Después de pasar las fiestas y del
horario de vacaciones, vuelve el MAL8
(Micro abierto Libertad Ocho) a los
martes. Este pasado día 7 de Enero de 2014, tuvimos nuestra primera sesión
ordinaria del año (“ordinaria” es una palabra que no hace justicia a nuestras
sesiones, pero “normal” tampoco es la más indicada, no sé), el MAL8 (129). Fuimos veintitrés los
participantes que llevamos a cabo dos horas de espectáculo en las que se pudo
ver y escuchar de todo, porque una de las características del MAL8 es que cabe todo tipo de canción y
de poesía, no procesamos un estilo común, sin embargo, apreciamos que la
persona que esté en el escenario sea verdad e irradie verdad, con su pose, su
magia y su ficción, pero auténtica. Esto da lugar a la fiesta del arte, en la
que reímos, lloramos, nos ponemos nerviosos, flotamos. En resumen, lo que
hacemos aquí los martes es venir a gozar de nosotros mismos de un modo que en
otros contextos no es tan fácil. Creo que esa es la razón de que estén
prosperando tantos micros abiertos en todo el mundo. Lo mejor de todo esto es
que los participantes del MAL8 son
profesionales, y el público es entendido; exigimos un alto grado de emoción. Y,
hasta la fecha, mantenemos un nivel sobresaliente. Y ahora, aparte de disfrutar
nosotros solitos los martes, vamos a expandirnos, porque estamos a muy cerca de
empezar a sacar discos con las canciones que componemos en nuestros talleres,
como el de la semana pasada, en el que cada artista hizo una pieza dedicada a
un personaje.
La edición de esta semana la
comenzó el cantautor Pablo Bermejo,
al que nunca habría puesto en primer lugar hace un año, porque se habría
desmayado de los nervios, sin embargo su evolución ha sido tan brutal, que
sabía que para él no sería ningún problema abrir la sesión. Y así fue, se armó
con la guitarra y cantó una de sus canciones más intensas, De aquí a la eternidad, una locura poética y armónica que defendió
con arrojo y fuerza. Y lo mejor fue verle disfrutando de las mieles de la
escena, que para eso trabajamos duro, para subir ahí y gozar (si no es así no
goza el público, creo yo).
El siguiente en escena fue Caso Omiso, algo molesto por la baja
afluencia a su concierto del día de reyes, dijo “ahora me voy a quedar cinco
minutos en silencio”. Pero era broma,
cantó una estupenda canción que aún no había cantado en MAL8, Enséñame “si
todavía crees que no lo hago bien (...) en esta maratón de ser siempre yo”. Me
gustaron los originales adornos que hizo con la voz. Caso Omiso se está poniendo las pilas, y no debería preocuparse por
lo del día 5, ya que pronto verá la sala a rebosar en sus conciertos en Libertad Ocho, la gente con gusto anda
buscando voces propias como la suya.
Cada día me gusta más Vico, el siguiente en escena. Se
presentó diciendo “esta canción se la escribí a mi madre”. En ella dice que al
verla, se acuerda de sí mismo en la adolescencia, con su “alma traicionera,
triste y racional”, y le pide “no quiero verte más luciendo dolor y pena (…)
eres inmortal porque nadie va a olvidarse de ti, haz que el odio salga fuera”.
No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero yo me siento muy identificado con
estos versos. Y si hubierais escuchado cómo la canta, estaríais tan encandilados
como yo.
Como hace eventualmente, nos
visitó José Carlos Illanes, showman
donde los haya. Digo eventualmente, porque cuando tiene uno de sus flamantes
espectáculos en cartelera, viene a invitarnos a ir a verle. En esta ocasión
está reponiendo “Solista por narices”
en la Sala Victoria-Samotracia (Madrid). Nos comentó que su espectáculo está en
clave de humor, pero que él hace las canciones muy en serio, y que cuando viene
aquí está más nervioso que de costumbre. De hecho tuvo algunos percances con la
letra de su canción Pasa el tiempo,
pero sus sólidas tablas supieron salvarlos, e incluso sacarles partido.
Y en este MAL8 (129) estamos de celebración, porque hace dos años que
participó por primera vez Manu Clavijo,
cuyo influjo ha revitalizado, y en algunas ocasiones salvado, el devenir de
nuestro micro abierto. Precisamente para celebrarlo cantó la canción con la que
se presentó, Todo lo que tiene que ver
con el pasado. Nos comentó que desde entonces “las cosas han cambiado
mucho, menos esta canción”. En ella habla de cómo el pasado afecta a su
presente: “tengo una agenda nueva llena de promesas, pero cuando miro atrás me
caigo de rodillas”. Parece que desde que decidió venirse a Madrid, le ha ido
muy bien, ahora es uno de los músicos más solicitados y deseados en el panorama,
así como uno de los cantautores más sorprendentes y auténticos que conozco.
La verdad es que siempre tenemos
mucho que celebrar, la próxima semana se estrena en el escenario de Libertad Ocho nuestro querido Miguel de Paúl, bluesman y poeta, que
en su canción insistió “no sé lo que me pasa, sólo puedo cantar blues”. Pues
eso, la próxima semana, después del MAL8
(130) tendremos concierto de Miguel
de Paúl, su primer concierto, un momento muy especial al que nos gustará
asistir en masa.
Más celebraciones: en esta
edición, Javier Delgado hizo su mejor
actuación hasta la fecha, al menos para mí, que por primera vez me introduje
completamente en su mundo poético. Quizá porque hizo aquello que más me gusta,
contar una historia tremenda y, sobre todo, real, Como Ulises: “se me jodió la cabeza y tardé mucho en volver a casa”.
“Sin salir de mi cabeza –cantó-, tuve que viajar por senderos tan estrechos,
que no había vuelta atrás”. La guitarra excelente, como siempre, quizá sólo le
falta cantar con total convicción, sacar un chorro de voz de vez en cuando, un
susurro cuando se tercie, una sonrisa, más dinámica en general.
Cuando salió Olaia Pazos a escena dijo “joder, cómo tocáis todos”, y es cierto, la
mayoría de los participantes del MAL8
son muy diestros con las cuerdas, pero yo sé que eso no es lo importante. De
hecho, yo diría que Olaia, que toca
lo justo para que esté correcto, es una de las artistas que más me ha volado la
cabeza en el escenario de Libertad Ocho.
Dicen que no hace falta cantar ni tocar bien para hacerlo bien. Ella lo hace
muy bien. Nos cantó una meta canción, Canción
de amor amigo, en la que con lenguaje coloquial y prosaico nos cuenta cómo
se ha decidido a hacer esta canción. Parece el recitativo de un musical. Nos
tuvo a todos atentos a la dinámica de su prosa lírica melódica, nos dio qué
pensar y nos hizo reír. Después de su actuación, se terminó la batería de la
cámara de fotos de Marta Plumilla,
así que esta es la última.
Nuestro querido Juanlu Mora vino al MAL8 (129) en su faceta de poeta, la
cual le ha hecho prestigioso en el mundo literario gracias a Twitter, donde
tiene catorce mil seguidores, de momento. Nos leyó tres magníficos poemas: Instrucciones para tener suerte, Ajedrez, y Alguien ante un poema. Os invito a que le busquéis (@juanlumora) y
disfrutéis de estos y otros títulos.
En esta edición conocimos a cuatro
nuevos participantes. El primero en presentarse fue Saül Vanaclocha, que vino desde Valencia para mostrarnos su primer
trabajo en solitario, del que nos cantó la canción Ya entra la luz “por la ventana, y es una luz tan rara, y es una
luz tan clara”. Tanto como su voz, que me encantó. Esperamos verle más por aquí.
El segundo fue el poeta Jorge Sánchez. Nos leyó tres poemas de
su libro “Errática textura”: El columpio, poema que habla de la
infancia recordada en estos pasados días familiares; definición, el cual declamó de memoria; y terminó su intervención
con Guión improvisado en una playa.
El tercer nuevo participante de
esta tarde fue el cantautor Joan Díaz,
que con su grave y profunda voz nos cantó una canción que, en principio, “iba a
ser de baile, pero que terminó siendo una canción indignada. Aunque obvio, me
pareció muy elegante y concreto su mensaje y su forma de transmitirlo.
Pero para voz profunda la del último
nuevo participante de la tarde, Dan,
un elegante y misterioso extranjero (no sé de dónde es) vestido con gabardina,
que cantó con timbre entre Damien Rice y Anthony and the Johnsons. No sé el
título de la canción ni de qué va, pero puedo decir que esta fue la actuación
más impresionante de toda la sesión.
Y tras estos cuatro nuevos
artistas, pudimos ver por segunda vez en MAL8
a Maydiremay, que nos cantó una
deliciosa canción en inglés, cuyo resumen en castellano es algo así como “escaparse
de la sociedad –nos contó-, aunque esa no sea la solución, más bien buscar un
término medio”, pues “sólo el cariño mutuo nos puede salvar”. Me gustó
muchísimo, de hecho apunté en mi cuaderno que soy afortunado por poder asistir
a estos micros abiertos y rodearme a de estas personas con tanto talento y luz.
Sí, tenemos todos mucha suerte de
alternar con personas tan brillantes como el siguiente participante, el maestro
Alberto Alcalá, que está en plena
promoción de “Ensayo y error”, su
primer trabajo discográfico, a pesar de lo cual nos cantó una nueva canción, de
la que no dijo título. “Soñé con la bolsa de arena, también con el arenero”,
canta en este tema recién compuesto. Permítaseme especular que la llegada de Alberto Alcalá a Madrid, le está dando
un algo novedoso a su música; y que su música, a su vez, va a subir enseguida
el listón de calidad actual, lo cual le agradecemos los que siempre queremos
más.
Y hablando de calidad, en las
sesiones de MAL8 sube la audiencia
cuando llega la actuación de los habituales SilNé, un dúo de compositor/guitarrista con cantante/actriz que con
humor inteligentísimo le sacan una sonrisa a este momento de depresión general.
Yo creo que deberían actuar en la tele, y no las mediocridades que emiten
cuando pretenden hacer humor. SilNé
no siempre hacen humor, pero sí lo hicieron en esta ocasión con una canción muy
apropiada, como siempre, que habla de “los propósitos de año nuevo”, como por
ejemplo “prometo que este año me pongo con el inglés”. Geniales.
Y no paramos de ver cosas
atractivas y sorprendentes. El Tío
Antoño se ha propuesto que su repertorio de este año sea el más variado, y
ha comenzado el año practicando género con un tango, eso sí, a lo Tío Antoño. Nos dijo que se titula Tango para el ciento veintinueve. Supongo
que es tan nueva que aún no tiene un título definido. La cosa es que hizo esta
canción para cantarla aquí, y se lo agradecemos, nos encanta la canción fresca,
reciente. Preciosa la guitarra, e indicios de evolución en la forma de cantar.
O eso he visto yo. Estoy muy atento, porque este hombre rezuma talento, además
de bondad.
Por no hablar del siguiente
participante, un pilar de la salud actual del MAL8. Si esto fuera una escuela superior de canción de autor, él
sería el profesor de “Amor a la Literatura” (es decir, a la vida), asignatura
troncal. Comenzó con un homenaje a Ángel González: “Si yo fuera Dios, me
gustaría ser José Miguel González…”.
Tras lo cual nos leyó tres poemas llenos de eso que brilla en él. El primero se
titula Nunca me preguntaron. En el
segundo, El lamento del oso, evoca su
infancia. Terminó con Benditos los polvos.
Creo que nunca he hablado del particular sentido del humor de José Miguel, será porque no tengo forma
de describirlo, hay que verle en directo o charlar con él cualquier martes.
Así como a mí me encontraréis todos
los domingos en Música por la Voluntad,
en El Colmo, encuentro de creadores creado y coordinado por el siguiente
participante, Julio Hernández. Nos
contó que acaba de cumplir años, y que además acaba de vivir una experiencia que
le ha hecho apreciar más la vida, pero también estar más alerta ante el
peligro. Por suerte sólo ha sido un susto, y muy entero y prudente nos subió a
su nube de ritmo y calor humano y musical. ¡Felicidades!
Ya en la recta final salió a
escena Marta Plumilla acompañada a
la guitarra por mí, Andrés Sudón.
Tocamos la canción Hola, la
emocionante historia de un encuentro inminente…
Después me quedé en el escenario
para hacer mi intervención en el MAL8
(129). Esta vez participé como poeta, que que hace unos meses se publicó mi
primer poemario, “Poemas de mierda,
sangre y leche”, del que leí el titulado Fresas sí, tonillos no.
Diego Mattarucco comenzó con
un poema dedicado a la ciudad de Madrid,
en la que hace continuas alusiones a películas de Almodovar, y al mismo
Almodovar, aunque habla de todos los aspectos de la ciudad con sentido del
humor y profundidad, sin abandonar su depurada técnica “cacofónica”. Después
nos interpretó un extracto de la obra que ha estrenado este sábado 11, esta
misma noche en la que escribo esta crónica. Que yo sepa el aforo está completo
y hay dos pases. Le deseo mucho éxito.
La sesión terminó con la
actuación de dos queridos malochos que esa misma noche actuaron en el escenario
de Libertad Ocho, Dani Are y Carlos Recio, los “padres de familia” que, como dijo Are, “siempre huelen a Nenuco y llegan
tarde a los micros abiertos”. Juntos tocaron y cantaron Un beso después de haber estado muerto, de Recio.
Hasta aquí el MAL8 (129), seguimos el martes 14 de
Enero de 2014 con la edición nº 130.
Os recuerdo que el 4 de Febrero celebraremos el taller titulado “Como”, al que
os podéis apuntar escribiendo a microabiertol8@gmail.com
poniendo el asunto “Taller Como”. Gracias a todos por todo.
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