miércoles, 12 de febrero de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (542). 11/02/2020


Por: Camilo Crespo.

Fotos: Marta Plumilla

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_542) 

”Oremos”. Antes de nada, quisiera comentar algo que viene ocurriendo últimamente. La gente joven suele ser revoltosa, pero bastante respetuosa. Lo malo es ese ya no tan joven que añora los años de instituto y se comporta como un adolescente, sin ser consciente (claro) de lo patético que resulta y, de paso, molesto para los demás. Andrés intenta solventar el tema con buenas palabras, pero que la gente demuestre esa falta de respeto por quien está actuando y, además buscando el fondo de la sala, como si ahí nadie pudiera oírle, me parece merecedor de todo nuestro repudio. Creo que no hay que seguir el juego a esa actitud. En fin…

Una vez solventada la ausencia de nuestro maestro de ceremonias oficial, Andrés Sudón, el micro ha comenzado hoy de modo más relajado. La prueba de sonido ha sido mediante el Blowing in the Wind, de Mr.Bob Dylan, ampliamente coreado. Ya sé que está muy manido, pero ando algo liado. Perdón. El caso es que Andrés ha vuelto a maldecir este falso buen tiempo que nos acompaña  y ha comentado la devastación de la luna llena. “A pesar de todo ello”, ha dicho, “seguimos aquí, curándonos el alma”. Tras las instrucciones acostumbradas (4 minutos por actuación, púa no, sorteo, Twitter, crónica, qué majo es Camilo, etc… hemos comenzado lo que nos atrae cada lunes y cada martes a este famoso bar.


Ha comenzado el micro quien lo terminó ayer: Marco Vacío, que dio, a mi parecer, un conciertazo anoche. Espero que no se le suba a la cabeza y siga sorprendiéndonos como lo hace habitualmente. Ha tocado un tema que hacía -comenta- mucho que no cantaba. Es un tema oscuro, que habla de lo interior, del vacío, de algo que nace ahí. Me apetece decir que no es bueno dejarse subyugar por el Lado Oscuro de la Fuerza, vamos, que hablar de luz trae luz al alma. La canción es tan buena como suele y la interpreta –por supuesto- muy bién. “En el cofre vacío nace un nuevo ser; su pasado vacío ahora es…” “Si tiene que salir, que salga”. Empezamos con nivel.


Después sale Elena Cormán. Me gustan sus cambios de ritmo. Empieza suave, pero te corta el rollo y arranca de nuevo con fuerza… Le dá una dinámica muy buena a la canción. Esos mismos cambios se reflejan en la letra. “Con tus nanas, con tus nanas… destruyes… Me aburres… Tu ombligo es tu universo…”. Intuyo que no es una canción de amor.


Ahora sube “”La princesa del metro”. Nos comenta que hoy iba a usar una base pregrabada, pero le parece algo ridículo, así que canta “a capella”. La canción habla de lo que hacer a diario. Esas rutinas que son imprescindibles pero que no aportan nada. “Me pregunto: mi vida cuándo va a comenzar”. Su actuación esta cargada de emotividad.


Acaba la tanda Javi, este buen guitarrista, pero que no acaba de darse cuenta del potencial que tiene. Me parece que toca como entretenimiento, pero ahí hay algo más. Si algún dia se decide a tomarse en serio esa capacidad, puede ser un músico muy bueno. Pero está en su mano el hacerlo. Pero es que hablar en clase y atender son cosas incompatibles… Hoy ha tocado el “Siempre quise ir a L.A.”

Andrés sube y comenta que mientras en las radios nos ponen siempre las mismas, mismas, mismas, mismas, mismas… canciones, aquí se están creando verdaderas maravillas. Si lo supieran… Y ¿cómo surgen? Pues a través de los talleres. El próximo, a partir del lunes 17, el taller "Canciones con Química”. Solo tienes que escribir a microabiertol8@gmail.com, indicando varios elementos, por orden de preferencia, por si alguno ya está escogido y el dia que quieres cantarla (lunes o martes). Te dirán cuál te ha tocado. Y ese será el título de tu canción y la estrenarás aquí el lunes o el martes, u otro día, si no da tiempo.

Pues hablando de talleres, el primero de la siguiente tanda, Juan Carlos Aguilera, nos canta su canción del taller “Kilómetros”. Bueno, el incauto nos confiesa que la ha renombrado como “Kilómetros impares”. Y, claro, se lleva el abucheo (moderado, eso sí) general. ¡No se puede cambiar el título!, ¡hombre!, ¡ya!. Bueno, cada uno luego hace lo que le parece… pero mal, muy mal. Je je. Bueno… Nos explica que su “Kilómetros” habla de los que le separan de su patria, Venezuela. Es una bella canción, con un bello estribillo y un bello adorno vocal. “No; no llores más, que ya vendrá el bien y la oscuridad se irá… kilómetros de oscuridad…”


Ahora sale otro que ha cruzado el charco, aunque ya es tan español como yo. Osvaldo Lindner nos canta un bello tema, en ritmo de chamamé, de su tierra, Argentina: “Volver en guitarra”, de Roberto Galarza. ·Que se transforme en un árbol mi alma entera... y cuando troce mi madera un carpintero; que en vez de muebles se dedique a hacer guitarras”  Muy bien interpretado, por cierto. Siempre gusta, Osvaldo.


Ahora llega un español que gusta de hacer canciones sobre la selva amazónica y sobre sus tribus. Pikaflor hoy no tendrá problemas con el cable. Lo hemos cambiado.  Su canción, como era de esperar, se llama “El bosque será tribal”. Parece referirse a ese dia en que el bosque recupere su terreno y ocupe las ciudades y vuelva a ser un paraíso. Con su estilo genuino, ya plenamente reconocible, con esa voz que me recuerda al primer Dylan -de alguna manera sólo- nos canta “Luna llena omnipotente, trae el amor… tribus llenas de felicidad…” Una utopía. Quizá sí o quizá no.


Ahora para cerrar más ese amor por la naturaleza, nuestra verdadera madre, llega Mayumi. Ha hecho un esfuerzo bastante grande al traducir al castellano su tema “En medio del camino”. Habla del viaje de la vida. “Sigamos caminando mientras tengamos Navidad “. Bella pieza.

Antes de la siguiente tanda, Andrés habla de que no hay escuela de cantautores, ni Premio Nacional de Canción, pero que hay esfuerzos particulares por crear una canción de calidad. Por ejemplo, el “Encuentro de Canción de Autor de Castilla-La Mancha”, que mañana miércoles 12, tiene un evento especial en Libertad8. Se van a juntar varios jóvenes y otros no tan jóvenes (como el gran Manu Clavijo o el no menos grande Andrés Sudón, profesores en esos encuentros) para, a base de duetos, presentar un trabajo precioso y muy “Inti”. También nos recuerda que el siguiente miércoles 19, habrá otro evento especial con sus alumnos de la TAI.


Y llega la siguiente ronda. El primero es Camilo Crespo (yo mismo), que deja dos entradas dobles para el sorteo, para su (mi) concierto del dia 18, aquí, en Libertad, tras el micro y pide (pido) que se “pete” (petar: llenar, abarrotar) el Libertad. (perdón por la auto-promo). Luego interpreta magistralmente (¡pero ya vale!) su tema “Llueve”, aunque se le vá el último acorde, (cosa sin importancia, dado que al gran Cat Stevens se le fue un acorde ante unas 11.000 personas y no pasó nada!).


Después sube Andrés Sudón, para interpretar su “Consciencia”, una p… maravilla. Nos habla del origen de esta canción, de su adolescencia problemática, pero “El problema no es el adolescente, sino el mundo alrededor”. Sus letras están llenas de figuras, juegos de palabras, se deben masticar con cuidado, degustándolas. “Fui un amante con celo, un animal sentimental…Y ahora vengo aquí a buscar consciencia”.


Ahora le llega el turno a Julio Trak. Hay que decir que Andrés luego tuvo una conversación con él para darle un par de buenos consejos. Los consejos si son gratis y desde el respeto, siempre se agradecen. Y Julio los agradeció. Julio, como a todos nos ha pasado alguna vez, se dejó llevar por el ansia de mostrarnos la belleza de “Alfonsina y el mar”, pero aún no estaba fina. Así que ha prometido hacer los deberes para el próximo día. Se lo agradeceremos, porque con su bella voz va a quedar preciosa. Seguro. Pero es que, como siempre decimos, el que no se arriesga y se equivoca, no crece. Hay quien prefiere quedarse pequeñito. Julio, no. Bien.


Para cerrar la ronda suben al escenario Andrés Iwasaky y Ángela Vázquez. Qué decir… Que lo que han hecho ha sido espectacular, precioso, dos voces preciosas con unas armonías inusuales. Cualquiera puede hacer una tercera (voz), pero lo bello son dos melodías dispares conjuntándose, bailando en el aire. Una verdadera maravilla, de una delicadeza total. La canción se llama “Tonada de luna llena”, una canción del venezolano Simón Diaz. Uf. No digo más.


Y llega el momento más importante del micro, para lo que nació (palabras de Andrés), la hora de los #nuevosparticipantes. El primero es Mario Carva. Chileno afincado en Rosas (Gerona), y que pasa unos días con su mujer en Madrid, nos canta una bella canción, llamada “Los abuelos”, en la que nos habla de los años finales de la pareja, cuando ya solo queda “esperar”, con el apoyo mutuo… “De la cama a la ventana, de la ventana a la cama, pasan los días”.  Este veterano cantautor, nos muestra su buen hacer. Gracias, Mario.


El siguiente, Alfonso Collantes, interpreta un tema de los delincuentes. Noto que últimamente hay muchas versiones y muchas de ellas no tienen nada que ver con la canción de autor. Ahí lo dejo. Este participante ataca la guitarra como si quisiera transmitir la percusión, la batería, la eléctrica solista, la de acompañamiento, los coros y la orquesta sinfónica detrás, todo a la vez. Nos chirrían los huesos de ver la guitarra del pedazo cantautor que es Andrés Sudón, tan bello, tan pulcro, con ese amor por la guitarra, nos chirrían los huesos, digo, viendo ese maltrato, digno de denuncia. Pero el joven no se ira de rositas. Andrés le indica que el próximo día traiga su guitarra. (Después, tras el micro, le dedica un poco de atención para explicarle por qué no se pueden maltratar las guitarras de los demás, por mucho ímpetu que tengas. El hace propósito de enmienda). Al final de su actuación alguien grita: “mátala”, “quémala”. Por lo menos, antes de bajarse del escenario, tiene la vergüenza torera de dar las gracias por “este espacio donde podemos cantar en libertad los que empezamos”. Solo por eso se ha salvado de un linchamiento general (Es broma. Aquí no matamos a nadie… o no se ha encontrado ningún cadaver).


Octavio Sastre pone paz en el ambiente, mediante el método de acariciar las teclas del piano, volviendo la energía de la sala a su frecuencia normal. Es una canción inacabada, pero necesita enseñarla. (¡Sí señor!) Por ahora se titula “El tiempo”. Habla de una tarde con una chica, bares, lugares que recorren… “Nos besamos, para el tiempo... Nos besamos como humanos, como tortugas… Al tiempo no lo puedes parar, así que bésala y déjalo” Mu bonita, pero ¡zas!. Nos deja a medias. A ver si la trae otro día completa. Bienvenido también.

Esto se acaba. Andrés lanza la última tanda. Esto cada vez se hace más corto. El tiempo vuela. Y sale Marta Plumilla, nuestra Marianne Faithfull, según comenta Julio Trak (creo) luego en la puerta, durante el post-micro. Canta una canción casi nueva que aún no tiene título, pero que acaba siempre con “Mal papel el que escogí”. Ella dice que no, pero a mí me parece inquietante. Así, estilo “REC”. De hecho dice en cierto momento “Hoy nos ví, en una película americana de terror”. Muy buena. Esta mujer va para arriba.

Y tras ella, claro, Valentín Nueda, “el Vampiro de Madrid”. Antes de empezar avisa que recitará tres poemas (dos cortos  otro normal) sobre el amor: “El amor es una gripe sexual, lo demás es el cariño”. Nos tememos que se pase de hora un montón, pero con sus tablas, enlaza perfectamente los tres poemas y los recita “en tiempo y forma”. Muy bien también. Deja foto nueva para el sorteo (aviso).

Y acabamos con Raquel Calviño que sí que se pasa de hora (casi 6 minutos). Andrés suda un poquito porque Julián está muy rácano con nuestra hora, aunque los conciertos luego acaban ante de las 10 y media, hora a la que empezaban antiguamente. Es que todo se va perdiendo. Movida Light para no engordar… En fín. Hay que añadir que la canción de Raquel “Lo etereo resbala” es preciosa. Canta esta composición recientemente escrita con fuerza y dolor. “Si al mirar no ves nada, mira otra vez”. “Es que todo a veces se me cae; una y cien mil veces te levantaré””. Canción algo lisérgica, etérea, parece flotar por la sala. Y su voz también. Buen final de micro.

Y acabamos con el sorteo, habiendo dejado fuera (maldita sea) a Juan Matute, Ernesto, David Barkley que como era nuevo, no sabía que había que decir que había llegado, que no bastaba con escribir,  y Adrián Murciano, que había venido desde Asturias. Ha sido un micro intenso y genial. ¡Y la semana que viene taller!

“Podéis ir en paz”.

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