Por: Camilo Crespo
(Los videos de este micro
se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_541)
”Oremos”. Ante todo he de pedir disculpas pues esta crónica si que está hecha a vuelapluma, ya que por motivos ajenos a mi voluntad me ha tocado presentar el micro. Cada vez que lo presento salgo convencido de lo extraordinario que es Andrés. Vaya paliza, vaya lío, vaya mogollón. Pero, bueno, esto es más o menos lo que ha ocurrido.
Hecha la prueba de sonido, entre Jesús –el
barman-, Marta y yo, hemos arrancado. , El presentador, o sea yo, ha hecho un
repaso de las normas. Bueno, de todas menos de esa que obliga a subir afinado
en la medida de lo posible. AL hablar de los videos he dicho que los subimos a
Instagram. Menos mal que Marta, al quite, me ha corregido: “¡¡Al Twitter!!”. Y
sin más dilación ha comenzado el micro.
Empezamos, como no, con Javier Gijón, que nos ha cantado su tema “Lucía punto es”. Nos ha
contado que esta canción tiene relación con el programa de radio “hablar por
hablar”, ya desaparecido. Parece un deseo de dejar constancia de lo que allí se
movía. “Historias en la noche vienen… y quedan en la oscuridad… las compartimos
cada instante… sólo a ti te acompañarán”. Cuántas historias y qué historias.
Muy bien interpretada, como siempre.
A continuación sube Una. Iba a cantar acompañada de Tom Ferguson, que no ha llegado
aún. Si nos lo hubiera dicho, se podría haber esperado para más adelante.
Máxime cuando, debido a ello, ha tenido que cantar una versión de una canción
(bonita y bien cantada) en inglés: “Tiger Mountain Peasant Song”, de Fleet
Foxes. Muy recomendable.
Seguimos con canciones de sensaciones. Mayumi. También interpreta una canción
ajena: “Soma”. Es de un grupo japonés. Y es sobre el desastre de Fukushima y el
“tsunami” (maremoto) asociado. El área este de Sōma fue prácticamente inundada
por el “tsunami” ocurrido en el 2011.
Además está a unos 45
kilómetros de la central nuclear. Es una zona devastada
y a la que muchos no han querido volver. Una interpretación al piano muy sentida.
Israel
Calzada
cierra esta tanda. Marco Vacío le
deja una púa para poder tocar mi acústica que hoy sustituye a la clásica de
Andrés. Nos canta la canción del poema de su padre a su madre fallecida
recientemente. Explica que la quiere
cantar mucho pues la va a grabar. Quedará estupenda. Muy bien. Ha sido una
tanda de sentimientos profundos.
El
presentador de circunstancias no quiere perder tiempo, pero claro, tiene
que anunciar el taller de la semana
que viene, sobre los Elementos de la
tabla Periódica. Para apuntarse hay que escribir a microabiertol8@gmail.com indicando
varios elementos por orden de preferencia. ¡Escribid! Este taller tiene la
particularidad de que si no cabemos en dos días, seguiremos reservando un sitio
para cantarlas los días que hagan falta.
Y pasamos a la siguiente tanda. Ahora sale Pikaflor. Problemas en el paraíso.
Nuestro cable nuevo no funciona. Cambiamos de entrada, pero nada. Quizá sea la
pila de la guitarra. Pero no. El bueno de Millas se planta allí para sujetar al
cable bien a la base y así se consigue. Su canción habla de pueblos perdidos en
la selva. Me gustaría leer la letra entera. Su dominio de la guitarra es muy
bueno, pero cuando canta un poco más lento, queda una canción muy bella. Me ha
hecho caso y el resultado ha sido a mi parecer estupendo.
Después sube Miantonio. Canta a capella una diatriba contra Pedro Sánchez y
Pablo Iglesias, con un lenguaje algo escatológico. Aquí no puedo opinar porque,
como escribía Nietzsche, procuro no opinar sobre lo que me afecta. Además el
arte es así. Viva la libertad. Su actuación sólo tuvo una mácula. Que como
poniendo el punto final, mandó mi guitarra al suelo. Los malditos cables que se
enredan en los pies. Se hizo el silencio en la sala, acompañado de una especie
de encogimiento de estómagos general. Alguien gritó “te vas a tener que casar
con el dueño”, lo que relajó la tensión... Yo preferí no opinar y cerré la
boca. Marta devolvió la guitarra a su posición usual y comprobó los daños. Y seguimos (yo con el orgullo de que mi
guitarra ya tenga una herida de guerra. Ya ha sido bautizada en el micro. Snif.
Bueno, cosas mías.)
Con el frío sudor, aun recorriéndome la espalda
(je je), anuncio a Kisham que andaba
un poco despistado. Mientras acabo de
reafinarla guitarra, nos cuenta que lleva ocho años en España pero que es de
Katmandú. Y que está empezando a componer en castellano. La verdad, me quedo
sorprendido del acento tan español. La voz muy clara, una dicción estupenda.
Una canción a la amada con una voz dulce.
El cuarto
último de esta tanda es Juan
Matute, que por fin ya por fin se ha quitado el bigote franquista
(imperativos de los actores) y parece otro, y que nos canta una composición de Nancho Novo y su grupo “Los castigados
sin postre”, llamada “Es mi camino”. Con un estribillo tarareado que nos
permite participar y una letra de desparrame total. ¡¡¡Genial!!! “Nunca estoy a la que estoy… Me encuentro un
verso en el suelo y Me lo quedo…” Vamos
bien.
Ahora el presentador a toda prisa comenta que el
miércoles 19 ha
un evento especial, en el que los alumnos de la TAI, a las órdenes de Andrés
Sudón, se estrenarán en Libertad. Y que habrá un micro abierto a las 21 horas y
que vengamos todos. Y sin solución de continuidad, anuncia a los cuatro
siguientes.
Y, ¡oh sorpresa! Vuelve a subir al escenario,
tras varios años… ¡¡¡Silné!!! Como
si no hubiera pasado el tiempo. Bueno, Sí. Están más guapos si cabe. René domina la guitarra (perdona, Silvia, que lo diga, je je) y Silvia nos brinda una interpretación
perfecta de un tema de René, que se
le ocurrió yendo en metro y por la conversación de dos mujeres, sobre los
disgustos del hijo de una de ellas. ¡Sátira
en puro estilo Silné! ¡Y dejan dos discos para el sorteo!
A continuación sube Millas, que lo borda. Pletórico nos rapea su “La cosa está tensa”,
metiéndose con los empresarios, intermediarios y políticos que venden España a
los chinos. Muy buena, como suele. Esto leyendo su poemario y me gusta tanto
como los de los Sudón (Andrés y Suso). Muy recomendables.
La familia “malocho” no estaría completa sin los dos siguientes. El primero es Daniel Romero, el poeta que nos pone al
día de lo que pasa en el mundo. Hoy recita tres cortitos. Uno criticando la
polarización de la política y de la sociedad en general. “A los del contrario bando… tildándolos de
traidores… “El último versa sobre los “Editores”. Daniel nos hace sonreír, reír y pensar… Nos
deja un poema secreto para el sorteo; como un día no lo haga, nos enfadamos.
Esta tanda acaba con Andreas, que nos recita dos poemas, a cual mejor: “Humanamente
objeto” y “Carta a mi madre”. El primero, se lo dedica a Marco Vacío.
Andreas crea un silencio especial cuando nos “relata” sus versos. A mí me transporta
a un lugar especial: gente de noche, al amor del fuego de una hoguera amable,
oyendo relatos. Transmite y transporta, no cabe duda.
El presentador, que si, que soy yo mismo,
anuncia a la última tanda antes de los #nuevosparticipantes.
El primero será Ingeniero Carcano,
que trae una base. En fin. Como hay confianza me voy a ensañar. La idea muy
buena. Una base preciosa (qué pena taparla con la voz, ¿no?). La canción -sobre
una novieta más que complicada- estupenda, como todas las suyas. Pero no es
fácil salirse del guión y lanzarse a la aventura –yo procuro evitarlo-. Así que
la próxima vez vendrá más ensayado. Lo cierto es que otra de las cosas buenas
del micro es que la gente se atreve a transitar sendas nuevas. Y eso siempre es
bueno para el arte y para el crecimiento como artistas. Gracias, Ingeniero
Carcano, por dar vida al micro, cómo no. Sigue así. Y vivan las nuevas
tecnologías.
Ahora sube “La
princesa del metro”. No puedo
entenderla bien porque empieza muy bajito, susurrando y me voy a hacer milagros
con el sonido. Luego empieza a gritar, con lo que vuelvo a correr a la mesa de
sonido. Ahora siento no poder resumiros mejor su actuación. Creo que poco a
poco irá cogiendo confianza, si sigue viniendo, y nos dará más de su ser arte.
Y llega lo que para mí ha sido el bombón de la
noche. Sergio Sanz, acompañado de Marco Vacío, brindándonos el dueto que
compusieron para la gala del aniversario de Libertad8. No tengo palabras. Son
dos genios, dos fuerzas vitales, unidas para crear una preciosidad de tema,
acerca precisamente de componer a medias. “Coge mi mano… como estrellas
binarias… “
Jenny
Meriad
hacía tiempo que no venía. Vuelve a haber problemas con el cable, que Millas solventa un poco, pero al final
optamos por usar al cable principal. Su canción creo que habla de pueblos
indígenas perdidos. “Donde llora el yaraví”, creo que se titula. (El yaraví es
un género musical del Ecuador que trata sobre desdichas).
Y tras esta tanda, llega el momento de conocer a
los nuevos. Así que presentamos a Zaphiro.
Tiene muchos nervios, pero sale y nos canta a capella un conocido bolero. Con
una vis artística muy pronunciada, nos canta “Procuro olvidarte, pero no lo
consigo…” Una bella voz, que aún tiene que domar. Tiempo al tiempo, como todos
necesitamos para pulir el estilo. Bienvenido.
Y, bueno, el tiempo se ha echado encima. He
intentado negociar con el bueno de Julián, pero ha sido inflexible. Hay que
procurar acabar a “y cuarto”. Así que anuncio a los dos últimos. Primeramente
sale Marta Plumilla, que nos
interpreta su “El señor que soy”. Por cierto, vaya conciertazo que tuve el
privilegio de ver. El pasado viernes en la sala “Fotomatón”. Arropada por sus inseparables Juan Fernández
y Andrés Sudón y con la colaboración de Inés Alba. Con sus eléctricas, su
acústica y su móvil. ¿Quién puede cantar con un móvil en la mano? ¿Eh? Pues
Marta Plumilla.
Genial. Bueno. Sigo.
El último en salir es Gonzalo Hormigo, que nos canta un bello tema, con aires de égloga
(creo que era ese el género) y con un acompañamiento de guitarra que merece
mención aparte, con vida propia, de esas que puedes escuchar perfectamente sin
la voz. Perfecta.
Y sin más
historias, da comienzo el sorteo, pero al indicar que se han quedado fuera,
Julio Trak, Javi, Valentín y Camilo Crespo, me percato de que no ha actuado quien suele cerrar el micro, es decir, el artista que actúa a continuación, que
en este caso no es otro que Marco Vacío.
Claro, el público, a falta de mi cabeza, exigen su presencia y por tanto no me
queda otro remedio que darle paso. Así que interrumpimos el sorteo y sube Marco Vacío a cantarnos su “Coro de
palomas” (que no se llama así). Deja una
entrada para el sorteo.
Ahora sí, cerramos con el sorteo y muchos nos
quedamos en la barra del bar, haciendo tiempo para el pedazo concierto que nos
llega después. Ha sido un micro estupendo, lleno como siempre de detalles, una ínfima
parte de los cuales espero haberos podido transmitir.
“Podéis ir en paz”.
donde llora Yemayá.
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