades
mientras el fuego quema mi carne
y con tus dedos inmateriales
dibujas en las palmas de mis manos
las letras de tu nombre planetario
muy despacio.
Ahí afuera alguien viene a por nosotros
mientras tus labios cierran mis ojos
y es mi deseo ser el siguiente
en esa trampa infiel que no me tiendes
en ese mar tan dulce que prometes
por los siglos de los siglos lentamente"
Una belleza de letra.
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