Este pasado martes 6 de Marzo del doce, hemos alcanzado cierta perfección en la edición nº 36 del MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Bueno, la perfección total debe de ser algo desagradable, ya que lo irregular puede causar gran belleza; me refiero no a que hayamos tocado de forma sublime (aunque lo hiciéramos), sino a que nos apuntamos diecisiete participantes y todos pudimos tocar en el plazo exacto de dos horas. Es un gran placer ver que nadie se queda sin subir al mágico escenario de Libertad 8 en una tarde en la que hubo risas, complicidad, calidad y lágrimas (como siempre, pero siempre diferente).
Yo mismo, Andrés Sudón comencé tocando mi canción Prefiero vivir. Es curioso cómo funciona el escenario de Libertad 8, es como una máquina de alquimista, una plataforma mágica que influye en el que sube poderosamente. Subí muy tranquilo, ya acostumbrado a presentar cada martes el MAL8, pero cuando empecé a tocarla guitarra empecé a sentir cierta energía, era como ponerse nervioso, pero no exactamente, esa energía me hacía tocar y cantar con todo mi ser. Si subes has subido a ese escenario, sabes de lo que hablo.
El segundo en disfrutar de la atracción que es nuestro escenario, fue Gabriel Monsalve, que se atrevió, como hicieron varias personas el pasado martes, a cantar una canción nueva, aún sin título y “casi sin terminar”, una canción, según él, autocrítica.
Algunos de los participantes de este martes vinieron un poco… tocados de la voz, creo que el domingo tuvieron que hacer desaparecer, usando el interior de su cuerpo, cierto arsenal etílico. Es el caso de el siguiente participante, Malavé, que estuvo en el último día de “Música por la voluntad” junto con otros habituales del MAL8, dándolo (y recibiéndolo) todo. Malavé tocó Por pistas de hielo acompañado por el violín y los coros de Manu Clavijo. La voz la tenía, como decíamos, algo tocada al principio, pero en cuanto cantó dos estrofas le salió ese torrente que posee.
Habíamos anunciado para hoy la posibilidad de llevar una canción nueva de actualidad para tener prioridad en la lista oficial, y Carlos Recio no pudo resistir la tentación de tocar una canción muy reciente. Dudó si hacerla o no, nosotros, el público, le convencimos, y nos cantó su nueva canción (cuyo título no dijo, pero yo creo que podría llamarse Lágrimas de sangre), sacando un bonito sonido a la guitarra, una canción fluida muy del estilo Carlos Recio. En un par de momentos le patinó la mano y no cayó en el acorde deseado, algo sin importancia que no contaría aquí si no le hubiera visto tan afectado por ello. Esa auto exigencia de Carlos Recio puede levarle a la maestría, pero, por favor, sin aprehensión.
Continuó el espectáculo con el cuentacuentos Andrés Cortés, que estuvo especialmente gracioso con sus chistes introductorios al cuento, cuento del que no hablo para que os lo cuente él cuando tengáis oportunidad de verle.
La tarde iba anocheciendo cuando apareció una luz de diferente naturaleza a la de los potentes focos del Libertad 8, hablamos de María Rozalén, artista donde las haya, que nos cantó la canción a su abuela, “a la mujer más especial del mundo”. Seguro que lo es, viendo a su talentosa nieta brillar siempre que la veo.
Algunos estábamos deseando volver a ver a Quique Montes, ya que la otra vez que estuvo nos encantó su voz. Este pasado martes, aparte de su voz, trajo un mensaje, en su canción Tacones, reivindica “la mujer sencilla contra la mujer materialista” despertando risas y complicidad entre el público.
La semana pasada ya vimos juntos a nuestros siguientes participantes, Davache y Alicia Ramos, que cantaron juntos la canción You´ve loste her. Con alguna dificultad técnica al principio, volvieron a conjugar sus voces y sus guitarras, constatando las buenas migas que hacen. Hablando de migas, este pasado martes había en el suelo muchas migas de las deliciosas magdalenas que Alicia Ramos repartió entre los más puntuales asistentes al MAL8 (36), dejando una de ellas para el sorteo final.
En esta edición, vivimos varios momentos emotivos, uno de ellos fue el que propiciaron los siguientes participantes, Segundo traste, un dúo chico-guitarra, chica-voz, muy profesional y entregado a la magia de la música. Confesaron en escena tener un poco de nervios por estar tocando en Madrid, pero demostraron sus sólidas tablas y su gran sensibilidad con sus dos canciones, De tus palabras y Al despertar. Creo que a más de uno le llegó muy fuerte esa emoción, la tarde se iba poniendo vibrante.
Y entonces llegó el momento de Íñigo Coppel para apaciguar un poco la congoja y despertar con humor y audacia nuestras mentes. Coppel había propuesto llevar una canción de actualidad, bueno, no propuesto, me había retado a que la lleváramos los dos y quien se apuntara. Yo no fui capaz. Pero Coppel sí, y nos cantó Blues hablado sobre la Ley Sinde. Coppel, con gran sutileza, dejó claro el espíritu kafkiano de esta ley feudal, anacrónica, inútil… ¡Viva Íñigo Coppel! A ver qué nos trae la semana que viene (yo tengo una nueva, pero no es exactamente de actualidad, y si lo es, es de actualidad meteorológica…).
Tras este descanso para nuestros corazones furibundos, volvió la emotividad al escenario del Libertad 8, era el momento de Mayka Alonso, la ex cantante del dúo Polo Positivo, a los que conocimos en los albores del MAL8 y ahora se han separado. Mayka vino a visitarnos y a leernos un texto en el que se habla claramente de una separación. Una de las frases del texto, “lágrimas muertas, lágrimas tuyas”, la cantó, abriendo así unas puertas por las que al poco salieron lágrimas vivas, lágrimas suyas. Mayka no pudo terminar de leer ahogada en llantos, y pidió ayuda para terminar el texto. Ahí estaba yo para salir a leer las pocas palabras que faltaban. Gracias, Mayka, por venir a visitarnos, ven cuando quieras, de hecho nos ofrecemos para acompañarte con nuestras guitarras si algún día tienes muchas ganas de sacar tu poderosa voz.
Caminando sobre las lágrimas de Mayka, llegó al escenario el cuentautor Jesús Jimeno, que, como hizo Coppel antes, propició el equilibrio emocional contándonos un entretenido cuento acerca de su nombre. Igual que con Cortés, no os cuento el cuento.
Manu Clavijo, el siguiente participante, también trajo un tema de actualidad. Había leído en la prensa acerca de la muerte de un torero que había regresado a los ruedos porque “su corazón se lao había pedido”. Manu, le dice a ese torero muerto en su canción “dudo que tu corazón te haya pedido / que vuelvas a jugar a la ruleta rusa”. Manu sabe poner el tela de juicio ciertas cosas que nadie se molesta en pensar demasiado.
A continuación llegó el turno de el señor don Pedro Pastor, que, aparte de traer para el sorteo el nuevo disco de Luis Pastor (un regalazo, sin duda), nos trajo una canción recién hecha, así como hizo Carlos Recio, tocada con pinzas, pero de evidente genialidad.
Estamos dando prioridad para participar a: 1) a los nuevos participantes; 2) a los que traigan una canción nueva de actualidad; y 3) a los que hagan una colaboración. Este último es el caso de los siguientes participantes, Tres gatos en un tejado, Gatoperro, Bruno Bonacorso y un servidor, Andrés Sudón. Cantamos nuestra canción Vida de gato es vida de perro, para invitar a la gente a nuestro concierto, celebrado en Zanzíbar al día siguiente.
El penúltimo de los participantes fue nuestro querido Muerdo, al que podremos ver en concierto mañana lunes 12 de Marzo del 12. Qué decir de Muerdo, no sé por dónde empezar, si mañana vais a verle os quedaréis, como yo, sin palabras.
El último participante fue nuestro queridísimo Julio Hernández, al que debemos mucho por lo sucedido en los últimos tiempos. Julio nos ha dado un espacio que hemos sabido aprovechar hasta el último momento y, que en otras circunstancias, hubiéramos seguido disfrutando. Hablamos de Música por la voluntad, un espacio creado por este mítico trovador cubano, el cual nos cantó su canción Contradicciones envuelto en esa emoción que desde el domingo pasado sentimos toda la familia del MAL8, que tanto habíamos hecho nuestro ese lugar y ese concepto. Se echará de menos, Julio, gracias por todo.
Y así de bien terminó el MAL8 (36), todos los que se apuntaron pudieron tocar en el tiempo que tenemos cada martes, dos horitas para concentrar en ellas todo lo que tenemos dentro y queremos dar, todos nuestros huecos que tenemos dentro y queremos llenar. Gracias, por trigésimo sexta vez, a todas las personas que hacéis esto posible, y gracias especiales a Carlos y a Alicia Ramos por las fotos que ilustran esta crónica (nos faltaban Gadea y Plumilla...).
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