Esta es la segunda vez que escribo esta santa crónica,
debido a que mi ordenador ha sufrido un coma profundo y su consecuente pérdida
de memoria. Entre docenas de poemas y canciones comenzadas, he perdido también
la crónica del MAL8 (69) en su
primera versión. Un minuto de silencio, por favor. Bueno, más que un minuto han
sido unas semanas de silencio. Ahora ya me han vuelto las ganas de volver a
redactarla, no voy a hacerlo sin ganas, de eso podéis estar segruras,
personas. Por otro lado os pido disculpas por el retraso y os agradezco que no
me hayáis insistido para que la publique, sois muy majos todos. Así que no me
entretengo más y paso a contaros cómo fue el MAL8 (69), celebrado el pasado martes
30 de Ocrubre del 12.
Este ha sido nuestro segundo MAL8 (Micro Abierto Libertad
8) monográfico, en esta ocasión dedicado a la canción y a la poesía
erótica. Yo, personalmente, tenía bastante curiosidad por ver cuán
profundamente se trata este asunto entre los participantes del MAL8. He de decir que la conclusión
general que saco es que los poetas se mojan (casi literalmente) bastante más
que los cantautores. Supongo que aún no nos atrevemos a habalar con naturalidad
y de forma explícita de ciertas cosas en las canciones, cosas tan cotidianas
como el sexo, que aunque no se realice en compañía, se practica o se anhela con
gran frecuencia, según tengo entendido. Quizá pensemos que hacer una canción es
una tarea laboriosa y no nos podemos arriesgar a decir cosas censurables. Opino
que mientras mantengamos esta actitud autocensuradora mal vamos a hacer
canciones que salven el mundo, es decir, que digan las cosas sin temor. Lo digo
por lo que decíamos con respecto al monográfico anterior dedicado a la canción
protesta: que hay que propiciar un cambio de consciencia necesario para la
evolución del ser humano, y que los que hacemos canciones tenemos un papel
importante en ello. Pero bueno, los poetas y algunos humildes cantautores sí
que fuimos explícitos y viscerales. Queda claro que no es necesario ser
explícito para ser visceral, ni tampoco es necesario ser visceral para hacer
una bella canción erótica, solamente quería resaltar esto que me llama la
atención personalmente. El evento fue magnífico, lo disfrutamos muchísimo. Paso
a contaros lo sucedido:
De nuevo, el orden de participación fue el inverso al orden
en que se apuntaron los participantes. La primera de la lista oficial fue Dayfa Agua con una preciosa canción
titulada Luna pendeja. Según la
leyenda, cuando hay eclipse lunar se oye en el universo un profundo orgasmo de
la luna. Empezamos bien, con un buen orgasmo. Muy bonita la propuesta de esta
bonita cantautora nueva para nosotros. Esperamos verla más por aquí.
Continuamos la tarde con la poesía de nuestra querida Gadea Ramos, que tiene mucho que
aportar a este asunto que tratamos. De hecho es habitual en su obra el
erotismo. Nos leyó tres poemas, dos escritos durante el mes anterior y uno
reciente, calentito. Me cuesta explicar lo dicho en sus poemas sin título, solo
resaltar lo sugerente de la poesía de Gaea,
y de toda ella.
El tercero de la tarde fue Dani Fernán, quien aseguró que su canción estaba “hecha entre dos,
pero escrita sólo por él”. No dijo su título, pero en ella decía lindezas como
“(…) antes de perdernos el respeto (…)” y “(…) la guerra en tu cuerpo, la paz
en tu mente”. Vamos bien. Dani es un
cantautor cuya poesía es profundidad que sale a la superficie. Un gusto escuchar
a este cantautor enorme.
La segunda intervención poética de la tarde fue la de Gema Bocardo, la cual nos dejó boquiabiertos
con su preciosa poesía sincera y clara. Dijo, antes de leer, que escribía mucho
sobre sexo, y se nota, porque sus poemas, titulados Pero no te atrapo y Mi ser, son reales y transparentes.
Nuestra querida Alicia
Ramos fue la siguiente participante. Nos confesó que lo ha pasado fatal
para escribir esta canción, y dijo que “es mala de necesidad”. Pero no es
cierto que sea mala, Alicia no se
molesta en hacer una canción “mala”. En su canción titulada Mi primera y última canción erótica (titulo
que homeje a Coppel, quien tiene una
canción titulada Mi primera y última
canción de amor), dice cosas tan bonitas como “todo vibra cuando me fundo
con la mujer más bella del mundo” (advierto que esta frase necesita ser cantada
por ella para que adquiera en su totalidad la belleza de la que hablo).
Esperamos que realmente no sea la última.
La siguiente en escena fue la poeta La chica metáfora, que estuvo fantástica. Lo que decía antes en la
introducción: los poetas se mojaron bastante, Metáfora la que más. Nos leyó un poema sin título en el que dice
preciosidades como “me siento como un violonchelo al que tomas por detrás…”. Maravillosa.
Una de las intervenciones que más gustó fue la de Enrique Sánchez. En la anterior crónica
del monográfico dedicado a la canción protesta, comenté que me resultó muy naíf
su pieza. En esta edición hizo gala de ese estilo naíf, cantándonos una
estupenda canción erótica en la que cuenta una sencilla historia de forma
sencilla, Ave del paraíso. Enrique se llevó una gran ovación, nos
gustó muchísimo.
Más poesía con Diego
Mattarucco, que comenzó leyendo un breve poema casi pornográfico, muy
gracioso. Después compartió con nosotros su correspondencia. Nos leyó una carta
real a una persona real (a la que yo conozco y de la que no voy a decir el
nombre sin permiso del autor). Una carta escrita al estilo Mattarucco, es decir, usando aliteraciones complejísimas,
dificilísimas pero llenas de sentido. Una auténtica maravilla. Me gustó la
manera en que trata el tema sexual conectándolo con todo lo demás. Una de las
cosas más bonitas que he oído nunca. ¡Bravo, Diego, eres un crack insuperable!
A continuación subió al escenario de Libertad 8 la cantautora Raquel
Lamas para cantarnos su canción Seré
Leona. Lamas es una cantautora
novel, y en otras crónicas he apuntado cosas que creo que debe mejorar. En esta
ocasión he de decir que estuvo como nunca la había visto en un escenario, su
actitud fue magnífica, muy bien su relación con el micrófono. Me encantó verla
cantar de pie y sentirla tan cómoda. La canción es ambigua pero certera y llena
de calor animal.
Gabriel Monsalve
fue el siguiente, un cantautor que busca su sitio y lo está encontrando.
Comenzó haciendo una breve introducción hablada que terminaba con el título de
la canción, Que tu suerte sea mi suerte.
No mucho erotismo, pero sí buena música.
Y no faltó en el MAL8
(69), monográfico de canción erótica, el espectáculo. La siguiente
participante, Olivia Tomé, poeta y
performer, salió a escena vestida de rojo acompañada por un pianista, se pintó de
rojísimo los labios y nos recitó Por
encima. Después, aderezada con un pañuelo amarillo (recordemos el vestido rojo),
taconeó y nos recitó, riendo histriónicamente, el poema Abajo. Un momento muy intenso.
El siguiente participante, el poeta Suso Sudón, nos leyó un poema exprés. Cuando llegó a Libertad 8 antes de que terminara el
espectáculo, me dijo que todavía no había escrito nada, pero que tenía una
buena idea. Lo que tiene son unos güevos tremendos. Hasta que llegó su turno,
estuvo escribiendo el poema, y salió al escenario diciendo “me falta una frase,
pero seguro que se me ocurre mientras lo leo”. Muchos. El poema se titula Piscina olímpica, y es impresionante que
lo acabara de escribir, nos hizo estremecernos (y encontró el verso final).
Muchos güevos y mucho talento.
Seguimos con una bonita canción de Sara Veneros de la que no sabemos el título. Es una canción como de
cabaret, muy buena, como todo lo que hace. Hace poco presentó con gran éxito su
nuevo disco sin título pero con contundente contenido.
El bello Manu Clavijo
nos trajo para este monográfico de canción erótica un tema “romántico”, según
sus propias palabras. Parece que hacía mucho que no hacía una canción así. Se
titula Tu barba, y es tierna
divertida y original, así como es él.
Nuestros siguientes participantes fueron cuentacuentos. Se
excedieron en el tiempo. Pero también aportaron espectáculo. Manu Escobar y Almu Jiménez vinieron al (69) a contarnos sendos cuentos.
Comenzó ella con uno en el que cuenta que “no le dejan de perseguir los animales”.
Yo, como animal, lo comprendo perfectamente. Manu hizo una per-versión del cuento de Caperucita Roja. El papel de Caperucita lo hizo Almu. Suspiro. Muy divertida su propuesta.
De alguna manera, me han hecho ver a los cuentacuentos de otro modo.
Y llegó el turno de Marta
Plumilla, que introdujo su canción aludiendo a aquella historia
interminable de un solitario elefante que se balanceaba sobre la tela de una
araña. Todos sabemos cómo sigue. En ella cuenta que está en una playa-tela de
araña en la que se montó una orgía multitudinaria: caballitos de mar,
elefantes, ¿sepias? No sé, mucha gente. Y allí todos hacían… Lirili, que es como se titula la divertida
canción.
Gonzalo Carrasco
nos sorprendió con su faceta de poeta. Tiene voz para ello. Nos leyó un poema
plagado de naturaleza, del que no sabemos el título. Su intervención fue
rápida.
Yo, Andrés Sudón, actué como último participantes de la lista oficial,
antes de pasar a los participantes de la lista de espera. Canté mi canción más
erótica, ya que todas mis canciones lo son de algún modo. Se titula Quizá no podamos. Es la descripción de
un polvo. La hice minuciosamente abrumado por el frustrante estudio de la
filosofía medieval. Descubrí que estamos reprimidos en occidente, que estoy
reprimido. En la soledad del estudiante en verano, evoco a un invierno cálido.
Y pasamos a la lista de espera sin mesura, lo hicimos con Adela Ferrer. Nos recitó… No sé si
recitó, porque lo recuerdo como si lo cantara. Un poema titulado Hoy no tengo nombre, cuyo evidente
erotismo poseyó a la rapsoda. El poema la tocaba con sus manos mientras ella
nos lo decía.Y decía "puedes llamarme como quieras...". Deliciosa.
El último en cantar su canción erótica en el escenario del Libertad 8 en este MAL8 (69), fue Maxi Alea.
Entró en la lista oficial de milagro, pensábamos que no iba a dar tiempo. Pero
tuvimos suerte de escuchar la recién compuesta canción de este joven cantautor,
titulada La batalla. El título lo
dice todo, y en la música de la canción sucede. Un gran broche.
Pero aquí no acabó todo. Cuando ya estábamos de tertulia
posterior al MAL8, Pablo Bermejo me hizo saber que estaba
disgustado por no haber podido participar. Le pedí entonces que me cantara su
canción. Y lo hizo. Sentados frete a frente en sendas sillas, Pablo Bermejo me cantó Cada vez que se abre una flor. Lo hizo
mirándome a los ojos, cosa que admiro. Y fue bonito escuchar su aflautada voz a
través del aire. Le agradezco su generosidad. La canción es atrevida y
correcta, como él.
Y es así como terminó la edición nº 69 de MAL8, dedicada
a la canción erótica, aunque también hubo poemas. Como decía al principio, creo
que los poemas triunfaron en cuestión de erotismo en sus textos, sin quitar
nada de valor a las maravillosas canciones que escuchamos en esta sesión casi
equis. Comento esto porque creo que los cantautores somos poetas, decimos cosas
bellamente y tremendamente, nos viene bien observar la libertad con que se
mueve la poesía en todo terreno. Hemos aprendido mucho. Gracias a todos por
estas tardes mágicas. Y a Marta por
todas estas fotos.
Por cierto, se rumoreaba que después de este micro abierto
dedicado al sexo, habría una orgía de autor. Pero nada de lirili. Todos a casa
a probablemente lirili o algo similar. El cantautor* está solo, pero aquí,
todos los martes puede estar con otros solos que cantan buscando oídos.
Andrés Sudón
*Nota: en castellano el masculino es neutro, vale para todas
las personas. Quizá deberíamos ser neutras todas.
La caperucita tan guapa que tanto te gusta (y a mí también) se llama Almu Gutiérrez y no Jiménez.
ResponderEliminarEstás perdonado porque la chica tiene una cara tan bonita que no me extraña que se te vaya la cabeza.