El
pasado martes 16 de Octubre vivimos una maravillosa sesión vespertina de
canciones y poesía, que puede que sean la misma cosa. Sobre todo canciones. Y
no sé por qué, pero fueron canciones todas muy sentidas y bastante profundas.
Quizá la llegada del otoño nos haya puesto meditabundos a ver caer las hojas
muertas del verano. Pero esas hojas muertas son bonitas, cientos de cadáveres
marrones de hojas decoran la superficie de nuestra zona horaria, recordándonos
con bella melancolía que todo fluye. Y
eso es lo que hicimos sin planearlo, estar en el otoño y seleccionar una
canción de temporada.
Fuimos
veinte los participantes en la edición
nº 67 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Como es
habitual, comencé yo mismo, Andrés Sudón,
cantando una canción titulada Persona,
en ella hablo de mis desventuras en la empresa de ser una persona.
Pablo Sciuto, el siguiente participante, trajo una
canción muy de otoño, Pájaro púrpura,
dedicada a la decadencia personal, “hay un pájaro púrpura en tu mirada”. Una
canción muy bonita y oscura. Perfecta para el momento.
A
continuación salió a escena Pedro Pastor,
que cantó una de sus canciones primerizas, una de mis favoritas, Mi anarquía y yo. “A ella no le gusta mi
anarquía”, dice Pedro, en esta
canción “antigua”, a punto de cumplir los dieciocho. Uno no se acostumbra a
estar delante de un prodigio.
El MAL8 es un fenómeno dinámico que se va
nutriendo constantemente de nuevos elementos, personas con alma luminosa que
desea regalar su magia. Y hay gente muy bonita. Ahora es asidua Briyi Nardi, una cantautora con mucho
que ofrecer. Me encanta su poesía naíf pero profunda e ingeniosa.
Sí, a MAL8 vienen personas con mundos
preciosos y únicos de los que disfrutamos abiertamente. Por ejemplo, la
siguiente participante, Alicia Ramos,
la siguiente participante, tiene una icnografía fascinante que nunca deja de
sorprendernos. Durante muchas semanas trajo a MAL8 canciones de actualidad, hechas para la ocasión, que nos
dejaron boquiabiertos. Ahora nos está enseñando parte de su repertorio
histórico. Digo histórico porque anunció la canción diciendo que era de
“finales del siglo XX…, no tan a finales”. Alicia
es una artista veterana que siempre es fresca. Su canción de finales del siglo
XX, El abrazo más valiente, resulta
ser un temazo que podría haber compuesto ayer. Grande Alicia. Tenemos suerte de tenerla cerca, porque además es una
persona auténtica y sólida que transmite paz.
Y, como
dije antes, el MAL8 se nutre
contantemente de nuevos participantes. En esta edición conocimos, por ejemplo,
a Carlos Gágaro, que nos cantó dos
canciones de su repertorio. La primera titulada Voluntariamente, y la segunda Mar.
Lo hace muy bonito, tiene una voz emocionada y toca con destreza. Ya le iremos
conociendo, si le apetece repetir.
A quien
ya vamos conociendo cada vez más es a Virginia
Montaño, la siguiente en escena. Virginia cantó desnuda, sin nada, ni
guitarra ni piano no micro. Cantó una bonita canción en portugués con su
aparentemente frágil voz. En realidad es una voz tras la que hay una fuerza
arrolladora.
Hacía
mucho tiempo que no venía a participar Dani
Mostarak. Nos trajo una canción en serbio, un idioma con una curiosa
sonoridad, y estuvo acompañado por Cristian
Navarra, a quien no conocía hasta esa misma tarde. Parecía que lo habían ensayado.
Se agradece el espíritu abierto de Dani.
Y ya
que estaba en el escenario, se quedó Cristian
Navarra, que rompió deliciosamente el ánimo marrón de otoño que estábamos
teniendo. Lo hizo con una enérgica canción titulada No nos llevamos bien. Grande.
Otro
nuevo participante fue David Enríquez,
cantautor concienciado y dicharachero. Nos trajo una canción titulada La canción del mundial. En ella hace una
crítica a un país que sale a la calle en masa para celebrar un mundial, cuando
el habría preferido celebrar “un cambio en lo político y social”. Su segunda
canción se titula Vota en Blanco, y
no necesita más explicación.
Nuestra
querida Marta Plumilla fue la
siguiente participante. Haciendo gala de su originalidad, nos regaló una
canción titulada Bicho palo. Plumilla nunca deja indiferente,
siempre hace reír y pensar. Ella es otro de los tesoros que tenemos en MAL8.
A
continuación salió Maxi alea, con
una canción escrita en Chile, titulada El
cuadro perfecto.
También
pudimos conocer en esta edición a otro nuevo participante, Yoyo, que hizo un tema titulado La
verdad.
El
siguiente artista que subió al escenario nos tiene a todos embelesados. Ezequiel parece un hombre solitario y
reservado, cuando sube al escenario se para el tiempo. Su concentración es tal,
que nos mete a todos en la canción. Para ello usa su preciosa voz con arena, su
afinación abierta, y una poesía oscura y certera. Su canción se titula silenciosa sala, justo lo que consigue,
porque no sólo nos quedamos todos en silencio en la sala, estoy seguro de que
todos dejamos de pensar cuando comienza su canción.
Gabriel Monsalve nos trajo para esta tarde una
canción nueva que aún no tiene título. Me pareció que en él hay una evolución,
fruto de una búsqueda de identidad artística. Es tan bonito ver a la gente fluir.
José Carlos Illanes repitió esta semana en MAL8 su canción de la semana pasada,
esta vez de pie. Como dije la semana anterior, es una artista muy especial,
siempre hace personajes, y ahora quiere ser él mismo el que cante sus
canciones. Un bonito paso que agradecemos que de aquí en Libertad 8, el sitio adecuado para ello.
A
continuación una explosiva colaboración: Diego
Mattarucco y Dani Fernán. Los dos son máquinas de hilar palabras y
excelentes músicos. Han juntado una canción de Dani con un poema de Diego,
y han hecho una bella bestia. Además Diego
toca la flauta y hace coros a Dani.
La palabra adecuada para esta actuación es “brutal”.
Caelorrosa nos trajo una canción en la que habla de
para el tiempo, también dentro del espíritu otoñal del que hablaba al principio
de la crónica.
El
penúltimo en actual fue Coppel. Su actuación
fue un regalo. Nos cantó una canción maravillosa, un blues titulado Ayer hablé con Jesús. En la canción Jesús
le dice que nadie tiene que decirle cómo cantar, que sea él mismo. A mí me vino
muy bien escucharla. Además Coppel
está que se sale, su interpretación fue mágica, nos llevó a todos su mente,
donde se está muy agusto.
El
último en actuar fue el encargado de tocar posteriormente en Libertad 8, Alberto Ballesteros, un gran cantautor roquero al que me encantaría
ver más por aquí, ya que me parece de lo mejorcito que he visto.
Y así
terminó la edición nº 67 de MAL8, una gran tarde más de canciones y
poesía. Pronto incluiremos fotos en esta crónica. Gracias a todos por hacer
esto posible.
Andrés
sudón
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