Cada vez es más divertido el MAL8 (Micro abierto Libertad Ocho), hemos pasado de estar disfrutando de
la tensión y los nervios por hacerlo lo mejor posible, sin fallos, a tener eso
superado y empezar a buscar la actuación contundente, que no deje indiferente.
En eso estamos, no hemos dejado de buscar ser mejores, siempre aparece algo
nuevo que nos inspira. Hablo como cantautor cuando digo que gracias a ver a tanta
gente con tanto talento y energía, he podido encontrar cosas nuevas para hacer
en mi propia música, he descubierto también otras cosas que puedo depurar o
mejorar gracias a verlas en los demás. Siempre nos estamos divirtiendo, pero
ahora estamos rizando el rizo, haciendo un espectáculo muy atractivo e
impecable. Supongo que esa es la razón de que cada vez acuda más público a
nuestro particular parque de atracciones. Ese público está ayudando a que lleguemos
a este punto tan lúdico. La vida es una fiesta, de ha de ser una fiesta bien
hecha, con amor por la fiesta. En nuestro micro abierto brillan las canciones, vuelan
palabras y melodías por el aire como huracanes, canciones cantadas con fe en la
belleza y en la autenticidad. Ya no se viene a estos evento en busca de público
y prestigio (y menos en busca de un cazatalentos), ahora se viene a realizar el
acto íntimo de la música, en el que nos desnudamos, nos vestimos de payaso, somos
lo que cantamos, y la canción nos sale de dentro hacia fuera, donde hay
personas a las que les entra desde fuera hacia dentro la canción. Es perfecto.
Así fue esta sesión, el MAL8 (106),
en la que veintisiete artistas nos regalaron dos intensas horas de canciones y
poesía en general. Dado el infernal calor que hace en Madrid, podríamos decir
que el ambiente en Libertad 8 antes
de comenzar, era fresquito. Caras frescas de gente consumiendo rico aire acondicionado,
caras nuevas y caras queridas que esperaban a que se accione la montaña rusa.
Ser el primero en actuar es una gran responsabilidad, pero hemos dicho que eso
ya no es lo principal; ser el primero es tener todos los oídos abiertos y los
cerebros en blanco, es un lujo del que yo suelo disfrutar con la disculpa de
romper el hielo. En este caso fue como entrar en el fuego. Conmigo, Andrés Sudón, comenzó el MAL8 (106), canté Si entras en mis ojos, una canción en la que invito al interlocutor
a participar fraternalmente en mi “revolución mental”. Aproveché para anunciar
que toco en Libertad Ocho el domingo
28 de Julio, por si había
interesados en la causa, estoy reclutando soldados.
Andrés Sudón |
El segundo de la tarde fue el
peculiar Caso Omiso, un artista que
a mí, particularmente, me llama mucho la atención. Letras divertidas,
arriesgadas y cuyo significado comprendo muy bien, y una forma de cantar y de
ser que me transmiten paz y no-soledad (¿cómo se dice eso, amistad?, no sé).
Cantó su canción Julio y Agosto, meses
de los que dice que “no están hechos para trabajar”. Esto me hace entender
muchas cosas… Os cuento: yo me pudro en verano, puede ser que sea porque no me
apetece trabajar, y sin trabajo no soy nada. Volviendo al tema, este hombre me
encanta, sólo me gustaría entender un poco más lo que pronuncia para que pueda
disfrutar más de él.
Caso Omiso |
Después salió el bestia de Lope Villano. Si habéis estado en este MAL8 (106), entenderéis por qué digo lo
de bestia. Y si no habéis venido (haced el favor de venir), os cuento que fue
porque hizo una actuación perfecta. Puso el listón muy alto. Cantó una canción
compuesta para uno de nuestros talleres, el titulado “Soledad”. “Gente que no
ve la cara amable, que no sabe disfrutar su soledad”, dice su canción titulada,
claro está, Soledad.
Lope Villano |
La diversión estaba servida, el
público ya celebraba con vibraciones indemostrables su contento. En la
oscuridad de la sala Libertad Ocho,
sólo se puede percibir lo mágico. El siguiente en enfrentarse a la luz de los
focos fue el original Matteo Castellano,
un cantautor italiano y surrealista que, a pesar de cantar en italiano, escribe
y canta piezas sin parangón, algo nuevo que nos enriquece, como decía al
principio. La traducción del título de su canción es Nana de la zanahoria. Impresionante, nos hizo reír con lágrimas. Y
esto sólo estaba empezando.
Matteo Castellano |
La participación de Manu Clavijo, el siguiente en escena,
fue muy emotiva. Nos contó una historia sucedida a su violín: se le rompió en
el escenario y el arreglo era muy caro para un músico… De modo que pidió
colaboración en Facebook. Recibió ayuda de nuestro querido José Miguel González, poeta que también participó más adelante en esta
edición. Como agradecimiento, Manu
Clavijo cantó uno de sus poemas a capela, La tortuga. Pasan cosas así de bonitas por aquí.
Manu Clavijo |
Y tras una canción sin instrumento,
un instrumento sin palabras, pero sí con canción. Me explico, Rodrigo salió a tocarnos una de sus
canciones instrumentales en el piano del escenario de Libertad Ocho, un sonido único y concreto. Tocó Mi alma en ti. También regaló, para el
sorteo que hacemos al final, un par de entradas para un concierto benéfico en
el que participó este jueves.
Rodrigo |
El primer poeta de la tarde fue Jorge de la Torre, que recitó un poema
en el que dice cosas como “sólo conozco el invierno por el frío de tu piel”.
Jorge de la Torre |
Se dice por ahí que Esperanza Montero, la siguiente participante,
está grabando algo. Si es así, deseo escucharlo cuanto antes. Salió con su luz
de manzana a cantarnos su canción Tus
manos. Ya estábamos en ese punto en el que todo es perfecto y cada
actuación funciona y llena.
Esperanza Montero |
Me encanta cuando nos visitan
componentes de Co-incidencias, un
grupo de cantautores jovencísimos que realiza actividades en común, yo
participé como invitado en uno de sus conciertos, y hay muy buena materia prima.
Les necesitamos por aquí. Una de las más importantes co-incidentes es Cristina Dolado, que tomó el escenario,
se puso cómoda, y nos cantó emocionada una de sus últimas canciones. Tiene gran
fuerza. Espero hablar más de ella en estas crónicas.
Cristina Dolado |
El siguiente fue el poeta José Miguel González, uno de nuestros
tesoros. De él aprendemos y disfrutamos, pues es un sabio humilde cuyo
propósito más evidente es pasarlo bien y hacer pasarlo bien. Nos divierte con
su profundidad, con su sentido del humor, con su surrealismo, nos demuestra y
enseña a los cantautores que la palabra es elástica, moldeable, envolvente.
Comenzó su intervención recitando a Jaime
Gil de Biedma, ese poema en el que dice que no volverá a ser joven. Siguió
con un poema en recuerdo de Rudyard Kipling,
en el que pone por encima su poesía a su persona, afiliaciones políticas y esas
cosas. Terminó con otro poema suyo titulado Elogio
a la alegría, un poema necesario en este mundo en el que la televisión y la
prensa se empeñan en que estemos jodidos.
José Miguel González |
Así estaba nuestro siguiente
participante, Josué Cáceres, pero no
por la televisión y la prensa. Nos cantó una canción en la que cuenta las
desventuras de una noche loca, según él “una pastelada”. Sabe muy bien lo que
hace. Parece un romántico afectado pero dicharachero. En un momento dado se le
fue la letra y rellenó los huecos con unos firmes “na, na, na”, de los que casi
no nos damos cuenta. A pesar del olvido, me gustó su decidida puesta en escena.
Josué Cáceres |
Quiero aclarar que yo hago estas
críticas veladas esperando que el veladamente criticado regrese al MAL8 para, veladamente, hacerme saber
que estoy equivocado. No he tenido razón para hacer nunca una crítica velada o
directa al siguiente participante, Javier
Cuenca, un cantautor roquero que propone una poesía urbana en la que cuenta,
como un observador, lo que pasa a su alrededor, al menos así lo hace en esta
canción en la que dice “…arde la ciudad en un fragor de llamas rojas, como las
manos de los héroes que combaten sin saber la razón”.
Javier Cuenca |
Y qué bien que nos visitó nuestra
querida Sara Veneros, una cantautora
con buenísima técnica en la guitarra y en la voz, que sigue explorando en su
interior para dominar lo que no te enseñan en el conservatorio. Cantó una
canción preciosa titulada El grave de mi
voz, la cual introdujo diciendo que “buscamos el amor fuera, pero puede que
lo tengamos dentro”. Con una bella voz grave nos regaló este pedazo de sí misma,
en esta tarde exquisita de MAL8.
Sara Veneros |
La siguiente en subir a escena
fue la poeta Alex Catalán, que nos
recitó un divertido poema titulado La
chica Mahou, muy ingenioso, el publico la aplaudió mucho.
Alex Catalán |
La siguiente fue Marta Plumilla. Nada más anunciarla el
público la aplaude con aplausos para ella. Introdujo su canción diciendo “un
día los héroes descansaron, y se quedó el mundo sin salvar otra vez”. Cantó una
canción titulada Generación en mi menor,
en la que dice “y se quedó en un cajón sin usar la libertad”, entre otras
muchas cosas muy ilustrativas de la desidia que nos afecta a veces a los
revolucionarios. Quiero recomendaros el concierto de Marta Plumilla de este lunes 22
de Julio en Libertad Ocho. Se
podría pensar que lo recomiendo porque soy su guitarrista, pero, para ser exactos,
soy su guitarrista por la misma razón por la que recomiendo su concierto. Ahí
nos vemos.
El siguiente fue el poeta Víctor Pérez. Leyó un poema del que no
apunté el título, creí que me iba a acordar. Espero que nos lo diga en
comentarios. Recitó brevemente pero con calma y contundencia.
Víctor Pérez |
Al siguiente participante lo he
visto varias veces en Música por la
voluntad, esta es la primera vez que venía al MAL8 y a Libertad Ocho.
Se vio disfrutar a Gerardo Domíguez
del escenario, a pesar de algún problema técnico con su guitarra. Espero verle
mucho por aquí.
Gerardo Domínguez |
La siguiente también fue una
nueva participante, Gracia Texidor.
Me encanta cuando viene al MAL8
gente con tanto talento. Para estrenarse nos cantó su canción Sueño, la cual introdujo diciendo que “si
la vida es sueño, puede que despertar sea la muerte”. Una interesante duda
metafísica. Quiero más de esas. Gracia
toca bien, canta con personalidad y escribe cosas interesantes. La seguiremos
conociendo.
Gracia Texidor |
Otros nuevos participantes fueron
el grupo Los cerdos tristes, tres
seres humanos, uno de ellos Jalil
tocando la guitarra, otro que tocaba la guitarra (no oí el nombre, disculpas) y
un tercero que canta (lo mismo del paréntesis anterior). Tocaron Golden Suit. A pesar de que no estaban las
guitarras exactas de afinación entre ellas, salvaron la canción con destreza.
Muy bonita voz.
Los cerdos tristes |
Acudió al MAL8 (106) nuestro querido Pablo
Bermejo, el cantautor al que hemos visto ponerse en plena forma en muy poco
tiempo. Trajo una canción nueva titulada Rojas,
malvas y amarillas. La quiso dedicar a los nacidos entre la década de los
setenta y la de los noventa, “flores que salen alrededor del alquitrán”.
Deliciosa canción. Me alegra saber que mantiene su forma, que sigue trabajando.
Pablo Bermejo |
Estar en forma. Digo esto recordando
lo que una vez Enrique Sánchez
comentó, que un cantautor es un pentatleta. Es correcto, hacemos muchas cosas,
y para ello hay que trabajar diferentes aspectos, todos ellos a fondo si
queremos hacerlo muy bien. Se nota en el escenario del MAL8 cuando alguien está en forma. Es el caso de Jalil, que demostró dominar la guitarra
y llevar viento en popa su canción No
hay, no hay (fuera de bromas, no sé si se titula así la canción, o apunté
esto porque no había título… Corríjaseme). El también forma parte de los
guerreros de Co-incidencias.
Jalil |
Es cierto, noto a todo el mundo
muy en forma, será que hemos tocado mucho este año, no sé, pero este MAL8 (106) fue muy divertido y de
calidad. Miguel de Paul fue el
siguiente en poner los pies en la tierra de nuestro escenario. Lo hizo para
cantar La raíz (del blues). La
canción tardó en arrancar, pero fluyó, como un coche de época.
Miguel de Paul |
Tras la raíz del blues, salieron
las flores: el rocanrol del Tío Antoño,
que trajo a Plácido Fernández, un
saxofonista que hizo brillar la canción Lucil.
Hace unas semanas puse aquí una caricatura de mí (¿se pone así?) hecha por El tío Antoño, este martes trajo el
original y otra que ha hecho de Marta
Plumilla, para agradecerle estas fotos sepia que nos manda cada semana. Yo
les agradezco a los dos su generosidad. Y le pido al Tío Antoño que siga trayéndonos canciones que nos hagan pensar en la
remota posibilidad de bailar. Me ha contado Sara Veneros que en el micro abierto de Cuba, todos bailan. Aquí
bailamos a nuestra manera, pero tampoco muchísimo.
El Tío Antoño y Plácido Fernández |
El siguiente fue el cantautor Wilver Gamarra con una de sus canciones
telúricas en las que lamenta o pregunta “qué clase de seres somos que arrasamos
con todo a nuestro paso”.
Wilver Gamarra |
Estamos ya a punto de terminar, apenas
queda tiempo, pero aún faltan cosas bonitas por suceder en el MAL8 (106). Antes, hablando de Co-incidentes, comenté que hacía falta
que vinieran por aquí, por su juventud y, sobre todo, por su compromiso con lo
orgiástico, es decir, son personas que desean divertirse en comunidad, y eso se
lo toman muy en serio, por ello están en forma. Entre nuestros habituales
tenemos un ejemplo de jovencísimo cantautor comprometido con el rigor y la
diversión, Pedro Pastor. Este joven
maestro fue el siguiente participante, curiosamente cantó un clásico, La mala reputación, una canción que
sigue vigente en su contenido crítico. La cantó con la frescura que merece y
necesita para ser esa canción.
Pedro Pastor |
Con las prisas, con el ansia de
que se nos agota el tiempo (sólo tenemos dos horas de parque de atracciones),
casi me dejo fuera a María Argüello.
Pero ella es aguerrida, aunque suave, y me lo recordó. Se lo agradezco, porque
tengo curiosidad por lo que hace. Precisamente La prisa es el título de la canción que nos canto en la rectísima
final del MAL8 (106).
María Argüello |
La guinda de la tarde la puso Dani Fernán, que esa misma noche tocaba
en el escenario de Libertad Ocho.
Subió acompañado por sus músicos, Iovis
al cajón y la flauta, y Manu Clavijo
al violín. Tocaron una de las canciones que quiere destacar de su nuevo disco “El Pank de mis hijos”, una canción
ingeniosa y dinámica titulada Living la
vida Light. Con esta canción llena de juegos de palabras bilingües y ritmo Funky,
con esta diversión de calidad, terminó el MAL8
(106), una fiesta íntima y pública, de entrada libre.
Manu Clavijo, Iovis y Dani Fernán |
Nos vemos la semana que viene en
el MAL8 (107), ya no queda nada para
nuestra despedida el día 30 de Julio.
De momento nos vemos el día 23 a las
19.00 h en punto en Libertad Ocho.
Gracias a Marta Plumilla por sus
bonitas fotos, a los artistas por su generosidad y compromiso con la fiesta de
calidad. Gracias a Libertad Ocho por
mantenerse fuerte en tiempos difíciles, es nuestro templo. Gracias a los lectores
que asisten y a los que no asisten porque viven lejos o por trabajo, o quién
sabe por qué. Saludos desde este espacio-tiempo en el que nos lo pasamos tan
bien.
Andrés Sudón.
Nos ha enviado Víctor Pérez este mensaje: <>
ResponderEliminarYo también te tengo presente en mis oraciones, Andrés ;)
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