lunes, 24 de noviembre de 2025

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (1091) 18/11/2025. Concierto “Teléfono”.

Por: Camilo Crespo, en microabiertolibertad8.blogspot.com

El video en directo se puede ver en el Nuevo canal de YouTube de MAL8 :

          O directamente: https://www.youtube.com/watch?v=zOZwgXe8pGI

Tarde de estrenos. He incluido todas las letras del concierto “Teléfono”. Se ha hablado de los usos del teléfono, de la tiranía del teléfono. El teléfono extorsionador, el teléfono al Cielo. El teléfono que no aparece. Llamadas telefónicas sin respuesta o con mala contestación. Una llamada a la empatia. El teléfono se creo por amor. El prefijo del Cielo. Sin cobertura. Y ha dado tiempo a conocer a otra malocha nueva.

“Oremos". Buenas tardes. Andrés, saluda a los presentes y onlainers. Hoy hay tensión. Hoy hay nervios. Hoy hay estrenos. Unas quince canciones y poemas nuevos titulados “Teléfono” se van a escuchar aquí. Andrés repasa la lista, para ver quién ha venido. Sorpresa: tenemos aquí al cronista del micro. Disgusto: quizá no venga nuestro cazador  de palabras. Es lo que hay. Tras explicar cómo funciona el micro pide al público una escucha atenta, pues, al tratarse de estrenos, los artistas se pueden distraer con nada y equivocarse. Y vamos allá con la primera tanda.

 

Camilo Crespo (yo, el único y genuino cronista) será quien abra el concierto porque se tiene que marchar enseguida. Tras comentar que está haciéndose un disco casero, ataca su canción. Optando esta vez por usar un Licking clásico del folk. Su tema toca varios asuntos. Consigue no equivocarse mucho y cantar sin apenas chuleta.

Llegó el mes de Marzo y nos confinamos, aún sin conciencia de lo que vendría. Como pudimos aguantamos. Se perdieron vidas, muchas vidas. De vez en cuando sonaba el teléfono. Solía ser Juan, a veces Andreas, que llamaban solo para darme un rato de charla. Era puro oro, puro oro. Y un día quien me llamó fue nuestro Vampiro, para pedirme que llamase a mi vez a cierto argentino con el que él no congeniaba, pero le preocupaba. Quería que yo me interesara por la salud del payador. El Vampiro un día negro emprendió el vuelo, camino del cielo. Pero el teléfono ya no es teléfono. Hoy es un asistente personal, en el nos encerramos a salvo de los demás. Los jóvenes de hoy tienen miedo de que les suene el teléfono, de que alguien les pueda llamar.. Prefieren el chat,  porque les da tiempo a pensar qué contestar. Pero los viejos aún solemos usar el teléfono para poder de vez en cuando tener ese absurdo reflejo de llamaros, papá o mamá, y haceros saber una idea rara o lo que nos acaba de suceder Lo malo es que no sabemos el prefijo del cielo

 

Andrés Sudón también actúa pronto para poder dedicarse a controlar el micro sin tensiones. Me vuelve a sorprender, rompiendo esquemas y jugando con el lenguaje como él sabe hacer.

Tú, tú, tú, no quieres hablar por teléfono. Tú, tú, tú prefieres el tú a tú. Tú, tú, tú me maúllas con monosílabos Tú, tú, tú me dejas hablar y hablar. Tú, tú, tú me cuelgas tras decir bueno tú. Me quedo jugando con tu silencio. No quieres hablar por teléfono. Tú, tú, tu. Te vuelvo a llamar animado. Tú, tú, tú, propongo obviar el hablar. Tu, tú, tú, el ruido de fondo es tan rubio. Tu, tú, tú, cuando te escucho callar. Tú, tú, tú, me aburro un poquito y te cuelgo. Tú. Me quedo espantando a mi propio silencio. No quieres hablar por teléfono. Tú, tú, tú, tú. Apago esta mierda y me voy a tu encuentro. Tú no quieres hablar por teléfono, por eso te voy a buscar. O espero a que acabe el verano, la Semana Santa o la Navidad. Tu, tu, tu, tu...

 

Rio Viré dice que va a poner un poco de contexto. Así que cuenta que el siempre está diciendo eso de que “le encantaría coger el teléfono y mandarlo a tomar por culo”. Así que estaba en una boda tocando y en cierto momento se le ocurrió la idea de la canción, así como “voy a tirar mi teléfono a tomar por el culo”. Cuando llegó a casa armo el tema y desde el teléfono lo escribió. Una canción con buen ritmo, con buen estribillo y con el saber hacer de este estupendo cantautor.

Voy a mandar mi teléfono a tomar por el culo. Y si alguien quiere buscarme, que lance al aire señales de humor. Voy a lanzar mi teléfono a tomar por el culo. Y si alguien quiere buscarme que lance al aire señales de humor. Te he enviado un WhatsApp y aún no me has respondido. Tal vez lo que pasa es que no tenga ni putas gana de hablar contigo. he estado llamando y no me lo has cogido. No sé si te has dado cuenta que tal vez no tenga ganas de hablar contigo y déjame ya en paz. Ya no puedo más. Voy a mandar mi teléfono a tomar por el culo. Y si alguien quiere encontrarme que lance al aire señales de un voy a mandar mi teléfono a tomar por el culo. Si alguien quiere buscarme, que lance al aire en señales de No sé si te ha llegado el audio. Pone que no lo escuchaste. Va a ser que tú no notaste que estaba ocupado intentando ignorarte. Te mandé un correo y me has dejado en vista. Chico listo, no sabes el gusto que me da encontrar a quien lo ha entendido. Y déjame ya en paz. Ya no puedo más. Voy a mandar mi teléfono a tomar por el culo. Y si alguien quiere encontrarme, que lance al aire señales de No sé por qué tengo que estar siempre disponible. Es como si llevara pega un cable al ojal. Voy a quemar. De una vez el móvil, la tablet del Kinder, Cerrar el Tinder, Twitter, Facebook e Instagram para poder respirar. El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura. Seguramente el dueño lo haya tirado al fondo del mar o a la puta basura. Voy a cerrar mi teléfono a tomar por el culo. Voy a mandar mi teléfono a tomar por el culo. Y si alguien quiere buscarme, que llame a mi madre o haga señales de humo

 

Oscar Goiko parece que se ha tomado en serio lo de regresar al micro. Dice que también es casualidad que habiendo habido concierto “Radio” y concierto “Televisión”, y siendo como es él periodista, que llegue al concierto “Teléfono”. Bueno, pero se ha amoldado bien y ha resuelto en plan periodístico, hablando de llamadas buscando información. Muy buena. Quitando el primer tema, el resto llevan unos estribillos o ganchos chulos.

Tengo preguntas para hacer a tanta gente. Busco respuestas que me ayuden a entender. Grandes dilemas que perturban nuestras mentes, platónicas dudas vigentes. Y es que no entiendo que aunque yo siga llamando a ese Colón, a ese Jesús o a ese Cervantes, nunca responden, nunca quieren aclararme cuánto hay de cierto en lo que oigo. Si todo lo que hemos aprendido hasta el día de hoy tiene algo de real. De Kennedy quiero saber quién lo mató. O de John Lennon, ¿dónde está su inspiración? Ese Dalí me diga qué es lo que fumó. Si están ahora todos brindando. Más aunque yo siga marcando números, solo el silencio sale por el altavoz, echo de menos que respondan con su voz mis seres favoritos. Si todo lo que hemos aprendido hasta el día de hoy tiene algo de real. Si todos los que nos encuentran en este lugar me escucharán cantar. Y cojo el teléfono y otra vez llamo, llamo, llamo y ya no escucho a nadie. Y a mí  nadie, ya nadie responde. Y lo que para mí siempre es más importante es escuchar las voces de mis ascendientes, los que en su sangre se refleja mi presente y son mis referentes. Quiero decirles que me siento muy orgulloso de este legado que me remueve por dentro. Goicos y Ramos, genes que yo voy viviendo, nacionalidad que defiendo.

 

Daniel Sánchez cierra esta primera tanda. Deja una púa para el sorteo y como siempre pide a los Netanyahus, Putins, Trumps del planeta, que nos dejen de una puta vez en paz, por favor, y especialmente al pueblo Gazatí. Una vez dejado esto claro, explica que a él le ha salido una canción de amor. De amor tóxico, pero de amor. Y también aporta un buen estribillo. En general la letra me parece bastante original. Y me ha comentado que mejor ponga la letra verso a verso y que lea la primera letra de cada uno.

Tu ausencia vacía derrama el silencio.

El alma del aire se amansa en tu cuerpo.

La vida se esconde. Eres genio perfecto.

El fuego, la tierra, del mar hasta el cielo.

Fuente manantial, recuerdos pasados,

Olvido terrible que siembra deseos.

Noches empañadas de miedo y silencio.

Oírte devuelve sentido a mi cielo.

 

Estoy apagado, no tengo cobertura, estoy apagado sin ti.

 

 Te llamo en la noche, espero tu vuelta.

El cielo te oiga si no estoy despierta.

La vida es más corta si no estás conmigo.

El sueño se acaba si no eres testigo.

Fabrico armonías que marquen tu espacio.

Olvido del mundo si estás en mi mano.

No hay más mensajes que vengan del cielo.

O espero que llames o todo llegará su fin.

 

Estoy apagado, no tengo cobertura, estoy apagado sin ti.

 

Andrés dice que en Diciembre podemos hacer como solemos Villancicos, “porque Radio 3 los necesita”. Y dice Radio 3 porque es todavía la única emisora que pone la música más o menos que quiere. Dice que ya hablará de eso. Ahora seguimos con el concierto “Teléfono”.

 

Javier Gijón dice que, como es tradición cada vez que hay un concierto y participa en él, quiere agradecérselo a Andrés para el que pide un fuerte aplauso. Se coloca, hace su bella introducción, primero con arpegios y después con la armónica y cuando va a cantar  se da cuenta de que no tiene la letra. Con el buen humor que da la experiencia recupera la letra y comienza de nuevo. Muy bello tema, tanto en música como en letra. Bravo.

-Sonó el teléfono, una voz oscura y triste me anunció
que la alegría y los sueños se acababan de morir. 
-Que la indiferencia y la soledad eran decreto
que acababa de dictar la autoridad
Que quedaban suprimidos los abrazos,
 las sonrisas, la empatía y la honestidad.
-Intenté coser mis sueños por saber si era posible aun
recuperar, emociones e ilusiones y volver a reiniciar.
-Contacté con la decencia, la esperanza, valentía y la sensatez,
me dijeron que ellas nada podían hacer.
Escuché en la voz del agua, una promesa escondida,
que lo que el miedo deshace la ternura resucita.

 

Tomas de la Casa ha ido haciendo las canciones de la trilogía pensando en cada ocasión que no iba a hacerla. Y al final, declara, las tres: es como un vicio.(Pues sí que lo es, compañero). Tomás intenta siempre dar matices a sus toques de guitarra que apuntalen la canción. Eso es bueno porque así se hace reconocible cada tema. Otra bella canción. Vaya concierto el de hoy, no cabe duda.

Marco tu número fijo de Hace 30 años. lo guardo tan profundo en mi mente, imposible olvidarlo. Contesta una voz que me dice, ¿Qué horas son estas? preguntas? ¿Dónde te has metido y por qué no has vuelto? ¿Recuerdas la cabina al final de mi calle? La niebla en invierno y tu casa en el barrio de la iglesia del pueblo. Quedamos a las 8 en la plaza para dar una vuelta y ya vemos en qué bar acabamos bailando. Era otro tiempo. Sin tiempo me llamabas. Era otro tiempo sin tiempo. Te llamaba por teléfono. Teléfono. Te pierdo. Se ha cortado la línea, ya no escucho nada, solo silencio. La noche se cierra dentro de mi pecho. Vuelvo a llamarte, pero ya no contestas. No entiendo nada y suena la alarma del móvil que me despierta. Era otro tiempo sin tiempo. me llamabas. Era otro tiempo sin tiempo. Te llamaba por teléfono. Teléfono. Espero que te vaya, que te vaya bien. Espero que nos vaya, que nos vaya bien.

 

Victoria Loarte viene con un look muy particular, que entiendo no es casual. Otro tema con la energía de la señora “to’ arte” y con otro estribillo pegadizo, de rebeldía contra esas pequeñas pantallas que a veces parecen haber “prostituido” al buen teléfono. Muy buen tema.

Ya no confío ni en mi propio teléfono. Me espía, me pervierte saca a pasear el monstruo interior. Me desafía cada día con la IA. Me roba la energía. Quieren convertirme en un robot. No soy yo, es mi teléfono. Yo era como un ruiseñor cantando al viento. Escaparé de esta locura y volveré a hacerlo. Levantaré primero la mirada del suelo. Caminaré despacio con los ojos puestos en el cielo. Será como una fuga de cerebros con el corazón al mando y levantando el vuelo. Ahora soy yo. No es mi teléfono. Ahora soy yo. No es mi teléfono. Vuelvo a hacer un ruiseñor cantando al viento o cualquier pájaro feliz desafinando. Ahora soy yo. No es mi teléfono. Teléfono, demonio del amor. Teléfono, guardián de mi obsesión. Teléfono, business de presión. teléfono, refugio y perdición.

 

Diego Cruz también tiene sus ritos en los conciertos. Deja una copia de uno de sus discos, del cual la mayoría de temas pertenecen a talleres-conciertos MAL8. También deja una entrada para el domingo 23 aquí. Su canción va de la historia del inventor del teléfono: Antonio Meucci (no, Graham Bell sólo robó la patente). Y de por qué inventó el teléfono: para comunicarse con su mujer, postrada en cama, mientras él estaba en el taller, trabajando. Una historia preciosa a ritmo de rumba. Y otro estribillo pegadizo.

Esta es una canción de amor,  la cual quiero comenzar por definir y distinguir de la obsesión, de la atracción, del cariño y el querer, el apego y la necesidad. Algo por lo que sufrir. amor es desear y hacer el bien a cada ser, ya sea un escorpión, un planeta azul o una anciana mujer. Don Antonio muy tempranito ha llamado a doña Ester. Mira qué día tan bonito. ¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras? Soy cualquier cosita que puedas necesitar. Me haces una llamadita y en un saltito estoy a tu vera. Telefonéame, telefonéame. Cualquier cosita que puedas necesitar, me haces una llamadita y en un saltito estoy a tu vera. Ese amor del que habla esta canción, luminoso motor de un progreso real. Sin la toxicidad, sin la falaciofilia, sin la dinerocracia y su belicofrenia. Este mundo está lleno de genios y de genias. La clave es equilibrar tecnología y solidaridad. Pongámonos todos a trabajar para la fraternidad. Aquellos que no creo por gracia y obra de amor nos dio la inteligencia universal. Don Antonio muy tempranito ha llamado a doña Est. Mira qué día tan bonito. ¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras hoy? Cualquier cosita que puedas necesitarme. Haces una llamadita y en un saltito estoy a tu vera. Telefonéame, telefonéame, telefonéame. Cualquier cosita que puedas necesitarme haces una llamadita. Antonio en su taller y a medias con el siglo XIX encontró la forma de conseguir comunicarse con su amada Esther, postrada en el piso superior. Ay, bendita enfermedad. Esta es la humanidad que hace al mundo mejor. El teléfono nació por y para el amor.

 

Mauricio Fiore dice que no le desea a nadie tener que ir detrás de Diego. Y es que nuestro querido flamenco es un torbellino. Dice que ha creído ver a Camilo, que ya se ha marchado, y que quizá no sea un fantasma. Dice que él va a aguar un poco el ánimo que impera. Su tema es un vals peruano sobre como se ha transformad (para mal) el teléfono. Un poco en la línea de Victoria. Pero el que habla es el propio teléfono. Da miedito.

Atento a tu respuesta. Espero sea inmediata. ¿Acaso crees que no tengo derecho a tu atención? Olvida los modales y espacios personales. Donde quiera que vayas, a tu lado estaré yo. Seré tu confidente y tu mejor amigo. Puedes contar conmigo para evitar la realidad. Dame tu información sin consideración a lo que yo decida hacer con ella. No olvides que esa idea que ahora mismo piensas te la di yo. Soy tu teléfono. Soy el que sé cómo hacerte feliz mirando a los demás. Soy tu peor error, esa publicación que te avergüenza y no puedes borrar. Soy tu teléfono. Te enseñaré cómo debes hablar para no molestar a los que venden nuestros derechos a cualquier empresa multinacional. Recuerda que te entiendo mejor que hasta tú mismo. Sé todo lo que quieres antes que lo quieras tú. Guardo tus pensamientos, deseos y argumentos y todos los rincones que ocultas a los demás. No me pongas pretextos ni reduzcas el uso para que andar confuso si me puedes preguntar. Cualquier información, aunque esté equivocada, ya no existe más la vida privada. No olvides que esa idea que ahora mismo piensas te la di yo. Soy tu teléfono. Soy el que sé cómo hacerte feliz mirando a los demás. Soy tu peor error, esa publicación que te avergüenza y no puedes borrar. Soy tu teléfono. Te enseñaré cómo debes hablar para no molestar. a los que venden nuestros derechos, a cualquier empresa multinacional. Y es tan irónica mi situación que por más que me quejo y exprese mi objeción, esta jodida canción yo la escribí con el teléfono.

 

Por si alguien ha llegado tarde a la sala o a la emisión, Andrés explica que estamos haciendo un Concierto MAL8, titulado “Teléfono”, y que aún falta una última tanda del concierto. Cuando acabe el mismo, nos contará una idea que tiene. Vamos allá.

 

Javier Polo deja para el sorteo un sobrecito lleno de globos, porque, explica, inflar globos es un gran ejercicio para la capacidad torácica. Y para todos los que cantamos nos vendrá muy bien. También anuncia que mañana tiene una entrevista con un “podcast” argentino. Luego, el 21 cantará en Burgos y el 10 de Diciembre en el restaurante Gochu. Y ataca su tema, a ritmo de tango, también sobre la esclavitud actual al teléfono. Spoiler: Pero al final se libera.

Llámame que no sé dónde lo he puesto. Cuando entré lo solté sin darme cuenta. Lo arrojé, me rayó esta dependencia. Antes nunca tenía estos desencuentros. Ya no puedo vivir sin este invento. Necesito tenerlo entre mis manos. A su alrededor mi mundo está girando, pues mi amor y mis asuntos van ahí dentro. Pero este artefacto me roba la vida, me tiene enganchado, me gasta la vista. Acorta mi sueño, me absorbe, me aísla. No puedo zafarme de su compañía. Y es que este artefacto que tanto me mira ha impuesto sus normas y me hace cumplirlas. No sé desprenderme de sus zarpas frías. Me atrapa en sus redes, me ahogo en las mías. Otra vez se me ha ido la mañana revisando 1000 notificaciones, enfrascado en cinco o seis conversaciones. Antes me lo ventilaba en dos llamadas y ahora casi me siento secuestrado por un mísero rectángulo negrusco. Yo no pienso ni salgo, ni deduzco. Entre píxeles me encuentro encarcelado. Pero este artefacto me roba la vida. Me tiene enganchado, me gasta la vista. Acorta mi sueño, me absorbe, me aísla. No puedo zafarme de su compañía. Y es que este artefacto que tanto me mira ha impuesto sus normas y me hace cumplirlas. No sé desprenderme de sus zarpas frías, me atrapan sus redes, me ahogo en las mías. Y es que este artefacto imperfecto la lía, se cuelga y me borra lo que antes archiva. Un día se te muere y jamás resucita. Me rindo, me vuelvo al papel y a la tinta.

 

Marta Plumilla saluda y nos canta su tema, como siempre dándonos distintas historias dentro de su letra. Habrá que oírla más veces. Esperemos.

Ayer llamé para decirte que te quiero mucho y que encontré la nube aquella y sí, parece un buzo. Quería decirte que estoy escribiendo una canción de esas que necesitan que alguien las salve de mí. Que la tortuga verde ya no se está extinguiendo y que quería verte y darnos unos besos. Que un día como hoy nacía Jeff Buckley. Que casi regaló mi suerte a esa bruja en la calle. Y quería decirte que trajeras alguna birra. Anoche las terminé. Se me hizo bola la vida. Vi un documental de peces que se comen a sus crías. Me salvó tu SMS, qué cosa tan bonita. Mm. Mm. Ayer llamé para decirte que te quiero mucho, pero no cogiste el teléfono y al final no dejé ningún mensaje después de oír la señal. Ayer llamé para decirte, te quiero mucho.

 

Omar Bolina dice que va a pedir a Andrés que divida los conciertos se dividan entre los que ensayan y los que no ensayan. El cree que está entre los que no ensayan, porque el ensayar le quita chiste a la actuación. Pero creo que viene bien ensayado, porque su tema suena muy bien. También se ha decantado por un teléfono que sirviera para hablar con los que no están en este plano existencial, según explica. Hermoso tema.

Me llegó tu voz desde un lugar entre el cielo y mi piel. Me pareció resonar las membranas de los recuerdos que se desgarran con el adiós. Esa risa tuya que hacía temblar todas las tristezas del corazón. Entre lluvia y viento le escucho llamar, como un teléfono sin contestación. A donde te fuiste te seguiré, aunque sé que no quieres verme allá. Un teléfono buscas para decirme que tarde una vida para llegar. Que tarde más vidas para llegar. Visité tu casa para sentir la profunda ausencia que me rodeó. Tus secretos y ropas siguen ahí. También el eco de todo tu amor. Te digo que a veces siento que puedo llamar al teléfono de tu recuerdo. Me quedo esperando hasta que duermo y a veces gano todo lo que pierdo. A donde te fuiste te seguiré, aunque sé que no quieres verme allá. Un teléfono buscas para decirme que tarde una vida para llegar. Que tarde más vidas para llegar.

 

José Escudero pide disculpas por haber llegado tarde. Mañana verá todo en el video de la emisión. Como regalo para el sorteo deja una fotografía de su libro “Misterios y enigmas de Madrid”. Y dice que no pensaba venir al concierto, pero tenia un trabajo aquí cerca, así que se animó al final. También anuncia que el sábado 22 a las 11 de la mañana recitan poesía en el cementerio británico en Carabanchel. Serán clásicos en otoño, en inglés y en castellano. Poesía anglosajona. Su “teléfono” es contra la guerra.

Un monte, un atardecer, el sol tiñe de naranja el crepúsculo entre los árboles. Un hombre corre el mundo dejando atrás una estela de polvo. No huye de la sociedad. crea la suya nómada, autosuficiente, pacífica. No tiene miedo del ser humano, sino de la relación de sí mismo con el otro. No le llaméis loco. Es un hombre libre, un soñador, escapando de tanta guerra inútil. No le llaméis cobarde. Entre ciudad y ciudad construye su refugio de paz. hasta que llegue a su destino, un lugar llamado Utopía, donde los teléfonos rojos no suenan. Las pantallas de los celulares no iluminen los trasnochados rostros de quienes esperan un mensaje de amor desde el frente. Un lugar en el cual un humorista no tenga que decir ni en broma "¿Es el enemigo? Que se ponga".

 

Y así acaba el concierto. Felicita a los participantes y a todos lo que le han dado las gracias, les dice que el agraciado es él, por prestarse ellos a hacer esto tan bello. Y ahora Andrés recaba información para ver cómo hacer una tanda fuera del Concierto. Así que consigue tres nombres y uno de ellos es una nueva artista.

 

Franco Nicolau, como hoy parece mal día para llamarse Franco, dice que le podemos llamar Diego, que también es nombre suyo. Y dice que en su canción también sale un teléfono. Así que nos canta una balada con buena fuerza. “…La ventana siempre abierta y el salto. ¿Y quién dirá que pudo estar mejor? ¿Quién volará con ella ahora que saltó? ¿Y qué dirá la nota que dejó? ¿Y qué dolor fue capaz de arrancarle el palpitar”. Buen tema.

 

Julio Trac va a cantar un tema de Dylan, pero ante el miedo de Andrés, por lo largo de muchos de sus canciones, le explica que “Chica del país del norte” es corta. Primero la traduce un poco, tras decir que el canta la versión que hizo con Johnny Cash. Por cierto, que a esta canción le tengo un cariño especial porque me sentí en su día identificado con ella.

 

Irene Maillo es nueva, lo cual es una alegría para Andrés, siempre deseando que se unan más artistas a esta maravilla del MAL8. Viene de Sevilla y va a sacar un disco dentro de poco. Dice que este tema pertenece a ese disco aunque no es el tipo de música que suele hacer, pero han venido sus a migas y a ellas les encanta. Así pues, a ellas se la dedica. “…Quién hace lo que siente no necesita consuelo. Y yo que sé lo que es volar y estrellarme contra el suelo, no me dejaré pescar nuevamente por todo anzuelo. Cuidado, no te fíes de los que dejan de lado a los suyos por las vidas que acaban de conocer…”. Un tema a toda pastilla, con mucha marcha y con mucha letra y muy buena. Bienvenida, Irene.

 

Bueno y efectivamente hoy no ha habido palabras cazadas y lo sentimos mucho. Ernesto, nos debes una canción. Pero lo cierto es que ha sido una tarde fabulosa. Al principio había poca gente, pero según ha ido avanzando la tarde, esto se ha animado mucho y ha sido un Concierto espectacular. Y Andrés despide la conexión sin confeti ni nada. Bueno, alguien le lanza un poquillo para que no quede tan triste la despedida. Y la semana que viene más.

“Podéis ir en paz”

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