En la edición nº 118 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), de este
pasado martes 22 de Octubre, anunciamos el taller y el mográfico que vamos a
celebrar el próximo mes de noviembre. El monográfico lo haremos el día 5 de noviembre, y el compositor de
canciones al que homenajearemos será Robe
Iniesta, compositor y cantante del grupo Extremoduro. Si quieres participar, escribe a microabiertol8@gmail.com con el asunto “Monográfico Robe Iniesta”,
indicando en el correo qué canción quieres versionar, para que no las
repitamos. El taller lo celebraremos el martes 19 de noviembre, y se
titulará “Subirá”, es decir, todos
compondremos una canción titulada Subirá.
Para participar también hay que escribir a microabiertol8@gmail.com con el sunto “Taller Subirá”. Son un
monográfico y un taller de canciones, pero, por supuesto, invitamos a nuestros
poetas habituales a participar en los dos eventos. Esos días de noviembre, el 5
y el 19, también se puede participar de forma normal, aunque tendrán prioridad
lo que se apunten al monográfico o al taller, así como los nuevos
participantes.
Tras las instrucciones dadas,
paso a contaros los sucedido el pasado martes en el MAL8 (118). Fue una sesión excelente, siempre lo es, y sigue
aumentando la calidad artística y humana. Participamos veintidós personas, tres de ellas nuevas en MAL8. El primer cantautor en escena fue
Petete, que estrena nuevo nombre de
banda, pero mismo espíritu: La banda de
Trapo es el nuevo proyecto de este diestro cantautor que, por
circunstancias ajenas a su voluntad, ha tenido que hacer este “reinicio”. Lo
explica muy bien en la canción que nos cantó: Punto de partida, en la que dice “llámame como quieras, seguiré en
tu retina”, y “no pienso quedarme entre bambalinas”. Y es que el proyecto de Petete es una apuesta por la buena
música, por la celebración, por el humor y por la cultura, ya que es un
cinéfilo y un melómano que hace abundantes citas, guiños y homenajes en su
congruente poesía. ¡Viva La banda de
trapo!
El segundo participante fue mi
admirado poeta y cantautor Juanlu Mora.
Nos regaló un soneto y una canción, titulado respectivamente: Soneto del tesorero y la secretaria general,
del que no hace falta que cuente de qué va, y Todos tenemos heridas “en los ojos y en la sangre y en los huesos,
(…) heridas que transitan el dolor, heridas que se mudan a otro amor sin la
lección aprendida”. A veces pongo extractos de letras de las canciones de los
participantes, siendo consciente de que una canción es una unidad de letra y
música, sabiendo que no es correcto hacerlo. Las pongo porque solamente presto
atención a los textos de las canciones cuando quien los canta sabe llevarlos a
mi cerebro. Es decir, cuando estoy en el micro abierto no presto especial
atención, simplemente me dejo deleitar por quien lo logre. Suelo salir
deleitado hasta las trancas. Juanlu Mora
empieza a deleitarme con frecuencia cuando canta, y siempre cuando le leo.
El siguiente en escena fue el
genio Caso Omiso que, con su
particular estilo desenfadado e indescriptible, nos canto su canción Saturno y ukelele, en la que hay “un
montón de putas, un montón de hadas (…), un montón de Saturno y ukelele”. No
digo más, sabéis que me encanta. Ya me ha manifestado su entusiasmo por el
monográfico de robe Iniesta del 5 de
noviembre, seguro que no nos decepciona.
A continuación Raúl Ródenas nos cantó su canción Dame señales, “la canción que más me
apetece cantar hoy”, confesó. Creo que cuando un artista disfruta en escena,
hace disfrutar al público. En su canción le dice a la musa “paso ya de tanto
paseo”, aunque no quiera “lunas ni miel a oscuras ni dejarte con la duda”.
Llegó en momento de la actuación
de Marta Plumilla. Nos cantó su
canción A solas con Harvey el conejo,
una truculenta trama en la que suceden muchas cosas. Como es habitual en las
canciones de Plumilla, no tiene
estribillo. Creo que esto es parte de la evolución de la forma de la canción
que estamos viviendo en el MAL8. Me
gusta mucho que una canción sea una idea o una historia, sin la necesidad de
añadirle un estribillo, que sirve, en muchos casos, solamente para grabarla en
la memoria de los consumidores de canciones. A mí me gustan las canciones que
captan mi atención, las que vuelan dentro de mí, no las que se me pegan
necesariamente en la cabeza. Esta canción de Marta me gusta especialmente.
Miguel de Paul nos contó que cada bluesman tiene su canción
dedicada a su río. Él también tiene la suya, y está dedicada al Río Manzanares, un blues en toda regla
con las peculiaridades propias de la poesía urbana y ácrata de Miguel de Paul.
José Miguel González decidió comenzar su intervención con un
fragmento de “Cuento de invierno” de William Sakespeare, para después leernos Sueño con tu boca, en el que dice: “mi
soledad y yo nos entendemos, y sin embargo, echo tanto de menos tu lengua…”.
Terminó cantando “sale música de Mozart de tu adorada entrepierna”. Çjosé
Miguel siempre entona un canto a la vida, a lo animal, a lo sensual y a lo
humano.
Dani Fernán volvió a cantar una nueva canción, nos sorprendió con Mamá no se equivoca, un tema dedicado a
“los compañeros” compositores de canciones que dedican, como él, su vida a este
oficio, el cual requiere una entrega total. Hacer canciones es buscar canciones,
“pongo el grito en el cielo de tu boca”. Dani
Fernán vive en una canción, y canta a los que hacen lo mismo; a veces
coincidimos en la misma canción, como en este caso. Somos solitarios poetas en
voz alta que nos juntamos para actuar en masa, “los micros abiertos nos regalan
la voz que clama en el desierto”.
La siguiente voz que clamó en el
desierto (eso sí, muy bien rodeado de bellas soledades), fue la mía (Andrés Sudón). Canté Canción triste y de amor. El desierto en
la que la clamo es un campo sembrado donde trabajo de espantapájaros, o una
cueva de mi tamaño. Es una extraña canción de amor, así como era el amor. Me
gustó hacerla sin el loop, la he tocado pocas veces así. He de decir, con permiso,
que estoy en plena campaña de crowdfunding, por si alguien desea
asegurarse una copia del nuevo disco y así ayudar a publicarlo.
Nos visitó la poeta Catherine
Zickgraf, que vino acompañada por
su marido a quien dedicó su intervención, porque por estas fechas hace
dieciséis años que se conocieron en Granada. De memoria recitó un emotivo poema
en el que cuenta su historia y expresa sus más sinceros pensamientos. Una gran
artista, dedicada a la performance, que eligió nuestro templo para este especial
regalo a su muso.
Uno de los nuevo participantes de esta tarde fue Surf ans Sun,
nombre que recibe el proyecto de un cantautor dedicado a hacer música con
“mucho sol”. La canción, el grupo y el proyecto en general son homónimos. Vino
acompañado de un percusionista que tocó las congas. Muy buenos, les agradecimos
todo ese sol.
Otro de los nuevos participantes de este MAL8 (118) fue el poeta Pablo
García-Inés, que se entrenó recitándonos algunos de sus poemas, entre ellos
Adioses como pedradas I y II: “toda
tú eres una gigantesca despedida”. Con su envolvente forma de recitar nos habló
de los agravios que le provoca en su “yo construido con tantos tus” el alma
libre e impredecible de su musa.
Me gustó especialmente la siguiente nueva participante, Emilia,
cantautora chilena. Es absolutamente de mi gusto su mágica voz, su oscuro y
poético texto, así como su forma de tocar la guitarra, muy sencilla pero
original. No nos dijo el título de la preciosa canción que nos cantó, pero pude
rescatar estas frases: “Vino a ser como la música al mundo (…), como pañuelos
de colores de tierra”. Espero que venga mucho por aquí, que se haga asidua, que
participe en los talleres.
Tanto como lo hace nuestra querida y admirada Olivia Tomé, artista
de las que da ese nivel artístico y humano al MAL8. El texto que declamó
está contextualizado en hotel de París desde el que hay vistas a la Torre
Eiffel, imagen que se estaba perdiendo por mirarse “el ombligo”, y comienza
“disimulando con mis manos la desnudez de mis pechos”, es decir, de los suyos.
Sien embargo es lo que siempre nos regala, su desnudez. Se entrega
completamente sobre el papel, logrando siempre un efecto sobrecogedor.
A continuación llegó el turno de SilNe. Por cierto, celebro que
desde que vinieron por primera vez, no hayan faltado a ninguna edición, incluso
han participado en el primer taller del curso. ¡Ya son de la familia!
Decidieron, en esta ocasión, mostrarnos parte de su parte más seria. Nos cantaron
Aquí canta, un poema de Pablo
Guerrero musicado e interpretado por ellos. Esta vez no hubo risas, que es
a lo que nos tiene acostumbrados, sino que hicieron lo más difícil,
emocionarnos interpretando poesía, extrayendo la música que contiene este
precioso texto de Pablo Guerrero.
Manu Clavijo nos cantó una canción que ya ha hecho más
veces en MAL8, esa que canta a capela en la que dice “pero yo sé que él
me quiere”. No obstante, fue novedosa (no para él, sino para todos nosotros) la
forma en la que la cantó. Cuando no tienes la guitarra para refugiarte en ella,
la música está en la emoción con la que cantas la canción. Manu mostró
toda su belleza, su innato talento, su agradable desvergüenza; todo aquello necesario
para ser un artista de calidad.
Anuncié a Diego Mattaruco, pero no salía nadie a escena. De pronto
alguien comenzó a discutir en la sala, una discusión perfectamente medida y
aliterada… Eran Mattarucco y Malena María que declamaban dramáticamente
un texto del primero, Lo que yo, lo que
vos, la típica discusión de pareja magistralmente reflejada en la compleja
y profunda poesía de este artista único.
Nuestro querido y admirado Enrique Sánchez celebraba en esta
edición un año en el MAL8. Cantó Ave
del paraíso, creo que la canción con la que se estrenó. Parece mentira que
haya pasado un año desde que este genio llegó aquí. Ya se va acercando el gran
día, su ya sabido por todos 3D. El 3 de Diciembre estará en el escenario
de Libertad Ocho en concierto. Estoy seguro de que será un éxito e todos
los sentidos.
Lo siguiente que sucedió en escena fue la visceral y orgánica poesía y
acción de Malena María. Es maravilloso cuando un poeta parece que está
hablando, que no recita, que nos cuenta. Es el caso de esta persona, que se
entrega cuando recita de la misma forma que lo hace cuando escribe: “Amor mío,
te propongo volar, si consigues que el mar hondee entre mis piernas (…), porque
este coño que es el mío, sabe rendirse ante un palpitar como doblan las
campanas, a arrebato”.
Ya en la recta final, salió la bonita Krikri Vela a cantarnos un
rotundo blues titulado Búscame, en el
que pide azulmente “pon tu voz en mi canción”.
El poeta Eusebio Priego fue el penúltimo artista de este MAL8
(118). Comenzó con este poema: “El cielo es el trampolín de la noche / una
posible ciudad, / la estancia fugaz de dos / estrellas / que juegan a apostarse
/ el hueco exacto del poema”. Y bterminó, según pone en mis anotaciones,
haciendo una pieza inspirada por Diego Mattarucco. Disculpen la inconcreción.
El espectáculo terminó con la actuación del artista que posteriormente
hizo un concierto en Libertad Ocho, el cantautor Joel Reyes, líder
del grupo Malacabeza, que nos deleitó con una de las canciones de su
repertorio para terminar esta edición ordinaria, es decir, extraordinaria de MAL8.
Es raro publicar una crónica una semana y un día después de celebrarla, porque
no puedo decir aquello de “nos vemos el martes que viene”, como mucho puedo
decir: nos vimos el martes pasado… Disculpen el retraso, Gracias por vuestra
atención, y gracias a Marta por las fotos (que pudo hacer antes de que
se terminaran las pilas de la cámara).
Andrés Sudón
Como anécdota: la canción de Manu Clavijo que dice "Yo sé que él me quiere" ya se la había oído cantar así, sin guitarra, en su concierto del 6 de Diciembre de 2013, en el Libertad.
ResponderEliminarPor cierto, la canción de Manu creo que se titula "El ciego, el sordo".
ResponderEliminarEn mi primer comentario hay una errata; el concierto de Manu fue en 2012...
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