sábado, 13 de junio de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (576). 09/06/2020


Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en el muro del grupo Micro Abierto Libertad Ocho y en la página de Camilo Crespo Música, de Facebook)
  
  

”Oremos”.  Buenas tardes. Hay días alegres y días tristes. Hoy es un día triste, porque se ha ido Pau Donés. Era un luchador, una buena persona. Pero el bicho de siempre, no el covid, ha podido con él. No me gusta ser pesimista y no suelo dejarme llevar por la pena, pero, como dijo una querida y patidifusa compañera, tenemos derecho a estar tristes. Así que hoy el micro tiene aire especial. Vaya por Pau.

De momento, nuestro querido coordinador del micro no trae cara de amigos. Tiene, nos cuenta, un mal día. Así que espera que los participantes de hoy le animen. Hoy Ocurre en Madrid no puede transmitir, ya que Juan Antonio Ordóñez tiene que trabajar en su tienda. Así que será Camilo Crespo el encargado de hacer la transmisión. Y empezamos.

Hoy tenía un poquillo de prisa Germán Risemberg, así que será el primero en actuar. Nos avisa de que más tarde verá todo el micro. Su canción de esta tarde se llama “Tocar el horizonte”. Habla de un hombre obsesionado con alcanzar el horizonte, pero, claro, el horizonte se va desplazando, así que es un sueño imposible. Un poco como metáfora, nos explica, del poema de Galeano. También un poco con la idea del deseo humano, que cuando se dirige a un objeto y lo alcanza, se da cuenta de que no era ese y su deseo cambia hacia otro. Ese hombre de la canción seguirá intentándolo, a través del mar, de la montaña... “Su sueño era tocar el horizonte. Así fue que un buen día se largó. Se despertó temprano una mañana. Cargando un bolso viejo se marchó. El campo, inmensidad vestida en verde. Ya no perdió más tiempo y avanzó. Por cada paso que avanzaba, el horizonte un paso se alejó. Y a pesar de que no lo halló, su boca una sonrisa dibujó...”.Con ritmo de chacarera, me parece, desgrana esta historia. Gracias, Germán, por la explicación. Me ha hecho la reseña completa. Je je. Se despide hasta la semana que viene, pidiendo disculpas por no poder seguir el micro en directo.

El siguiente es Camilo Crespo (yo), que está aprendiendo el “Here comes the sun”. Comenta que va a cantar su canción “Inocentes”, sacada de una especie de taller, en el que Andrés sugirió que cada uno hiciese una canción acerca de “su primera experiencia”. Por aquellos años de adolescencia, Camilo comulgaba todas las mañanas, sin confesión ni nada. Se veía puro, cosas del amor. La canción habla de la primera vez que se desnudaron y de la decisión de ambos de abandonar el paraguas de la Iglesia. “Lo primero en caer al suelo fueron nuestras dudas. Luego tu bata roja, mi camisa y tu pantalón... Y los dos descubrimos en aquel sofá esa mañana, que nuestros cuerpos no podrían ser reos de nada. Tanta pureza nada tenia que ver con curas,  reglamentos y asignaturas... Y allí tus senos tiernos. Y allí mi vientre hirviendo. Inexplorados, adolescentes. La piel erizada. Buscando el cuerpo a cuerpo, nos declaramos inocentes”. Para acabar manda unas palabras de ánimo a Andrés y le recuerda que pronto estaremos “hablando” (gesto de beber) en Libertad Ocho.

Javier Gijón también tiene un mal día. Hoy está triste, quizá sea la luna o quizá sea el sol, dice. Se solidariza con Andrés y recuerda a Pau Donés. Como está así, va a cantar “Corazón Cobalto”. “La palabra dicha impone una verdad. Flores que se esfuman en la confusión. Implacable ausencia, oscuro dolor. Muero en el capricho de tu corazón. La vida exprimida dentro de un cajón, se nutre de ausencias, curte mi dolor... Pelotas de goma en el ascensor, mordiendo feroces, rebotan sin fin. Un azul cobalto en mi corazón, se mezcla y pervive. Mata tu ilusión”. Buen ritmo y buena intensidad. Bravo.

Y terminamos esta primera tanda con nuestro Neil Diamond, Ángel de Andrés. Lo más adecuado para animar al presentador. De hecho, visto lo visto, ha decidido cambiar de canción, para esos momentos en que estas en la piscina y te hundes. “Patada en el fondo, arriba, tomamos aire y seguimos nadando, porque en el fondo no hay nada”. Su canción “Paula”, nos advierte, va en re mayor. Je je. Para que podamos acompañarle. “Si tu quieres olvidarte de la triste soledad, déjame que te acompañe hasta tu portal. Es preciso que te hable. Este infierno ha de acabar. Yo sé que entonces soy culpable, has de perdonar. Paula, al nombrarte me llegan ecos de amor... Paula, lo que tú y yo inventamos, será de los dos. Subidón con Ángel, cómo no. Gracias. Aunque yo no esté de bajón, nunca viene mal. Se despide Ángel, deseando pronto nos veamos en fase tres.

Nuestro presentador aparece con una máscara de horco. ¡Debe de estar bueno! Da las gracias a los participantes de esta primera ronda y dice que ya está algo mejor. “¡Convertiremos este día de mierda en una tarde preciosa!” Antes de pasar a la siguiente tanda, avisa de que Camilo Crespo ya está transmitiendo el micro. Luego Andrés lo compartirá en el muro del grupo. Y nos pide que lo compartamos aunque luego lo borremos, si no queremos dejarlo en nuestro muro, a fin de que llegue a cuantas más personas mejor.

La siguiente tanda empieza con Joaquín Ascón, que hoy aparece roquero, con su melena suelta y guitarra eléctrica. Coincide en que hoy estamos todos un poco de bajón, en su caso por la noticia de la muerte de Pau Donés. La canción de hoy se llama “Nada es verdad”. La presentó en su día en el programa de Jesús Hermida. “Hay cosas que no se cuentan, historias para olvidar. Solo se vive dos veces: aquí y allá. Y en el mejor de los caso puedo decirte mi edad. No esperes que me confiese... Nada es verdad, nada es mentira. La soledad, la compañía, la oscuridad, la luz del día. Con un puñal harás caricias, si de la muerte pende tu vida”. Potente canción. No me extraña que se la pidiera Hermida. Felicidades.

Yo tuve una amiga que era una persona muy especial. Montaba en moto de gran cilindrada. Tenía una personalidad muy fuerte y una especial sensibilidad. Me contó que un día iba por la carretera y se paró a ver a unas vacas. Y de pronto vio una y en ese instante fue la vaca. Fue una experiencia única. Hay personas que tienen una especial empatía con los animales. Marta Plumilla, por ejemplo. Sus canciones están llenas de referencias a ellos. En esta canción del taller “Ciudad” se mete en la esencia del animalillo desvalido que todos llevamos dentro. “Después de este otoño retira mi cuerpo de la carretera y llévatelo al bosque. Y que allí los renos cachondos me devoren, con ansia y con celo, como si fueran ovnis. Como si fueran hombres. Vuelve a la ciudad y di que me mataron la falta de amapolas, los frenos que fallaron, las ganas de engordar, matando entre horas a Lorca y a Piazzola, en pro de lo moderno. Y di que era ya muy vieja para vivir en la ciudad...”. Muy bella y triste canción.
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Ahora llega Antonio Espinosa, que nos va a cantar “Tú y yo”, una canción personal. “Era una tarde cualquiera sin más cuando una foto a mí me salto. Correspondía al foro de un chat en el que estábamos tú y yo. Cómo te llamas, me puse a escribir sin pensar que ibas a contestar.  Vivo en la sierra, no soy de Madrid. Si te apetece podemos quedar... Tú y yo, solos los dos, apostamos por un futuro juntos. Tu y yo, solos los dos, desafiamos al destino”. Efectivamente, parece autobiográfica y hermosa. Hoy a van varias canciones autobiográficas. A ver cómo sigue la tarde.

Una les da la charla a Andrés y a Javi, para que levanten el ánimo. Viene maquillada y muy guapa. “Me he echado perfume para oler bien”, nos confiesa. Pues se le nota. Seguro que ella canta más a gusto. Nos canta su canción del taller “Despertar en un minuto”, que fue su primer taller y en el que Andrés la obligó a repetir la canción dos veces... Y después la del taller “Kilómetros”, también autobiográfica. Un pedazo de canción. “Después de un año entero sin tener noticias, papá vino a buscarme en un Seat Ibiza. Mi tío iba delante todo circunspecto. Viajamos hacia el sur sin parar ni un momento. Kilómetros de asfalto recorridos en busca de mi hermana que se fue de casa, colándose en los trenes con un par de punkis comiendo de las sobras y durmiendo en los parques”. Antes de acabar nos recuerda que está pendiente su disco “Taller ayer”.

Ya nuestro presentador aparece cos su atavío usual. Da las gracias a los que están reprimidos por acompañarle en su sentimiento. Le ha sorprendido lo de Jesús Hermida. “Joaquín -comenta- tenemos mucho que hablar tu y yo...”. Le dice a Antonio que le ha encantado su tema. Y a Marta que sus canciones le curan. Y a Una que aparte del kilómetro de minutos que ha usado, si le hizo repetir debió de ser necesario, ya que cree que las terapias de choque siempre funcionan. Y se alegra de que a pesar de ese estreno en el micro, Una siga con nosotros. Repasa también las muertes de artistas de estos días. Presenta a la siguiente tanda.

El primero es el irrepetible Ernesto. Con su guitarra que dice que no toca pero que no para de tocar. Manda animo para Andrés, Javier y el resto. “¡Que la tristeza forma parte de la vida!”. Hoy su tema trata de la publicidad. “El miedo es como una canción. Un mensaje que tiene éxito o no. Te toca o no te toca. Lo sientes, te transforma... La publicidad nos conduce el pensar hacia la línea de pensamiento correcta, en el límite de la razón...  Santa crisis que nos da conocimiento de cuáles son los cimientos que debemos destruir o deconstruir...  No finjas que no hay un problema en el mundo. No des la espalda al racismo. No aceptes que nos quiten vidas inocentes. No pongas más excusas. No pienses que esto no te afecta. No te recuestes y guardes silencio. No pienses que no puedes ser parte del cambio...”. Este es el resumen del resumen del fancine semanal de Ernesto, que se despide con un beso y un abrazo. Y yo con la sensación de dejarme la mitad de su mensaje. No hay remedio.

Y ahora Andrés Sudón y la brutal canción de “Ansiedad”, un disparo en la sien de mi conformismo. Aquí no hay imágenes convertibles. Es clara y directa. Un mordisco en las partes blandas de la comodidad. Me dan ganas de salir corriendo. Tendría que poner la letra completa, porque no tiene desperdicio. A mi me parece que habla del vértigo de la existencia, cuando, pasada la juventud, te ves abocado a tu vida normal, sin preguntarte si eso es lo que realmente quieres. El sí se lo pregunta. “Al final del tobogán había una oficina, ya quedamos pocos en mi mundo de niña. Detrás de mi mente puede que aún existan los Reyes Magos, Dios y el Partido Socialista. Estoy enfermo, contagiado de tristeza global, mirando el plano de las ruinas que podría comprar. Hay una hipoteca que me mira desde el fondo del bar, pasillos de supermercado hasta la tercera edad...”. Parece que acabe de escribirla. Y a esto le añadimos la energía musical de Andrés y tenemos una pieza imprescindible. Andrés se despide con un ”Bienvenidos a la nueva normalidad”. Y punto.

José Manuel Irala nos trae una canción muy agradable (o no, según se mire). Se llama “Olvidé tu nombre”. Con acordes sencillos, una melodía pegadiza y con ritmo de reggae. “Desde aquella tarde me hiciste jurar no volver a verte. Tu nombre olvidar. No tuviste en cuenta que a veces la mente no deja a la vista lo que tiene enfrente. Y eres tú y solo tú la que debes al fin comprender... Me olvidé de tu nombre, pero el resto no puedo. ... Me olvidé de tu nombre, pero el resto no quiero. Y eres tú”. Y acaba con “Por un beso de la flaca, yo daría lo que fuera...”. Muy bien, José Manuel. Sé lo que es que te vengan a besar en sueños. Horrible despertar. Uf.

El sofá, los gatos... Andrés Garrasparri, que nos hace un repaso de las canciones de Pau Donés. Y le desea un buen viaje. Comenta que le vio en un concierto en 2010. Y hay que seguir luchando. Andrés nos va a tocar su tema “Me quema”, por todas las cosas, explica, que no nos gustan y por las que hay que seguir peleando para cambiarlas. “Me quema. Me quema que los bosques ardan y todo se pierda, que los animales y plantas se extingan y mueran, bajo la mirada del hombre que el mundo gobierna. Y todo lo estruja y lo explota hasta que lo entierra... ”. Una letra redonda completa y fundamental. Gracias, Andrés, por regalarnos tu parte más comprometida. Por favor, no dejéis de escuchar este video. ¡Bravo!

Y saltamos a la sensibilidad de Lizi Scott, a la que le hemos pillado un poco por sorpresa. Se prepara para emitir y nos da su canción “Carolina”, antiguo tema retomado, dedicado a su hermana. Otra canción autobiográfica. Es la tarde de la tristeza y de la autobiografía. Yo creo que se debe al tiempo, una inestabilidad atmosférica fuerte que viene y que nos afecta de esas maneras. Dice Lizi que ahora se siente más segura con la guitarra y es verdad que se le nota. El tema tiene fuerza y es muy pegadizo. “Carolina ha abierto las puertas del sol y ha decidido que es hora de prestar favor a los mortales. Carolina, nadie conoce cuando tratas con Morfeo, pero en vigilia nos regalas un ensueño... Si esta historia no tuviera más vidas... pero en tu mundo al abordaje siempre es todavía. Porque al abrir en tus cajones saltan piedras de colores que engarza tu mano, como tu alma corazones. Carolina...” Muy bella, Lizi. Y una poesía muy tuya.

Y nuestro presentador aborda la despedida. Da las gracias a los cinco últimos participantes. Han sido cinco maravillas (eso lo digo yo). Me da miedo la vuelta a Libertad Ocho, porque Andrés habla de que tiene ganas de mordernos... Para el sorteo nos pide que pensemos un número entre el 3000 y el 3500 y que dejemos los deseos en la publicación que hará ahora. Y nos despide hasta la semana que viene.

Estos son los deseos de hoy:

- ¡¡Que le venga una grandísima inspiración para componer algo, y fuerza para terminarlo y compartirlo sin medida!!

- Que todas tus composiciones formen parte de la evolución de personas hacia el a gusto mundial por siempre, jamás, ahora, todavía. Y que la existencia sea un paseo entre flores olorosas acompañada acompañado.

- Que pueda escuchar música infinitamente.

Y así acabamos. Abrazos a todos. ¡Hasta el lunes!

“Podéis ir en paz”.

2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias a TOD@S, especialmente a Andrés, mi querido tocayo, por organizarlo y a Camilo, una vez más, por estas estupendas crónicas!

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