En la edición nº 168 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) celebrada
el pasado martes 7 de Septiembre,
conocimos a cinco nuevos participantes y supimos la fecha y las instrucciones
para participar en el próximo taller, además de vivir otra maravillosa sesión
de micro abierto en la que participaron dieciocho habituales.
Comenzamos la sesión con el
protagonista del taller de la semana pasada, el poeta José Miguel González, que a pesar de
advertirnos que después del taller le iba a ser difícil escribir de nuevo,
trajo dos poemas recientes que ya podemos encontrar en su blog. El primero se
titula Algo tendrá el agua cuando la bendicen, en el que nos cuenta lo que pasa cuando "pienso en tu sexo". El segundo se titula Hay golpes, y dice cosas como “hay golpes tan suaves que saben
a festín o a orgía”. José Miguel
sigue, por suerte, con su línea vitalista inocente y sabia. Más adelante
pudimos escuchar una de las canciones pendientes del taller de la semana
pasada, la de David Armas, os lo
cuento enseguida.
El segundo artista de la tarde
fue Juanlu Mora, quien contó con la
colaboración de El Tío Antoño para
hacer una cosa muy especial. Juanlu
ha musicalizado un poema de Mariana Kruk,
una canción de estética bluesera que dice algo tan bello como: “hay que crecer
y no darse por vencido, porque nunca se sabe en cuál verso puede estallar el
amor por el aire”. El Tío Anoño le
acompañó tocando la armónica y el ukelele, y se quedó en el escenario, ya que
era el siguiente participante.
Como hace últimamente, El Tío Antoño nos trajo una canción
nueva al MAL8 (168). Por cierto este
lunes 13 de Octubre tenemos la
oportunidad de asistir a un concierto suyo en Libertad Ocho, en el que estará muy bien acompañado. ¡Concierto
recomendadísimo!
A los siguiente tres
participantes hacía tiempo que no les veíamos por aquí. el primero de los tres
fue Marro, que vino a cantarnos una
intensa canción en la que “la tempestad de arena no me deja ver la luz”.
La segunda regresada fue la
orgánica Olivia Tomé, con un nuevo
texto del espectáculo que seguramente ya está preparando. Comienza diciendo “Me
aburro, ¡me aburro!, y ya está mi padre diciéndome que me compre un burro, pero
ahora no tengo dinero para eso…”. Maravillosa siempre, me alegro de que ya esté
por aquí.
El tercer reintegrado fue Pedro Makay, quien también tuvo el
detalle de traernos una nueva composición, la dicharachera canción Dímelo, la cual coreamos y casi bailamos
en el Templo de la Canción de autor.
Como anuncié antes, en esta
edición pudimos escuchar una de las canciones que quedaron pendientes la semana
pasada en el taller “José Miguel González”. David Armas vino a cantarnos el trabajo que ha hecho con el poema Padre nuestro. Un trabajo muy bien
hecho, a mis ojos, con el que logró que brillara el poema. Aún nos falta por
escuchar lo que ha hecho Javier Cuenca,
y a quien lo deseé, le invito a que musicalice alguno de los poemas que aún no
tienen música.
Supongo que muy contenta por el
poema que le ha musicalizado Juanlu Mora,
salió a escena la poeta Mariana Kruk
a regalarnos sus versos inéditos. Nos leyó dos poemas, el primero titulado Atlántico, justo lo que la separa de su
amor. También su amor estaba (o no estaba, mejor dicho) en siguiente poema, Museo del Prado, que presentó diciendo
“hay cosas que no puedo hacer en Madrid sin él”.
Edulibra tiene suerte de ser nuevo en el MAL8, ya que tiene todo un repertorio entero para mostrarnos semana
tras semana, todas sus canciones son nuevas para nosotros. En este MAL8 (168), nos cantó Momento, la cual presentó diciendo algo
muy interesante, que “los animales no
tiene miedo al futuro” y, por tanto, viven el momento: “la gacela no pasa la
noche sin dormir pensando que mañana puede comérsela un León”. Seguimos conociéndole,
y cada vez nos gusta más.
Y a quien ya conocemos muy bien,
e igualmente cada vez nos gusta más, es el siguiente participante, Ángel de Andrés, que presentó su
intervención diciendo “aquí comienza la micro sección de MAL8 dedicada a la música ligera”. Según nos explicó, se trata de
dar mensajes sencillos y positivos en un corto espacio de tiempo. Y eso hizo
con Antes de ponerse el sol,
sacándonos, como siempre, unas enérgicas palmas.
El siguiente fue el bello Alessandro un joven italiano que canta con
una preciosa voz antigua, como de los años sesenta. Nos cantó una canción en
italiano de la que no dijo el título, y me dijo, al terminar la sesión, que
participaría en el próximo taller, del que al final de esta crónica daré
instrucciones, para tener repertorio propio en español.
A continuación actuaron los cinco
participantes que conocimos en este MAL8
(168). En primer lugar conocimos al dúo Versos en cueros, que se presentaron fusionando un poema con una
canción. Entendí que la pieza se titula Grietas.
Se les vió disfrutar del escenario de Libertad
Ocho.
En segundo lugar conocimos a la
simpática Lisa Devón, que nos habló
de su próximo proyecto y nos cantó su canción Viento del norte. Una persona divertida con muchas cosas que decir.
El siguiente nuevo participante
fue Mauro García Berral, y la canción
con la que se estrenó en MAL8 dice “suenan
cañones, ruidos atroces, ¿quién nos va a salvar?”. Creó un momento de gran
expectación y fue muy aplaudido.
También conocimos a la cantautora
Jorgelina Mansini, quien comenzó su
canción citando: “I can´t get no…”. Muy elaborado lo que hace, quiero conocer
más.
La última de las nuevas
participantes fue Angie González,
cantante que, según nos contó, siempre ha hecho flamenco, pero que ahora está
probando con otras cosas. Acompañada por la guitarra y los coros de Osvaldo Lindner, cantó La media vuelta.
Se quedó en escena Osvaldo Lindner para cantarnos “una que
conocéis todos”. No creáis que yo la conozco muy bien. Por lo que he
encontrado, se titula El río Manso.
Seguimos aprendiendo de canción latinoamericana con Osvaldo.
También aprendemos todos los
martes canción inclasificable con Marta
Plumilla. En esta ocasión nos trajo una canción nueva en la que nos cuenta
que Alf la ha visitado, y “hemos divagado sobre asuntos de la nasa”, entre
otras cosas que, al final, “tú no me crees”. Yo, que estoy cerca, tengo la
suerte de saber que tras esta sencilla canción hay un mensaje profundo, como en
todo su repertorio.
Después salió el cantautor Julio Hernández a cantarnos su canción más emblemática, El negro sexual, la cual cantó con gran
placer, haciéndonos disfrutar de su energía. En unos segundos, el Libertad Ocho era una fiesta. Él ha
sido el primero en apuntarse al taller del que en seguida daré instrucciones.
Nos visitó nuestra querida amiga Oropéndola para leernos dos breves
textos, el segundo titulado Oleo de mujer
con sombrero, en la que dice algo muy parecido a lo que dice la canción de
Silvio Rodríguez que lleva ese mismo título: “para amar hace falta valor”. Lo
presentó diciendo que es un “reclamo al miedo, a la cobardía que nos arrebata los
instantes”.
El siguiente fue Chen Ming, que sigue trayéndonos
canciones chinas que por aquí desconocemos completamente. Tuvo el detalle de
traducirnos la letra antes de cantarnos Lluvia
de pensamiento. Es algo así como que el protagonista escucha la lluvia tras
la ventana y recuerda a su amor.
La penúltima de la tarde fue Liz Scott, que quiso mostrarnos una
faceta concreta: “también quiero darme a conocer como intérprete”, para lo cual
cantó un blues.
El último participante de este MAL8 (168) fue el cantautor que después
hizo un concierto en el escenario de Libertad
Ocho, el canario Jesús Garriga.
Nos cantó una de sus bellísimas canciones, con la cual terminamos esta sesión
normal, es decir, extraordinaria.
Solamente me queda contaros todo
lo referente a nuestro próximo taller. Lo celebraremos el martes 4 de Noviembre, y para participar hay que componer una
canción titulada “Negro” y presentarla
por primera vez en el MAL8 (172). Apúntate
escribiendo a microabiertol8@gmail.com,
con el asunto “Negro”. Nada más, muchas gracias a los participantes por
participar, a Marta Plumilla por las
fotos, a Libertad Ocho, y a los que leéis estas letras desde lejos. Nos
vemos la semana que viene en el MAL8 (169).
Andrés Sudón.
De nuevo, gracias a Andrés y Marta, porque gracias a la crónica escrita y fotográfica va a quedar en el recuerdo de todos toda una pléyade de gente estupenda que ofrece martes tras martes un poquito de su alma, de su experiencia. Estas crónicas podrían, muy bien, ser el germen de un futuro trabajo enciclopédico o recopilatorio, de todo lo que sucede y sucederá en el MAL 8. Pero, insisto, gracias Andrés por lo que haces con y por nosotros.
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