domingo, 1 de diciembre de 2024

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (991) 25/11/2024. Concierto “Mi”.

Por: Camilo Crespo. 

El video en directo se puede ver en el Canal de YouTube de Micro Abierto Libertad8 :

O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=z9GBFM4q7Mw

El atril ha estado haciendo flexiones porque hoy tiene trabajo. Tenemos concierto MAL8. Hoy hay quien busca su mi, quien justifica su mi, quien delimita su mi y quien pasaba por el mi. Tenemos acordes, tenemos poesía. Y hasta uno que se creía a salvo de investigaciones. Hay quien se ve sobrepasado por su mi. Pero todos me leen a mí.

 

“Oremos". Buenas tardes. Andrés saluda a presentes y onlainers en esta tarde especial, no solo por la hora de inicio, las 6 de la tarde, sino porque esto es lo que definió nuestro presentador como un “micrófono cerrado”. Y es que hoy todos los que actúan lo hacen bajo dos premisas, a saber, que interpreten una canción o poema titulado “Mi”  y que se estrene aquí esta tarde. Pasa lista para saber si está todo el mundo que se ha apuntado. Tras repasar las normas del micro, que hoy no incluyen la estricta duración máxima de cinco minutos, pide al público, no ya silencio, sino una atenta escucha, Porque hoy todo son nervios y los artistas precisan de buena concentración. Gracias a aquellos que han dejado su letra por algún aquí.

 

Andrés Sudón, según costumbre, es quien abre el concierto MAL8, para dedicarse después plenamente a gestionar esto. Dice que se ha puesto muy contento haciendo esta canción, Canción que habla del mí, o sea, del yo. Hoy va a haber varias. “…Mi  miedo, mi sueño, mi soledad de Guardián entre el Centeno, no son yo. Pero me recuerdan a mí. Y yo sigo así, descubriendo detalles de mí en el horror de aún no saber qué soy yo…”. Tema musicalmente enérgico con una letra intimista.

 

Andreas Kalk Badan, ante de comenzar, repite una frase de la canción que acaba de interpretar Andrés. “Mi espalda, dada a todas las hadas, descubriendo detalles de mí en el horror”. Bonito detalle. Andreas hoy viene a recitarnos lo que podríamos llamar una descripción del anti-mí, de lo que él suele llamar el cuñadismo de garrafón, a propósito de una reunión de vecinos improvisada, en la escalera de su casa tal vez. Y tal vez porque a un poeta le dio por jugar al tiro al blanco. Hermoso como siempre.

Ayer por la tarde, al entrar al portal, me topé
con una turbamulta vecinal acojonante.
La vieja del segundo contaba a voz en grito
que unos gamberros habían subido al tejado
y que, armados con más de cincuenta huevos,
los habían lanzado uno a uno
contra las distintas viviendas del patio interior,
impactando contra enseres y ventanales,
demostrando una destreza, sin duda, profesional.
El vecino enchaquetado del quinto
aprovechó una mínima tregua en aquel babel colectivo,
para, con voz solemne, apostillar que él no era racista
pero que tenía toda la pinta de que esos hijos de puta eran moros.
Todos asentían e imprecaban a la vez.
El cura rancio del tercero, que nunca saluda,
mantenía los brazos estirados hacia abajo y los puños muy cerrados,
mientras nos contaba aturullado
que toda la colección de arte sacro de su bisabuela
había sido profanada con yema de polla.
—¡Ay ay ay! lo que acaba de decir este señor, ¿no?,
—aprovechó para soltar Felisa, la del cuarto,
y ganarse así el tanto de unas risitas
de sus queridos aliados vecinales.
Pero no tardó la caterva en volver a formar el pelotón.
.
El conserje arrojaba bidones de gasolina al fuego
encadenando, con su proverbial lucidez cuñada,
silogismos de puro garrafón.
.
Y fue entonces cuando el vecino del sexto
—ese que tiene todo el balcón forrado de banderas—
dirigiéndose hacia mí, con voz severa, me preguntó:
A ver, Andreas, ¿qué opinas del mezquino ataque
que ha sufrido nuestra ejemplar comunidad?
Y se hizo el silencio, un silencio descomunal
que repicaba bajo el ceño fruncido de aquella Santa Inquisición.
Y le respondí lo siguiente:
.
Quizá se trate de una performance acerca del «origen».
Una acción, sin duda, audaz, frente al dilema de qué fue primero:
¿el huevo o la gallina? Circulo vicioso
que estos artistas proteicos han logrado quebrar
atacando el enigma con el propio enigma.
Así, tendales, vírgenes, macetas, carricoches,
tableros de ajedrez, trineos —de cuando Filomena—
han sido bendecidos por la fertilidad gelatinosa
de los embriones de una futura gallina muerta.
La gallina es puro mito de nuestra ciencia ficción.
Solo existe el huevo.
.
—¡Pero qué cojones dices de artistas, desgraciado de mierda!
—¡Cállese, Don Pollo!
.
La presidenta no paraba de gritar: ¡¡soy la presidenta!!,
y el cura farfullaba con los ojos entornados
mientras practicaba una especie de patética genuflexión,
y me entraron unas ganas irrefrenables de soltar aquello de:
«¡Has visto lo que ha hecho la cochina de tu hija!»,
pero me decanté por seguir con mi discurso…
.
—Compañeros, calma, calma…
—¡«Compañeros» tu puta madre!
—Cálmese, Don Pollo, y escuche.
.
Quizá se trate del coraje de unos valientes activistas
que, hartos de tantos huevos que posa el macho alfa sobre la mesa,
hayan decidido estallar esos mismos huevos del patriarcado
contra el patio trasero de su desencanto.
.
—Mira, maricón de mierda, esta es mi comunidad,
y tu eres un jodido alquilado perroflauta y potencial okupa,
—me gritó Don Pollo.
Es MI gente, es MI historia, es MI… ¡todo! y no voy a permitir
que MI familia tenga que escuchar tus mierdas en MI propia casa.
.
Es MI... vida.
.
Y a esta última frase le siguió un silencio sepulcral.
.
Se quedó mudo, inmóvil, con la boca abierta,
reflejado sobre el charco de sus miserias,
cristalizado, igual que aquel señor de Bresson
saltando sobre el charco de la estación de San Lázaro.
.
Ese «MI» es nuestro problema, amigo mío.
Mi amniótica radiación de fondo,
mi galaxia, mi sol, mi planeta,
mi ciudad, mi casa, mi cuarto,
mi ropa en el suelo, mi yo desnudo frente al espejo
y una finísima capa de aire en el conticinio de la noche
que cartografía cada micra de mi cuerpo.
Ninguno de estos «Míes» son míos sino suyos.
Nos empeñamos en poseer lo que no nos pertenece,
y nos desentendemos de lo único que es realmente nuestro...
Cada vez hay más «MI» sin «MÍ»
en esta delirante disolución del «YO».
Mi mujer, mis hijos, mi madre, mis amigos,
mi móvil, mis series, mi Instagram, mi Tik Tok,
—¡no hay nadie ahí!—, mi jefe, mi sueldo, mi coche,
mi profesión, mi mercado, mi carnicero, mis pastillas,
mi, mi, mi, bla, bla, bla, mi, mi, mi...
Estamos sepultados en este baile de máscaras del «MI».
.
Queridos vecinos, mi vida —¡¡nuestra vida!!—,
a veces necesita del impacto de un huevo primordial,
¡del bombardeo ovíparo de nuestra propia existencia!,
para recobrar el brillo de su cáscara cálcica.
.
Los miembros de la manada
rondaban la escultura afásica de Don Pollo
con ese modo tambaleante y circular de las hienas
cuando tratan de hincarle los colmillos
al búfalo moribundo.
.
Y aproveché aquel momento de enajenación grupal
para meterme en el ascensor
y desaparecer.
.
.
Nadie supo, compañeros, que aquella tarde
la zorra estaba dentro del corral
y tenía forma
.
de poeta.

 

Borja Cacharro trae un ídem, una interfaz para sacar efectos, que magnifica el sonido ya de por sí tan especial de su guitarra. Su tema también va su yo, de todo lo que le bulle dentro y que le hace distraerse de su objetivo. “…Curanderos y sapos, cinturas rosadas,  varios indios perdidos. Y al fondo un gran vendaval sereno, como molinos de viento gigantes, me hacen pensar. Se me funden los cables. No puedo aguantar tantas distracciones, que me hacen perder el objetivo estar contigo…”. Muy original, como suele.

 

El hijo de la Pepi nos canta su estudio del mí, como apócope de mío, como adjetivo y como pronombre, siguiendo a cualquiera de las preposiciones, que han aumentado desde que yo las estudié. “…Esta es mi canción de mí, que va detrás de preposición. Mí,  con acento en la i. Mi no existe, es mentira. Mí soy yo, chim-púm”.

 

Luis Roca canta una canción acústica con una letra con tintes religiosos. “…Es muy personal esta creencia. No puedo negar pensar que Él está dentro de mí, dentro de mí,  dentro de ti. El maestro está dentro de mí no está en el Cielo ni en el Infierno está dentro de mí…”. Se define como agnóstico.

 

Andrés pide disculpas porque no estaban sonando los altavoces de la sala, sólo los del escenario, aunque ha ocurrido únicamente durante su actuación. Y seguimos con otra tanda de míes.

 

Sofia Idoia nos recita un poema que comienza con el mí.

Mi lunes está de viernes salpicado.
El salto sin orillas muestra el cielo,
porque sin pedir permiso al suelo,
 mi rumbo chapotea al olvidado.
Me importa un miedo. Se devuelve desafío
de un cabello, resistiéndose a su peine. 
 Y cada mí se descalza de su empeine 
y las huellas maltratan al abismo.
En el conticinio, cuando el reflejo
 se borra y se desnuda de su prisma,
susurra mi horizonte su consuelo. 
 Y caigo. En la caída ya prevista 
 se rompe un destello y tras el velo
mi todo se rehace. Soy yo misma.

 

Marta Plumilla es la siguiente. Deja una entrada para su concierto del próximo miércoles 27. La entrada es una pieza de puzle imposible de acabar, no por su posible complejidad, sino poque un perro se llevó otra. Y nos ofrece otro ejercicio estupendo de creación, jugando por un lado con un crescendo musical y al tiempo mostrándonos esas cosas, pensamientos, manías y obsesiones que nos atan. “…Mi mechero, mi cactus, mi tierra natal. Mi Romeo, mi haiku, mi carta astral. Mi luego, mi no-sé, mi carbonara. Mi hueso, mi después, mi blusa blanca…”. Me ha encantado, pero, claro, yo soy fan.

 

Sergio Ituero, ante todo deja para el sorteo un ejemplar de su “Un ejemplo de subliteratura”. Y a continuación nos lanza toda una serie de cosas que parecen definir la vida de algunos políticos de este país (o que debieran definir). “…Mi camello, mis viajes a Dominicana, mis mulatitas, mis sobrecitos. Mi casa en el viso, mis asuntos, mi chalet en Sotogrande. Mi Audi r8 v10 Plus, mi marrón, mi Audi r8 v10 Plus me lo quemaron anoche mientras dormía. Mi detención, mi abogado, mi amigo. Mi amago de infarto, mi declaración…”. Bravo.

 

Aura Boyer es #nuevaparticipante. Es alumna Andrés en TAI y se ha lanzado a la aventura estrenándose en el micro con un concierto MAL8, ni más ni menos. Muy valiente. Se sienta al piano y explica que es muy friki de la música, así que todos los versos de este poema terminan en mi mayor o en mi menor. Toma. Se acomoda al pedal y se lanza. “Puedo parecer de piedra, pero existen caminos a mí. Poco a poco, como la hiedra, mis murallas puedes subir. Yo te aguardo, por si intentas a tientas llegar a mí…”. Buena interpretación. Ya sólo por su valentía se merece el abrazo que recibe al acabar.

 

Tomás de la Casa nos resume el contexto de su canción. Y es que de pequeño, como era zurdo, lo de la guitarra se le hacia muy cuesta arriba, así que se dedicó a aprender piano, hasta que un amigo que se iba de viaje le dejo su guitarra. Su “Mi” se refiere a la sexta cuerda de la guitarra. “Abandonada dentro del armario, con la madera partida,  dormía la guitarra. Ya no recuerda cuando la acariciaban. Ni aquellas canciones de días que no acaban. Lloraba la guitarra…”. Ya os imagináis como acabó la historia. La guitarra en manos de Tomás, claro.

 

Andrés manda un saludo a todos los que estamos viendo la retransmisión y comentando en la charla adjunta e invita a los presentes a comentar también si les apetece. Y ya nos acercamos al final. Queda una tanda y otra incompleta. Vamos allá a seguir empachándonos de estos “Mi”.

 

Mi Antonio deja sus carpetas y su espejo para el sorteo. Después canta su tema a capella, esta vez repasando todo lo que la vida le ha dado. “…Mi sueño cuando estoy dormido. Mi pereza al despertar. Mi percepción de los sonidos. Mi gusto. Mi do, mi re, mi  mi, mi fa, mi sol, mi la, mi si. Mi música y mi canción, Mi tango y mi bandoneón…”.

 

Ángel de Andrés hacía mucho que no asistía a un concierto MAL8, así que hoy es una ocasión especial. Dice que esta es su mí. Y que Mimí es su guitarra. Y empieza con su ritmo alegre y ligero. “Es Mi la tercera nota musical. Le sigue al rey, le deja al Fa su lugar. Las quintas y las terceras le suelen gustar. Cuando combinan nace mi sueño musical…”. Con acompañamiento de palmas, que no podía faltar, nos ha cantado a la música y al propio concierto. Bravo.

 

Javier Méndez dedica su canción, aprovechando que es 25 de Noviembre, día internacional de la “Eliminación de la Violencia contra la Mujer”. “…De repente el aliento se me quiebra y se me agria. Un canalla, cruel y salvaje, me golpea brutalmente, propagando su fuerza, su ira y su furia enrojecidas. El primer puñetazo impacta en mi cara, destrozando. Se me levantan ampollas…”. La violencia siempre se ceba sobre el más débil, como una onda expansiva.

 

Javier Gijón da las gracias a Andrés por el concierto y saluda a este cronista, antes de explicar que su canción va sobre que a veces somos rehenes de nuestra imagen y nos comportamos como los demás quieren, o tal vez no. Su tema nos habla de cómo se ve a sí mismo. Esta vez se decanta por un tema con ritmo y acordes abiertos. Bravo esa energía.

Mi vida es un torbellino, no lo puedo negar
Algunos días son tristes, otros son carnaval. 
Amo el sol cuando calienta y también el chaparrón,
con risas, también pasiones un caos fenomenal. 
Me agarro fuerte si hay viento 
y es que aprendí a luchar
pasar sintiendo mi vida 
buscando siempre algo más
así soy sin instrucciones
amigos, risas y errores 
mi vida es como una peli B
y yo soy el director. 
Mi vida es bien sencilla, guitarra, versos y amor
No quiero otra fortuna que tiempo para soñar. 
Mirar de frente a la vida y valor para remar. 
Buscar sonrisas pasiones que alegren mi despertar. 
Me agarro fuerte si hay viento 
y es que aprendí a luchar
pasar sintiendo mi vida 
buscando siempre algo más
así soy sin instrucciones
amigos, risas y errores 
mi vida es como una peli B
y yo soy el director.

 

Sergio Sanz trae una base en su móvil, que conecta para que se oiga. Pero antes explica que parte de la composición musical es de Miguel Moreno, su productor. Primero recita unos versos de introducción y luego se lanza al hip hop. “…Y detrás viene el tren. Es el bit de mi chip , pero no hay robot. Es el bien de lo fiel de la carne y miel. Una flor en la red. Ni tan bien ni tan mal. Es así, ya lo ves…”.

 

Andrés dice que este concierto es una maravilla. Y vamos a acabar ya con los tres últimos artistas para cerrar el concierto MAL8 titulado “Mi”.

 

Maya viene con su cuatro (especie de guitarra pequeña con cuatro cuerdas) y deja para el sorteo un pegatina de su reciente disco, titulado “12 lunas” y anuncia que la semana que viene sale en todas las plataformas su canción titulada “Sangre”, de otro concierto MAL8. Y anima al público a ayudarla con el estribillo, con la mitad de la sala haciendo una cosa y la otra mitad, haciendo otra. “Nunca le he dicho a nadie eso,. Mi amor, quiero mirarte, darte un beso. Mi amor, contigo floto. Ya no hay peso, mi amor. Cuando me miras, así tan misterioso y sutil, hay tantas cosas que voy a aprender de ti, mi, mi, mi, mi  amor, mi cielo…”.

 

Carmen Corral toma la guitarra del escenario, que se le atraviesa un poco. Por fin logra comenzar porque dice que ya se está empezando a poner nerviosa. “Tengo en mi sentir el fluir de un barco navegando en la mañana. No es oscura mi mirada. Si me rindo al oleaje de bravura los labios…”. Una bella letra de amor con buen ritmo de guitarra.

 

Victoria Loarte viene llena de energía y ritmo. Pero antes deja dicho: “No soy de ningún bando; por eso en libertad canto. Yo soy mía, soy mi-mi-mi mía”. Y comienza a soltar su letra: “…Hablan de mí. Van a por mí. Porque no les dije a todo que sí. Ninguno de los dos son mis amigos. Sólo quieren que les dé la razón. Y que pise charcos. Que me ensucie por ellos. Entonces quizá algún día velen por mí…”. Temazo de puro rock duro. Solo le falta la distorsión de la guitarra. Como ella dice: “Jesucrista Superstar, Salvadora Loarte”. Así que deja el ambiente más que cargado de energía que el castillo de Fronkostin.

 

Y así sube Ernesto Arango, como un trueno, para regalarnos su siempre necesario “cadáver exquisito” de palabras cazadas. Genial, por supuesto. Y tras él, Andrés despide el micro, feliz de haberlo logrado de nuevo. Haber asistido a una sesión irrepetible y única. Y mañana más.

"Podéis ir en paz".


P.D. ¡Un momento!. 

Camilo Crespo (mi menda) no ha asistido esta vez al concierto. Y se pregunta Andrés  que si porque no aparecía en el cartel. SI fuera así, Andrés promete flagelarse esta noche como penitencia. Pero no ha sido por eso, así que nada de flagelarse. Camilo deja constancia de su tema, que va más bien de definir las fronteras de su “Mi”, en el video siguiente.

https://www.youtube.com/watch?v=EeCBf53oK68

Mi es sentir el aire que te corresponde
Mi es remarcar cada silaba de tu nombre
Mi es tener claro el horizonte 
Mi es no dudar de las decisiones
Mi es una isla, solitaria e inerme
Que sigue esperando que algún naufrago se acerque
En la barra de un bar ante una cerveza
Siempre a merced de las galernas
Y la vorágine de la vida 
Te cambia, te pinta una nueva cara
Te pone barba, corbata o melena…
Te enarca las cejas… así te disfraza…
Luego, cuando te desecha
Tú te das cuenta
De que no eras tú, no era tu mi
Mi puede ser un excesivo amor propio
Mi también puede ser la justa medida
Mi en solitario puede ser egotista
Mi acompañado define el entorno
Mi    miedo, mi duda y mi odio
Son fronteras los barrotes de tu calabozo
Y la vorágine de la vida…
Mi compañera , mi vida y mis afanes 
Son tus conquistas la extensión de tu imagen 


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