Aún sigo emocionado por la sesión
del pasado martes 21 de Octubre de 2014,
la edición nº 170 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), en la que en dos horas exactas
actuaron veintiséis artistas, nueve de ellos nuevos participantes, ante una
sala llena de personas absolutamente receptivas. Cada participante fue dando lo
mejor de sí en apenas cuatro minutos cada uno, creando una dinámica de la que
no puedes desconectarte. El escenario de Libertad
Ocho consigue captar la atención de todo el aforo, como un teatro. Cuando
se apagan las luces y se enciende el escenario, comienza el ritual que cada
martes nos proporciona un atracón de canciones. Los que cantamos aquí, venimos
a hacerlo en un lugar donde se va a escuchar nuestro trabajo con voracidad, y
donde vamos a presenciar un espectáculo de malabarismos admirables. Los que
acuden a escuchar, se llevan dentro más de veinte canciones, que quizá sólo
puedan encontrar aquí, compuestas e interpretadas de la mejor forma posible. En
MAL8 se tocan todos los palos y
estilos, se canta en todos los idiomas, se hace desde cualquier punto de vista,
pero lo que tenemos en común todos los que participamos es que lo hacemos desde
el respeto a este escenario. Y no sólo por ser el del Templo de la Canción de
Autor, sino porque es de tal manera que las canciones funcionan ahí, y hay que
hacerlo lo mejor posible. Este espíritu estuvo brillando en este MAL8 (170).
El primero en ponerlo en el
escenario fue Juan Antonio Ordóñez con
la canción Blanco sueño, en la que
afirma “No te equivocas, vivir quiero, pero entre sombras atacan perros”. Sí,
conozco a esos perros, quizá por eso me llegó especialmente esta canción. Es un
lujo tener a personas como él, que cada martes vienen a regalarnos su arte sólo
a cambio del placer de compartirlo. Si alguien desea darse un festín con sus
canciones, estará el día 11 de Noviembre
en el Segundo Jazz, según tengo
entendido.
El segundo de esta excelente
tarde fue Israel Calzada, quien en
su canción Dónde están las poesías lamenta
que “ya no queda nada, sólo los deseos y esta canción”. Es cierto, de todas las
cosas que pasas en la a vida, a veces sólo quedan las canciones, un gran tesoro
que Israel ha tenido el detalle de
compartir con nosotros.
Se apresuró Camilo Crespo la semana pasada a enseñarnos su canción nueva, Inocentes, una bellísima pieza subidita
de tono muy adecuada para la edición nº 169, en la que sugerimos traer
canciones calentitas, rememorando la edición nº 69. La cosa es que la
tenía con pinzas y no quedó conforme con su interpretación. Este martes la
trajo macerada, y pudimos disfrutarla completamente. Aunque no tanto como él “bajo
esa colcha (…), mientras un reloj contó sus horas y el cuadro de tus padres nos
miró (…), y allí tus senos tiernos, y allí mi vientre hirviendo (…) buscando el
cuerpo a cuerpo, nos declaramos inocentes”.
David San Sebastián vino a algunas ediciones hace tiempo. Le
sucedió en varias de ellas que no quedó conforme con su actuación. La verdad es
que venía a hacer versiones de canciones en inglés y se las inventaba un poco
bastante. Era gracioso, pero el humor no era su objetivo. Estuve a punto de
pedirle que no volviera, ya que era un despropósito. Sin embargo le propuse que
regresara cuando viniera a cantarnos una canción propia, así nadie sabría si se
equivoca o no. Le aseguré que al componerla jamás podría olvidarla. Y después
de mucho tiempo desde aquello, vino a este mágico MAL8 (170) a cantarnos su canción, en la que pide “que mañana no
sea como ayer, ser cuervo en el aire que vuela a su nido al amanecer”. La cantó
con verdadero deleite, se notaba que había ensayado mucho, y nos llegó su
disfrute, por lo cual recibió un sonoro y sincero aplauso. Ya no había humor,
sino una historia bonita y gratificante.
En una edición pasada canté una
canción de la que no pude decir el título ni contar nada, debido a que forma
parte de un proyecto que aún no hemos presentado. Bien, pues Marta Plumilla cantó en este MA8 (170) una canción que forma parte
de ese mismo proyecto. De modo que, si estáis atentos, ya sabréis en el futuro
de qué estamos hablando. Perdón, de nuevo, por el cripticismo. Donde no habrá
secretos será en el concierto que Marta
Plumilla hará este Lunes 27 de
Octubre en Libertad Ocho
acompañada por las guitarras de Juan
Fernández Fernández y un servidor, Andrés
Sudón. Lo ha titulado “Welcome to Los Andes”, y será un espectáculo
irrepetido (también irrepetible, pero la cuestión es que nunca hacemos lo
mismo). Concierto obligatorio para almas golosas.
Como Plumilla hace todas estas fotos sepia, a veces no hay foto suya (porque se me pasa hacérserla...) Esta es la foto más reciente que tengo de ella. |
El maestro Osvaldo Lindner fue el siguiente en escena. En esta edición nos
deleitó con una serenata titulada Río de
tigres, de Luciano Pereyra, en la que canta “Toda el alma mía te quiero
entregar /en una mirada profunda y astral. /Quemarme en la hoguera de tu
corazón /y, de sangre en sangre, /fecundar la muerte. Fecundar la muerte con
nuestra canción”.
Siempre me ha gustado mucho el
trabajo de Manu Clavijo, pero ahora
le veo cada vez más enchufado. Aunque es célebre por ser un violinista mágico,
capaz de redimensionar las canciones de aquellos a los que acompaña, su
proyecto como cantautor es de lo más espectacular. Si buscamos autenticidad,
originalidad, rico surrealismo y un mundo musical propio y único, en él lo
encontraremos. En esta edición cantó Soy
tu ansiedad, una canción relativamente antigua que cantó como si la
estuviera improvisando. En ella, la ansiedad en primera persona le advierte que
no le va a dejar en paz. Creo que pronto tendremos nuevo disco de Manu Clavijo. Amén.
Ángel de Andrés ya había anunciado que en esta edición cantaría
algo tranquilo, pues su intervención suele ser una fiesta, más bien un guateque
breve pero intenso en el que nunca faltan palmas. Esta vez nos regaló una
balada titulada Unas simples canciones,
en la que hace apología de su oficio de cancionero.
Los astros se han conjugado para
que a esta edición acudieran personas muy especiales para el MAL8, como el siguiente participante, Pedro Pastor, quien hace tres años, con
apenas dieciséis primaveras en su haber, se presentó aquí para cantarnos sus
primeras canciones. Hace dos semanas presentó su primer disco en Galileo con el
aforo completo, un álbum lleno e calidad, verdad y re-evolución mental. Pedro Pastor vino a este MAL8 (170) a cantarnos La vida plena, canción que da título a
ese primer disco, augurio de una carrera flamante que todos presenciaremos. Estoy
seguro de que este hombre nos va a dar muchas alegrías.
El siguiente en escena fue Pedro Makay. Como suele hacer, presentó
su canción diciendo “este número de llama Cuando
miro hacia el mar”, una dulce tonada que te transporta directamente al agua
y a la madera, al vaivén.
A continuación pudimos escuchar a
un cantautor que está empezando a ser habitual en MAL8, el joven Mauro Berral.
Lo poco que he escuchado de él me gusta mucho. Seguimos conociéndole. En esta
ocasión nos cantó No pienso volver,
la cual presentó asegurando: “me da rabia que me digan lo que tengo que hacer
en la vida”. Y a quien se le ocurra, le advierte: “cuenta hacia atrás, te voy a
atravesar, no te tengo miedo, aquí espero sediento”.
Qué gran edición la nº 170, vinieron cantautores que me
encantan, como mi querido Fernando
Álvarez, quien vino a estrenar su canción Será, en la que muestra un estado del que desconoce su causa, “será
que no me sale la emoción, o que tiemblo demasiado”, aunque “los futbolines de
la plaza ahora me hacen llorar”. Su forma de cantar suave y de emoción
contenida, nos adentra en una dimensión en la que se está muy confortable
escuchando sus penas y penurias, las cuales vuelan llevándose las nuestras.
Lo más espectacular que ha
sucedido en este MAL8 (170), fue
conocer a nueve magníficos nuevos participantes. De pronto hemos recibido una
inyección de talento que nos ha dejado al borde de la sobredosis. El primero al
que conocimos fue a Gabriel González
Pérez, cuyo proyecto se llama Vidanauta.
Se presentó en MAL8 con una sugerente
canción en la que canta, habla, y rapea, diciendo cosas como “hace tiempo que
pienso en dejar de pensar”. A primera vista me ha parecido una maravilla,
espero poder seguir conociendo su obra en próximas ediciones.
El segundo nuevo participante fue
Kike Marcos, un cantautor roquero de
gran calidad, con una voz contundente y un saber estar en escena brillante. Nos
cantó para presentarse aquí su canción Quédate
un momento, en la que asegura que “necesito de ti, de tus manos, de tu voz”.
Pues eso le pedimos a él, que se quede muchos momentos.
Después conocimos a Leo Sendra, quien con un ritmo
envolvente una bonita voz de arena, nos cantó Día último, en la que dice millones de cosas muy interesantes, “ya
no desisto, ya no insisto”. Tengo que decirles a los nuevos participantes, que
pueden hacer esta crónica más completa poniendo en “comentarios” (abajo del
todo) la letra de la canción que han cantado, o un enlace con la canción
directamente, así los lectores no tendrán que conformarse con mis vagas
descripciones.
La siguiente nueva participante a
la que conocimos fue Mimi Mateos.
Nos cantó una canción de “rupturas y desengaños” titulada Aunque fui yo “quien tomó la decisión, duele, duele, duele”. Me
reconfortó la actitud de esta entregada cantautora. La verdad es que me
encantaron todos los nuevos participantes de esta edición. Todavía quedan unos
cuantos de los que hablar.
Sucede que los que acudimos al MAL8 somos humanos, audaces
depredadores de supermercado, animales emocionables que en un espacio limitado
tienden a rozarse. Y el roce hace el poema. El siguiente participante, [por petición del participante en cuestión, hemos borrado su nombre y la fotografía que acompaña a este texto], aseguró que era su primera
vez en un escenario. Nos contó que asistió como público la semana pasada, y
sobre lo que escuchó se vio obligado a escribir y a subir a recitar. Le llamó
la atención una actuación, es decir una actuante, de la pasada edición: “pensaba
que (…) la palabra amor ya no enamoraría (…), pero llegó ella y me dejé llevar,
en la Calle Libertad (…)”. Revisando la crónica de la semana pasada podremos
ver quién inspiró a [Nombre borrado por petición del artista], y la verdad
es que a primera vista son el uno para el otro. Puede que también el poema haga
el roce.
También por primera vez en MAL8 pudimos escuchar a Fernando Saiz-Prado, quien se presentó con su canción Si te vas, en la que asegura, "qué más da, no va a ser la última vez que vuelva a caer sin red". agradecemos su malabarismos.
Y seguimos conociendo a
cantautores de alta calidad, como Alex
Serra, que me impresionó sobremanera con su canción Como los pasos de un tango, por su destreza en todos los sentidos. Si
se cumple mi deseo de que vuelvan todos estos nuevos participantes todas las semanas,
vamos a tener que sumar otras dos horas cada martes para disfrutar de toda esta
calidad y cantidad de cantautores.
El siguiente al que conocimos fue
Rubén Artabe, cantautor afincado en
Galicia que está pasando unos días en Madrid, haciendo la ruta de los micros
abiertos. Nos cantó El mundo cae para
presentarse en el MAL8. Gran dominio
de la guitarra y del escenario en general. Insisto, fue una edición brutal.
El último nuevo participante de
este MAL8 (170) fue Javi del Val quien con una bonita voz y
gran energía, se presentó aquí con su canción Idilio. Como dije en ese momento en el escenario, es muy bello ver
a tantas personas de talento encontrando su sitio. Todavía estoy emocionado por
haber conocido a estos nueve nuevos participantes. Tanto como lo estoy por ver
cada martes a nuestros habituales haciendo su magia.
Y para mago, Muerdo, el siguiente participante, otro que vino al MAL8 hace tres años siendo un niño que
estaba grabando su primer disco. Ya tiene dos y es un señor muy bonito que hace
magia en escena. Nos cantó Siempre
adentro sin apenas usar el micrófono, ya que es un chamán al que yo creo
capaz de hacer sonar su voz en todo un desierto, que es lo que parecía el Libertad Ocho cuando salió su canto de
su garganta.
Los siguientes en escena fueron
el dúo Sirocco, que nos cantaron su
canción Te espero. Nosotros les
esperamos aquí cada martes, ya que ahora están fijos en Madrid.
Ya en la recta final pudimos
escuchar otras tres grandes actuaciones. El antepenúltimo de la tarde fue el
bueno de Vidi, que nos cantó una
divertidísima canción que en un principio se titulaba Amapola, según nos contó, pero que luego tituló Poppy, que es lo mismo en inglés. Cuenta
lo sucedido en una tarde de televisión y siesta, según entendí, en la que soñó:
“me encuentro con una amapola y me muerde, me envuelve con su olor”. Este
cantautor no deja a nadie indiferente con su particular voz y su sincero
surrealismo.
El penúltimo participante fue un
nuevo participante de la semana pasada al que queremos con nosotros, Álvaro Mateo, quien con su bonita
guitarra azul y su gran destreza, interpretó su canción Enséñame para deleite de todos los que llevábamos casi dos horas
deleitándonos.
Como es habitual, la sesión
terminó con quien después hizo un concierto en ese mismo escenario, César de Centi, que nos dio una muestra
de lo que luego iba a suceder cantándonos Nana
para dormir a los padres.
Y así fue la excelente edición nº 170 de MAL8. Antes de despedirme, quiero recordaros que el martes 4 de noviembre celebraremos el
taller “Negro”, para el que hay que
traer una canción con ese título recién compuesta y a estrenar. Para apuntarse
hay que escribir a microabiertol8@gmail.com,
con el asunto “Taller Negro”. Gracias a Marta
Plumilla por las fotos, a los artistas por su generosidad y su alentó, a Libertad Ocho por tantas cosas, a vosotros por leer, comentar y compartir.
Andrés Sudón
Suscribo todo lo que has dicho, Andrés.Los nuevos cantan como si no lo fueran. A mi también me encantan. Y eso es bueno, muy bueno. Gracias por estar y a ver si el martes cantas.
ResponderEliminarMi canción estaba dedicada a la primera vez que compartí piel con alguien.
Lo primero en caer al suelo fueron nuestras dudas
Luego tu bata roja, mi camisa y tu pantalón
Después aparté ese mechón de tu cara
Los dedos ya no nos bastaban
Y nuestros labios tomaban el control
Los botones cómplices abandonaron los ojales
Y así nos quedamos iguales desnudos tú y yo
Bajo aquella manta protectora
Mientras un reloj cantó sus horas
Y el retrato de tus padres nos miró
Y allí tus senos tiernos
Y allí mi vientre hirviendo
Inexplorados, adolescentes
La piel erizada
Buscando el cuerpo a cuerpo inevitablemente
Y los dos descubrimos en aquel sofá esa mañana
Que nuestros cuerpos no podrían ser reos de nada
Tanta pureza nada tenia que ver con curas
Y reglamentos y asignaturas
Solo quizá con la ciencia pura
De fundir nuestros cuerpos sin dudas
Y allí tus senos tiernos
Y allí mi vientre hirviendo
Inexplorados adolescentes
Piel erizada
Buscando el cuerpo a cuerpo
Nos declaramos inocentes
Digamos que yo era muy joven y ella tambien. Eramos inocentes (que es lo mismo). Nos desnudamos y conocimos el cuerpo del otro. No, no pasó nada, quizá mucho pudor, pero muchas ganas de descubrirnos mutuamente.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarsis, si y los que llegamos tarde que.
ResponderEliminarOs enlazo "Un sueño blanco":
ResponderEliminarhttps://soundcloud.com/juanantonioordo-ez/sueno-blanco
Busco en la noche un blanco sueño
que me proteja de esos recuerdos
que muerden mi alma; son malos perros.
Busco en la noche dormir sin ellos.
No te equivoques, vivir es bello
pero entre sombras atacan perros.
Te abrazo entonces fuerte, arrimado,
cierro los ojos imaginando
que es el amor un sueño blanco.
Muera en la noche el traje amargo,
guarda tu sueño y duerme en blanco.
Y nunca llores oscuro llanto
pues la mañana no acude en vano.
No te equivoques que si no es blanco
tampoco es negro el gris pasado.
Abraza entonces fuerte, arrimada,
cierra los ojos, ¿que imaginabas?
es el amor un sueño blanco