En la pasada edición de MAL8
(Micro Abierto Libertad 8), la nº 41, hemos actuado 21 personas,
poetas y cantautores que cada martes nos reunimos con entretenida solemnidad
para celebrar la existencia y la creación en Libertad 8. En esta edición fuimos cantautores y poetas, pero
insisto en que el MAL8 está abierto
a cualquier disciplina artística, eso sí, nos encanta que sean propuestas
creativas.
Como viene siendo habitual, yo mismo, Andrés Sudón, comencé la velada vespertina cantando una de mis
canciones. Canté Lo nuestro es Llover.
Antes de que comenzara el MAL8 estuvo sonando en el Libertad
8 un disco de Quique Montes, que
fu el segundo en actuar con su canción Cenicienta
a la una. Lo podéis ver en el vídeo.
La tercera persona que actuó fue la fantástica Raquel Lamas, que nos cantó su canción Alas blancas de esa forma experimental
que la caracteriza, jugado con la guitarra y las palabras, muy alegre y
poseedora de belleza.
La tarde estaba lluviosa, no hacía frío, algo oscuro pero
rico de la primavera se olía dentro de Libertad
8. Esto llevó a nuestro siguiente participante, Daniel Hare, a elegir su canción Llueve, y también que le insistió bastante Paula de Alba. La canción habla, según él, de regresar a la
infancia, de la lluvia y de desnudar mujeres.
Hacía tiempo que no veíamos a Manu Clavijo cantando en solitario en el MAL8. Este martes cantó una canción dedicada a los incendios que
asolan el norte, Se quema la Catedral.
Su actuación fue muy celebrada y comentada por los asistentes, incluido yo.
La primera poeta de la tarde fue La chica metáfora, a la que ya vamos conociendo y deseando conocer
más. Nos recitó un poema sin título que habla de rachas.
A continuación salió al escenario el uruguayo Martín Sebastián, que nos cantó una
compleja y bonita canción de armonías voladoras y texto obscuro. A mí me
encanta este estilo, propio de su lugar de procedencia.
Llegó el turno de Marta
Plumilla (autora de las fotos en blanco y negro –o sepia, o algo así-, las
que están en color son de Gadea Ramos),
que nos cantó su canción De cuando era sirena.
Qué decir de Plumilla que no haya
dicho ya, solamente que estoy deseando que llegue el 7 de mayo para ver su concierto.
Como decía antes, el MAL8
es un micro abierto para todas las disciplinas artísticas posibles, sin embargo
se ha convertido en un evento para cantautores, dado que estamos en la sala más
importante del mundo para la canción de autor. Ay, la canción de autor, la
pobre no valorada en su justa medida, prejuzgada y quizá denostada en
ocasiones. Hay, no obstante, personas, eminencias, que han hecho y hacen mucho
por la canción de autor, una de las más importantes es Fernando González Lucini, que este pasado martes vino a visitarnos,
como hace eventualmente, esta vez para anunciarnos un concierto que organiza
con el fin de recaudar fondos para el Centro
de documentación de la canción de autor. El concierto se titula “Volad,
canciones, volad”, y el él participan, entre otros, Alberto Alcalá, Elisa Serna,
Fran Fernández, María Rozalén, Road Ramos…
y ¿quién sabe?, como pone el flayer publicitario. Será en Galileo el próximo martes 17
de Abril, justo después del MAL8
(42).
El mismísimo Lucini
presentó a la siguiente artista, como muestra de lo que se verá en Galileo, María Rozalén, que nos cantó una nueva canción, un manual para
conquistar (no sé si se titula así la canción). Como siempre, maravillosérrima.
A continuación otra bella mujer cantautriz, Paula de Alba, que nos cantó su canción
48 horas, y nos anunció que este
domingo podremos verla a las 19.30 h.
en el Café Galdós, pincha aquí.
Volvió a visitarnos Dani
Mostarac, que advirtió que teníamos un día muy amoroso, por lo que nos
cantó una canción, con su estilo particular, tras exponer la siguiente
ecuación: chica + guitarra = canción.
El siguiente participante fue Pablo Bermejo, que nos cantó una canción llamada Mentiras en la que se dicen unas cuantas
verdades.
A continuación tuvimos en el escenario de Libertad 8 a nuestros Ángel de Andrés y Javier Morte, dúo de cantautor y bajista en este orden, que siempre
nos regalan un aire setentero que se agradece. Nos tocaron una versión de Paul Simon, Me and Julio Down by the
Schoolyard.
Schoolyard.
Las dos siguientes actuaciones, fueron para mí el momentazo
de la tarde. Llegó el turno de Sara,
que, según nos contó, en una ocasión le rompieron el corazón y dejó de vivir,
entonces un día compuso una canción y convirtió en La mujer de hojalata. Bien, la voz de esta persona (que no es de
hojalata precisamente) es impresionante. Alicia
Ramos la acompañó con la guitarra en esta canción impresionante y
emocionante titulada Mi alma desnuda.
Y ya que estaban en el escenario las dos, se cantaron una
canción brutal de Alicia Ramos, Ya no vengo más al bar con preciosos
coros de La chica de hojalata.
La siguiente actuación fue doble, Alberto Leal y Alejandro
Ferre, que juntos han hecho un bonito disco llamado “De amores y Rayuelas”. Cantaron una canción de cada uno, la
primera llamada Haciendo y deshaciendo el
amor”, de la segunda no oí el título. Pero sí oí que hoy viernes estarán los dos tocando en la sala Zanzíbar a las 21.00 h.
El penúltimo artista fue el poeta Jorge de la Torre, que nos leyó un poema y un pequeño cuento.
La última de la lista oficial fue Travis, que con su voz de polvos mágicos y particular forma de
quebrar con belleza el final de los versos, nos cantó una canción llamada Ruido. Insisto en que me encanta esta
persona, quiero escuchar más de su obra, a ver si hace pronto un concierto.
Y, como es habitual, actuaron en el final de MAL8 (41), los encargados de hacer el
concierto de esa noche, el grupo Surrima,
un conjunto de música de humor e improvisación, que nos cantaron dos
divertidísimas e inteligentes canciones, Canción
y El mundo. El concierto de después
fue una pasada, pusieron en pie al Libertad
8.
Y así terminó la edición nº 41 de MAL8.
Últimamente todos los que se apuntan pueden participar, esto sucede gracias a
que los participantes son solidarios entre ellos y no pierden tiempo en escena,
y sólo cantan una canción para que todos estemos ahí. La verdad es que estoy
muy orgulloso del ambiente que se ha creado con esta iniciativa, los que vamos
habitualmente somos ya muy amigos, y los nuevos participantes noto que se
sienten acogidos por esta pequeña gran familia, en la que prima el buen rollo,
la solidaridad y el amor por el arte, por la poesía, por las canciones, por las
personas.
Andrés Sudón
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