jueves, 27 de febrero de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (545). 24/02/2020


Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_545) 

”Oremos”. Esta crónica, aunque escrita en tiempo presente, es posible sólo gracias a la inestimable colaboración de Una -sobre todo- y de Javier Gijón y Andrés Sudón. Sin todos ellos, hubiera sido prácticamente imposible. Hago esta crónica como la hacían muchos de los reporteros en la guerra del Vietnam, o sea, de lejos.

Debido a ciertos ajustes el micro empieza con cierto retraso, pero la lista de actuación a está casi cerrada. Para la prueba de sonido se presta (obligado) un buen señor, Juan Matute, que canta el “Shelter from de storm”, de Mr. Bob Dylan. Y da comienzo un micro de nivel alto.

Tras la explicación pertinente de las reglas del micro (*), Andrés presenta a los cuatro primeros. Y abre Mayumi, que interpreta al piano una bella canción en Japonés. Cuando alguien canta en su idioma original transmite más verdad que cuando interpreta en otro idioma. Una bella canción sin duda.

Juan Matute es el siguiente. Primero deja una entrada doble para el concierto de Nancho Novo y Los castigados sin Postre (Juan es uno de ellos) el 10 Marzo en Galileo. Canta “Cuando duermes en mis brazos”. Una bella canción nostálgica. “Ser capitán, capitán del olvido, no puede impedirme que te quiera, ni que viva y beba de tu risa cuando voy a tu lado donde sea… Sobre piedras centenarias y fugitivo por la luz, así me ven las tumbas lapidarias y al galope una bandada cruza la quietud”.

Ahora le llega el turno a Javi, que vuelve a hacernos el “Hey Joe” de Hendrix. Cada vez le suena mejor y lo toca con más esmero.

El que cierra la primera tanda de la noche es Mi Antonio. Su poema va de que el hijo repregunta al padre el porqué de su nombre, Luis. Y el padre le cuenta que “Hijo, yo te explicaré. Igual que Moisés bajó del Sinaí las tablas de seguir, tu nombre yo busque en otra tabla que vi”  el poema repasa todos elementos de la tabla periódica. Al terminar con los elementos de la tabla sin obtener el nombre deseado, enumera los nombres propios de mujer y hombre más raros del mundo y concluye diciendo que «Y como ninguno de estos nombres me gustaron, decidí llamarte Luis”, más o menos fue así.

Durante el recitado de Mi Antonio ha pasado una cosa muy desagradable. Cuando iba a media actuación se empezaron a oír maullidos provenientes de cierta zona del público. A mí me produciría una vergüenza supina que dijeran de mí que estoy faltándole al respeto a un artista porque estoy “colocado” o porque “no tengo cerebro”. Yo no sé quien era aunque me lo supongo. Esas cosas quedan graciosas entre colegas, pero hacérselo a una persona que apenas conocemos, aparte de otras consideraciones de edad, de entrega, de compromiso con las libertades, es de tener muy mala leche. Quizá es que esas personas están pidiendo a gritos que les echen de Libertad para presumir de desclasados y de gente libre. En realidad es gente esclava de su propia estupidez e inmadurez, sean quienes sean. De todos modos es posible que lo logren. No es la primera vez que Andrés Sudón echa a algún troll del micro. Ellos sabrán lo que prefieren.

Andrés pasa a la siguiente tanda, que inicia Norte. Nos canta que el “Mar está ahí”, por encima de todo. Es una canción muy corta. “Tengo miedo, tengo sueño y el mar siempre está ahí”.

El siguiente es el propio Andrés Sudón, “al que hoy le apetece hacer una versión de Chauen que, dice, ha sacado nuevo disco y que le tiene fascinado. La verdad es que la interpreta muy bien y, a juzgar por el toque de guitarra, la canción parecería suya. La melodía sí choca más para el estilo de Andrés” (Una). Sí. Todo un temazo y tan bien interpretado… Ha sido realmente raro que Andrés no cantase un tema suyo, como si no quisiera echar margaritas a ciertos… Bueno; no sé.

El caso es que ahora sube otro que se está haciendo cada día más grande ante mis ojos, y que no es otro que René. Canta “La tristeza”. Con su habitual dominio de la guitarra, canta una composición que compara la tristeza con un río. Compleja letra llena de imágenes, con una guitarra muy bien arpegiada con acordes muy bonitos de jazz como suele tocar él.

Andrés se sube para dar paso a otra tanda pero se da cuenta de que se había dejado a una participante del anterior grupo fuera. Elena Cormán se sienta al piano e interpreta una composición sobre la valentía de la mujer que ha de abandonar su casa que van a derribar. “A doña dramas nunca le falta el valor de  soñar algo distinto, soñar algo mejor”. “Y ahí, tan en mi, las luchas que otras enfrentaron”. Muy bella canción.

Andrés presenta a una #nuevaparticipante: Reich, que parece que “sube con la condición de recitar un poema que dura sesenta segundos. Y se titula igual. “¿Os acordáis de cuando tuvimos que componer una canción que durara un minuto nada más y se titulaba «Un minuto para despertar»?”, pregunta Una. Yo sí.  Bueno. Pero Reich ha perdido cuatro segundos al trabucarse un momento. 

Y ahora llega el turno de los participantes en el taller especial ”Elemental”. El primero es Javier Gijón, que ha elegido el "Cobalto". Y habla de “Un azul cobalto en tu corazón se mezcla y perdura: mata la ilusión”. Imágenes poderosas que se quedan rebotando en la mente como “las pelotas de goma dentro de un ascensor”. Javier me echa de menos, ya que tenía la intención de pedirme la guitarra para esta canción pues “le suena mejor con la acústica”. Medirá después que se va sintiendo aquí cada vez más integrado. Eso es bueno para crecer artísticamente, porque aquí se aprende mucho.

El siguiente es Juan Portillo, pero hoy no viene de poeta, sino con su mejor traje de cantautor. Su tema se llama “Oro” y “nos hace cantar a todos con un aullido que ¡ahora caigo! es el símbolo de ese metal. ¡Bien!” (Una). La canción va de un “pirata” fracasado que echa de menos a su amada. La gente se ha divertido porque ante todo Juan Portillo domina muy bien el lenguaje de la calle y mezcla perfectamente la realidad y la ficción. Muy buena.

Ahora le llega el turno a Una, que acompañada por Tom Ferguson traía para el sorteo su discografía completa, pero uno de los discos se le perdió por el camino y solo pudo dejar «Hueco de ausencias». Pero ¡sorpresa! Tom Fergurson (aquí lo conocemos como El hombre zanahoria), que toca a menudo con ella, dice que él ha traído algo: una pelota de goma de la suerte, del Alcazar de Sevilla. Una se pregunta: “¿será una de las de goma del ascensor de Javier Gijón?”, mientras intenta colocar la letra de modo que la pueda ver bien. Se oye la famosa voz en off de Andrés que recuerda “tranquilos, que os quedan dos minutos y medio aún”. El elemento que ha elegido ha sido "Oxígeno", una composición con atmósfera inquietante y letra oscura que habla de la dependencia y la asfixia de una relación enferma.

Andrés está feliz por las canciones aparecidas en el taller. Marco le ha pedido que no le saque hoy. Pero Andrés es capaz darse cuenta de que quizá lo haga para que no le canten el “cumpleaños feliz”, ya que hoy es su cumpleaños. “Pero te vas a joder”, le sonríe y lo entona, acompañado de toda la concurrencia. 

Ya fuera de las composiciones para el Taller Elemental, Andrés anuncia la siguiente tanda. Sube Marta Plumilla que, tras intentar resolver los problemas técnicos de afinación de guitarras, nos deja una entrada doble para su concierto del día 3 aquí, en Libertad. Canta “Los días felices”, la última canción de su disco «Álbum». Y, por cierto, el video sale el jueves 27. Canción nostálgica.
Ahora sale Daniel Romero, que tras dejar un poema secreto para el sorteo, recita tres poemas. El primero dice que se lo ha inspirado mi disco Hondo: “Turba” y en él critica la codicia.  El siguiente “Penas” habla de las redes sociales y de zafiedad. El último “Don Juan”, habla satíricamente de Errejón y su aventura de Más País.

Le toca el turno a Pikaflor, que nos trae un blues rápido también contra los políticos y sus falsos mensajes y promesas. Se llama “El blues de Bernie Sanders”. “Y en España Pablo, El Quichi y Errejón nos hacen felices con la Constitución”. «Qué bien toca! No sé si es tema propio o alguna versión. muy dylaniano también con una canción muy blussera y difícil de tocar con cambios continuos; en mi modesta opinión debería darle un poco más tiempo a los cambios de acorde para poder saborearlos y disfrutar de la melodía sonaba muy bonita pero como si tuviera prisa por acabarla» (Una)

A continuación La Princesa del metro sale acompañada de Javi. Aprende así que ese hombre va por su lado. Después de tres intentos de hacer algo útil, hace una versión del “Happy Birthday, mr. President” para Marco Vacío. Se baja bastante molesta por las chorradas que ha tocado su guitarrista de acompañamiento ocasional.

Andrés les explica que ha gente que quiere actuar, pide perdón a los que se van a quedar fuera, entre ellos El Vampiro de Madrid, al que había anunciado por error, además de Jenny Meriad, Alejandro, Julio Trac, David (léase Deivid) y, claro, Marco Vacío.

La última tanda la inicia Jorge Zurita, que anuncia actuación el domingo en el Calvario a las 6, con el Batey, grupo al que pertenece y con la colaboración de Marta Carpe y Laura Campello. Va a cantar una canción de Bolivia “para que resulte pedagógica” (?). “No sólo nos deja con la boca abierta por su buen tocar a ritmo de chacarera y su melodiosa y bien entonada voz, sino que también nos enseña palabras del quechua (imainaya, pasancaya, guagua) que se habla en su Bolivia natal. ¡Muy pedagógico y chispeante este tema llamado «Inglés Intensivo»!” (Una)

Ahora suben Marta Méndez y Miguel de Voz, una “pareja de Ex de otras relaciones”. Según cuenta Marta ella era novia de Gabriel Vidanauta y entonces lo dejaron y él en tan solo un mes encontró novia, lo que hizo cuestionarse su situación y ¡mira por dónde! entonces apareció Miguel y se hicieron novios. Y ahora suelen ir al Calvario “para vengarse”. Todo esto dicho en modo coña, claro. ¡Creo! Nos cantan sobre la relación de pareja “haciendo sangre”  un bonito juego de voces: “Quiéreme  por favor; yo me aguanto a duras penes, digo penas“ Y terminando con una reflexión. “¿Y no será mejor aprender a estar uno solo?”.

Y se acaba con Juan Antonio Ordóñez, al que Andrés ha hecho una bella presentación. Porque ha hablado de Juan Antonio como de una de esas personas, a las que yo pertenezco también, que abandonaron la composición por los deberes familiares y que gracias a los micros abiertos, han podido retomar su carrera musical al cabo de veinte o más años. Juan Antonio interpreta “A medio pulmón”, uno de sus más bellos temas, y regala una entrada doble para su concierto, que es a continuación.

Se finaliza este micro movido y estupendo con el sorteo habitual y que yo me he perdido. Mañana más.

“Podéis ir en paz”.

1 comentario:

  1. Muchas gracias Camilo. Es una buena noticia que se reanuden estas crónicas. En mi caso, sólo aclarar que nunca dejé la composición pero sí de divulgar mi obra y hacer conciertos. De hecho, hay muchas canciones de mi repertorio que jamás imaginé que algún día cantase en público y que compuse en esa época. Ah, la canción que interpreté se llama "Media canción", por si alguien tiene interés y la quiere buscar por spotify, youtube, amazon, etc. Un abrazo enorme a los nuevos y veteranos malochos!!!

    ResponderEliminar