sábado, 8 de junio de 2013

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (100). 04/06/13. Taller: "De dos en dos"

Hace poco celebrábamos dos años de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Este pasado martes 4 de Junio celebramos nuestra edición nº 100. Lo hicimos con un taller de colaboraciones titulado “De dos en dos”. Así es como subimos al escenario en cada actuación de esta tarde. Nos apuntamos hace algo más de tres semanas. Para seleccionar las parejas jugamos al amigo invisible con la ayuda de una página web. Los dieciocho participantes subimos dos veces cada uno, y de dos en dos. Una vez para hacer nuestra pieza con la colaboración de otro artista, y otra vez para colaborar con otro artista en su pieza. ¿Se entiende? Había en el ambiente más nervios que en otras ediciones. También más emoción; todos nos queremos mucho ahora, porque hemos estado unos en casa de otros, nos hemos hecho más amigos en esos ensayos. Y yo notaba que algo más pasaba. Me sorprendió muy gratamente ver entre el público a leyendas del MAL8 como Fran Fernández, Mayka Alonso, Manu Míguez… También me gustó muchísimo ver a nuevos malochos que no iban a actuar, pero quisieron estar con nosotros, como Caso Omiso, Laura Ordóñez, Miguel de Paul y muchos más que llenaban el Libertad 8. Era, sin duda, un día especial. Pero yo notaba algo más. Sentía cariño en todas las miradas, afecto en cada roce con cualquiera, como siempre pero más. No sé explicarlo, pero algo se me escapaba. Luego descubrí la razón de mi leve incertidumbre. Tuve que esperar hasta el final para ver el tesoro que había reunido para mí Manu Clavijo: vuestro regalo, la cosa más valiosa que tengo, un cofre lleno de amor humano. Después os cuento más, ahora paso a contaros lo que acaeció en la tarde del 4 de Junio del año 13, en el MAL8 (100).

Como hacemos en todos nuestros talleres y monográficos, comenzamos la sesión con la última persona que se apuntó, y seguimos este orden inverso para el resto de las actuaciones. Bueno, esa era la idea, pero la colaboración del que sería el primer participante estaba en un atasco con otro participante. Llegaron enseguida, pero la primera actuación fue a cargo del segundo de la lista, Enrique Sánchez, al que le había tocado MartaPlumilla como colaboradora. La cosa prometía. Y cumplió. Cantaron una canción de Enrique en la que dialogan sobre sus gustos un hombre y una mujer, para terminar cantando al unísono “Sobre gustos y disgustos no hay nada escrito, lo único que sé es que te necesito”. Una entretenida canción, cuya filosofía es la misma que la del MAL8. Una canción en la que Plumilla  encaja muy bien, ya que comparten esa sutileza naif tan efectiva. Un comienzo excelente.

Se dio el curioso caso de que dos personas fueran colaboradores el uno del otro. Pero más curioso es aún que fueran seguidos en la lista y actuaran uno después del otro, sin tener que bajarse del escenario. Hablamos del pianista y cantautor Rodrigo y del poeta José Miguel González. Lo mejor y más curioso todavía fue que habían preparado dos intervenciones “fruto del azar”. Además eran autores de las dos obras, y ese azar quiso que actuaran seguidos, como una sola función, sus dos piezas. La primera pieza, una “canción-poema”, se titula Nubes. Comienza cantando Rodrigo, le sigue José Miguel recitando. Esta primera era la parte de José Miguel, supongo que el texto es suyo, no nos lo contaron. La segunda la presentó Rodrigo, El último segundo. La canción termina de forma apoteósica con un do de pecho de Rodrigo. En esta también recita José Miguel. Estaban bien mezclados. Otra pareja que me pareció muy compenetrada.


Así como la siguiente pareja. Era el turno de Marta Plumilla. Su colaborador era Popautor. En la canción elegida, Caótica, encontramos algo que tienen en común, una destreza para el clown que funciona muy bien en escena. Incluso los acordes vivieron un pequeño caos; parecen muy sencillos, pero son un lío, aunque estén racionalmente colocados. Y Poautor mantuvo la escena on fire en todo momento. Otro gran acierto del azar.


El cual siguió regalándonos sus caprichos. En este caso llegó el turno de la poeta Pilar Escamilla acompañada por el cantautor Juan Carlos Sánchez. Hicieron juntos En este otoño de lluvia y soledad, cantando y recitando. Muy bonito ver trabajar a personas que apenas se conocen.


A José Ruíz, que hacía mucho que no se pasaba por aquí, le tocó en suerte como colaborador Manu Clavijo, uno de los malochos más importantes de nuestra historia. Hicieron una bellísima actuación. José tocaba el piano y cantaba, Manu le acompañaba con el violín y cantaba partes de estrofas y coros. Sin menospreciar a José, que lo hace muy bonito y su canción es hermosa, Manu hace magia todo lo que toca. Uno de los momentos álgidos de la tarde.


Llegó el turno del primer participante, que actuó en séptimo lugar. Pablo Bermejo aprovechó que le había tocado AliciaRamos para tocar una canción que compusieron juntos, Tachuelas, terminada y retocada para la ocasión. Hubo cierta confusión en momentos, normal con una canción nueva. Supimos que por circunstancias laborales no tuvieron muchas ocasiones para ensayar y alcanzar la pulcritud a la que nos tienen acostumbrados. Celebro que trajeran un tema compuesto en común, ese era el gran reto de este taller, aunque fuera opcional. En la composición sí distinguí esa pulcritud.


Los siguientes participantes fueron Dos, un nombre muy apropiado para el taller “De dos en dos” que estábamos llevando a cabo. Su colaborador fue el cantautor José Ruíz, que les acompañó cantando en la intensa canción El barranco de los locos. Dos son un dúo compuesto por un matrimonio que lleva muchos años en la música, ella toca el piano y él canta. Luego hablaré más de ellos.


Al siguiente artista en escena, Manu Clavijo, le toqué yo como colaborador. Hicimos una de sus ultimísimas canciones, Siempre siembro (de la que hablo en la crónica de la semanapasada). Yo le acompañé tocando la guitarra. Él supuestamente tenía que tocar el violín, pero cuando llegó el momento del solo, no había violín. Sencillamente Manu hizo el solo con la voz y simuló tocar el violín. Lo hizo muy bien, a pesar de que le dijera cuando bajó del escenario “se te da mejor tocar el violín que hacer como que lo tocas”. Gran canción, muy divertida y bonita.


He prometido no usar la palabra “temazo”, pero va a haber ocasiones en las que hará falta una palabra para hablar de lo que hacen ciertas personas. La siguiente artista fue Alcia Ramos, con la colaboración de Lucía díaz. Hicieron juntas la última sublime canc… hicieron juntas el último temazo de Alicia Ramos que yo conozco, No hay rocanrol en tu vida. Un pepinazo sin mácula que sabe lo que dice y logra decir lo que quiere. El azar quiso juntar en el escenario al fuego con el viento. La fuerza de Alicia Ramos y la ingravidez de Lucía Díaz. Un contraste muy grande.


Con el viento, el fuego se hace más grande, y lleno de fuego quedó el escenario para Olivia Tomé, cuyo colaborador era Javi Muelas. Ella recitó un poema en el que asegura no estar siendo la “frívola fragmentada”, sino que “ahora soy Olivia Tomé”. Durante el poema sonaban, de la mano de Javi, melodías reconocibles que apoyan el texto de Olivia. Muy divertido y, siempre, profundo. Cada vez me guata más lo que hace Olivia.


El azar también quiso juntar a uno de los poetas formalmente más complejos, Diego Mattaruco, con uno de los cantautores formalmente más sencillos, Enrique Sánchez. El segundo colaborador del primero en su pieza España se despeña. Un interpretación dramatizada del poema, que despertó risas y sobresaltos entre el público. Lo tenían muy bien preparado. Esta curiosa pareja también fue responsable de uno de los momentos más destacables del MAL8 (100).


La verdad es que todas las actuaciones fueron interesantes y novedosas. El siguiente artista, Dani Hare estuvo acompañado por la poeta Olivia tomé, que se lanzó a cantar Tú y yo junto a su autor. Se nota que nuestra histriónica rapsoda no tiene experiencia cantando, pero sí tiene oído y belleza en la voz. Me acordé de nuestro lema: “no hace falta cantar bien para hacerlo bien”. Entrañable actuación: una canción muy bonita cantada por dos bonitas personas.


Y es que son tan bonitas todas las personas que formal el MAL8. Los siguientes fueron Lucía Díaz acompañada por Pablo Bermejo. Como es habitual en Lucía, la canción vino precedida por un poema. Muy bien ensayada y ejecutada la canción Dime.


El siguiente conjunto fue el formado por Popautor y Pilar Escamilla, cantautor y poeta respectivamente. Hicieron juntos una suerte de canción-poema titulado (creo) Barquero, en el que se fusionaron creativa y escénicamente. Me gustan el carisma de Pau (Popautor) y el poder lírico de Pilar. La tarde estaba en su recta final y no paraban de suceder cosas bonitas.


El objetivo principal de este talle, “De dos en dos” era que personas que no habían trabajado juntas, tuvieran la oportunidad de conocerse, y así evitar que se cierren los círculos que se suelen formar en estos contextos. De otro modo no sé si hubieran coincidido en escena Javi Muelas (autor) y Dani Hare (colaborador). Hicieron juntos la canción Solos al salir, haciéndonos ver que es posible abrir círculos.


La penúltima pareja de la tarde fue la formada por Juan Carlos Sánchez y Diego Mattarucco. Hicieron una canción del primero. Diego, aparte de ser un diestrísimo poeta, toca el piano, la flauta y sabe cantar. Acompañó bellamente a Juan Carlos, este joven cantautor clásico. Era evidente el trabajo y el cariño que pusieron en esta actuación.


Ya solo quedaba mi intervención. A mí, Andrés Sudón, me tocaron en suerte unas personas a las que tenía ganas de conocer más a fondo, Dos. Tuve la suerte de poder ir a su casa a ensayar y comprobar que su filosofía de la vida es similar a la mía. Son personas felices, ajenas al pesimismo de la crisis, llenas de música y poesía. Se me ocurrió vivir con ellos una experiencia. Les mostré una canción mágica que comenzamos a componer Marta Plumilla y yo, una canción infinita que ahora está recién nacida: Mil novecientos treinta y pico. No deseo hablar mucho de ella, sólo decir que la experiencia fue positiva. En el escenario la interpretamos ellos dos (piano, cajón electrónico y voz), Plumilla (voz), Clavijo (voz y violín) y un servidor (guitarra la voz). Para mí fue un final muy significativo para el MAL8 (100). Pero aquí no acabó la cosa.


Antes de que pudiera despedir la sesión, Manu Clavijo subió al escenario, me redujo y dijo al micrófono que tenía un regalo para mí. Se trata de un cuaderno que ha elaborado con sus manos, su constancia, y con su infinito cariño. Durante mucho tiempo (supongo) ha ido recopilando mensajes de agradecimiento hacia mí, es decir hacia el MAL8, de ciento noventa personas que han actuado alguna vez en este espacio. No os podéis imaginar el amor que guarda en su interior. Y el objeto en sí mismo es bellísimo, las portadas tienen unos bellos collages hechos por Viridiana. He leído ya todos los mensajes (muy despacio, disfrutando de la intimidad de la caligrafía manual), y he de confesaros que me he emocionado sobremanera. Los de mis amigos más cercanos (aunque no supiera que lo son) me han hecho llorar. Lo mejor es que no son mensajes para quedar bien diciendo cuatro cumplidos, las personas que han escrito ahí, dan las gracias por cosas concretas. La conclusión que saco tras leerlo entero, es que el MAL8 es algo muy bueno, que ayuda a mucha gente como yo a obtener las cosas que queremos. Es evidente que no andamos buscando el éxito y la fama, en el MAL8 el ego sólo sirve como complemento para estar guapos, como un fular. Lo que buscamos es dar vida a nuestras canciones, hacer que suenen, que sean escuchadas, comprendidas, usadas para lo que sirvan. El trabajo que ha hecho Manu con gran esfuerzo, sirve para que no me venga abajo, para que siga haciendo esto con el mismo cariño de siempre. Porque me he dado cuenta de que esto es imprescindible, y me siento realizado por hacerlo, y agradecido a todos vosotros y a Libertad 8 por poder hacerlo. No sé cómo daros las gracias por devolverme la energía invertida en estos dos años maravillosos. Hemos logrado tener un centro, un corazón que nos bombea, un espacio-tiempo para hacer reales nuestras canciones. Puede que pronto logremos poner la canción de autor en el lugar que le corresponde. De momento seguimos en nuestro laboratorio haciendo cosas auténticas y bellas que cada vez atraen a más personas que desean consumirlas. Yo estoy orgulloso y feliz de haber montado algo así, y me siento afortunado por haberme encontrado a personas tan excepcionales como Manu Clavijo, que es el paradigma de malocho, sin duda, y un ejemplo de talento, constancia y bondad. Este cuaderno me dará vida si me puede el cansancio, gracias infinitas a todos por dejar un trozo de vosotros en sus páginas.


(Suspiro) Y no quiero despedirme sin comentar varias cosas. Pronto anunciaremos en qué va a consistir nuestro taller del próximo mes, para el primer martes de Julio. Ya hemos anunciado que el día 25 de Junio haremos un monográfico de Jorge Dréxler, quien quiera participar que escriba a microabiertol8@gmail.com diciendo qué canción van a cantar (para que no se repitan). Ese día se puede actuar de forma normal, pero tendrán prioridad aquellos que canten a Dréxler, uno de los cantautores más importantes del mundo, que comenzó aquí, en Libertad 8, y ahora tiene un Óscar, entre otras muchas cosas. Por último dar las gracias a Marta por las fotos (he de decir que ha sabido captar momentos muy bonitos), a vosotros por vuestro talento y generosidad, a Libertad 8 por abrirnos sus puertas y sus micrófonos, y a vosotros por leer, comentar y compartir. Nos venos el martes que viene en el MAL8 (101).


Andrés Sudón.

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