El pasado martes 10
de Mayo de 2016 actuaron veintiún artistas en la edición nº 251 de MAL8 (Micro
Abierto Libertad Ocho). Comenzamos con La alegría de Juan
Fernández Fernández, canción en la que clama: "necesito librarme de
una tuerca que siento que me aprieta el corazón, ¿me ayudas, por favor?
¡Quédate cerca!". Gran comienzo de esta exquisita tarde en la que Libertad
Ocho lucía renovada. Últimamente la sala se ha transformado gracias a las
novedades que han devuelto al Templo de la Canción de autor su esplendor: el
nuevo esquipo de sonido y las nuevas camareras maravillosas a las que quiero
dedicar unas palabras. Bibi y Lola me transportan a principio del
siglo XXI, cuando conocí Libertad Ocho. Ellas me recuerdan a otros
camareros y camareras que hacían de esta santa sala un lugar donde querer estar
todo el día. Lo que marca el espíritu de un lugar son las personas, y quiero
agradecer a Julián que haya decidido incorporar al equipo a estas magas,
hadas, duendes que hacen que la sala brille de nuevo con luz propia. Todo
apunta a que las celebraciones de los cuarenta años de Libertad Ocho van
a ser espectaculares. Fue, entonces, perfecto comenzar con La alegría de
Juan Fernández Fernández, porque eso es lo que se respira aquí. La
siguiente actuación de este MAL8 (251) fue la de la poeta Beatriz,
que presentó su poema Abismo y escarcha contándonos un sueño que había
tenido la pasada madrugada en el que ella se "divorciaba de una mujer en
otra dimensión...". Un sueño extraño y multidimensional que a pesar de la
complicación contó bastante ordenadamente. Tras el despliegue onírico de Beatriz,
que puede que deje su poema en comentarios, escuchamos a Osvaldo Lindner
regalándonos otra de eses hermosas canciones del folklore de su Argentina
natal: Las golondrinas. Se mascaba en el aire que iba a ser una tarde
alegre y luminosa.
De hecho María
Barnuevo eligió una canción muy apropiada para el ambiente que se estaba
creando, A punto de caramelo. Según nos contó, la compuso para un taller
realizado en 2005 en el que les impusieron dos normas: que la canción llevase
ese título y que solamente usaran dos acordes, "y esto es lo que
hice": "Es mejor ser sirena o sireno, si está claro que va a haber
dolor, sobre todo si va a ser dolor ajeno, dale puntos a tu corazón...".
Ya lo he comentado más veces, es curioso cómo de alguna manera todos
coincidimos con el estado de ánimo. Camilo Crespo se decidió por cantar
una canción muy especial, basada en un poema de Juanlu Mora, que estaba
presente en la sala. Primero leyó el poema, titulado El lado derecho, y
después cantó su canción, en la que usa estructuras gramaticales similares a
las del poema, alargándolo para convertirlo en canción: "Si sientes que tu
mano sólo busca herir (...) y que tus palabras salen siempre sucias (...) y que
te gusta más herir que curar (...), si te gusta más mandar que reír (...), si
tu corazón late en el lado derecho, quiebra el cristal (...), sal a la vía a
través de la gente (...) y huye hacia tus ojos, no te demores más". Bueno,
yo en estas sesiones soy pescador de versos, y a veces los cazo a medias...
Intento captar lo importante. Lo mejor es que, si te llama la atención algo de
lo que aquí esbozo, busques por tu cuenta cosas de estos artistas tan generosos
que nos acompañan cada semana para regalar su arte. Últimamente viene mucho por
aquí Isabel San José a leernos su poemas rimaditos y blancos, quizá
atraída por el imparable impulso de vivir el hecho artístico de la comunicación
mediante la belleza. En este MAL8 (251) nos leyó Lluvia:
"(...) Lluvia que mojas sin piedad a la presumida primavera (...), lávame
este amor, llévalo con los peces...".
El siguiente en
escena fue el canario Óscar Pascual con una versión de la que no dijo
autor, solamente que iba a hacer una versión. Pero como aquí nos conocemos
todos, supe que se trataba de una canción de Luis Fercán que cantó como
si saliera de su propia alma. Es bonito que una canción te posea y te apetezca
cantarla a todas horas y en toda ocasión, y sería cortés decir el nombre de su
compositor. Grabé su actuación en mi móvil para enseñársela a Fercán, al
que le hizo mucha ilusión ver lo bien que la cantó. Kamala también hizo
una versión. Aunque fue de un tema propio. A ella siempre la acompaña un prestigioso
guitarrista cuando canta La isla, pero se ha liado la manta a la cabeza
y se la ha preparado con la guitarra para poder cantarla cuando quiera, y poder
decir cuando le plazca, a los cuatro vientos: "a la isla de los corazones
rotos, allí van a morir los amantes frustrados por el dolor y los pobres de
espíritu que no conocen el amor (...), pero si tú te enamoras en la isla, eres
correspondido, una estrella fugaz cruza el cielo y te guía hasta un barco
velero que aparece en el mar". no sé por qué me pareció que esa isla tiene
alguna similitud con en MAL8.
En este punto del MAL8
(251) conocimos a los cinco nuevos participantes que quisieron venir a
compartir y a sumarse a esta fiesta infinita y semanal. Impresionante la
primera que subió a escena, Miriam Elhajil Rodríguez, norteamericana de
raíces marroquíes e hispanas. Una melodía preciosa, una voz absolutamente
atractiva y armonías sorprendentes a lo Jeff Buckley que nos mostró en una
canción probablemente titulada Just for a moment. Me dijo que tenía
mucha prisa, y cuando ella ya estaba en Gran Vía todavía sonaban los aplausos
en Libertad Ocho. Luego conocimos a Belén Jiménez, quien hizo
algo muy hermoso: elegir el MAL8 para cantar por primera vez en público:
"esta es la primera vez que voy a tocar delante de gente, me gustaría que
lo tuvierais en cuenta...". En su canción imagina: "cómo serán sus
abrazos, cómo será cuando ría enamorada (...), tan frágil como una niña
declarando ser humana". La siguiente fue la cantautora Dácil Santana
con su canción Silla vacía, en la que lamenta: "me cuesta aceptar
que te he perdido (...), ya no sé vivir sola conmigo". El siguiente en
escena también fue muy especial, un cantautor norteamericano sexagenario que
sin mediar palabra nos cantó una canción que terminó con cantos de Laponia muy
aplaudidos. Por último conocimos al Rubio, quien canta por primera vez
en Madrid. Estoy pensando que gracias a los micro abiertos que hay en la
capital, los artistas de todas partes del país se animan a hacer una visita y a
mostrar su trabajo, quizá por eso son casi dos mil los artistas que han
participado en MAL8 en los cinco años que llevamos funcionando. Rubio
nos cantó Lo siento, en la que se excusa: "ya lo sé, tú me
ofrecías una vida de loser que por
desgracia no pude corresponder, lo siento, pregúntale a mis sentimientos, ellos
tienen la culpa de esto...". Un placer conocer a estas cinco personas
enganchadas como el resto de nosotros al mundo de las canciones.
Y hablando de micros
abiertos, Joel Reyes anunció en este MAL8 (251) que ha puesto en
marcha uno nuevo en el montacargas todos los jueves de siete a nueve de la
tarde, lo cual le agradecemos. Además y sobre todo, nos cantó su canción Los
desperfectos, en la que narra: "Escucho cantos de sirena y creo que
podré escapar sin pagar la cuenta, me arranco de cuajo el corazón y, sin
saberlo, le vendía mi alma a un impostor que se ha marchado sin pagar los
desperfectos". Les deseamos a él y a ese nuevo micro abierto toda la
suerte del mundo. Mucha alegría en esta tarde del pasado martes 10 de Mayo
de 2016. El siguiente en escena, Javier Cuenca, trajo también una
pieza muy especial, una canción cuya letra es un poema también de Juanlu
Mora, la segunda de la tarde y "la tercera vez que musicalizo un
poema", según nos contó. Bellamente, con atino musical, Javier Cuenca cantó
las siempre inmensas palabras de Juanlu Mora: "Hay que huir de los
verbos que se cierran por dentro, como (...) callar o rendirse (...), y morir
en las manos de quien hace bien (...), hay que volver a casa y agradecer la
infancia". Cuando se juntan dos grandes pasan cosas enormes. Con la
maestría que caracteriza al siguiente participante, Valentín Nueda, El
Vampiro de Madrid, nos leyó para comenzar un poema de Amelí, presente en
la sala, y recitó de memoria, con entrega y pulcra técnica un poema de Rafael
de León.
A continuación salió
el bueno de Gabriel Vidanauta a hacernos reír y pensar con esa canción
suya dedicada a la mujer franquista: "La señora franquista está hasta el
moño, le salió un nieto rojo y ya no juega con él (...), le fusila y le
entierra...". Entre risas, esta canción dice algo muy crudo que esperemos
deje de pasar y no pase jamás, pues para mi entender las ideologías no son otra
cosa que ideas discapacitadas. Ya hablaremos de esto más a fondo. Seguro que
está de acuerdo conmigo el siguiente participante, el doblemente musicalizado y
aludido en esta tarde, Juanlu Mora, poeta y cantautor que se mostró en
su primera faceta en este MAL8 (251). Nos leyó tres maravillosos poemas:
Ríos, Luciérnagas y Tulipanes. La siguiente artista en
escena fue Joy Lang, quien me comentó en privado, después de presentarse
por primera vez la semana pasada, que teme decepcionar porque sus canciones no
siguen una línea concreta. Yo le aseguré que eso me parece natural y muy bueno,
y que precisamente aquí nos encanta la variedad y nos aburriría que todo fuera
idéntico. Nos cantó una canción en inglés. Creo que lo hace muy bien, y estoy
deseando ver toda esa variedad.
Y toda esta alegría
que desplegaron los malochos en esta luminosa tarde, tuvo uno de sus clímax con
la actuación de Andreas, al que veo en un momento maravilloso. Con sus
poemas Suave y Zapatillas y piolet logró en el público una escucha
activa sin precedentes en sus actuaciones. De principio a fin nos comimos
vorazmente cada verso de sus poemas, terminando con la ovación más larga y
ancha de la tarde. Después Alessandro hizo otra de esas
canciones italianas que le definen y en las que se encuentra como pez en el
agua. Creo que pronto llevará esa fuerza a sus canciones y nosotros lo
gozaremos. Ya muy cerca del final, con la prisa que siempre tenemos en los
últimos minutos de las dos horas que nos regala cada martes en Libertad Ocho,
escuchamos a la aludida y recitada poeta Amelí recitando su poema amante
muerto. El MAL8 (251) terminó con la actuación de quien después diera un
concierto en ese mismo escenario, nada más y nada menos que Marta Plumilla,
que salió a escena acompañada por el exquisito guitarrista Juan Fernández
Fernández para cantarnos Bracarnadá, una emotiva canción en la que
recuerda cuando "íbamos en bicicletas, tú con tu pelo de león, yo chocaba
con las puertas por mirarte de refilón", haciendo una pequeño homenaje a
esos miedos románticos de la infancia que nunaca nos abandonan. Si quieres saber
más sobre el concierto que dio Plumilla, ha puesto Miguel de Paul
en su muro una hermosa crónica. Así terminamos esta sesión que estoy contando
una semana después, a unas horas de volver a reunirnos en Libertad Ocho
para seguir disfrutando de nosotros mismo y de los demás. si quieres ver fotos
de los participantes, las encontrarás en nuestro twitter, @microabiertol8.
Gracias por leer, comentar y compartir.
Andrés Sudón.
Gracias, Andrés. Quiero dejar aquí constancia de que suscribo totalmente tus palabras. Fué estupendo y ver a Juanlu Mora sobrepasado por el regalo que le hicimos, él tan sensato y comedido, no tuvo precio.
ResponderEliminarYo aporté mi propia interpretación del verso de Juanlu "Lado Derecho", que añado a continuación. Por cierto, que esta canción forma parte de mi última colección "Tardes de paseo" que enlazo por si le apetece a alguien escuchar o leer. Un abrazo.
http://kamilosptardes.blogspot.com.es/
LADO DERECHO (Juanlu Mora):
Si su corazón late
en el lado derecho,
quiebre el cristal y salga
del espejo a la vida
a través de la grieta.
Huya hacia sus ojos.
No se demore más.
LADO DERECHO (Camilo Crespo):
Si sientes que tu cartera manda en ti
Si sientes que tu mano solo busca herir
Si sientes que tu boca solo insulta
Y que tus palabra salen siempre sucias
Si ves que prefieres interés a amistad
Y que te gusta mas herir que curar
Si te apetece mas mandar que reír
Y tus medios se justifican por tu fin
Si tu corazón late en el lado derecho
Quiebra el cristal y de un salto sal del espejo
Sal a la vida a través de la grieta
Busca la sonrisa, rompe con la mueca
Y huye hacia tus ojos, no te demores mas
Que el lado perdido, que el tiempo perdido
Aun tienen vuelta atrás.
Si prefieres la sal de las lágrimas
A la del mar que llega y se retira
Con su latido de espuma blanca
Si prefieres el enemigo a la amada
Si te encierras intentando no morir
En vez de salir a la calle a vivir
Si prefieres volar por la carretera
En vez de descubrir a donde va la senda
Si tu corazón late en el lado derecho
Quiebra el cristal y de un salto sal del espejo
Sal a la vida a través de la grieta
Busca la sonrisa rompe con la mueca
Y huye hacia tus ojos, no te demores mas
Que el lado perdido, que el tiempo perdido
Aun tienen vuelta atrás.
(J.L.Mora, L.C.Crespo, 2014.12)
Preciosa!! Gracias!
EliminarHola! Me gustaría saber si hay que apuntarse en algún sitio para salir en las tardes de micro abierto. Mil gracias por decirme!
ResponderEliminar