jueves, 27 de febrero de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (546). 25/02/2020


Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_546) 

”Oremos”. Hoy ha vuelto a ser un día raro. Hace frío pero hace calor. Nos dicen que empeora el tiempo y hace un sol espléndido. Pero da igual. A las seis en punto, la puerta del Libertad estaba llena de gente esperando para apuntarse. Así que el micro ha comenzado con un ambientazo. A ver si responde a las expectativas. La prueba de sonido la hace Camilo con su “Kilómetros” y “como siempre, con su energía, honda energía, recibe el primer aplauso de la tarde” (Ernesto dixit).

Como ya hay veintidós –y los que llegarán-, Andrés arranca enseguida. Explica las normas del micro y comenta que en la jornada de ayer, alguien soltó maullidos cuando el actuante aún no se había pasado de su tiempo; lo cual es una falta de respeto.


El primero en salir es -cómo no- Ernesto, que dice que v a cantar, para lo que se hace acompañar de Marco Vacío, al que dedicamos un aplauso al indicarnos que es su cumpleaños. La canción habla de un encuentro en Las Ramblas de Barcelona que, al parecer, acabó bastante bien. Ernesto, para habitualmente sólo hablar, entona muy bien.


A continuación subo yo, Camilo Crespo. Traigo una canción del año 91, “La luz desde el rincón”, a la que le he hecho un arreglo de acordes, porque mi hija estaba empeñada en que la cantase en público. Ha quedado bien y ha gustado. Esta canción básicamente habla de que “si estuvieras aquí, nada habría que decir…” y todo por el estilo… “pero no estás… y tal vez no estés antes de mi último suspiro”. Se me van notando los conciertos dados. Y es que –gracias, Andrés- el saberse las letras de memoria, el cantar de pié y el decir la letra con cuidado de que se entienda, mejora mucho el efecto final.


A continuación le toca a Israel Calzada, que está grabando disco –creo que con Manu Clavijo y Adri Vidi. ¡Bien!- Nos canta esta vez “Dónde están las poesías”  Pone mucha energía en la ejecución. Yo pongo energía, pero es que a él le sobra a raudales. Sus canciones son muy del corazón. Yo agradecería que se pusiesen letras de ciertas canciones en comentarios. Esta es una de ellas.


Para acabar esta primera tanda sale Marco Vacío, que esta vez va a cantar una pieza reciente y personal. Trata sobre una chica que conoció una noche y la noche se alargó. Llegó a las tantas a casa, durmió my pocas horas y nada más despertarse tuvo que escribir esta canción, que se llama “Olegaria”, donde vuelca la impresión que le quedó de esas horas. Desborda hermosura. Vamos bien esta noche.


La siguiente tanda comienza casi sin solución de continuidad. El primero de la segunda tanda es Osvaldo Lindner, que dice que se niega a cantar siempre canciones suyas, porque se le olvidan las preciosas zambas, chacareras, tonadas, etc. de su tierra. Así nos canta “En Una Zamba” y, como es natural, le acompañamos en los repetidos. Nos indica que el día 15 de Marzo hace un recital con su hermano Emilio Lindner (el actor), en La Fídula, a las 9:30.


Ahora viene el turno de Pikaflor. Me deja perplejo la velocidad de su arpegio, no lo puedo evitar, pero sigo creyendo que le quita protagonismo a la letra, que también es muy bella, de su “Canta en la noche”. Y habla de las selvas, de los ríos, de la vida en pura naturaleza. “Tu mirada trae conjuros de luna y de amor. Tu hermano el aire requiere todo el resplandor. Sois una canción que puebla el bello atardecer”. Muy bella también. Un día tiene que explicarme qué vivencias le han marcado tanto con respecto a la Amazonía.


Y llega una de las sorpresas de la noche: Laia sube con su chelo y hace una interpretación musical impecable. Hace sus arpegios como si tratase de una guitarra. La letra parece hablar de una relación que no ha salido muy bien: “Engañaste a la vida y ahora quién vive… Yo te aseguro que a mi no me engañas, no pasas los filtros de mis telarañas”. Se lleva un gran aplauso.


Ahora sube Mayumi. Canta al piano y en inglés un tema dedicado a la música. Entiendo que viene a decir que la música ayuda cuando las cosas no van bien. Y acaba con un “…y quiero compartirlo contigo, así que te canto, eres todo lo que quiero, déjame ver tu sonrisa…”

Andrés nos recuerda que sólo llevamos veinte elementos de la Tabla Periódica, que podemos seguir eligiendo más, que ha que escribir a microabiertolibertad8@gmail.com, indicando 6 posibles elementos y el primero que esté libre será sobre el que podremos hacer la canción y que al final pondremos una página con todos lo elementos y así, pinchando en cada uno, poder escuchar la canción que se le hizo. ¡¡Aún quedan 98!! He de decir que el público está bastante sosegado, tal vez debido a la pequeña regañina que ha soltado Andrés al inicio.


Ruchele es el siguiente. Es un cantautor especial para mí. Le conocí en un “Encontrados”, otro de los inventos de Andrés, en el que dos cantautores establecen una especia de diálogo con sus canciones, se acompañan, juegan, inventan… Algo muy especial. El caso es que desde que lo hicimos, le presto especial atención y, claro, me gusta lo que hace. Esta vez trae una canción nueva “por que solo la oía yo”. “Dedicada a alguien a quien quería mucho y que le sirve de despedida”. La canción tiene esos cambios de ritmo que le suelen gustar. “Educados pero desastres, desamados pero indomables; sin dejarnos llevar… Esclavos de los huesos, nos dejamos marchar; adictos al juego, nos dejamos ganar”. Ahora podría empezar a probar otros ritmos, a soltar la mano derecha un poco más. Le voy a dar el rollo un poco.


Juan Matute se deja ver sobre todo cuando descansa de su faceta de teatro. Y hoy nos brinda un tema llamado, creo, “Un viaje al olvido”. Ese estilo balada folk americana que tanto me gusta. Tanto, digo, que vamos a hacer un concierto en Libertad el martes 14 de Abril y Juan lo anuncia. Estoy ilusionado con lo que puede salir de ahí. Su balada de hoy también muy americana en su texto habla de un viejo amor que se van olvidando. “Hoy el viento ha regresado, azotando mi jardín; raudas nubes van pasando, llevándose lo poco de ti. Que aun le tengo acongojado, como enfermo terminal, como un niño asustado, sin principio y sin final”


Alguien ha comentado que es raro ver a Alejandro Roura por aquí. Nos explica que es que hoy no tenía que dar su clase (no, no lo sé, mi curiosidad tiene un límite). El acaso es que lo bueno de ver a la gente de tanto en tanto es la sorpresa que a veces te llevas. Cuando ví al señor Roura la última vez intuía que tocaba bien la guitarra aunque no se oía apenas; intuía también que las letras eras muy originales, aunque me perdía la mitad de las frases. Hoy todo eso está olvidado. Se ha plantado en el escenario y nos ha dado una lección de cómo se toca la guitarra, como se componen bellas canciones, cómo se lleva uno a la gente de calle con una letra ingeniosa y cómo se juega con la voz para expresar distintas cosas. Un diez, mi querido compañero. Eso sí; ha habido una nota triste: su disco se retrasa: “Es que he pillado a un locutor al que admiro y quiero que entre en mi disco”. Bueeeeno. Tocará esperar de nuevo. Paciencia, señores y señoras. La canción que nos ha soltado hoy para darnos un viaje por otros mundos no está en el disco (otra mala noticia). La letra es muy sencilla. Habla en primera persona, como suele, de que hace el amor con una “ex” a través del cuerpo de otra. Vamos al revés del famoso “estaba con ella, pero te veía a ti…” Aquí decía más o menos… “cuando estabas en la oficina y sufriste un orgasmo, fui yo que te estaba haciendo el amor a través de ella”. Y luego “…por qué no quedamos mañana a las diez cada uno con una pareja y nos hacemos el amor a distancia…”. Se llama “Los ventrílocuos”. A ver si la graba por ahí y podemos disfrutarla de nuevo. Yo solo le echo en falta un estribillo (creo que no lo tiene) que me ate la canción al cerebro como un punto de anclaje. Bueno, cosas mías.


La última actuación de la tanda la lleva a cabo Rebeca Soul. Anuncia un concierto el sábado 29 (taquilla inversa) en el Hop Beach, calle Sta.María, 33, a las 21:30. Y, efectivamente, hace honor a su apellido artístico. Sus aires de soul son innegables. Y, cómo no, tiene una parte hablada –que a mi corto entender en la materia me suena a hip-hop quizá-. El conjunto me gusta. Toca con esmero, voz agradable, “Sólo déjame acercarme… He estado perdida, extraviada, o como quieras llamarlo… Yo so lo primero y me quiero, pero te quiero conmigo”. A los viejos estos textos nos suenan extraños, nos quedan lejos. Pero la juventud vive en esta realidad de idas y venidas, de buscarse y lo que para nosotros es un minuto, para ellos es una vida entera. No, no les envidio. Sólo les puedo decir que con el tiempo cambian las prioridades. Hay que disfrutar de lo bueno que nos da cada persona y dejar ir lo que se va para decir hola a lo nuevo. Perdón. No quería dogmatizar.
El caso es que el micro de hoy sigue manteniendo un nivelazo.


Y así lo comenta Andrés antes de presentar a los #nuevosparticipantes. Y la primera en subir es Belén Pascualini. Ya he comentado que me gusta mucho la diferencia que he notado en los seis años que llevo viniendo al micro con respecto a la cantidad de cantautoras. Hay una diferencia abismal. Belén nos trae una muestra de su espectáculo “Christiane. Un bio-musical científico”, de homenaje a su abuela paterna: “Tiene cien años y es todo un ejemplo de tesón. Hizo el viaje de París a Buenos Aires y yo estoy haciendo el inverso” (https://es.wikipedia.org/wiki/Christiane_Dosne_de_Pasqualini). Y yo no tengo más remedio que poneros el enlace a la Wikipedia. Por el micro pasan verdaderas historias. La pieza que interpreta al piano se llama “El umbral de primavera” y hace referencia precisamente a ese salto de Paris a Buenos Aires. Su estilo me recuerda un poco a Nacha Guevara, sin querer comparar, claro. Por otro lado hay que tener en cuenta que no se trata de la típica canción de autor, sino de una pieza de un espectáculo completo, por lo que cambia la perspectiva. Muy interesante.


A continuación sube Victoria Loarte. Su tema parece hacer referencia a eso tan común hoy entre las mujeres: la búsqueda de su realidad, lejos de una educación que las relegaba a un papel de esposa y madre, pero sin darles un nuevo papel. Ya sabíamos que el siglo XXI empezaba con el signo de Acuario y que venía una revolución. Y aquí está. Pero, claro, estamos en la búsqueda y sobre todo ellas. Al final,  todo consiste en roles. El ser humano es el que es. Hasta que venga el verdadero cambio a nivel global, digamos que lo que parece que estamos sufriendo –pero viendo el mundo árabe, aún queda mucho- es la igualdad en la diversidad. Vamos hacia una sociedad en que hombres y mujeres se salgan por fin de los roles establecidos actualmente. Hombres-madres o mujeres-líderes ya existen, pero aún son la excepción. La letra de esta canción habla de sacar de dentro el verdadero ser: “Con las alas de tu corazón, vuela hacia tu mundo interior… Pero luego te das cuenta, tras varios pasos, de que hiciste bien… Busca las palabras que te curen…”. Victoria presenta su “No se vivir” el 14 de Marzo, a las 21:30, en el Centro de Artes Escénicas “Carlos Lemos”, metro Lucero.


El último en subir es un poeta (avis rara en este micro): Limbao, con un lenguaje corporal fuerte, echado para adelante, como un brujo de tribu ancestral, lanzando su mensaje, muy convincente. Y no es para menos, según lo que nos dice: “Esto ansioso por decirle al mundo que ya no sobrevivo, que vivo… como un lobo ... inquieto por correr detrás de alguna presa hasta darle caza... y sorber el miedo que rezuman los poros de su piel, justo antes de exhalar su ultimo hálito,  saborear entre sus fauces el calor de la vida abandonando su cuerpo... inquieto por luchar, hasta la muerte si hace falta, blandiendo sus dientes y sus zarpas contra el cuerpo de otro congénere, para ser así como el macho alfa de la manada; loco por copular con una hembra en celo bajo el cielo en la oscuridad de la noche y la luz tímida de la luna; loco por aullar desde lo alto de una montaña, anunciándole al bosque y al mundo que está ahí, lejos de la gente, la moralidad, la ética, los prejuicios y los absurdos cánones de belleza”.

Andrés llama al escenario a una artista que no va a actuar pero que quiere comunicar algo. Es Macarena, que nos indica que está metida en un proyecto llamado WikiMusic y que bajo el epígrafe #musiconsundays, está subiendo canciones. Deja para el sorteo un “vale por una canción hecha para cantarla en domingo”.


Pasados los nuevos, volvemos a los artistas habituales. Así comienza Marta Plumilla, que anuncia su concierto aquí el día 3 de Marzo, tras el micro. De hecho deja una entrada doble. Y comienza con su eléctrica y su inquietante: “Na-ná-na-ná… Éramos tan guapos como Winie y Kevin… Dame vacaciones del amor, decías, no seré yo quien llame a la policía”. Tan bien como siempre. No. Cada día mejor. Como dije un día, Marta sí que es una buena forma de luchar por la liberación femenina.


Ahora le toca el turno a Valentín, el vampiro de Madrid, que nos trae una sorpresa. Ha conseguido convencer a Laia para que le acompañe con el chelo. Y ataca el “Poema XX”, de Pablo Neruda. “Puedo escribir los versos más tristes esta noche…”. Se deja llevar por el tono del instrumento, muy bien tocado, aunque un poco alto, Su recitar suena más hermoso, más dulce. Se llevan un buen aplauso, cosa nada rara esta noche. Nivelazo.

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Valentín anuncia ¡Andrés Sudón! Y éste sube al escenario. Nos cuenta que de chaval tenía una pesadilla recurrente, que consistía en que salía al escenario lleno de músicos esperándole; y no sabía qué hacer. Pues esta noche lo va a repetir, en el Calvario, con Gabriel Vidanauta y Enrique Amigó, en un espectáculo que han dado en llamar “Kárate” y en el cual improvisan todo. En base a distintas cosas, todas provenientes del público allí presente. Y para motivarnos, va a improvisar su canción.  Así que nos pide unas palabras y aparecen “galaxia”, “nieblas” y “gato”. Este hombre es un artista sin red. Qué valiente y qué bien.


Y, qué requetebién, tenemos a otro “karateca” en la sala. Enrique Amigó, al que tanto debo, ya que fue la chispa que, por una casualidad no tan casual, me trajo de vuelta al cantar, allá por el año 2000. Este cantautor veterano y humilde, que hace de su vocación un arte, nos trae un medio estreno. “Nadie te puede enseñar a vivir lento”. “Nos hemos excedido; dimos rienda suelta y nos comimos el postre antes de tiempo…Quisimos llegar antes que todos y pensamos que solo estábamos nosotros… Y ahora, dudamos si escogimos un camino demasiado rápido”. Muy bueno, como siempre. Enrique Amigó en estado puro.


Y para acabar, según costumbre, sale la persona que tiene concierto a continuación: Vera Noise. Esta argentina se apoya en una eléctrica con efectos algo psicodélicos para cantarnos: “Fui, soy y seré el puente. Serás feliz, serás un dios”.

Poco más que reseñar aparte del sorteo, salvo quizá que en un momento dado, comenzó a sonar la gaita del principio antiguo de “Hoy voy a ser normal”. Y es que mi teléfono, que habitualmente –lo juro– no tiene cobertura en Libertad, tiene como tono esa música, costumbre que, dicen los entendidos, ya no se lleva. ¿Me estaré haciendo mayor?

“Podéis ir en paz”.

1 comentario:

  1. Leo las crónicas, estas crónicas malochas tuyas, Camilo, y me encantan, y parece que estoy allí, en escena. Como la primea vez que fui, nervioso y no sabiendo, pero suponiendo que sí, si lo estaría todavía más cantando mi canción, adivinando donde me equivocaría y temblando solo de pensarlo. Ese ritual, ese escenario que tiene algo de humanosagrado y casi de humanosanto, es algo único y nos dio la vida a muchos. Volveremos, claro, y entraremos de nuevo en esa casa, que sentimos nuestra, y cantaremos y temblaremos con nervios hermosos y humanos, pero con esa cosa casi sagrada y tan tan hermosa. Un beso enorme. Y amén.

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