Con la edición nº 59 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8) damos por comenzada la Temporada Dos de esta aventura que apenas ha comenzado y que espero que dure, al menos, hasta el fin del mundo. Tuvimos toda la tarde y la noche para nosotros, sin embargo fuimos sólo diecisiete los participantes. Bueno, fuimos diecisiete en la primera parten antes del descanso, la segunda parte la hemos dejado para nosotros, para los que la vivimos, de modo que no saldrá en esta santa crónica.
Yo mismo, Andrés Sudón, comencé la sesión cantando una canción muy adecuada para el momento de calor abrasador, aburrimiento y existencialismo que trae el (puto) verano. La canción se llama De otoño, y en ella describo el sórdido paisaje interior que llevo dentro en Agosto. Yo no digo que el verano sea malo, mucha gente lo disfruta con saña, digo que a mí me jode sobremanera esta estación vacua. En todo caso, me encanta quejarme y disfruto cantando esta canción que me alivia.
De forma simbólica quise comenzar la Temporada Dos de MAL8 con un nuevo participante, pero comencé con un error… Le dije al nuevo participante, antes de comenzar, que iba a ser él el primero, pero cuando le presenté no era él, es decir, le dije a uno que iba a ser el primero, y llamé a otro. Qué le vamos a hacer. Finalmente cantó el que estaba avisado que iba a salir, Manuel Reyes, que cantó dos canciones, la primera titulada Acuerdos menores.
El segundo participante fue un curtido malocho, Daniel Hare, que nos cantó su canción No entiendo, dedicada a todo lo que no entiende “empezando por los lunes y terminando por las mujeres”.
A continuación nuestro intuitivo Carlos Recio, hombre feliz y completo, nos cantó una de esas canciones que escribe usando experiencias tristes de los demás (ya que él no gasta tristeza), Un beso después de haber estado muerto, acompañado por la armónica de Coppel, quien dio título esta canción (recuerdo perfectamente ese momento).
Poco a poco vamos conociendo detalles de Enrique Cardoza, el hombre calmado y seguro. En su intervención nos contó que había probado varias religiones, y que en esas experiencias había conocido a los pastores que se aprovechaban de los sentimientos espirituales de la gente. La canción se llama La oveja negra. Enrique canta muy bonito y con mucho poder, vamos viendo que tiene un contundente mundo interior.
José Luis Bernal nos cantó una canción basada en un relato de Cortázar que cuenta una curiosa historia de amor desarrollada en el metro de París. Muy interesante en trabajo de este cantautor comprometido con la literatura y con gran sensibilidad social.
La Chica metáfora nos ha prometido que hará una crónica del micro abierto que celebramos en El Retiro el martes 14 de Agosto, la ha titulado Cerrado por Retiro. En cuanto me la pase la publico en el blog. Patricia, que así se llama, nos leyó un par de poemas afilados, el primero comienza diciendo “hoy tengo el coño de colores (…)”, poema erótico y nostálgico. El segundo se titula Tú en ausencia de ruido, y es, sencillamente, una pasada, muy inspirado y sincero.
El siguiente participante fue aquel al que llamé al principio pensando que era otro, José Carlos Arias Ortega, que subió al escenario diciendo que está cumpliendo un sueño, tocar en Libertad 8. Cantó dos canciones, la segunda titulada Jake Mate. Lo hace muy bien, parece, a primera vista, un buen cantautor, yo creo que, si se lo propone, pronto le veremos haciendo un concierto enterito.
Tenemos una gran noticia: el siguiente participante, Diego Mattarucco, va a hacer un concierto recital (conciertal o recicierto) el día 3 de Septiembre en Libertad 8. Mattarucco es un poeta músico que se está cantautorizando, de hecho su disciplina artística la hemos llamado poención. A mí me gusta mucho lo que hace, me descojono y disfruto de paradojas, contradicciones y aliteraciones cacofónicas en cana intervención de este artista raro. En esta ocasión interpretó la pieza Sonido en ser, acompañado del violín y los coros de nuestro amado Manu Clavijo.
Silvia Palomo nos cantó en esta estival edición de MAL8 una canción dedicada a las relaciones sentimentales que “están por estar”, titulada Dos marionetas. Yo la veo concentrada y tocando muy bien, también sé que se está moviendo bastante, lo cual da destreza y seguridad.
A continuación llegó el turno de nuestro monaguillo Manu Clavijo (lo de monaguillo es una broma entre nosotros, pero entre broma y broma el diablo se asoma…), que no trajo una nueva composición, Animales Cobijados. En ella habla de animales que le gustan. Quiero volver a escucharla para degustar los detalles.
El protocolo que manejamos los cantautores, es casi siempre el mismo, decimos nuestro nombre, contamos nuestra vida, pedimos disculpas por lo que vamos a cantar y, finalmente cantamos. Cuando sale Marta Plumilla a escena, ya ha empezado la canción. Hace una breve introducción poética y canta. Es arte desde que sube hasta que baja del escenario. Además se atreve a hacer cosas como lo que hizo este pasado martes: un solo de perro llorando. Muy bien hecho, además. A mí me conmovió el melódico llanto del perro que protagoniza su canción (que no sabemos cómo se titula). Arte. Marta Plumilla es un espectáculo que conmueve. De nuevo, fue lo que más me gustó del MAL8 (59). (Plumilla es la autora de estas fotos, por eso no sale ela en ellas...).
Opino que uno de los fundamentos del arte puro es la libertad del artista, sin tal libertad no hay pureza en el arte. Un ejemplo de esa libertad es nuestra siguiente participante, Alicia Ramos, que ahora forma binomio artístico con otra libre, Marta Plumilla. Alicia nos cantó una breve pieza titulada Rizos, hierba y Dylan, según ella perfecta para un anuncio de champú.
Parece que actuaron seguidas todas las malochas bonitas, porque la siguiente es la poeta Gadea Ramos (a quien ha dedicado este “cuelgue” Fernando G. Lucini). Gadea nos regaló tres poemas, uno de ellos nuevo. Como siempre, un placer escuchar el estilo transparente y emocionante de Gadea.
El siguiente en escena fue el cantautor argentino Martín Lemí, que nos hizo un temazo titulado Atrévete a vivir. Este hombre es muy bueno, gran músico, qué ganas de seguir conociéndole.
El último poeta de la tarde fue Pablo Blaya, que nos trajo un poema de tono épico titulado Poema de las huestes famélicas, extenso y apasionado texto barroco.
Ya estamos llegando al final de esta primera parte, y, en este momento tuve que salir a hacer algo importante, de modo que tomó Alicia (creo que era Alicia, pero puede ser Mafe) mi cuaderno de notas. En él pone que salió Coppel y tocó Nada, tras lo cual invitó a escena a Dani Merino, que tocaba esa misma noche en Libertad 8, para tocar juntos A mi aire, canción que coreamos todos (yo ya había vuelto, pero mi cuaderno no estaba conmigo), siempre que la cantan sube el calor en la sala. Y con Dani Merino terminó esta primera parte formal del MAL8 (59).
Después hicimos una segunda parte que duró hasta las doce. Casi todos repetimos en el escenario, algunos se fueron y vinieron otros nuevos. Esta parte ya no la cuento, porque quise disfrutarla sin estar tomando notas. Además tampoco recuerdo muy bien lo sucedido con claridad… Así, con toda la tarde-noche para nosotros, comenzamos esta Temporada Dos de MAL8, una temporada que nos va a dar muchísimas alegrías, anécdotas, encuentros, nuevas creaciones, nuevos amigos… Lo vamos a pasar muy bien. ¡¡Nos vemos el próximo martes!!
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