martes, 26 de junio de 2018

Crónica: I Concentración MAL8 (22,23 Y 24 de Junio de 2018)


Llevábamos años queriendo hacer esto, ya habíamos hablado María Barnuevo y yo de irnos a esta misma granja escuela de Alcalá de Henares, LaEsgaravita, a pasar unos días rodeados de naturaleza y de canciones. Hacía falta ilusión y energía para llevarlo a cabo. Después del Encuentro de Canción de Autor de Castilla la Mancha, donde descubrimos lo necesario que es hacer cosas como esta, ya estábamos inmersos en esa ilusión, y le dije a María que era el momento de hacerlo. Hablé entonces con Sergio Sanz, porque si íbamos a ir de acampada, él es la persona indicada, dada su enamorada experiencia como monitor de campamentos. Él puso, ya en el dibujo del cartel, esa magia que se da en este tipo de actividades. Realmente las guitarras volaron en esto días de la I Concentración MAL8. Yo soy un desastre para ciertas cuestiones como la contabilidad, la burocracia y todas esas actividades aburridas que mueven el mundo en el que vivimos; por suerte Camilo Crespo se ocupó con rigor de esos asuntos imprescindibles. El resto del equipo de organización lo formábamos Marta Plumilla y yo, que nos ocupamos de dar forma a esta actividad pionera y nueva, que debía construirse según la filosofía de Micro Abierto Libertad Ocho. También nos echó una mano Juan Antonio Ordóñez con las compras de última hora.

Tras un mes de promoción del evento, programación de actividades, compras de comida y material, nos juntamos veinticinco personas cantautoras para vivir la I Concentración MAL8. Qué emocionante ver cómo iban llegando una a una todas las personas que íbamos a disfrutar de estos dos días inolvidables. La Esgaravita es una granja-escuela, está llena de cabras, caballos, una vaca, un burro, cabras, conejos, gallinas, perros, niños bajando por la tirolina, adultos saltando en la colchoneta elástica, ancianos pasenado por la presa del río… De todas las cosas maravillosas y divertidísimas que hay en la granja, había una que era nuestro entretenimiento favorito: un escenario de madera en medio del campo con vitas a las montañas, a la luna, al sol y al infinito. El bello y generoso Daniel Hare nos proveyó de un excelente equipo de sonido luces con el que realizamos la primera actividad de la Concentración, un micro abierto nocturno a todo volumen sin vecinos, sin horario de cierre, sin tiempo limitado en escena… Eso sí, rodeados de un público animal muy atento; ponis y caballos se acercaban a disfrutar de nuestras canciones.

Esa primera noche nos presentamos René, Miguel de Paul, Camilo Crespo, Juan Antonio Ordoñez, Miguel Ángel Delgado, Kike San, Daud, Cristina Salvador, Virginia Fidalgo, Ángel Calvo, Juan Fernández Fernández, Andrea Lafuente, Maria Barnuevo, Andrés Sudón, Marta Plumilla, Sergio Sanz, Ágora Reix, Gaia, Una y Carlos Galán. Maremoto y Jesús Viñas no llegaron hasta el sábado por la mañana. Primero cantamos una canción cada uno como ritual para conocernos y romper el hielo. Después de esto la idea era hacer unos juegos preparados por Sergio Sanz, pero no sabíamos que el escenario nos iba a gustar tanto. No queríamos dejar de tocar, cantar y recitar, así que se organizó una espontánea jam session que no paró hasta las cinco de la mañana. Todos con todos, nos acompañamos, nos punteamos, nos coreamos, nos bailamos e hicimos todo lo que nos gusta, sin las limitaciones propias de un solemne micro abierto: ni cuatro minutos, ni no se afina, ni sólo una canción, ni hay que terminar, ni baja el volumen, ni nada de eso que nos suele contener en Libertad Ocho. En ese momento nos dimos cuenta de que habíamos preparado un montón de actividades, cuando nos bastaba solamente nos ese escenario libérrimo y hermosísimo.

Todos nosotros teníamos acceso a la cuenta de Instagram @yosoymal8, donde publicamos (y seguimos publicando) fotos y vídeos para el recuerdo y para envidia (sana) de los que no estaban con nosotros, quizá para que vengan la próxima vez. Pincha aquí para ver esos documentos. A eso de las seis de la mañana, nos echamos una siesta, y a las nueve ya estábamos algunos en pie para preparar el desayuno, organizar el taller e ir desperezándonos para un día intenso. A las once de la mañana ya estábamos reunidos para comenzar el taller que nos tuvo entretenidos y enchufados hasta el final de la concentración.

Ya estábamos todos. El primer taller consistió en componer una canción en común, cada uno una estrofa. Teníamos una secuencia de acordes preparada, cada cual tenía que proponer un tema del que hablar en una estrofa de cuatro compases en cuatro por cuatro a velocidad sesenta. Cuando cada cual escribió en su papel el tema del que había que hablar, removimos los papeles y los volvimos a repartir, de modo que a cada cual le tocó escribir la letra de un tema propuesto por otro. Los papeles estaban numerados. Tuvimos una hora para componer esa estrofa con los acordes que nos habían dado. La siguiente parte del taller consistía en ensayar con las personas que teníamos al lado nuestra estrofa y las suyas, por ejemplo: el que tení el número cinco en su papel, tenía que acompañar en su estrofa al cuatro y al seis, y ser acompañado en su estrofa por ellos. No sé si se entiende. La cosa es que después de otra hora para esos ensayos (en los que había que buscarse la vida para ensayar con las dos personas que te tocaban), el experimento fue tocar la canción una sola vez sin parar. Aquí está el vídeo de cómo quedó el experimento:





Yo no salgo por que soy el cámara. También soy el cocinero, me pasé la mañana disfrutando de hacer una paella de pollo y mariscos, otra vegetariana y otra para un participante que tenía una dieta especial. Después de cantar la canción, comimos sandía y pasamos al comedor para degustar esa paella, que no me quedó muy mal… Tras una larga siesta y una agónica espera a que llegaran los que habían ido a por cervezas, pasamos al siguiente taller. Por cierto, en esa espera vivimos un auténtico safari. Se nos ocurrió ir a la parte más alejada, cerca de la presa, donde están la tirolina, la colchoneta y los establos de los caballos, el burro y los ponis. Mientras esperábamos a la expedición cervecera, se nos acercaron todos los animales. Un caballo nos robó dos plátanos, la vaca (bautizada con el nombre de Cecilia por Miguel Ángel delgado) casi nos enviste, una caballo casi me come el sombrero… Por suerte Maremoto tiene mano con estas bestias y las maneja a su antojo. Para Juan Antonio Ordóñez fue, según sus palabras, “el peor momento de mi vida”.

Antes de que llegaran los cazadores con las cervezas cazadas, ya nos habíamos cambiado de sitio, para no ser ser devorados o aplastados. La verdad es que fue muy divertido, hay algunos vídeos en nuestra cuenta de Instagram @yosoymal8 de este momento. Entonces, comenzamos con el siguiente taller, el más difícil y conflictivo, también el más enriquecedor: teníamos que componer en grupo… El primer taller sirvió para entrar en calor (aunque calor había de sobra), para empezar a conocernos y a rozarnos. En este segundo taller nos agrupamos en formaciones de cinco personas para jugar al Canciomatón. El Canciomatón consiste en que tres o más cantautores se juntan, cada uno escribe en un papel verde un tema para letra de una canción, y en un papel amarillo cómo va a ser la música. Luego se revuelven los papeles y se vuelven a repartir, de modo que te puede tocar lo que tú has propuesto o lo que ha propuesto otro. En una hora hay que componer una canción con esas premisas y prepararla para cantarla en directo. Hicimos eso mismo, pero en vez de hacerlo individualmente, lo hicimos en grupos de cinco.

Componer en grupo es muy difícil para cantautores artistas individualistas, egoístas, egocéntricos y todo lo que lleve el prefijo ego-. Así somos, y está bien que seamos así, ¡viva la independencia y la libertad!, pero puede ser muy enriquecedor y un gran aprendizaje cohabitar con otros individuos. Efectivamente hubo de todo, riñas, celebraciones, gritos, risas… Ya estaban terminadas las canciones cuando llegó la hora de cenar veinticinco litros de gazpacho casero, ensaladas mixtas a saco, barbacoa de carnes sin fin y parrillada de verduras sin medida… Cuando terminamos de ingerir esos manjares, llegó el momento de volver a nuestro particular escenario para presentar las canciones. Eran ya las dos de la mañana del sábado, en plena noche de San Juan, cuando comenzamos a escuchar las canciones de los cuatro grupos.

Después del alivio de soltar las canciones, algunas hechas con mucho esfuerzo, con sangre, sudor y lágrimas, volvimos a la modalidad micro abierto/jam session, que de nuevo se alargó hasta las cinco de la mañana. La verdad es que ya todos teníamos una carita de sueño tremenda, cara también de satisfacción y emoción, con alguna cara refunfuñada y ya poca energía. Nos fuimos a dormir para prepararnos para la misión que teníamos al día siguiente: invadir Alcalá de Henares con nuestras canciones.

A las ocho y veinte de la mañana ya estaban algunos preparando sus canciones, discutiendo o aseándose para ocasión. Creo que María Barnuevo se pasó toda la noche organizando la invasión de Alcalá. A eso de las once de la mañana ya estábamos desayunados y preparados para salir en cinco coches hacia la ciudad que iba a ser nuestra. Llegamos allí y Jesús Viñas tomó las riendas del grupo animándonos a todos a cantar por las calles ardientes que nos llevaban a los cuatro lugares donde hicimos nuestra performance. Un poco pasadas las doce, había un grupo en cada sitio pactado, preparados todos para comenzar a la vez, coordinados en un grupo de wasap. Los lugares eran el Hostel Complutum, El Jardín Prohibido, La Gitana Loca y la librería Nothin Hill. Cuando cada grupo cantó su canción común, un miembro de cada grupo se movió al siguiente punto mientras los demás hacían micro abierto en esos lugares. Así uno por uno, cada persona de cada grupo fue yendo al siguiente punto hasta que se volvió a reunir el grupo para cantar de nuevo la canción: En resumen, cada grupo cantó su canción común cuatro veces, una en cada lugar, mientras en los ratos muertos hacíamos micro abierto. En poco más de una hora habíamos cumplido nuestra misión. En la cuenta de Instagram @yosoymal8, hay muchos vídeos de esta actividad. Ahora quedaba lo peor: despedirnos.

Regresamos a la granja, preparamos el equipaje, repartimos la comida sobrante y comenzamos a irnos cada cual por su lado. Eso sí, ya vinculados para siempre por esta experiencia dura y hermosa. Yo aún siento el cansancio en el cuerpo y la satisfacción en el alma. Lo hemos logrado, hemos hecho la I Concentración MAL8 y tenemos muchas ganas de repetirla. ¿Por que no hacer una Concentración de Otoño, otra de Invierno, de Primavera? Ha sido una maravilla, y aunque en algunos momentos, durante la preparación, casi nos hayamos rendido, el equipo de organización hemos dado todo lo que tenemos para que esto saliera adelante. Y los participantes, con su exquisito entusiasmo, han hecho posible esta maravilla. Quiero dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible, mi fe en el ser humano y en el artista, se ve reforzada tras esta experiencia. Me da pena hasta despedirme ahora mismo en esta crónica, ya quiero vivir siempre en el campo, rodeado de artistas, cocinar para todos, abrazar a todos, escuchar cantar a todos.

¡Gracias!


Andrés Sudón

5 comentarios:

  1. Es una alegría leeros y escucharos; uno casi se traslada allí. Ha tenido que ser una experiencia preciosa: humana, artística y musicalmente; en todos los sentidos. Se os ve felices, y así ha de ser: a la alegría y la felicidad, que no niega las penas de cada uno, por la música. Gracias por hacernos llegar tanta belleza. Gracias. Un beso enorme. Fer.

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  2. Pues sí. Ha sido una experiencia especial e intensa. Todos hemos aprendido algo de los demás y de nosotros mismos. Deseando repetir.! Otra vez gracias!!!

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  3. Gracias con tolo que contiene: Generosidad, respeto, amabilidad , cariño, ilusión , amor y solidaridad!

    Grandes Andrés, Marta, Camilo, Sergio...

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  4. Bonitas palabra que narran un gran fin de semana, de encuentros y aprendizajes, de compartir ilusiones, retos... que bonito ha sido, sí, repetiría una cada principio de estación, muy simbólico también con la naturaleza allí rodeados. Me emociona la canción, recordarlo y volver a ello, que de tanta distancia que nos separa sintamos que no exista la misma es emocionante. Contenta y agradecida, muy feliz por la belleza de personas encontradas en esta concentración.Gracias a todos. Es toda una hazaña fusionar tantos cantautores. :)

    Un abrazo,

    Ágora Reix

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  5. Qué hermoso eres Hijo cósmico! Ha tenido que ser divino! Lástima el haber tenido que perderme tan hermosa Familia artística y momento íntimo! Un lujo quedarme con la esperanza de que vuelva a repetirse una convivencia tan enriquecedora, divertida y productiva! AMOR A TOD@S

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