(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag
#MAL8_537)
”Oremos”. Al principio me cuesta adaptarme a la forma de cantar de algunos cantautores, pero es que en mi caso particular, el oír demasiada radio-fórmula, con esas voces tan estándares, me ha creado un prejuicio, unos caminos cerebrales malignos. Gracias al micro, me estoy curando. Supongo que pasará con muchos de nosotros. Una bella voz está muy bien, pero no es suficiente. Lo importante es transmitir y que se te entienda. Anda que no se metieron en su día con Serrat.
Es lunes, así que yo me encargaré del Twitter y Marta va a ayudarme con las fotos para
la crónica. Iremos afinando la cosa. Hay que agradecer a Julián el esfuerzo por
estar pronto en Libertad, a fin de que podamos empezar antes el micro abierto.
Antes de entrar, hemos visto a un hombre que
estaba parado con su guitarra en la acera de enfrente a Libertad8, Y Andrés se ha acercado a preguntarle si
venía al micro. El hombre, acompañado por una mujer, nos ha dicho que no, que estaba
esperando a entrar al portal. Al parecer era un nuevo inquilino. Bueno, no
importa. Andrés le ha invitado formalmente a participar cuando lo desee en el
micro. Venía de viaje, se estaba
mudando… en fin, que ha quedado en bajarse un día al micro. Esperemos que así
sea.
Como viene siendo habitual, hemos empezado
flojillos de gente. Pero luego se va llenando. Y se agradece acabar sin
agobios. Así que tras la introducción, por parte de Andrés, en la cual ha hecho mención a esta nueva temporada de
crónicas, realizadas por mí mismo y tras aprovechar para darme ciertos consejos
sobre lo ingrato que puede ser esto, ha comenzado el micro propiamente dicho,
Ha abierto Javier Gijón, con una cadencia bella de acordes, sostuvo su canción “Una guitarra y una voz” con aire melancólico. Ser el primero siempre es un poco peligroso. Los ajustes, los nervios, pero Javier canta muy seguro. “deseo tu y tu calor”. El micro ha empezado bien de verdad. Hace poco tuvo junto con Una concierto en Libertad con una muy buena asistencia de público, lo cual es siempre una buena noticia para la canción de autor.
Y para certificarlo, sale a escena Andrés Sudón, que últimamente está
pletórico. Y el hecho de que salga el segundo indica que tiene ganas de cantar.
Y eso es una buenísima noticia, porque nos pone las pilas. De hecho, tras
comentarnos su último concierto, en Almería, de donde ha venido feliz, nos hace una estupenda versión de su
“Desierto de espejos”, una canción oscura y bella que cierra su estupendo disco
“Consciencia”, que se puede oír, por ejemplo, en Bandcamp. “Anda, levanta, no
dejes que avance la nada”.
Ahora sale Pikaflor, que tiene concierto el jueves a las 22:30 en La Fídula, por si os interesa. Nos canta su “Cuando la luna sea larga”. A mí
me recuerda a aquel Dylan de “Blood on the tracks”, esa frescura, superada la
etapa eléctrica. Esta canción tiene una poesía urbana, llena de referencias al
deambular por las aceras. Muy sugerente: “Soy el ave del solsticio…” Me
encanta. Aunque dada mi edad, si cantara algo más despacio le entendería mejor. Pero
cada cantautor tiene su pulso y hay que respetarlo. Un lujo, en cualquier caso.
Esta primera y estupenda tanda termina con René, que últimamente nos está
regalando temazos. Su tema de hoy se llama “Soledad”. “Expectante, fría, feraz,
sedienta, soledad…” Creo que René le
está echando horas a preparar los temas. Y hay que agradecerlo. No se trata
sólo de los acordes sonoramente ricos que usa, muy “jazzísticos”, y de los
mensajes de sus letras. Se trata de la ejecución. Nos llega mucho y ya se sabe
que esto va de un buen mensaje, bien adornado y sobre todo bien transmitido. René lo cumple cada día más. ¡Gracias!
Hemos empezado fuerte, con calidad y fuerza. Andrés sube a anunciar a los cuatro
siguientes, de los cuales formo parte yo, Camilo
Crespo, para comenzar. Quiero cantar una canción del taller “Fantasma”,
llamada “Ellos”. Y lo consigo a pesar de que hay un grupo hablando que me
distrae. Luego, pensando, veo que en una sala donde todo el mundo está en un
silencio respetuoso, atento, una mínima conversación, cae como un plato en la
cocina en una mañana de resaca. Es terrible. No me extraña cuando alguien me
chista si lo hago yo. Y lo agradezco. Mi canción se la dedico a un compañero
que acaba de perder a su madre. “Les hablo en mi mente sin miedo… sonrío y les
digo que les echo de menos…”
Continúa Javi,
que nos toca el “Wish you were here de Pink Floyd”. Toca bastante bien la
guitarra. Podría acompañar a otros. Me
da pena ver que no explota más su buen-hacer. Creo que debería encarar
proyectos más ambiciosos. Tiene dentro más que mostrar, me parece. Veremos.
En esta tanda tan heterogénea, sale ahora Mayumi, nuestra reciente adquisición.
(Parezco un productor de casa discográfica, pero es que el micro es un poco
como una familia). Esta japonesa, con esa forma de ser tan discreta y educada,
nos habla en su aun dubitativo español, de su canción, compuesta bajo la pena y
el enojo, tras la catástrofe de Fukushima. Cantada en su idioma, nos transmite
muy bien ese dolor y rabia. El piano perfecto. Esperemos que vuelva más veces.
Creo que sí.
Para completar este grupo tan heterogéneo, Andrés ha puesto a Marco Vacío, que tras salir, saluda en japonés a Mayumi. Este hombre, que compartió conmigo un curso de
composición impartido por el propio Andrés, es para mí todo un hallazgo. Coges
la esencia del rock progresivo de los sesenta, le pones la acidez del punk, le
añades una pizca de inocencia y le quitas las guitarras eléctricas y ahí
tenemos más o menos a este genio. Estamos a la espera de un disco. A ver para
cuándo. Hoy nos ha traído su canción “Disculpa”. Una maravilla a mi parecer.
Esto es poesía: “Disculpa, pero se te ve el alma”, dice el estribillo.
Seguidle. Merece la pena.
Andrés hace estos intermedios,
muy útiles para digerir todo lo que acabamos de recibir de nuevo. Cada tanda es
un chute de sensaciones maravillosas. Como “viajes”; algunos agradables, otros
desagradables, pero que no te dejan igual que estabas. Para nada. En los micros abiertos –y ahora no hablo sólo
de libertad- los que intentamos que salgan adelante, estamos muy orgullosos de
tanta genialidad y diversidad. Como dice Andrés:
igual que el Cine de Autor, no es un tipo de cine sino una forma de hacer cine,
la Canción de Autor es una forma de hacer canciones. Y el micro es la sala
donde se muestra este tesoro. De hecho, Andrés, en este intermedio nos habla de
que el MAL8 ya se acerca a los 10 años de vida.
Esta duración, habla de su necesidad. Por otro lado, la expansión del
micro abierto de poetas cantautores a lo largo de España y de
Sudamérica (al menos), indica la buena idea que fue. Gracias, Andrés de nuevo.
Estamos en el meridiano del micro y es la hora
de los #nuevosparticipantes. Hoy
tenemos tres. Recibimos en primer lugar al dúo Galileo 86, que nos trae un tema titulado “Tormenta perfecta”.
Bueno, al inicio hay que recordarles que no se puede tocar la guitarra española
de Andrés con púa. Esa es la guitarra con la que él hace los conciertos. La
gente se queda sorprendida cuando se lo comentas... La canción va acompañada
con una eléctrica, unos punteos muy medidos. Bien. La voz un poco tímida para
mi gusto (después, en la puerta se lo comentaría), pero es normal, ya que
acaban de empezar a tocarla y son nuevos en el micro. Creo que no hace falta decirlo, pero la
mayoría de los nuevos participantes son bastante jóvenes. Además, desde que empecé a venir al micro, hace seis años, hasta hoy he detectado el llamativo aumento de cantautoras. Lo cual es
muy de agradecer.
A continuación sale un cantautor argentino que
“espera que no salten los gatitos”. Y qué va. La canción de Daniel Sartori es bastante corta además
de muy agradable, con una letra y una
ejecución que te encandilan. “…Que no me ciegue la sangre en el ojo por no
poseerte…”. Antes de empezar nos ha comentado el largo tiempo que llevaba
esperando poder venir al MAL8. Pues bienvenido y que repitas pronto.
El tercero en este grupo de nuevos el micro, se
llama Cifu. Viene de Valladolid,
“donde ya no somos tan fachas” (risas). Allí tiene un grupo llamado Brezmes, que
podéis encontrar en YouTube, y ha venido para acompañar a su amiga y también
vallisoletana, Camino López, que actúa
esta noche. En el estribillo de “Mi defensa numantina” dice “Ayúdame tú,
morenita; ayúdame tú, resalada; que mi defensa numantina se está quedando en
nada…” Un estilo poco “mainstream” que se agradece.
A continuación, tras anunciar que el próximo
taller aún está en dudas, Andrés da
paso a la siguiente tanda, que abrirá Marta
Plumilla, nuestra cantautora particular, que nos lanza su “Feliz”, donde
nos advierte que “…Feliz… pero los árboles y el Amazonas.” Marta hará un concierto el próximo 7 de
Febrero en Fotomatón. Nos indica que hay entradas anticipadas en Entradium. Nos ha regalado como siempre una
interpretación perfecta.
Daniel
Romero,
tras dejar un poema secreto para el posterior sorteo, nos recita uno en el
que habla de la designación como fiscal
general de una ex-ministra de justicia. Sobre el segundo nos indica que “este
poema no se entiende, se disfruta” (en el Twitter de microabiertol8 se puede ver
un resumen)…
Luego sube al escenario Una, acompañada de Daniel
Navarro. Nos interpreta una canción que va en su futuro disco y la tocan “como
sonará en el disco”. Esperamos para después del verano su “Taller Ayer”. Esta
canción está dedicada a los micros. “Músicos escuchando a músicos…” Me encanta.
El último en salir en esta tanda es un poeta que
además recita muy bien, Juan Portillo,
que viene muy dicharachero, según sus propias palabras. Nos recita en primer
lugar sus “Doce requisitos” para entrar la Cofradía de la Palabra, a la que
pertenece él mismo. Muy certeros. En segundo lugar nos recita un juego de palabras genial que hemos incluido en el
resumen de Twitter. (Merece la pena) “…me he buscado un novio que me quiera más
de lo que tú me quieres, para que dejes de quererme…” ¡Menudo trabalenguas y a
toda velocidad! Genial. Acaba con un poema sobre amores de bar… “En el pasillo
del baño”, muy bello. Un diez.
Antes de pasar a los últimos participantes, Andrés nos habla del concierto que
vendrá después. Camino es una "malocha", otra compañera por cierto de aquel “taller de composición” que dimos
con Andrés. Menuda panda, pensándolo
en verdad. Oscar Goiko, Marco Vacío, Karma Olivié, Camino López, Arisa
Vedra, Jorge Solano y yo mismo bajo la guía de Andrés… Camino también recibió clases de Marta. ¡Así cualquiera!
Mientras paso estas notas a limpio, ya puedo indicar que el concierto de Camino fue una maravilla y llenó. Muy bien.
Ultima tanda de interpretaciones. Abre Sergio Sanz, nuestro coplero. Desde que
tiene teclado nuevo va con más soltura, se recrea en la suerte, sin
precipitarse sobre las teclas. Cada día suena más bello. Entresaco de su
“Mundo” las palabras “…déjame cantar a
los treinta tres o treinta y cuatro
mundos…” El 26 de febrero tiene
concierto en Libertad para presentar su disco “La Luz”. Un cartel muy bello y
original, por cierto.
Valentín, con su acostumbrado
gracejo nos "prologiza" con un “no pensaba hoy vomitar aquí, pero Andrés no puede vivir sin mí”. A lo que
es contestado con un “te quiero” por
parte del aludido. Y como no traía nada preparado, porque él viene
principalmente los martes, nos recita un poema de Manuel Machado, dedicado al
parecer a Miguel de Unamuno. Un poema que intenta contestar a la pregunta “¿qué
has hecho en la vida?” Nos recita con su sonora voz vestida de solemnidad. No.
No deja indiferente al que lo oye por vez primera.
Acabamos
con Camino, que nos invita a asistir a
su concierto, que irá a continuación. Nos canta “Voy a explosionar”, que ahora es un vals pero antes
fue otra cosa, menos evocadora más
rápida. “…quisiera quedarme a dormir en tu voz…” El otro día la vi ensayando y
pensé que cantaría muy flojito, pero hoy nos muestra la fuerza que lleva
dentro. Y esas letras extrañas, que te hacen permanecer atento…
Y así acaba un micro de alta calidad, en el que
hemos actuado dieciocho artistas. Sólo queda hacer el sorteo. Le traen a Andrés un vaso con los números de la
rifa grita con voz de patrono de barco:
“¡luz en sala!”. Y comienza el sorteo. Hoy tenemos el poema secreto de Daniel
Romero, dos discos de Una, un disco de Andrés Sudón y una brújula de cerámica
entregada por Sergio Sanz, que, explica, funciona del siguiente modo: cuando estés
perdido, dejas caer la brújula en forma de punta de flecha (o más bien gota) y
hacia donde apunte, ese es el norte. Muy interesante.
Y acaba el micro. Después salimos a la puerta a
comentar, hacer planes, fumar, esperar el inicio del concierto de Camino,
hablar del Universo, la teoría de las cuerdas, lo eterno y trascendente del
arte, ya sabéis. “Podéis ir en paz”.
¡Gracias, Camilo por hacer visibles esos días!
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