Este pasado martes volvimos a vivir una tarde maravillosa en
la edición nº 40 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8), excelentes artistas con muchas ganas de
dar y mucho que ofrecer. Vivimos momentos mágicos de gran emoción, de los que Musi Campo ha podido enviarme algún extracto
en vídeo, lo cual agradecemos.
Como es habitual comencé yo, Andrés Sudón, tocando una de mis canciones, en esta ocasión Con Naturalidad (por no hablar de la
presentación pseudoradiofónica propiciada por el piano de Inma). De nuevo disfruté infinito del poder del escenario de Libertad 8, lo recomiendo encarecidamente.
El siguiente artista fue el cantautor Juan Carlos Sánchez, que nos visitó por segunda vez, en esta
ocasión para cantarnos una canción de cuyo título no está muy seguro, aunque,
de momento, la llama Musa.
Este pasado martes hemos tenido más poetas de lo habitual,
la siguiente participante era uno de ellos, Chica Metáfora, que comenzó con un texto de memoria desplegando su
poderoso arsenal poético, por algo recibe su nombre artístico. Chica Metáfora, a parte de su poesía,
nos regaló unos imanes muy curiosos para el sorteo que siempre hacemos al final
de evento.
Y seguimos con poesía, pero esta vez de una cantautora, Marta Plumilla, nuestra Marta Plumilla (autora también de
las fotos que ilustran esta crónica, por eso no tenemos foto de ella...). Marta
nos habló de su madre, de unos patos, y de muchas cosas más que habitan su
mundo poético, en su canción Soy un
juguete del destino. Marta, nos
encantas, incluso hechizas.
Seguimos con otra poeta, esta sin guitarra, nuestra querida Lydia Alcaraz, que últimamente no viene
mucho por aquí, debido a que le coincide con clases. Nos trajo varios poemas,
el primero titulado Exilio, el
segundo Una parte de ti contaminada,
continuó con uno sin título para pasar a su singuel En vena (poema que no puede faltar en ninguno de sus recitales), y
terminó con otros dos poemas al más puro estilo Lydia Alcaraz, La niña poeta.
Morenísima, espléndida y sumamente elegante, salió Alicia Ramos a escena, no venía para
tocar, sólo para ver, y aún así trajo una canción nueva. En navidad propusimos
hacer un villancico, ella lo empezó y pronto vio que no era un villancico, sino
una canción de carretera, descapotable, pistolas y románticos actos delictivos.
El título no lo sabemos, pero sí que hay un nuevo temazo de Alicia Ramos.
Y seguimos con otro poeta, Ricardo Teva, que recitó, acompañado por el piano de Inma, Sinceramente tuyo y dos poemas más. Movidos por la música del
piano, dos espontáneos se pusieron a bailar en medio de la sala.
El siguiente participante, Pablo Bermejo, trajo una canción de actualidad, aunque es uno de esos
autores que hacen canciones universales y atemporales, no incluye nombres,
fechas ni nada que pueda limitar los significados de sus metáforas. La canción
de llama Jinetes negros, y habla de
estos tiempos de apocalipsis que estamos viviendo. Una canción protesta, pero
sutil y poética.
Lo que sucedió a continuación fue una especie de motín que
surgió de forma natural, en las siguientes cuatro actuaciones no hizo falta la
figura del presentador (es decir, yo), porque los participantes se fueron
presentado unos a otros, ya que hicieron varias maravillosas colaboraciones. Yo
presenté a Pedro Pastor, quien nos
cantó su canción Viva la libertad,
una canción que ya conocemos, pero que nos encanta volver a escuchar.
Pedro invitó a
escena al gran Íñigo Coppel, con
quien cantó una canción de Pedro Guerra,
Golosinas. Les quedó muy bonita, en
especial por la precisa armónica de Coppel.
Íñigo Coppel se
quedó en el escenario en invitó a Laura
Pedreira, pianista, y a Chiocchio,
guitarrista, dos musicazos argentinos con los que tocó el Tango del amante traicionado. Para mí fue el momento más
espectacular de la tarde. Aquí dejo un extracto en vídeo.
Lo siguiente (recuerdo que continuamos sin presentador…) fue una sorpresa, la pianista Laura Pedreira se quedó sola en el escenario y nos cantó con su voz de albaricoque rojo una canción que ella misma había compuesto sobre una letra de Olaia Pazos. No sabía que Laura cantaba… me encanta su forma de tocar, como si fuera de dibujos animados, y la canción preciosa.
Con Laura en el
escenario, salió la mismísima Olaia
Pazos para tocar con ella una de sus canciones, una de esas llenas de expresividad,
teatro, poesía y contenido con chicha. Grande Olaia.
Y con esta serie de maravillas terminó el motín, que, hay
que admitirlo, estuvo muy bien. Continuamos con otro poeta, además de nuevo
participante, Pablo Cortina, que nos
recitó dos suculentos poemas, el primero, dedicado a su familia, en el que
cuenta cómo somos esclavos todos, y el segundo titulado Ikea, un poema de domingo. Tenemos un par de vídeos:
De nuevo estuvo con nosotros la pequeña y bonita Travis, que con su luminosa voz nos cantó Criature of the night (título en ingles, canción en castellano). Creo que esta es una de esas cantautoras que puede arrastrar a un público fiel, dado su atractivo artístico, su voz, sus ojos de cristal y agua, su mundo oscuro… A mí me encanta, ya lo saben todos.
Los siguientes en actuar fuimos los Tres gatos en un tejado, Bruno
Bonacorso, Gatoperro y Andrés Sudón (yo), que teníamos
concierto al día siguiente (los primeros miércoles de cada mes) y quisimos
participar en el MAL8 tocando la
canción de Bruno El único camino. También hay vídeo, pincha aquí.
Lo siguiente también fue una colaboración, llamé a escena a Carlos Recio y este invito a Marta Plumilla para cantar con ella la
canción Ojalá.
El siguiente participante, ya cerca del final, fue David Zapata, que nos cantó una canción
en inglés.
Otro nuevo participante fue el asturiano Pablo Valdés, un roquero de pura cepa
que, a pesar de que dijo que tenía la voz tocada por el fin de semana
madrileño, nos cantó sin problema una canción de su repertorio en la que salían
gatos y perros. Pablo, vente a
Madrid, yo creo que te pega estar por aquí.
Y, hablando de rocanrol, el penúltimo participante fue Petete, que, aunque había pensado en
hacer una canción más íntima, el ambiente le pidió hacerse un rocanrol, Poco pan y demasiado circo.
Como acostumbramos a hacer, el MAL8 (40), terminó con la actuación del artista que después tocó
esa noche, el grandísimo Kiko Tovar,
que nos cantó una de sus canciones cargadas de humor, crítica social y mucho
ingenio, Le monde diplomatique.
Y así transcurrió el MAL8
(40), pudimos pasar otra tarde llena de poesía, música, buen rollo,
cervezas, cigarros, metáforas y sinécdoques. Nos vemos el próximo martes día 10 de Abril. Ha sido un
placer contároslo, si os apetece, me encantaría que dejaseis vuestros
comentarios.
Andrés Sudón.
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