Por: Camilo Crespo.
El video en directo se puede ver en
el Canal de YouTube de Micro Abierto
Libertad8 :
O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=4fZao2SNQnE

"Oremos".
Buenas tardes. Andrés saluda a presentes y onlainers. Se notan los nervios en
el ambiente porque la gente está muy callada. Y es que hoy hay Concierto MAL8.
Este se titula “Frio”. Nuestro presentador avisa de que intenten los artistas
no decir que la composición se llama frio y que la trae con pinzas, que ya lo
sabemos. Y pasa lista para ver si estamos todos. Quiere hacer constar una
circunstancia muy especial. Y es que después hay concierto de Javier Fernández,
que además ha compuesto un tema especial para el concierto MAL8. Toma ya. Antes
de comenzar, Andrés comenta que si alguien tiene prisa, que se lo diga, para
sacarle antes. Y ahora vamos allá. (Quiero dar las gracias a todos los que me
ha dejado o pasado las letras).

Andrés Sudón sale en todos estos conciertos el
primero a fin de poderse dedicar después de lleno a presentar y coordinar.
Primero lee una cita de su libro “Acomodado en la rebeldía”, que dice así: “Nací
mientras nevaba, en primavera, como prueba de que nada es como es. Desde el
principio fui lo que siempre dejo de soñar cuando despierto”. Deja el libro para
el sorteo. También avisa de que el día 5 domingo presentará su nuevo disco a la
una y media de la tarde. “Nací mientras nevaba en primavera, como prueba de que
nada es como es. El frío para mí no es un problema. Me apaño con un beso y un jersey.
Nací mientras nevaba en primavera. El frío me da igual si es literal…”. Como
siempre, letra que mete los dedos, apoyada en una música a caballo entre el
rock y la canción melódica.

Vela deja un disco que acaba de sacar para
el sorteo. No se enteró hasta hoy de que había que crear una canción titulada
frio, así que la ha creado en un pis pas. Está dedicada a alguien en concreto,
que fue lo primero que se le vino a la cabeza, explica. “Como tu nombre que
está a tu altura. Como la sangre azul que te da la caradura. Si fueras hombre, pero eres niño. Lo que mejor
sabes es cómo estar perdido. Frío, eres frío…”. Tema que me suena a estilo new
age.

Elena
Hernando trae un poma
que, curiosamente, no contiene la palabra frio, aunque sí es su título. Habla
de todo lo negativo, de todo lo que es como si fuera frio. “Un copo de nieve
entre tus dedos derretido. Un iceberg a la deriva, entre las olas escondido. El
golpe de enero, que se cuela por la ventana, y la cuesta de enero, que se
escapa por el bolsillo…”. Buen poema.

Carlos Rodríguez explica que siempre se presenta por su
nombre común, que es Carlos Reyes, pero como ha venido su madre, ha querido
usar su apellido. Con ritmo pausado va cantando el tema que también pare estar
dedicado a su madre. “Mucho encuentras, poco dices. Lágrimas secas, vueltas
grises. Es la luz de tu ser. Pienso en mi madre, vuelvo a nacer…”. Juega en su
canción con armonías complicadas. Me ha
parecido original.

Josetxu
Bermejo es otro
cantautor que me parece original. No se le puede clasificar en ningún estilo típico
de música. Su tema es corto y con base muy jazzística. Muy interesante.
alto, alto, alto
y el invierno cayo
redondo
cerrado
perfecto
como una
o
alrededor
de la mano
el guante,
del árbol
la nieve
de la casa
la tormenta y después la calma
la tormenta y otra vez esa calma
como un ejército q se acerca
un pensamiento q no me deja :
qué permanecerá cuando nos alcance el frio.
descienden los ejércitos del norte
toman posiciones en silencio
desde la torres del palacio
ya podemos verlos
un bosque de lanzas oculta la luna
los caminos de plata ya están a la puerta
qué arderá mañana en nuestro corazones
cuando estén tendidos en el frio.
Tras esta
primera tanda, Andrés quiere recordar, por si alguien se ha incorporado tarde a
la emisión, que estamos cantando y recitando temas titulados “Frio”, porque
esto es un Concierto MAL8. Y de momento lo escuchado es de alta calidad, pero
aún queda más e igual de bueno. Vamos con más artistas.

Marta
Plumilla dice que está contenta
porque acaba de sacar "Forastera", un EP de cuatro temas, en formato
video, (https://www.youtube.com/watch?v=FwN88JR-yK0).
(Menudos cuatro temas más hermosos). “Pasas, vida. Vas sin frenos. No hay
comida. Bueno, ya veremos. Suena Mila. Manda callar perros. Anda, mira; aquí
hay un euro. Y el presidente hoy pasa frío, frío; más frío que yo…”. Balada
suave para una letra estupenda.

Ernesto Arango hace su tema en catalán. Menos mal que ha compartido la letra. Un tema suave, lejos de su costumbre. Corrijo. Eso solo fue al principio. Después vino la caña, je je. Bravo.
Tinc fred en aquesta illa peninsular popular
Sin tu estic perdut, Pera
Pedro, Pedro, Pedro
Fes soroll
Cabrejaté amb lo popular
I anem fins al fin
Al infinit
I més allà
Tinc fred sin tú
Zu gabe hotza
Fríu
Que pinga'l mocu
Y escarabaya el pelleyu"
(En bable)

Sergio
Ituero es uno de mis
poetas favoritos, quizá porque tenemos el casticismo como cosa común, y los
años, aunque el meno, claro. Bonito poema sobre lo primero que se siente
normalmente al nacer, suponemos, claro.
sentado en el trampolín
de una excavación
Hipnotizado por los brillos
de los topacios
de alúmina y flúor
cristales de roca
corindones amarillos
allá unos rubíes orientales
rojos de brillo intenso
rojos de brillo inmenso
carmesí dulce
alterativo
Me hallaba reducido
limitado, encorsetado
y sin embargo libre
A millones de átomos
de distancia
de los políticos, del estado
de los mercachifles
En una quietud martirial
mas mi sangre corría
como un potro en la dehesa
Ajeno
a la guerra civil de Rodesia
En una anuencia
filosófica y mística
en un pensamiento libélula
que vuela, que vuela, que vuela
en un bosque de sabucos
Envuelto como un regalo
para los dioses, sí,
que habitan el sabucal
Suspendido en un pulque
de sensaciones acompasadas
Acomodado en una nube rosa
Respirando vapor de luz
aposentado en la magnética
impermeabilidad del vacío
imantado de amor
interfoliado de páginas de barro
como en una damajuana conservado
Pero todo reino tiene su estremecimiento
algo espeso que empieza como nieve menuda
y termina en agujas de hielo
una tibia retorcida
una imaginación poseída
los colapsos de un imperio
empiezan con una pequeña contracción
a la contracción le sucede una dilatación
a la dilatación le sucede el expulsivo
la riada bajando el valle
se abre el telón de mi madre
manos voraces
azotes procaces
ácido peracético
en las fosas nasales
El viaje a la fosa ha comenzado
Primera parada: EL FRÍO

Javier Fernández tiene concierto esta noche. Antes de
cantar nos explica “Jaroneo” (escrito con h) en Extremadura es cuando no te
quitas el pijama en todo el día. Su canción se iba a llamar "Milonga del
jaroneo en días de frío"… Pero como Andrés le llama a capítulo, corrige y
dice que se llama “Frio”. No se hable más. Dice que es una milonga (pide
disculpas a los argentinos) y es un poco un guiño a Chicho Sánchez Ferlosio. “No
he salido de la cama y hoy me he convertido en grillo. Escondido entre el
visillo y el cristal de la ventana. Hoy me he levantado luna prescindible en la
mañana. Es un chiste ser la hermana de una estrella tan brillante. Perdona que
no me levante. Hoy la calle no me llama…”. Muy hermosas coplas.

Andreas Kalk
Badan cometa que “qué deliciosa
tempestad de frio”. Como siempre, le saca todo lo sacable al tema propuesto y
nos deja otro estupendo poema.
por qué voy tan fresco por la calle.
Me excuso, entonces, con que soy medio vikingo
y medio burgalés.
Pero la respuesta termodinámicamente honesta sería
que para qué me voy a cubrir
si tengo una ventisca siberiana
atravesando el yermo de mi pecho.
Un frío siberiano para el que el frío madrileño
no es más un Veranillo de San Martín.
Pero este regusto de la gente por saber acerca
de la conducta íntima de los otros no termina aquí.
En primavera y en verano me preguntan, también,
que de dónde vengo tan sudado,
y suelo contestar que tiene traza de ser hormonal.
Que se trata de sudores propios de mi edad,
la edad en la que uno se convierte
en ese aguacate que se pide para hoy,
en ese «córtame el verde del puerro»,
en ese «qué caro está el tomate para no saber a nada»,
o en ese jazmín andaluz que agoniza en tu balcón.
Pero la respuesta adecuada sería aludir al fenómeno físico
por el que se te empaña el espejo de tu cuarto baño,
al ser tú mismo la fuente causal
que alimenta —desde adentro—
el frío del espejo.
.
Siempre, siempre, tuve una capa de frío
inserta en algún páramo perdido entre mi piel
y mis tejidos internos.
.
Se trata de una capa similar al celofán, fría y dura
como la epidermis de la cebolla metamórfica
que se fragua en la nevera.
Una corteza quiescente,
una pompa de frío interna que tiembla
con la cualidad inquietante
de una latencia invernal que amenaza con provocar
un paro cardiaco a la primavera.
Y una vez el invierno inicia su expolio
la agazapada muselina de mi burbuja azul estalla
y se propaga hacia adentro
grapando en mis órganos de dolor
un jodido patrón de interferencia;
unos barrotes que encarcelan en lo más hondo de mí
una tristeza de la que ya no puedo escapar.
Y este helor napoleónico avanza, también, hacia afuera,
en una sucesión de banquisas
que intimidan con sus filos los contornos de mi piel.
.
El periodo glacial ha sido consumado.
.
Y me siento como una matrioshka que un niño lapón
dejó desarmada sobre el manto de nieve que cubre su jardín.
Y no se me ocurre moverme ni un puto milímetro
no fuera a ser que me desguace, definitivamente,
por dentro. Y afuera, claro que sí, el mundo sigue girando
y la gente se ríe, se emborracha y comparte sus anécdotas,
mientras yo aprieto fuertemente la mandíbula como aquel niño
con la granada en la mano en Central Park.
.
El problema de este marasmo orgánico,
de esta jodida hibernación criogénica,
es que detiene por completo el entrelazamiento
de los átomos que traban mi existencia,
y comienza la conspiración interna de mi rebaño:
una política cuántica de recelo, rencor, distancia y olvido.
Y me convierto así en un caldo atómico sin calentar,
y en el que flotan ridículos los brotes verdes de mi vida
sobre la carne cruda y trinchada de mi ser.
.
Pero con el tiempo siempre asoman por el horizonte
—al menos hasta la fecha—
las trenzas de una luz nueva
que, poco a poco, van caldeando mi caverna.
Pero no es que el tiempo cure nada:
¡es el devenir natural!, ¡es lo que tiene que ser!
Que el tiempo pase y que todo pase con el tiempo
no tiene nada que ver con la «cura». Es el proceso,
es el cambio, es la arruga del tiempo: eso es lo que pasa.
Empeñarte en cambiar tu compás natural
es sacar de su quicio a tu propio astro. Es enfermar,
es olvidar
tu propio nombre…
.
Así que prefiero entregarme a la extraña certeza
de que la aurora siempre llega a su cita,
y me salva, en las últimas, una y otra vez,
con sus labios de carmín.
.
Y me adentro, entonces, en las oquedades de mi gruta
y acaricio con delicadeza
las gotas del deshielo de mis agujas de luz,
y unto mis yemas en la arcilla de lo que fui,
y pinto caballos y bisontes salvajes,
y marco las huellas de mis manos
en las cúpulas de calcio,
para así poder recordar
—la próxima vez que me visite—
que yo
estuve allí.
.
.
Que yo, a pesar de mi frío,
siempre quise y querré
ser feliz.
Andrés le
explica a Javier lo del título obligado en el Concierto. Y vamos a seguir. Pero
con algo curioso. Y es que tenemos en esta tanda a un #nuevoparticipante
que se ha apuntado al “Frio”. Y eso tiene su mérito.

Mi Antonio deja un cuaderno para el sorteo. Dice
que tiene un problema personal, así que primero canta un aire de Zarzuela (una ironía
por lo de hoy, es decir la visita al rey, tras el susto que nos ha dado el
Presidente Pedro Sánchez que ha acabado por ser sólo un amago). Su canción no
es precisamente sardónica hoy. Se pone serio en los conciertos Antonio.
Amaneció y el rocío
Congeló y dejo baldío
El terreno entre los dos.
Perdí aquello que era mío,
La única pasión que ansío
Que es la de tener tu amor.
Fue constante mi desvío;
Me rechazaste con brío,
Cerraste tu corazón;
Corazón que, ciego al mío,
Se enfrió por el hastío
Y acabó en desamor.
Frío, frío, frío,
Como el invierno umbrío
Y las aguas de ese río
En las que me ahogo yo.
Si fuera en mar bravío
Sería náufrago de un navío
Que, en el olvido, se hundió.
Infiel, traidor e impío,
Mis pecados, ahora, expío
Con un inmenso dolor.
Arrepentimiento tardío,
Por mi carácter sombrío,
En busca de tu perdón.
Frío, frío, frío,
Sin ti, me siento vacío,
Me pierdo entre el gentío,
Tratando de hallarte.
En la esperanza confío
Y sin descanso porfío
Deseando encontrarte.
Buscarte es un desafío
Sin ti, siento escalofrío,
Me falta, de tu cuerpo, el calor.
No he tenido señorío,
Te pensé como amorío
Y eras mi único amor.
Frío, frío, frío,
Víctima de mi albedrío,
Que creyó en su poderío
Y a este abismo me empujó.
Noche, de parranda y lío,
Culminó en mi descarrío
Y a este infierno me arrojó.
Pregunto entre el mujerío,
Si me hablan de ti, sonrío,
Dicen que nadie te vio.
A causa de ese extravío,
Muero, en mi desvarío,
Loco, por ti, de amor.

Rolan Garcés está feliz pues es su primera vez en el
micro. Y encima con el reto del concierto. Bien por él. Con buen ritmo al
estilo folk americano y con un canto muy de la tierra. Me ha gustado mucho.
Antes de bajarse deja un disco para el sorteo.
Quiero poder mirar
Contornos, valles y cuchillos
son como ladrillos en el desván.
Quiero poder hablar
Quiero poder hablar
Historias, dichos y mentiras,
son como los días que no se van.
Vuelvo a sentir frío
y no quiero esconderme nunca más,
prefiero quedarme junto a un río, y luego andar.
Quiero poder oír
Quiero poder oír
Insultos, risas o silencios,
son como los vientos que trae el mar

Tomás de la Casa comenta que le toca hacer el ultimo
frio de la noche. Con su estilo como de romancero, nos canta. “Acá en el cielo
hay un espacio vacío. Nunca pasa nada. Solo se siente frío. Alma de luna, cuento de
cuna. Voy contando cada segundo despierto y se derriten como cubitos de hielo…”.

Javier Fernández a petición de Andrés, sale para cantar
un tema habitual de su repertorio para que el público le conozca mejor y
quieran quedarse a su concierto. Da las gracias a nuestro presentador por la
petición. Explica que su abuela nació en Lavapiés a principio del siglo XX y
tiene ella mucha culpa de que se dedica a la canción. "Ave
migratoria" es el título de la canción que nos canta. “…Tú pintaste lo que
ven mis ojos cuando voy por la vereda. El valor es eterno. En mi puerta lo
dejaste a mí cuidado, corazón de Lavapiés
y extremeña. Somos aves migratorias”. Un tema precioso.

Y acabamos con el "rollo" de Ernesto Arango, nuestro cazador de palabras. Qué mejor colofón para este precioso concierto. “Frio”. Tras él, Andrés despide el micro. Otra gran sesión, como siempre. Y mañana más.
"Podéis ir en paz".
P.D. Añado aquí mi propia aportación al concierto "Frio" y, como comento en mi publicación, tras estar un més haciendo la canción, el último dia decido hacer una distinta. Y así fue. Este es el enlace: https://www.facebook.com/luis.c.crespo.3/videos/1363738124200972
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