domingo, 2 de mayo de 2021

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (630). 27/04/2021.

 Por: Camilo Crespo. 

(Pincha aquí para ver el vídeo de la emisión en directo)

 

Canal de YouTube de Libertad8:

www.youtube.com/channel/UCWTVbuYiRiobV2vUfpvJzUg


”Oremos”.  Buenas tardes. Andrés Sudón, nuestro presentador aparece inmerso en un mar de pompas tornasoladas sobre fondo azul para recitar “Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano”. Estos versos, nos explica, que tantas veces recitó José María Gómez Valentín, más conocido por Valentín Nueda, el Vampiro de Madrid, entre los habituales de los micros abiertos de Madrid. Andrés comenta que el pasado miércoles 21, Valentín nos dejó, a los ochenta años de edad, pleno de juventud, porque era de esas personas que saben que la juventud es un estado del alma. El rapsoda de los micros abiertos, un personaje controvertido pero queridísimo. Enamorado del arte y de los escenarios, siempre intentando mejorar. Un hombre que se postulaba firmemente de derechas, pero que no dejaba de recitar a Miguel Hernández y a García Lorca. Que iba a los micros abiertos, nidos de rojos, a juntarse con toda esa gente. Le encantaba crear polémica, continua Andrés. Le encantaba que cuando actuaba en Calvario, hubiera gente que se saliera para no verle. Una vez, una de sus fotografías, esas que siempre daba para el sorteo, fue quemada a la salida de Libertad Ocho. Y él fue corriendo a contárselo a Andrés, emocionado e incluso como contento. Andrés termina este pequeño homenaje, diciendo que aún no se lo acaba de creer y que está un poco desolado por su desaparición. En el cementerio de la Almudena, en el monolito número ocho hay una placa con su nombre y sus cenizas han sido esparcidas en el parque de los sueños, según expreso deseo de nuestro querido rapsoda. A Andrés le apetecería organizar algo el día 21 de Mayo allí. Débora, la persona que cuidaba a Valentín, le dio unas tarjetas que se dan en los funerales como recordatorio y Andrés las guarda para aquel día. 

Pero como esto es un micro abierto, estamos aquí para lanzar nuestras canciones y poemas a los aires cibernéticos, por lo que Andrés nos da la bienvenida de nuevo, al modo habitual y lanza la primera tanda. Nos pide que pongamos comentarios en las actuaciones, porque es un gusto después contestarlos. Y que despleguemos lo que tenía Valentín: todo nuestro amor  respeto por la escena y sobre todo, como decía él, duende.

 

Y el primer es Camilo Crespo (yo). Con ciertas dificultades técnicas, consigue arrancar a la segunda. Como preámbulo, comenta que Valentín y él eran de bandos “guerracivilenses” distintos y, como tales, de vez en cuando se bloqueaban. Pero se respetaban y había cariño. Camilo le apreciaba porque era una persona seria, formal. Se tomaba la vida enserio, a la gente en serio y a su profesión en serio. Y, aunque no le conocía muy profundamente, le parecía que era una persona excelente. Valentín se negó a quedarse encerrado en casa. Iba a los micros y tenía cuidado. Añade que la vuelta a Libertad será algo dura. Como homenaje va a cantar “Desacompasado”, dedicada a las salas de  los micros abiertos, en la que indirectamente se le menciona. “Mi ciudad tiene un corazón grande y potente... Pero también tiene un corazón pequeño, que late bien desacompasado, imperfecto... Porque mi ciudad palpita cada vez que pisa algún artista este escenario. Ya sea poeta o cantautor, rapsoda, músico o loco Improvisando. Que nunca falte su latido para que mi corazón siga andando. Que nunca falte su latido Desacompasado”. Canción con “ritmo ajustado al estado de ánimo en el que estamos”, comenta Javier Gijón. Y “nunca faltará su latido”, añade Goiko.

 

El siguiente, Javier Gijón, se une a este homenaje a Valentín, sumido como todos en la tristeza. Pensaba Javier que Valentín saldría adelante, pero no ha sido así. Y, aunque había diferencias de criterios con él, Javier lo define claramente: Valentín era uno de nosotros. Más claro el agua. Muy bellamente expresado. Dicho esto, Javier quiere abordar la canción que dejó aparcada el martes pasado. “Un sueño” habla de los “sintecho”, de las personas de las colas del hambre. Se la dedica a esas personas que hablan de ellos con total falta de respeto. Y es que Javier se siente muy indignado por esa falta de humanidad de “esas” ciertas personas. “Un camino sin fin, arrastrando los pies. No era solo su edad. Y era su voluntad. Busca en la oscuridad techo donde dormir. Comparte su amistad entre un poco de hollín. Disfrazó su valor entre vino y sudor. Olvido. Ya no quiso luchar. Un camino que no pudo andar. Todos pasan de él. Nadie quiere saber. Si esta su soledad se refleja en su faz. Piensa en lo que fue. Y en lo que pudo ser. No dejó adivinar este oscuro final”. Javier nos deja otra canción  comprometida, con ritmo incisivo. Bravo.

 

A continuación entra Una, que nos deja en su video una introducción, que reproduzco. “Lleva siendo hasta el día de hoy una semana triste desde que me enteré de la muerte de Valentín. Pensé que estaba mal, pero creía que se recuperaría de esta y volvería a los locales de micro abierto con su socarronería y elegancia habituales. Su silla preferida en el Libertad 8 (cuando lo abran) quedará ahora vacía. Un hueco de la ausencia de Valentín, alguien que, te cayera mal o no, no dejaba indiferente”. Sagrario Aos apunta en comentarios que “la esencia de las personas que no podemos ver sigue viva en nuestros corazones”. Este micro está siendo de y para Valentín. No podía ser de otra forma. Y Una nos canta su “Hueco de ausencias”, con una letra muy positivista y luchadora. “Para cambiar este estado de cosas tendrás que sufrir, tendrás que lidiar con el desencanto, con la oscuridad... Para aplacar esta ira de enfados tendrás que cantar, pasar a la acción. Dejar que se aburra la desilusión. Para alcanzar esta horda de anhelos, tendrás que escribir, sacar la emoción. Dejar de asustarte por tu corazón. Mas sé que estas penas también pasarán. Yo sé que estas penas también pasarán”. Una acaba deseando que ojala Valentín se reúna por fin con su mujer. Bello deseo. Gracias.

 

El siguiente homenaje, que de eso se trata, corre a cargo de Juan Antonio Ordóñez, que comenta que la muerte de Valentín le ha dejado profundamente triste. Por lo inesperada. Porque Valentín no era una persona que te dejara indiferente. Daba su opinión sincera sin ningún reparo. Iba de frente.  Aunque de vez en cuando no coincidían en ideas, nunca ha sido éste para Juan Antonio un motivo suficiente para alejarse de alguien. Además le conmovía mucho su soledad y además le parecía un artistazo. Va a cantar su “Pintaré”, basada en el taller “Negro”, canción que le gustaba especialmente a Valentín. “Voy con mi maleta a cuestas. Prometí que en primavera volvería a por ti. Voy con mi guitarra libre. Ya pagué los platos rotos y, borrando antiguas fotos, me dirijo al porvenir. Ya se bien que ahí afuera todavía alzan banderas. Adivino una quimera. Voy con mi guitarra limpia, presto a repartir caricias. Vuelo libre hoy al fin. No viajo con lo puesto. Voy cargado con los versos que escribí. Pintaré este negro mundo con el blanco de otro rumbo. Libre al fin”. Una letra preciosa que los comentarios han alabado especialmente. Todo un himno de Juan Antonio Ordoñez. Gracias, Juan.

 

Andrés da las gracias a los primeros cuatro participantes. A Camilo por su tema sobre el “underground” de nuestras salas, a Javier por hablar de los “sintecho”,  a Una por su preciosa canción, a Juan Antonio por esa energía que ha puesto y por echarnos de menos, y, aparte, a Ernesto por resaltar en comentarios las frases que le llaman la atención de las canciones. Y añade que nos estamos alargando con el homenaje a Valentín, de modo que hemos hecho cuatro actuaciones en cuarenta minutos. No sabe si es precisamente porque Valentín tenia una forma particular de medir el tiempo en el escenario. Je je. Y como Andrés ha quedado a las siete de la mañana...  Y presenta al siguiente grupo de artistas.

 

Los primeros son Las dos en punto, hoy al completo. Primero nos dice unas palabras Rafa, que habitualmente no habla, para comentar que aunque él no tenía un trato especial con Valentín, ya que ambos eran poco “simpáticos”, lo cierto es que también lo sienten. A Valentín le gustaban los micros y por eso debemos, termina, hacer así el homenaje que se merece, haciéndolo o mejor posible. Y así nos cantan “Nunca más”, corte siete de su álbum “Tarde de nubes”, una joyita. “Sin reparar si quiera en la ley de la gravedad, te llegará el momento de saltar. Lanzarte hacia el vacío sin nada que perder. Sobre un trapecio frágil y sin red. Conducirás tu nave por mares de verbena hasta encontrar la llave que abra tus cadenas y todos tus temores se quedaran atrás. No vas a tener miedo nunca más”. Dos voces, Mila e Inés, que cuadran perfectamente, sostenidas por el buen hacer (y componer) de Rafa, nos han brindado otra preciosidad de tema.

 

Y por fin Ernesto y con él “¡la energía del micro abierto llegó!”, apunta José Manuel Irala. “Una tromba; ¡cómo arrancó!, se suma Germán. Y remata otra vez José Manuel con un “ponle un distorsionador”. Este hombre no sabe lo peligroso que puede ser un distorsionador en manos de este auarpamú. Lo cierto es que hoy Ernesto nos quiere cantar sobre la votación, al tiempo que prueba nuevas cosas sobre el cantar. “Voto en una urna. Voy botando por la calle ¡Parece que importo! ¡Ojala cambie todo a mejor! Haciéndolo elijo consenso elijo. Pongo mi voto de colores en la urna porque me da la gana y tengo ganas. Voy a votar el 4 M... Vamos a elegir. Vamos a consensuar. Vamos que nos vamos. ¡Payaso! ¡Payaso! ¡Payaso! No soy el que tu dices que soy. Soy el dueño del pastel”. Y acaba dejándonos agotados, aunque sólo haya cantado él. Je je.

 

A continuación entra Andrés Sudón, que nos comenta la buena acogida que tuvo su experiencia del domingo pasado, repasando las canciones de su disco “Dudas Pop” y que este próximo repetirá, esta vez tratando su tema de hoy: “¿Cómo?”. (“Están estupendos esos vídeos, me encantó el del pasado domingo”, apunta Javier Gijón). Andrés quiere decirle a Valentín que vive más la persona que muere por salir a la calle que la que se queda en casa para no morir. (Lizi añade en comentarios: “Gracias por su música y recuerdo con ustedes a Valentín Nueda”) Y nos canta Andrés “Cómo cuidar de mí, si siempre me pongo en peligro. Como aquel lago que al sol voló quedando vacío. Como todo lo que quiero. Fumo todo lo que bebo (¡cof!). Cómo cuidar de mi. Como cantó Luis Eduardo (Ahora cómo lo entiendo). Estoy pasando un bache, un revés, un agujero. Si hubiera dejado el alcohol alguna vez, ahora tendría que volver...”.

 

Serio, formal, Goiko hoy cambia su papel para hacer un recitado, como homenaje a Valentín. Valentín tenía una personalidad fuerte y algún desencuentro hubo a nivel teatral, pero siempre dentro del respeto mutuo. No tenía mucho trato con él, pero han sido muchos micros escuchándole y será muy difícil volver a Libertad sin su presencia. “La cogida  la muerte”, del “Llanto por Ignacio Sánchez Megías”, de Lorca, fue lo último que le oyó recitar y son esos versos los que nos trae hoy. Lógicamente, Goiko se lleva los mejores comentarios de la tarde. Un precioso homenaje el suyo. 

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte a las cinco de la tarde.
 
El viento se llevó los algodones a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba! a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
 
Un ataúd con ruedas es la cama a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

 

Andrés de nuevo entra para dar las gracias a los artistas de esta segunda tanda. A Las dos en punto, por ese comentario de Rafa, del que dice que no le parece antipático en absoluto, y por su bella canción y bella retransmisión. A Ernesto le felicita por haber hecho caso de su consejo del otro día  haber metido dinámica a su actuación, variando el tempo y la intensidad. A sí mismo también se felicita y por supuesto a Goiko, ya que ese poema se lo hemos oído muchas veces a Valentín. Sí. Valentín estaría encantado con este micro, con más gente de lo habitual, ya que hay personas que se han querido unir a este homenaje.  Andrés da paso a la siguiente tanda, la tercera.

 

El primero es Germán Risemberg, que no conoció a Valentín, pero se une al sentimiento común. Por su lado, tiene un amigo música, Ricardo Vilaseca, ingresado en Rosario, por el que muchos músicos, alguno tan conocido como Fito Páez, piden por su pronta mejoría. Por otro lado está detrás de poder hacer pronto otra performance con su amigo Mauricio Ortiz. (Ernesto comenta: “Ricardo Vilaseca ¡energía!” Y Una añade: “A ver si mejora, ánimo, ese Ricardo. Y a ver si vuelve Mauri”). El tema que Germán nos trae hoy se llama “Lleva tu nombre”, un tema de amor. “Dejé otra vez tu plato en el mantel. Por si regresas. Cuando el reloj dio las doce, mi fe naufragó sobre la mesa. Y sin embargo lo volveré a hacerlo hasta que vuelvas. Y este vacío en el alma desaparezca. Es que te quiero. Lo voy a decir. Y es que te espero, como el invierno al sol. Es que te extraño. Lo voy a gritar. Es que te sueño en mis desvelos de largas noches. Cada palabra que escucho lleva tu nombre”. Precioso tema, Germán. Muchas gracias.

 

¡Hala! Otra agradable sorpresa. José Manuel Irala hoy trae como acompañamiento un banjo, además de la armónica, para interpretar “Un girasol en la luna”. Conoció un poco a Valentín porque se lo encontró una vez entre el público en un concierto y tuvieron después contacto por Facebook. Le dedica esta canción. “No recuerda cuánto tiempo lleva aquí. Quizá porque no nació. Ya no queda nadie como él, en peligro de extinción. El amor no lo mide con besos, no. Con tiempo mide el amor. Quiso plantar en la luna un girasol  y un Giraluna en el Sol. Vive inmerso en un sueño de color del que nunca despertó. Un capítulo de un libro que escribió y que nunca publicó. El amor no lo mide con besos. No. Con tiempo mide el amor. Quiso plantar en la luna un girasol y un Giraluna en el Sol”. Sorpresa general en comentarios por el banjo.  Es que mola. Bravo.

 

Marta Plumilla nos trae hoy “Días felices” con su eléctrica. Esta canción cierra su disco “Álbum”. Cada vez suena mejor su propia interpretación, sin banda. (A ver, que no digo yo que despida a sus dos acompañantes habituales –que no lo hará-. Pero me gusta ver cómo la canción tiene vida perfecta en sus manos. Es una manía de músico auto-ejecutante). “Pienso en los días felices, capturados en este álbum. Niño y la vaca del chiste. Papá jugando al tute con un gato.  Aunque yo no salga, sé que estuve allí. No te asustes. No estoy llorando. Es tan frágil el amor. Fui feliz y no me avisaron. Todo culpa del rocanrol. Esas fotos lo demuestran. La nostalgia es un cajón. Está escrito en las estrellas. Amarillento corazón. Pienso en los días felices, capturados en este álbum. En mis ojos hoy posa un tigre para la foto de este año.  Aunque yo no salga, se que estoy aquí”. Bravo Marta, que se despide con “Un beso para Valentín y disfrutad del presente”.

 

Andrés agradece a los tres artistas anteriores su participación. A Germán por su canción tan bonita. Eso de poner el plato en la mesa aunque no esté le recuerda lo que ha dicho Una de dejar vacía la silla de Valentín cuando volvamos a Libertad... A José Manuel le da las gracias por mostrarnos su banjo. Mola un montón. A Marta le agradece sus “días felices” y también los de ahora. Y sí, apostilla, hay que vivir el presente. Que nadie se guarde la felicidad para luego. Lizi Scott iba a emitir, pero no ha podido ser por problemas técnicos. Y Andrés da paso a la última tanda.

 

El primero es Antonio Espinosa que, a propósito de Valentín comenta que qué decir que no se haya dicho nada. Que ha sido una semana muy triste. Que está impactado. Que había coincidido mucho con Valentín y que le tenía mucho aprecio. Y que no podemos hacer nada más que echarle de menos y dedicarle esta tarde a él. Comenta el tema de las elecciones de Madrid y va a cantar “España todos a una” porque en su opinión le parece vergonzoso que se tiren los trastos a la cabeza. “Últimamente solo vemos demasiado enfrentamiento entre todos los que formamos este bonito  gran pueblo y no me gusta para nada la pinta que tiene esto. Yo tengo la sensación de que se repite el cuento. No me gustan los insultos, por portar ciertas banderas, ni tampoco que se juzgue por tener ciertas ideas. España, país de tanta riqueza y diversidad, cultura y gastronomía, de gran interés mundial. Por qué no intentamos entre todos entendernos y dejamos las trincheras que solo llevan al odio”.

 

Y acabamos con Vacuo (para nosotros Marco vacío). Pide disculpas por haber llegado tarde pero tenia ensayo con la banda, porque “Dolce far niente”, su banda  que hace rock alternativo, grunge... “ruidoso, vamos” (je je), tocan mañana en la sala Rockville. También está hoy aquí por participar en el homenaje a Valentín. De hecho lo de Vacuo es en honor a él, que le decía siempre que debería llamarse así. Y la canción que va  a cantar,”La última canción”, cuando la interpretó en el MAL8, al bajarse del escenario, Valentín le miró todo serio, frunció los labios y le hizo el gesto del pulgar hacia arriba. “Y me crecí un poco”, añade Marco con una sonrisa. Porque Valentín era muy exigente y para él ese gesto le valió mucho. Y nos regala su tema “La última canción”. Con esa letra apocalíptica. Con sus acordes especialmente disonantes, evocadores, transgresores y una melodía muy preparada, Marco nos transporta a otro lugar. Así ¡quien necesita drogas! Los comentarios reflejan lo que nos ha parecido. Una Isa López: “Preciosa canción con maravilloso arpegio y acordes ídem”. María Gemma Gamo Araque: “Uff, los pelos de punta, muy buena”. Kalk Badan: “¡Maravilloso, Vacuo! Una canción brutal. Un abrazo enorme, compa”. Nada que añadir. Yo siempre pienso cuando veo estas genialidades que quizá me he perdido algo. ¿De dónde salen? ¿Cómo es posible? Tendré que asumir que estoy asistiendo a ciertas maravillas. Aunque, a estas alturas, ya no me extraña. Marco, como Marta y Andrés y otros muchos, cantan como quien respira. Luego estamos los que bebemos, digerimos, damos lo mucho o poco que tenemos, pero sobre todo no queremos perdernos estas explosiones siderales que otros, pobres desgraciados, se están perdiendo. Los ojos como platos se me quedan. Supongo que todos, hasta ellos, tenemos esta sensación. ”Disculpen las molestias. Tengo algo que decirme subido aquí... Hay hueco en este silencio para una última canción... para la última canción, antes de partir hacia el recuerdo, viento en calma al fin. La guerra terminó. Un público en silencio. Toda la humanidad a punto de ser huesos, de ser tierra nada más. El último ser humano incapaz de estar en pie. El último tirano cantando una canción. El último ser humano de camino a la extinción. Y qué puedo decir. Adiós. Y gracias por venir. Adiós”.

 

Y Andrés aparece en directo para hacer la despedida. Da las gracias a los dos últimos participantes. A Antonio por ese deseo de que vayamos todos a una. Para que no hubiera problemas, añade, bastaría con ser honestos; eso es lo único importante en política. Y es lo único que no pasa nunca, remacha, pero es lo que hay y hay que lidiar con ello, mientras no te afecte a la vida personal. Y a Marco le agradece esa “última canción” del micro y del mundo, con ese paisaje que ha creado desierto y vacío, vacuo; una canción impresionante. Recordándonos que va a intentar que se pueda llevar a cabo ese homenaje el día 21 de Mayo, en el Parque de los Sueños, en La Almudena. Homenaje al que asistirá la señora que le cuidaba y su hija, únicas personas que estuvieron en su entierro. Están muy tristes y sería bonito que vieran el cariño que le teníamos. Porque Andrés, confiesa, quería a Valentín. Y quiere que ellas lo sepan. Y tras este bonito y emotivo micro, nos despide con “Podéis ir en paz o, como diría Valentín, ¡estáis todos despedidos!”.

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