jueves, 27 de febrero de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (546). 25/02/2020


Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_546) 

”Oremos”. Hoy ha vuelto a ser un día raro. Hace frío pero hace calor. Nos dicen que empeora el tiempo y hace un sol espléndido. Pero da igual. A las seis en punto, la puerta del Libertad estaba llena de gente esperando para apuntarse. Así que el micro ha comenzado con un ambientazo. A ver si responde a las expectativas. La prueba de sonido la hace Camilo con su “Kilómetros” y “como siempre, con su energía, honda energía, recibe el primer aplauso de la tarde” (Ernesto dixit).

Como ya hay veintidós –y los que llegarán-, Andrés arranca enseguida. Explica las normas del micro y comenta que en la jornada de ayer, alguien soltó maullidos cuando el actuante aún no se había pasado de su tiempo; lo cual es una falta de respeto.


El primero en salir es -cómo no- Ernesto, que dice que v a cantar, para lo que se hace acompañar de Marco Vacío, al que dedicamos un aplauso al indicarnos que es su cumpleaños. La canción habla de un encuentro en Las Ramblas de Barcelona que, al parecer, acabó bastante bien. Ernesto, para habitualmente sólo hablar, entona muy bien.


A continuación subo yo, Camilo Crespo. Traigo una canción del año 91, “La luz desde el rincón”, a la que le he hecho un arreglo de acordes, porque mi hija estaba empeñada en que la cantase en público. Ha quedado bien y ha gustado. Esta canción básicamente habla de que “si estuvieras aquí, nada habría que decir…” y todo por el estilo… “pero no estás… y tal vez no estés antes de mi último suspiro”. Se me van notando los conciertos dados. Y es que –gracias, Andrés- el saberse las letras de memoria, el cantar de pié y el decir la letra con cuidado de que se entienda, mejora mucho el efecto final.


A continuación le toca a Israel Calzada, que está grabando disco –creo que con Manu Clavijo y Adri Vidi. ¡Bien!- Nos canta esta vez “Dónde están las poesías”  Pone mucha energía en la ejecución. Yo pongo energía, pero es que a él le sobra a raudales. Sus canciones son muy del corazón. Yo agradecería que se pusiesen letras de ciertas canciones en comentarios. Esta es una de ellas.


Para acabar esta primera tanda sale Marco Vacío, que esta vez va a cantar una pieza reciente y personal. Trata sobre una chica que conoció una noche y la noche se alargó. Llegó a las tantas a casa, durmió my pocas horas y nada más despertarse tuvo que escribir esta canción, que se llama “Olegaria”, donde vuelca la impresión que le quedó de esas horas. Desborda hermosura. Vamos bien esta noche.


La siguiente tanda comienza casi sin solución de continuidad. El primero de la segunda tanda es Osvaldo Lindner, que dice que se niega a cantar siempre canciones suyas, porque se le olvidan las preciosas zambas, chacareras, tonadas, etc. de su tierra. Así nos canta “En Una Zamba” y, como es natural, le acompañamos en los repetidos. Nos indica que el día 15 de Marzo hace un recital con su hermano Emilio Lindner (el actor), en La Fídula, a las 9:30.


Ahora viene el turno de Pikaflor. Me deja perplejo la velocidad de su arpegio, no lo puedo evitar, pero sigo creyendo que le quita protagonismo a la letra, que también es muy bella, de su “Canta en la noche”. Y habla de las selvas, de los ríos, de la vida en pura naturaleza. “Tu mirada trae conjuros de luna y de amor. Tu hermano el aire requiere todo el resplandor. Sois una canción que puebla el bello atardecer”. Muy bella también. Un día tiene que explicarme qué vivencias le han marcado tanto con respecto a la Amazonía.


Y llega una de las sorpresas de la noche: Laia sube con su chelo y hace una interpretación musical impecable. Hace sus arpegios como si tratase de una guitarra. La letra parece hablar de una relación que no ha salido muy bien: “Engañaste a la vida y ahora quién vive… Yo te aseguro que a mi no me engañas, no pasas los filtros de mis telarañas”. Se lleva un gran aplauso.


Ahora sube Mayumi. Canta al piano y en inglés un tema dedicado a la música. Entiendo que viene a decir que la música ayuda cuando las cosas no van bien. Y acaba con un “…y quiero compartirlo contigo, así que te canto, eres todo lo que quiero, déjame ver tu sonrisa…”

Andrés nos recuerda que sólo llevamos veinte elementos de la Tabla Periódica, que podemos seguir eligiendo más, que ha que escribir a microabiertolibertad8@gmail.com, indicando 6 posibles elementos y el primero que esté libre será sobre el que podremos hacer la canción y que al final pondremos una página con todos lo elementos y así, pinchando en cada uno, poder escuchar la canción que se le hizo. ¡¡Aún quedan 98!! He de decir que el público está bastante sosegado, tal vez debido a la pequeña regañina que ha soltado Andrés al inicio.


Ruchele es el siguiente. Es un cantautor especial para mí. Le conocí en un “Encontrados”, otro de los inventos de Andrés, en el que dos cantautores establecen una especia de diálogo con sus canciones, se acompañan, juegan, inventan… Algo muy especial. El caso es que desde que lo hicimos, le presto especial atención y, claro, me gusta lo que hace. Esta vez trae una canción nueva “por que solo la oía yo”. “Dedicada a alguien a quien quería mucho y que le sirve de despedida”. La canción tiene esos cambios de ritmo que le suelen gustar. “Educados pero desastres, desamados pero indomables; sin dejarnos llevar… Esclavos de los huesos, nos dejamos marchar; adictos al juego, nos dejamos ganar”. Ahora podría empezar a probar otros ritmos, a soltar la mano derecha un poco más. Le voy a dar el rollo un poco.


Juan Matute se deja ver sobre todo cuando descansa de su faceta de teatro. Y hoy nos brinda un tema llamado, creo, “Un viaje al olvido”. Ese estilo balada folk americana que tanto me gusta. Tanto, digo, que vamos a hacer un concierto en Libertad el martes 14 de Abril y Juan lo anuncia. Estoy ilusionado con lo que puede salir de ahí. Su balada de hoy también muy americana en su texto habla de un viejo amor que se van olvidando. “Hoy el viento ha regresado, azotando mi jardín; raudas nubes van pasando, llevándose lo poco de ti. Que aun le tengo acongojado, como enfermo terminal, como un niño asustado, sin principio y sin final”


Alguien ha comentado que es raro ver a Alejandro Roura por aquí. Nos explica que es que hoy no tenía que dar su clase (no, no lo sé, mi curiosidad tiene un límite). El acaso es que lo bueno de ver a la gente de tanto en tanto es la sorpresa que a veces te llevas. Cuando ví al señor Roura la última vez intuía que tocaba bien la guitarra aunque no se oía apenas; intuía también que las letras eras muy originales, aunque me perdía la mitad de las frases. Hoy todo eso está olvidado. Se ha plantado en el escenario y nos ha dado una lección de cómo se toca la guitarra, como se componen bellas canciones, cómo se lleva uno a la gente de calle con una letra ingeniosa y cómo se juega con la voz para expresar distintas cosas. Un diez, mi querido compañero. Eso sí; ha habido una nota triste: su disco se retrasa: “Es que he pillado a un locutor al que admiro y quiero que entre en mi disco”. Bueeeeno. Tocará esperar de nuevo. Paciencia, señores y señoras. La canción que nos ha soltado hoy para darnos un viaje por otros mundos no está en el disco (otra mala noticia). La letra es muy sencilla. Habla en primera persona, como suele, de que hace el amor con una “ex” a través del cuerpo de otra. Vamos al revés del famoso “estaba con ella, pero te veía a ti…” Aquí decía más o menos… “cuando estabas en la oficina y sufriste un orgasmo, fui yo que te estaba haciendo el amor a través de ella”. Y luego “…por qué no quedamos mañana a las diez cada uno con una pareja y nos hacemos el amor a distancia…”. Se llama “Los ventrílocuos”. A ver si la graba por ahí y podemos disfrutarla de nuevo. Yo solo le echo en falta un estribillo (creo que no lo tiene) que me ate la canción al cerebro como un punto de anclaje. Bueno, cosas mías.


La última actuación de la tanda la lleva a cabo Rebeca Soul. Anuncia un concierto el sábado 29 (taquilla inversa) en el Hop Beach, calle Sta.María, 33, a las 21:30. Y, efectivamente, hace honor a su apellido artístico. Sus aires de soul son innegables. Y, cómo no, tiene una parte hablada –que a mi corto entender en la materia me suena a hip-hop quizá-. El conjunto me gusta. Toca con esmero, voz agradable, “Sólo déjame acercarme… He estado perdida, extraviada, o como quieras llamarlo… Yo so lo primero y me quiero, pero te quiero conmigo”. A los viejos estos textos nos suenan extraños, nos quedan lejos. Pero la juventud vive en esta realidad de idas y venidas, de buscarse y lo que para nosotros es un minuto, para ellos es una vida entera. No, no les envidio. Sólo les puedo decir que con el tiempo cambian las prioridades. Hay que disfrutar de lo bueno que nos da cada persona y dejar ir lo que se va para decir hola a lo nuevo. Perdón. No quería dogmatizar.
El caso es que el micro de hoy sigue manteniendo un nivelazo.


Y así lo comenta Andrés antes de presentar a los #nuevosparticipantes. Y la primera en subir es Belén Pascualini. Ya he comentado que me gusta mucho la diferencia que he notado en los seis años que llevo viniendo al micro con respecto a la cantidad de cantautoras. Hay una diferencia abismal. Belén nos trae una muestra de su espectáculo “Christiane. Un bio-musical científico”, de homenaje a su abuela paterna: “Tiene cien años y es todo un ejemplo de tesón. Hizo el viaje de París a Buenos Aires y yo estoy haciendo el inverso” (https://es.wikipedia.org/wiki/Christiane_Dosne_de_Pasqualini). Y yo no tengo más remedio que poneros el enlace a la Wikipedia. Por el micro pasan verdaderas historias. La pieza que interpreta al piano se llama “El umbral de primavera” y hace referencia precisamente a ese salto de Paris a Buenos Aires. Su estilo me recuerda un poco a Nacha Guevara, sin querer comparar, claro. Por otro lado hay que tener en cuenta que no se trata de la típica canción de autor, sino de una pieza de un espectáculo completo, por lo que cambia la perspectiva. Muy interesante.


A continuación sube Victoria Loarte. Su tema parece hacer referencia a eso tan común hoy entre las mujeres: la búsqueda de su realidad, lejos de una educación que las relegaba a un papel de esposa y madre, pero sin darles un nuevo papel. Ya sabíamos que el siglo XXI empezaba con el signo de Acuario y que venía una revolución. Y aquí está. Pero, claro, estamos en la búsqueda y sobre todo ellas. Al final,  todo consiste en roles. El ser humano es el que es. Hasta que venga el verdadero cambio a nivel global, digamos que lo que parece que estamos sufriendo –pero viendo el mundo árabe, aún queda mucho- es la igualdad en la diversidad. Vamos hacia una sociedad en que hombres y mujeres se salgan por fin de los roles establecidos actualmente. Hombres-madres o mujeres-líderes ya existen, pero aún son la excepción. La letra de esta canción habla de sacar de dentro el verdadero ser: “Con las alas de tu corazón, vuela hacia tu mundo interior… Pero luego te das cuenta, tras varios pasos, de que hiciste bien… Busca las palabras que te curen…”. Victoria presenta su “No se vivir” el 14 de Marzo, a las 21:30, en el Centro de Artes Escénicas “Carlos Lemos”, metro Lucero.


El último en subir es un poeta (avis rara en este micro): Limbao, con un lenguaje corporal fuerte, echado para adelante, como un brujo de tribu ancestral, lanzando su mensaje, muy convincente. Y no es para menos, según lo que nos dice: “Esto ansioso por decirle al mundo que ya no sobrevivo, que vivo… como un lobo ... inquieto por correr detrás de alguna presa hasta darle caza... y sorber el miedo que rezuman los poros de su piel, justo antes de exhalar su ultimo hálito,  saborear entre sus fauces el calor de la vida abandonando su cuerpo... inquieto por luchar, hasta la muerte si hace falta, blandiendo sus dientes y sus zarpas contra el cuerpo de otro congénere, para ser así como el macho alfa de la manada; loco por copular con una hembra en celo bajo el cielo en la oscuridad de la noche y la luz tímida de la luna; loco por aullar desde lo alto de una montaña, anunciándole al bosque y al mundo que está ahí, lejos de la gente, la moralidad, la ética, los prejuicios y los absurdos cánones de belleza”.

Andrés llama al escenario a una artista que no va a actuar pero que quiere comunicar algo. Es Macarena, que nos indica que está metida en un proyecto llamado WikiMusic y que bajo el epígrafe #musiconsundays, está subiendo canciones. Deja para el sorteo un “vale por una canción hecha para cantarla en domingo”.


Pasados los nuevos, volvemos a los artistas habituales. Así comienza Marta Plumilla, que anuncia su concierto aquí el día 3 de Marzo, tras el micro. De hecho deja una entrada doble. Y comienza con su eléctrica y su inquietante: “Na-ná-na-ná… Éramos tan guapos como Winie y Kevin… Dame vacaciones del amor, decías, no seré yo quien llame a la policía”. Tan bien como siempre. No. Cada día mejor. Como dije un día, Marta sí que es una buena forma de luchar por la liberación femenina.


Ahora le toca el turno a Valentín, el vampiro de Madrid, que nos trae una sorpresa. Ha conseguido convencer a Laia para que le acompañe con el chelo. Y ataca el “Poema XX”, de Pablo Neruda. “Puedo escribir los versos más tristes esta noche…”. Se deja llevar por el tono del instrumento, muy bien tocado, aunque un poco alto, Su recitar suena más hermoso, más dulce. Se llevan un buen aplauso, cosa nada rara esta noche. Nivelazo.

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Valentín anuncia ¡Andrés Sudón! Y éste sube al escenario. Nos cuenta que de chaval tenía una pesadilla recurrente, que consistía en que salía al escenario lleno de músicos esperándole; y no sabía qué hacer. Pues esta noche lo va a repetir, en el Calvario, con Gabriel Vidanauta y Enrique Amigó, en un espectáculo que han dado en llamar “Kárate” y en el cual improvisan todo. En base a distintas cosas, todas provenientes del público allí presente. Y para motivarnos, va a improvisar su canción.  Así que nos pide unas palabras y aparecen “galaxia”, “nieblas” y “gato”. Este hombre es un artista sin red. Qué valiente y qué bien.


Y, qué requetebién, tenemos a otro “karateca” en la sala. Enrique Amigó, al que tanto debo, ya que fue la chispa que, por una casualidad no tan casual, me trajo de vuelta al cantar, allá por el año 2000. Este cantautor veterano y humilde, que hace de su vocación un arte, nos trae un medio estreno. “Nadie te puede enseñar a vivir lento”. “Nos hemos excedido; dimos rienda suelta y nos comimos el postre antes de tiempo…Quisimos llegar antes que todos y pensamos que solo estábamos nosotros… Y ahora, dudamos si escogimos un camino demasiado rápido”. Muy bueno, como siempre. Enrique Amigó en estado puro.


Y para acabar, según costumbre, sale la persona que tiene concierto a continuación: Vera Noise. Esta argentina se apoya en una eléctrica con efectos algo psicodélicos para cantarnos: “Fui, soy y seré el puente. Serás feliz, serás un dios”.

Poco más que reseñar aparte del sorteo, salvo quizá que en un momento dado, comenzó a sonar la gaita del principio antiguo de “Hoy voy a ser normal”. Y es que mi teléfono, que habitualmente –lo juro– no tiene cobertura en Libertad, tiene como tono esa música, costumbre que, dicen los entendidos, ya no se lleva. ¿Me estaré haciendo mayor?

“Podéis ir en paz”.

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (545). 24/02/2020


Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_545) 

”Oremos”. Esta crónica, aunque escrita en tiempo presente, es posible sólo gracias a la inestimable colaboración de Una -sobre todo- y de Javier Gijón y Andrés Sudón. Sin todos ellos, hubiera sido prácticamente imposible. Hago esta crónica como la hacían muchos de los reporteros en la guerra del Vietnam, o sea, de lejos.

Debido a ciertos ajustes el micro empieza con cierto retraso, pero la lista de actuación a está casi cerrada. Para la prueba de sonido se presta (obligado) un buen señor, Juan Matute, que canta el “Shelter from de storm”, de Mr. Bob Dylan. Y da comienzo un micro de nivel alto.

Tras la explicación pertinente de las reglas del micro (*), Andrés presenta a los cuatro primeros. Y abre Mayumi, que interpreta al piano una bella canción en Japonés. Cuando alguien canta en su idioma original transmite más verdad que cuando interpreta en otro idioma. Una bella canción sin duda.

Juan Matute es el siguiente. Primero deja una entrada doble para el concierto de Nancho Novo y Los castigados sin Postre (Juan es uno de ellos) el 10 Marzo en Galileo. Canta “Cuando duermes en mis brazos”. Una bella canción nostálgica. “Ser capitán, capitán del olvido, no puede impedirme que te quiera, ni que viva y beba de tu risa cuando voy a tu lado donde sea… Sobre piedras centenarias y fugitivo por la luz, así me ven las tumbas lapidarias y al galope una bandada cruza la quietud”.

Ahora le llega el turno a Javi, que vuelve a hacernos el “Hey Joe” de Hendrix. Cada vez le suena mejor y lo toca con más esmero.

El que cierra la primera tanda de la noche es Mi Antonio. Su poema va de que el hijo repregunta al padre el porqué de su nombre, Luis. Y el padre le cuenta que “Hijo, yo te explicaré. Igual que Moisés bajó del Sinaí las tablas de seguir, tu nombre yo busque en otra tabla que vi”  el poema repasa todos elementos de la tabla periódica. Al terminar con los elementos de la tabla sin obtener el nombre deseado, enumera los nombres propios de mujer y hombre más raros del mundo y concluye diciendo que «Y como ninguno de estos nombres me gustaron, decidí llamarte Luis”, más o menos fue así.

Durante el recitado de Mi Antonio ha pasado una cosa muy desagradable. Cuando iba a media actuación se empezaron a oír maullidos provenientes de cierta zona del público. A mí me produciría una vergüenza supina que dijeran de mí que estoy faltándole al respeto a un artista porque estoy “colocado” o porque “no tengo cerebro”. Yo no sé quien era aunque me lo supongo. Esas cosas quedan graciosas entre colegas, pero hacérselo a una persona que apenas conocemos, aparte de otras consideraciones de edad, de entrega, de compromiso con las libertades, es de tener muy mala leche. Quizá es que esas personas están pidiendo a gritos que les echen de Libertad para presumir de desclasados y de gente libre. En realidad es gente esclava de su propia estupidez e inmadurez, sean quienes sean. De todos modos es posible que lo logren. No es la primera vez que Andrés Sudón echa a algún troll del micro. Ellos sabrán lo que prefieren.

Andrés pasa a la siguiente tanda, que inicia Norte. Nos canta que el “Mar está ahí”, por encima de todo. Es una canción muy corta. “Tengo miedo, tengo sueño y el mar siempre está ahí”.

El siguiente es el propio Andrés Sudón, “al que hoy le apetece hacer una versión de Chauen que, dice, ha sacado nuevo disco y que le tiene fascinado. La verdad es que la interpreta muy bien y, a juzgar por el toque de guitarra, la canción parecería suya. La melodía sí choca más para el estilo de Andrés” (Una). Sí. Todo un temazo y tan bien interpretado… Ha sido realmente raro que Andrés no cantase un tema suyo, como si no quisiera echar margaritas a ciertos… Bueno; no sé.

El caso es que ahora sube otro que se está haciendo cada día más grande ante mis ojos, y que no es otro que René. Canta “La tristeza”. Con su habitual dominio de la guitarra, canta una composición que compara la tristeza con un río. Compleja letra llena de imágenes, con una guitarra muy bien arpegiada con acordes muy bonitos de jazz como suele tocar él.

Andrés se sube para dar paso a otra tanda pero se da cuenta de que se había dejado a una participante del anterior grupo fuera. Elena Cormán se sienta al piano e interpreta una composición sobre la valentía de la mujer que ha de abandonar su casa que van a derribar. “A doña dramas nunca le falta el valor de  soñar algo distinto, soñar algo mejor”. “Y ahí, tan en mi, las luchas que otras enfrentaron”. Muy bella canción.

Andrés presenta a una #nuevaparticipante: Reich, que parece que “sube con la condición de recitar un poema que dura sesenta segundos. Y se titula igual. “¿Os acordáis de cuando tuvimos que componer una canción que durara un minuto nada más y se titulaba «Un minuto para despertar»?”, pregunta Una. Yo sí.  Bueno. Pero Reich ha perdido cuatro segundos al trabucarse un momento. 

Y ahora llega el turno de los participantes en el taller especial ”Elemental”. El primero es Javier Gijón, que ha elegido el "Cobalto". Y habla de “Un azul cobalto en tu corazón se mezcla y perdura: mata la ilusión”. Imágenes poderosas que se quedan rebotando en la mente como “las pelotas de goma dentro de un ascensor”. Javier me echa de menos, ya que tenía la intención de pedirme la guitarra para esta canción pues “le suena mejor con la acústica”. Medirá después que se va sintiendo aquí cada vez más integrado. Eso es bueno para crecer artísticamente, porque aquí se aprende mucho.

El siguiente es Juan Portillo, pero hoy no viene de poeta, sino con su mejor traje de cantautor. Su tema se llama “Oro” y “nos hace cantar a todos con un aullido que ¡ahora caigo! es el símbolo de ese metal. ¡Bien!” (Una). La canción va de un “pirata” fracasado que echa de menos a su amada. La gente se ha divertido porque ante todo Juan Portillo domina muy bien el lenguaje de la calle y mezcla perfectamente la realidad y la ficción. Muy buena.

Ahora le llega el turno a Una, que acompañada por Tom Ferguson traía para el sorteo su discografía completa, pero uno de los discos se le perdió por el camino y solo pudo dejar «Hueco de ausencias». Pero ¡sorpresa! Tom Fergurson (aquí lo conocemos como El hombre zanahoria), que toca a menudo con ella, dice que él ha traído algo: una pelota de goma de la suerte, del Alcazar de Sevilla. Una se pregunta: “¿será una de las de goma del ascensor de Javier Gijón?”, mientras intenta colocar la letra de modo que la pueda ver bien. Se oye la famosa voz en off de Andrés que recuerda “tranquilos, que os quedan dos minutos y medio aún”. El elemento que ha elegido ha sido "Oxígeno", una composición con atmósfera inquietante y letra oscura que habla de la dependencia y la asfixia de una relación enferma.

Andrés está feliz por las canciones aparecidas en el taller. Marco le ha pedido que no le saque hoy. Pero Andrés es capaz darse cuenta de que quizá lo haga para que no le canten el “cumpleaños feliz”, ya que hoy es su cumpleaños. “Pero te vas a joder”, le sonríe y lo entona, acompañado de toda la concurrencia. 

Ya fuera de las composiciones para el Taller Elemental, Andrés anuncia la siguiente tanda. Sube Marta Plumilla que, tras intentar resolver los problemas técnicos de afinación de guitarras, nos deja una entrada doble para su concierto del día 3 aquí, en Libertad. Canta “Los días felices”, la última canción de su disco «Álbum». Y, por cierto, el video sale el jueves 27. Canción nostálgica.
Ahora sale Daniel Romero, que tras dejar un poema secreto para el sorteo, recita tres poemas. El primero dice que se lo ha inspirado mi disco Hondo: “Turba” y en él critica la codicia.  El siguiente “Penas” habla de las redes sociales y de zafiedad. El último “Don Juan”, habla satíricamente de Errejón y su aventura de Más País.

Le toca el turno a Pikaflor, que nos trae un blues rápido también contra los políticos y sus falsos mensajes y promesas. Se llama “El blues de Bernie Sanders”. “Y en España Pablo, El Quichi y Errejón nos hacen felices con la Constitución”. «Qué bien toca! No sé si es tema propio o alguna versión. muy dylaniano también con una canción muy blussera y difícil de tocar con cambios continuos; en mi modesta opinión debería darle un poco más tiempo a los cambios de acorde para poder saborearlos y disfrutar de la melodía sonaba muy bonita pero como si tuviera prisa por acabarla» (Una)

A continuación La Princesa del metro sale acompañada de Javi. Aprende así que ese hombre va por su lado. Después de tres intentos de hacer algo útil, hace una versión del “Happy Birthday, mr. President” para Marco Vacío. Se baja bastante molesta por las chorradas que ha tocado su guitarrista de acompañamiento ocasional.

Andrés les explica que ha gente que quiere actuar, pide perdón a los que se van a quedar fuera, entre ellos El Vampiro de Madrid, al que había anunciado por error, además de Jenny Meriad, Alejandro, Julio Trac, David (léase Deivid) y, claro, Marco Vacío.

La última tanda la inicia Jorge Zurita, que anuncia actuación el domingo en el Calvario a las 6, con el Batey, grupo al que pertenece y con la colaboración de Marta Carpe y Laura Campello. Va a cantar una canción de Bolivia “para que resulte pedagógica” (?). “No sólo nos deja con la boca abierta por su buen tocar a ritmo de chacarera y su melodiosa y bien entonada voz, sino que también nos enseña palabras del quechua (imainaya, pasancaya, guagua) que se habla en su Bolivia natal. ¡Muy pedagógico y chispeante este tema llamado «Inglés Intensivo»!” (Una)

Ahora suben Marta Méndez y Miguel de Voz, una “pareja de Ex de otras relaciones”. Según cuenta Marta ella era novia de Gabriel Vidanauta y entonces lo dejaron y él en tan solo un mes encontró novia, lo que hizo cuestionarse su situación y ¡mira por dónde! entonces apareció Miguel y se hicieron novios. Y ahora suelen ir al Calvario “para vengarse”. Todo esto dicho en modo coña, claro. ¡Creo! Nos cantan sobre la relación de pareja “haciendo sangre”  un bonito juego de voces: “Quiéreme  por favor; yo me aguanto a duras penes, digo penas“ Y terminando con una reflexión. “¿Y no será mejor aprender a estar uno solo?”.

Y se acaba con Juan Antonio Ordóñez, al que Andrés ha hecho una bella presentación. Porque ha hablado de Juan Antonio como de una de esas personas, a las que yo pertenezco también, que abandonaron la composición por los deberes familiares y que gracias a los micros abiertos, han podido retomar su carrera musical al cabo de veinte o más años. Juan Antonio interpreta “A medio pulmón”, uno de sus más bellos temas, y regala una entrada doble para su concierto, que es a continuación.

Se finaliza este micro movido y estupendo con el sorteo habitual y que yo me he perdido. Mañana más.

“Podéis ir en paz”.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (544). 18/02/2020. Taller "Elemental".


 Por: Camilo Crespo.

(Los videos de este micro se pueden ver en Twitter, hashtag #MAL8_544) 

”Oremos”. Esta tarde ha mejorado la climatología. Hay un bonito sol que me acompaña por Alcalá, camino a Libertad 8. Al lado del Casino de Madrid, hay una orquesta callejera llenando el aire de las notas de “La vida es bella”, que acompañan un buen tramo. Tras mi parada habitual en el bar Olímpico, me acerco al Libertad. Más o menos el sonido ya está probado del día anterior. No hay que darle más vueltas. 

Y Andrés comienza la sesión, dando la bienvenida a los asistentes, contando las normas y explicando que hoy también oiremos canciones del #tallerelemental. De hecho vamos a empezar por ahí.


El primero en salir a escena es Marco Vacío, que trae una canción titulada “Hierro”. Antes de cantarla nos explica que al principio sólo había hidrógeno, mucho hidrógeno y algo de helio. Después fueron formándose el resto de elementos y, al parecer, el último, el átomo más estable, fue el hierro. A partir de ahí aparece la súper-nova y con ello el fin de la estrella. Bueno. Consultad la Wikipedia si os queréis enterar de verdad, porque yo no lo he explicado muy bien… El caso es que su canción habla de este proceso interno de la estrella. “A golpe de fusión, alcanza el hierro, como un maldición… Y un eco del Big-Bang vomita a su interior un parto enfermo de hijos atómicos”.



Luego sale Andrés Iwasaky, que ataca su canción “Bromo”.”Nunca mis chistes hicieron gracia… dioses del humor a hombros del bromo…Encontré en una probeta una dosis de bromo; ni por gracia me la tomo…” Pero se la toma. Cantada con esa voz cuasi perfecta, tan limpia, igual que su guitarra, nos habla de cómo se transforma alguien en un mal gracioso al tomar bromo.


Ahora le llega el turno a Antonio Espinosa. Antonio elige el “Estaño”. Habla de la atracción mutua comparándola con la soldadura de estaño. “Como el estaño, que según pasan los años, se funde como cuando hay amor…Pero si se suelda en falso, no hay manera si no conduce al corazón”.


La cuarta “tallerista” es Marta Plumilla, que, una vez acoplada la guitarra, anuncia que será acompañada al piano por Andrés Sudón, lo que provoca expectación y alegría. Ataca su “Litio”. La canción yo la resumiría como seamos libres de verdad y echémosle la culpa a la falta de litio. “Y si te escapas conmigo, le echamos la culpa a la falta de litio y nos encierran en un manicomio y allí montamos un nido de operaciones” Marta con la eléctrica va manteniendo un nivel bajo de hard-rock, mientras Andrés pone el punto de locura adecuado para esa atmósfera con las teclas del piano. Muy bien expresado.

Ser presentador del micro abierto es muy duro –lo digo con conocimiento de causa- y Andrés está algo estresado por el concierto de sus alumnos de la TAI. Mmmm. Solo así se explica la siguiente frase que nos suelta a continuación: <<Para quitar “Hierro”, hice un “Bromo”, pero sonó “Estaño” y monté un “Litio” de narices>> ¡Eh! ¿Cómo os quedáis? ¿A alguien más se le puede ocurrir algo así? ¡Pues sí! Ya veréis. Seguimos. Andrés presenta a la siguiente tanda.


El primero en salir es Ernesto, que en contra de su acostumbrada emanación de palabras a modo de geiser, hoy se queda mudo. Bueno, mudo mudo… más bien no. Toma su móvil, lo enciende, lo acerca al micrófono y permanece en modo trípode mientras reproduce su rap al “Hidrógeno”. Su cara es un poema mientras se reproduce el audio con un fondo de música algo chinesca. Otro que ha triunfado hoy.


Osvaldo Lindner, nos dice que el más fácil para un argentino es la “Plata” (¿El único elemento con nombre femenino? Supongo que porque existía desde mucho antes que los señores que hicieron la tabla periódica. Pero aun así, es curioso). El nombre de Argentina viene de “argentum”: plata en latín. Osvaldo traza sobre un ritmo típico de la zona de Entre Ríos, un repaso a parajes de Argentina. “Bravo, raudo y tumultuoso, con su agua bronca y espesa”.


Lo que ocurre a continuación, apenas es recogido por nuestra cámara, dado lo escueto del hecho. Andrés anuncia a Nacho el cuentasueños. Éste sube al escenario y deja un escabel (?!) para el sorteo. Dice que su canción se llama “Sodio”. Se sienta ante el piano, cuenta las teclas partiendo de la derecha… una, dos, tres… hasta que llega al Mi y canta una famosa melodía de una antigua serie infantil… Por favor, vedlo en Twitter o pedid que os lo enseñen. Merece la pena.


Esto ya se va animando. Ahora le toca el turno a Jose Manuel Noriega. Os suena lo de ¿<<Para quitar “Hierro”, hice un “Bromo”>>?, pues sí. Este señor va de ese palo. Nos tronchamos de nuevo con su “Rodio”. Esta vez ante un estribillo como el que sigue: “Te estaño si no estás, te rodio si te vas; en cadmio no tengo muy cloro qué pregunta he de formular… Si te soy francio, casi nunca yodo cuando pienso en ti…” Muy bien traída.


Ahora llega Sergio Sanz y trae su juguete nuevo, porque llamar solo piano electrónico a esa máquina de orquestar parece poco adecuado, cuando no ofensivo. Y ahí se sienta y comienza la fiesta de sonidos, Su elemento es el “Oganesón”, el último y por tanto más pesado de la tabla periódica con 118 electrones en su núcleo. Y en una mezcla de órgano y orgasmo, traza un baile sonoro que viene a soportar un texto extraño, según el usual hacer de Sergio. Habla más de sensaciones que de hechos o situaciones. Aquí dice “… que tú te lo mereces por pecar…  venga el agua limpia a mis manos y las vuelva a resolver… y saque los demonios a relucir…” El miércoles 26, de la semana que viene, Sergio nos hará
una demostración aquí, en Libertad, de lo que cambia un artista cuando tiene un instrumento que le permite mostrar sus composiciones adecuadamente.


Y llega el momento más esperado del micro: el de conocer a los #nuevosparticipantes. Hoy sòlo hay uno y se llama Sebastián, de origen franco-inglés, vive en Barcelona. Acaba de empezar a componer en castellano. Su tema se llama “Otra vez”. Rasguea bien la guitarra. “Bésame, respira profundamente…Sólo puedo esperar que vuelva a pasar… Estas noches contigo me han dejado en sueño… No me quiero despertar”.

Andrés nos avisa de que muy posiblemente el año que viene salga un libro sobre la historia del MAL8, coincidiendo con el décimo aniversario. Nos recuerda que mañana vendrán sus alumnos de la TAI a estrenarse en el escenario. A las nueve, entrada libre.


La siguiente tanda se inicia con Javi, que anuncia que tocará una de Bob Dylan  que como no sabe mucho inglés, hará lo que pueda. Y ataca el “All along the Watchtower”, versión de Jimmy Hendrix. Claro, no podía ser de otra manera. Pobre guitarra. ¿No tendrá una suya?


A continuación sube Juan Carlos Aguilera, acompañado por Juan Portillo. Hacen una mezcla entre la canción de uno y el verso del otro. Y queda precioso. La canción de Juan Carlos se llama “El bolero del desamor”, aunque tiene un momento en que se va por la guajira, pero al final vuelve a bolero. Se llevan un gran aplauso.


Ahora le toca a La Princesa del Metro. Comienza pero necesita moverse, así que quitamos el micro de su pie. “Ya no me podrás dañar, no estoy aquí… subo hacia aquellas nubes y mas allá del ya… Ya no soy real; verás…” Acaba con un grito y gemido que te pone los tímpanos un poco al bies. Y cierra: “Soy esa princesa que encerraste un día en el mar”.


Al oír el siguiente nombre nos quedamos helados. Ha vuelto Alfonso Collantes (ved la crónica 542). Pero respiramos aliviados… Ha traído su guitarra. Vuelve a pedir disculpas por lo del otro día y ataca su tema. Si alguien pensaba que su guitarra la tocaría con más amor por ser suya, se equivocaba. Le va dando mandobles a las cuerdas mientras suelta la letra: “No vale la pena hablar, porque viene el destino detrás… No me creo… Deja a de divagar”. Acaba con la prima rota. (Prima: primera cuerda de la guitarra, la más aguda, sí, esa).


Andrés anuncia mi concierto, que será a continuación. Y saca la última tanda antes del sorteo. El primero es Valentín Nueda, el “Vampiro de Madrid”. Declama la Elegía a Ramón Sigé, de Miguel Hernández. Como suele ser habitual, a la gente le encanta, tanto el verso como el recitado.


Ioma Ferre venía por el taller, así que canta su “Nitrógeno”, que nos habla de "explosiones de estrellas y mundos paralelos". “Somos átomos de nitrógeno de un paraíso terrenal y celestial”, dice la letra. Tiene una voz muy limpia.


Sale Macarena, que interpreta una versión del “Time after time” de Cyndi Lauper con el ukelele como instrumento. Lo mejor es que todos sabemos decir "Time after time". Ella lo canta con suavidad y entrecortadamente. Queda bonito.


Y sale quien tiene el concierto a continuación, o sea yo, o sea Camilo Crespo. Como la cosa va del #tallerelemental, ataco mi canción “Neón”. Algo más seguro que ayer. “Buscando viejas farolas que aun invitan al amor y el bar aquel que aún asoma bajo el neón”

Cerramos con el sorteo, original por otra parte, gracias al escabel. Ha sido un micro bastante vibrante en momentos. Javi se ha venido más cerca del escenario, lo que es una buena noticia. Lo estamos abduciendo poco a poco. Dentro de nada ya veréis.

“Podéis ir en paz”.