miércoles, 24 de febrero de 2016

Crónica de Micro Abierto Libertad Ocho (240). 23/02/16

Prometí que ayer, martes 23 de Febrero de 2016, comenzaría el MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) a las siete en punto, y que solamente actuaríamos los que nos apuntáramos antes de esa hora. Hice lo posible por cumplir mi palabra, pero los trabajos de medición de sonido que se ha visto a obligada a contratar Libertad Ocho, retrasaron cuatro minutos el comienzo. ¿Trabajos de medición de sonido? Si, queridos. Es cierto que todo está cambiando, que los nuevos gestores del gobierno de Madrid están mejorando las cosas, pero puede que un día de estos haya un cartel en la puerta del Templo de la Canción de Autor en el que ponga: "Cerrado por molestar a un vecino que buscando la paz se ha mudado al corazón de Chueca, justo sobre una sala de conciertos que estaba a punto de cumplir cuarenta años". Durante los últimos lustros se han aprobado una serie de normativas, sobre todo de Medio Ambiente, que dejan completamente desprotegidas a salas tan importantes como esta. Una sola persona, con ayuda de tales normativas, puede dejarnos sin Libertad Ocho. Los que trabajamos aquí no queremos molestar a nadie, queremos alegrar la vida de todos; no hacemos ruido, hacemos música, palmas, el sonido de la felicidad y la celebración. No sé, pensábamos que quizá el nuevo ayuntamiento nos podría ayudar, sin embargo no nos hacen mucho caso. Podemos esperar a que cierren Libertad Ocho (por no hablar de otras salas también amenazadas e inermes) y llorar después, o podemos hacer lo que necesita el ayuntamiento para hacernos caso: clamor popular. Uy, se me ha calentado la lengua, yo he venido aquí a contar lo sucedido ayer en el MAL8 (240) celebrado ayer, pero es que se me parte el corazón cada vez que el puto limitador de sonido (que el Ayuntamiento ha obligado a instalar y a abonar) estropea un una canción. Sí, queridísimos míos, soportamos humillaciones constantes, pero seguimos luchando por un mundo lleno de canciones en vivo, por una rutina en la que podamos palpar el arte que ya disfrutamos cuando queramos de forma virtual. Bueno, a ver si me centro, decía que ayer no pudimos comenzar a las siete en puntísimo, y también dejé que se apuntaran un par de participantes, eso sí, antes de que comenzara la sesión, aunque fueran pasadas las siete. Finalmente actuamos dieciocho artistas en dos horas exactas. La verdad es que logramos nuestro objetivo: comenzar la sesión con la sala a rebosar y que nadie de los que se apuntaron en el plazo estipulado se quedara fuera. La pena fue tener que decir que no a unas seis personas que se querían apuntar después del comienzo. En todo caso, a partir de ahora hay que apuntarse antes de las siete, y si por circunstancias justificadas alguien va a llegar tarde, sólo hay que decírmelo por mail, WhatsAap, Facebook, paloma mensajera, telegrama, señales de humo, etcétera.

La cuestión es que apesar de las mediciones y de la pena, la sesión de ayer fue especialmente mágica. Entre esos dieciocho artistas había tres participantes nuevos que nos deleitaron y sorprendieron, incluso nos embelesaron. Luego hablaré de ellos. El concierto comenzó con Juan Fernández Fernández, que vino dispuesto a experimentar con una rareza de su repertorio, una canción que introdujo diciendo: "aunque vivo solo, no vivo solo, me acompañan unos pequeños seres que vuelven todos los años por la mísma época". Él quiso anticiparse a ellas, pero llegaron antes de lo previsto, por lo que le vino a la mente la canción con la que comenzó este MAL8 (240), Si aún es hora. Qué delicado poeta es Juan, por no hablar de la sensibilidad y virtuosismo de su guitarra: "Antes de que a mi ombligo vuelva el nudo (...), déjame con mi lengua que te diga que tu lengua me ha hecho más sabio...". Gran comienzo de esta sesión que continuó con algo radicalmente distinto, Lope Predicador, que repitió esta semana en general. Es decir, repitió su forma de salir a escena, la canción, la actitud y casi todo, aquí se puede leer lo que hizo la semana pasada, con la diferencia de que tenía una voz distinta y una calma diferente, también una movida nueva: "Os traigo una de Lorca que ayer destrocé en el Micro Abierto del Calvario (...), no sé si Dios creó a Lorca o Lorca creó a Dios". Yo quiero saber más de este hombre que, aunque apunta maneras, todavía está tímido entre serios y rectos cantautores (que en el fondo necesitamos un poco de lo que nos da). En tercer lugar tuvimos una actuación que tampoco tenía nada que ver con las dos primeras, el delicado e intimista pop de Janire. Con frases sencillas mezcladas en una música que entra de maravilla, Janire nos transmite un sentimiento complejo. Me encanta ver a los artistas disfrutar en escena, eso es profesionalidad para mí, además Janire tiene ese algo que hace que simplemente te quedes hipnotizado ante su actuación. Transcribir parte de la letra de la canción no hace justicia lo que vimos ayer: "...cuentas todas las cosas que llegarán, recuerdas cada instante que nos ha traído hasta aquí (...), por que es la última cena, nuestro amor no tema las facturas de la luz, tú vas abriendo mi celda dando rienda suelta a lo que tenga que pasar". Y en el momento álgido de la canción se activa el limitador de marras. El limitador lo pusieron durante el gobierno anterior, multa mediante, es decir se meten en nuestra casa a molestar sin tener que venir en persona. Haría casi cualquier cosa (de forma pacífica) porque retiraran ese instrumento del diablo.

Sergio Sanz llegó a Libertad Ocho pasadas las siete, pero tras saber que venía de currar y que tenía que volver enseguida, y habiéndome pedido los señores medidores del sonido que sonara un piano, pude permitirle actuar. Por desgracia tuve que decirles que no a personas a las que adoro tanto como a Sergio, que volvió a cantarnos esa canción tan bonita titulada Me voy de hadas. Tras él vino Alejandro, que entró en la sala cuando yo estaba diciendo "¡ya no se puede apuntar nadie más...!". Como estaba pisando la línea del área pudimos disfrutar de nuevo de una canción que en principio era efímera, hecha tras los atentados de París. La reactivó después de escuchar otras noticias que le han impactado últimamente. En sus últimas actuaciones nos mostró su Alejandro más canalla y entretenido, ayer nos mostró su lado serio, un lado lleno de poesía de gran calidad: "El tiempo, como un caracol, se arrastró en la noche, las palabras se hicieron ceniza en la boca...". En algunas partes no le entendí muy bien, yo le propondría que pusiera el mismo ímpetu para hacer reír que para hacer pensar, por lo demás me encantó esta canción que termina diciendo: "y en Atocha la vida seguirá en sus andenes". ¿Seguirá la vida después de que el Ayuntamiento de Madrid permita que cierren Libertad Ocho? Sí, seguirá, pero será una vida de luto para cientos de miles de personas que han vivido experiencias fundamentales para su vida en estas paredes que llevan cuarenta años haciendo algo que ahora es prácticamente un delito: canción de autor en directo, poesía, tertulias filosóficas, exposiciones de pintura, fotografía, escultura. Cuánto miedo da el arte a las personas instaladas en el aburrimiento y el odio a la felicidad ajena.

Sí, estoy un pelín recalcitrante. Es porque lo veo venir. En un instante pueden dejarnos sin lo que es toda nuestra vida, las salas de conciertos. Hace muchos años que decidí alejarme de subvenciones, instituciones, grandes empresa, etcétera, y decidí hacer mi trabajo en el único contexto que me da verdadera libertad, los bares. Ahora me lo quieren quitar, ¡nos lo quieren quitar! Lo digo bien claro: haré lo que sea por evitarlo. Me consuela un poco lo que nos dijo ayer Alessandro Brando en su nueva canción: "Cuando se rompen viejas botas no es para dejar de andar...". Ya..., pero ¿Libertad Ocho? Y sigue Alessandro: "...de entre tantos trastos, de alguno había que desprenderse...". Sí, pero Libertad es el trasto que canaliza lo que explota en nuestra alma... Espero que me disculpe Alessandro por usar su canción para hacer apología. En realidad su canción tiene mucho sentido para mí, es un verdadero consuelo: "...y ahora que queda casi nada, yo sigo en busca de tu luz...", y lo remata recordándome: "cuando tú no comprendes el todo, el todo aún te comprende a ti". Agradecidos con este hermoso italiano por hacer canciones con vocación curativa, hay tanto que curar. Por suerte la música tiene esa cualidad, sino que se lo pregunten a Mr Mushroom, que ayer nos contó cómo se ha dado cuenta de que lleva cinco meses tocando todas las noches, y de que "se puede vivir de la música, aunque sea tocando en el metro". Con esa buena honda compuso la canción que nos cantó ayer, una canción de siete minutos (hace mucho que solicitó poder tocarla, y ayer había tiempo, porque sólo se habían apuntado dieciocho artistas). La canción es en Inglés, y el título está en griego, traducido es Ojos azules. Mi ignorancia sólo me permite decir que suena muy bonita. Ciertamente ayer fue un día de canciones bonitas. La semana pasada Jorge Tylki nos hizo esbozar una sonrisa, y ayer se decidió por su lado más intenso cantándonos una canción cuyo estribillo reza: "Estoy buscándote como un demente, que las noticias buenas también son urgentes". Por cierto, urge componer una canción para que todos vayamos cantándola en la manifestación que vamos a organizar para salvar a nuestras queridas salas pequeñas de Madrid. ¿Os imagináis? Todos juntos cantando y tocando una suave canción cuyo mensaje principal sea "no es ruido, es música", o algo así.

Llegados a la mitad de este MAL8 (240) ya habían terminado los trabajos de medición en el piso de arriba. Me da pena saber todo el esfuerzo que hace Libertad Ocho por esta en paz con la comunidad de vecinos, sabiendo que el vuelo de una mosca cerca del medidor de la policía podría cerrar cualquier sala. La ley no va a ayudarnos, por desgracia, en este país situaciones como esta se han estado arreglado "indemnizando" al denunciante con una cantidad menor que la multa. La verdad es que sería un buen negocio mudarse encima de una sala de conciertos, amenazar con denunciarles y quizá sacar un buena tajada. El problema es que todas las salas que conozco están en números rojos. Así que al denunciante no le saldría el negocio y nosotros nos quedaríamos sin Templo. Tranquilo, Andrés, tranquilo. Esta hipótesis me enerva, espero que sólo sea fruto de mi herida imaginación y que las personas no sean tan malvadas como uno puede llegar a pensar. Antes decía que habíamos llegado a la mitad de la sesión, momento en el que solemos conocer a los nuevos participantes. Ayer fuimos muy afortunados con todos ellos. En primer lugar se presentaron el dúo Mony y Paul, con los que sucedió algo divertido. Les presenté diciendo que el próximo participante es dos personas, es decir que son dos siendo uno, y ellos se presentaron cantando una canción titulada We are one, lo cual me hizo mucha gracia. Nos contaron que están en pleno encuentro para hacer una serie de conciertos, porque aunque vivan lejos el uno del otro, desde siempre hacen canciones juntos como si fueran uno. La canción muy luminosa, bonitos coros, muy buen rollo en general. Temí que ese buen rollo quedara velado por la actuación de la siguiente participante, una poeta. Nunca se sabe si cuando a va a actuar alguien que se auto denomina poeta, vamos a ver arte o a presenciar la lectura de una paja mental cualquiera, a mí me da verdadero miedo. Pues tuvimos mucha suerte, porque Noelia Morgana es una artistaza que recibió, sin lugar a dudas, el aplauso más largo de toda la tarde, casi tengo que pararlo para que no sobrepasara los cuatro minutos (lol). Tendríais que verla, su presencia es parte del poema, su forma de decirlo. Voy a pegar aquí el segundo de los dos textos que leyó para que os hagáis una idea. Los he robado de su blog:

A veces no llevo sujetador. No me da la gana.
El sujetador es una prenda de mierda hecha de hierros y telas que se te clava hasta los confines de la carne y te crea picores, heridas e incluso manchas. El sujetador es el corsé del siglo XXI. Una puta porquería que se utiliza para subir las tetas hasta la luna y crear un par de montañas que todos puedan admirar, que todos puedan escalar. Porque un buen escotazo es el complemento perfecto para tener una novia adecuada o para salir una noche de tequila boom boom. Un escote que bote, sí señor. Cosa que, a veces, utilizo por no ser capaz de romper del todo con el legado que dejaron los cánones de belleza establecidos, de muertes por anorexia y labios de choripán por el bótox.
A veces no llevo sujetador. No me da la gana.
¿Y sabéis qué ocurre? Que me miran como si estuviera matando cachorritos de mamuts por llevar las tetas libres de presiones, que me miran como si los pezones fueran cañones a punto de disparar mi número de teléfono a todos los viandantes, que me gritan gilipolleces, que me despellejan a comentarios susurrados, a pensamientos retrógrados y machistas que seguramente llenarán de veneno el aire que respiro, y luego tendré que esforzarme el doble por hacer efecto rebote con mis tetas, llenas de naturaleza infinita, de vida, de cabeza arriba, joder. Que me repiten una y otra vez eso de – ¿No llevas sujetador? Pues se te nota – A lo que debería contestar: a ti también se te nota que lo llevas y no te digo nada.
A veces no llevo sujetador. No me da la gana.
Porque así me parieron, porque así me dejo llevar por la gravedad, porque así soy fiel a mi cuerpo, que me dice que le aprieta, que me dice que le daña, que me dice que le jode llevar esa mierda puesta sólo para obedecer las normas de una sociedad que no está acostumbrada a dejar salvaje lo que sirve de alimento al hombre, fuentes de inagotable misterio, esculturas del milagro. Amigas, por cierto, de los sujetadores deportivos, que te ayudan a mover sólo aquello que es preciso y no te torturan.
A veces no llevo sujetador. No me da la gana.
Y si me hago viejita y me reúno con cien viejitas y dejamos nuestras tetas al aire, todas, absolutamente todas, van a caer hacia abajo, van a derretirse con el tiempo, van a contar la historia de su vida con estrías y arrugas. Hayan llevado sujetador o no. Así que, digo yo que será mejor que empecemos a querernos, a dejarnos en paz, a mandar al carajo a todos, a venerar de verdad lo que significa tener un cuerpo que late y quiere seguir latiendo.
Porque… llevemos sujetador o no, el mundo no va a estar a nuestro favor, vamos a seguir sufriendo acosos y salpicones de babas, la moda, la estética y el poder, van a seguir mostrándonos como reflejos a unas mujeres lisas y apretadas, con las tetas en la boca y los culos en la nuca. Todos vamos a seguir alabando la palabra perfección de la misma manera porque somos necios, monigotes, alienados de éste mundo contemporáneo. Lo de siempre.
Por eso… ¡No te pongas sujetador si no quieres, mujer inteligente! ¡Y pregúntate por qué te lo pones cuando te lo pongas! ¡Sé consciente y actúa en consecuencia! ¡Libres domingos y domingas! ¡Tetas cómodas, con o sin leche, y al poder!
A veces no llevo sujetador. No me da la gana.
Y aunque sepa que sola no voy a conseguir cambiar nada, lo escribo. Por si resisten eternas las palabras. Por si mi hija o la tuya, algún día quieren saber todo lo que realmente hay dentro de la cabeza de una mujer. Y eso, como podéis ver, sí que me da la gana.
¿Has leído el texto? Léelo, mola. De hecho creo que antes de hacer la manifestación en contra del cierre inminente de las pequeñas salas de conciertos de Madrid, habría que hacer uno en contra de los sujetadores. Es broma (no muy broma). Disculpad que en esta crónica esté siendo tan reivindicativo. Lo hago por razones personales que creo que comparto con muchísima gente. Además creo que nadie se está enterando de que esto está pasando, de que cuando nos demos la vuelta sólo podremos tocar en nuestras casas, cosa que tampoco es fácil, por cierto. Pero yo estaba (vaya día tengo hoy...) hablando de los nuevos participantes. El tercero al que conocimos también nos deslumbró. Se trata de Alfon, de la banda Gotelé. Es uno de esos artistas que da libertad a su cuerpo en escena, baila, gesticula, es muy expresivo sin exagerar, toca de puta madre y canta claramente. Con todas esas cualidades nos cantó una canción que hizo un día que estaba de pasada en Londres y observó a muchos españoles, quizá demasiados, ociosos invadiendo el extranjero: "...sálvese quien pueda, qué duro es oír tu idioma en Trafalgar Square, pedir una <<cerveza>> en un pup inglés". Me encanta que vengan líderes de bandas al MAL8, para mí son verdaderos cantautores y este es su sitio.

¿Y si nos quedamos sin sitio? Estoy un poco pesado, ya lo sé, pero no puedo parar de pensar en los problemas que hacen sufrir a personas a las veo luchar sin descanso, casi sin aliento, con esperanza y arrojo. Julián de Libertad Ocho (cuando digo Libertad Ocho, lo que digo es Julián), Los Danis de La Fídula, Ángel de Galieo y muchas personas más a los que deberíamos agradecer que den su vida porque tengamos un lugar donde hacer volar las canciones. Quizá no lo sepáis, pero estos empresarios no son ricos, sólo mueven medianas cantidades de dinero que van del bolsillo del espectador al de los caseros, los bancos, los proveedores, el gobierno y algún listo o algún triste... Digamos que sobreviven de milagro. Perdonad que use esta plataforma pública para desahogarme, lo hago porque creo que a todos nos interesa. Sobre todo nos interesa que personas como Abdel Dakhill puedan venir a pasar una temporada a España y encuentren lugares donde realizar su vital actividad artística. Hace tiempo que se presentó como un recién llegado y ya está a punto de irse. Ha sido una suerte tenerlo con nosotros estos meses. Ayer cantó la canción con la que se presentó aquel día. Esperamos que cuando regrese aquí pueda encontrar las puertas de Libertad Ocho abiertas de par en par. Es más espero que encuentre la sala mejorada gracias a las subvenciones que el estado debería ofrecer a lugares como este, donde se conserva y crea la verdadera cultura popular. Ya llevamos casi cinco años con este micro abierto, y es muy bonito ver los ciclos vitales de los artistas que vienen durante meses y luego pasan a otra cosa para después volver cuando quieran a esta familia unida y liberal. Ayer, por ejemplo, vino a visitarnos René, la mitad de SilNé, un gran compositor y guitarrista que se acercó a recitarnos un poema titulado Frío. Además de todo eso, René organiza un ciclo de conciertos en Vallecas muy interesante en un lugar muy bonito, yo espero actuar pronto ahí, ya os contaré. Y cómo contaros la genialidad de la canción que nos mostró ayer Gabriel Vidanauta. La canción se titula Un karaoke en Andrómeda y cuenta la historia de "un planeta sin nombre que buscaba un polvo". Imposible describirla, pero lo intento. El planeta sin nombre llega a un karaoke y pide una cerveza y una lista de canciones, le apetece una de Manu Caho, lo que le hace pensar al camarero que se quiere ir... Es sin duda más genial escuchada que contada por mí. Haced lo posible por escuchar las canciones intis de esta etapa compositiva y escénica tan excelente que está teniendo, no os defraudará. 

Quien podría defraudarnos a nosotros es el Ayuntamiento de Madrid, pero no vamos a dejar que lo haga, sobre todo porque no quiere hacerlo; sólo le hace falta una inyección de entusiasmo. Pronto os propondré hacer algo muy concreto para conseguir el apoyo de mucha gente y así lograr mantener vivo esto que está pasando, ya voy a terminar lo que queda de crónica sin insistir más en este asunto, y os pido propuestas al respecto si mientras lo estáis leyendo se os ocurre algo. Por aquí contamos con personas de muy buenas ideas, sobre todo con mucho tesón, como Juan Antonio Ordóñez; que últimamente no tiene demasiado tiempo para venir al MAl8, pero que no cesa en su labor cantautoril. Hace poco que presentó en las redes la canción que nos cantó por primera vez en directo ayer, Soy un gigante "en un milímetro de amor (...), pequeño es mi nombre y grande la voz". Aquí está el vídeo del que hablé antes para que la podáis escuchar y seguirle de ahora en adelante. Puede que encontrar seguidores sea una de las tareas más arduas de un cantautor. Ya es difícil componer, escribir, tocar, cantar, actuar para que además nos hagamos expertos en publicidad. Pero hay personas que valen para todo. Últimamente veo a Isaac Miguel en todas partes, lo cual es agradable porque es un ser hermoso, no solo porque sea guapo, que no es por eso. Después de tantos años dedicado a la música con interesantes proyectos, ahora empieza de cero y va de sala en sala repartiendo tarjetas para captar seguidores. Si picas y vas a uno de sus conciertos, te gustará lo que verás. Te divertirás, cantarás y disfrutarás de un musicazo que hace canciones supuestamente superficiales a las que encuentro mucha enjundia. Ayer nos cantó Full Monty, una canción que cuenta a la perfección y de forma sencilla la historia de una noche de fiesta muy especial: "Comenzaba el domingo, era sábado noche...". Salió solo de fiesta y se encontró con unos valencianos a los que se unió para conocer a unas damas, "ellas iban con pantis, nostros de faena". La cosa siguió en un piso donde un estriptis (sí, escribo palabras anglófonas tal y como suenan en español) anunciaba una inminente orgía. Si queréis saber cómo termina la canción no será muy difícil encontrarla por la red. Lo mejor es cómo cuenta la historia, cómo conecta con el público. Creo que le va a ir muy bien con este nuevo comienzo.


Ya en la recta finalísima pudimos escuchar a uno de los iconos del MAL8, Marta Plumilla que nos cantó en este martes 23 de Febrero de 2016 su canción Odio los supermercados. Aunque a mí me encanten, incluso me chiflen, los supermercados, adoro está canción que con muy poco cuenta una sensación real que rápidamente hace estremecer al público, que reaccione entre la risa y la desubicación. Eso es lo que logra Plumilla, causar un cortocircuito que te hace reír. Luego, cuando lo piensas, te das cuenta de que ni siquiera era gracioso, la risa es una reacción de auto supervivencia ante la crudeza de la imagen que muestra. Yo constato que todas las canciones de Marta están basadas en hechos reales (icluso la que cuenta una visita que le hizo Alf un día que yo no estaba), de modo que es cierto cuando dice "Y un fantasma en la sección de congelados, que se espanta al ver que aún no te he olvidado". Sobre todo cuando relata cómo "el kilo de azúcar ya no es un kilo", porque lo ha ido derramando durante todo el paseo. "Mal día para hacer la compra", termina diciendo esta canción que interpretó con su naturalidad propia de ella y con una destreza en la guitarra que cada día me asombra más. Ella fue la última de los dieciocho artistas que se apuntaron más o menos antes de las siete de la tarde. A partir de ahora lo haremos así. Insisto en que si alguien sabe que va a llegar tarde, sólo tiene que avisarme por cualquiera de los canales posibles. Por cierto, al final del párrafo os anuncio algo importante, ahora me queda por decir que el MAL8 (240) terminó, como suele ser habitual, con la actuación del artista que después dio un concierto en solitario en Libertad Ocho, Juan Carlos Cristiano, que cantó muy sentidamente esa que dice: "Ya no quedan canciones tristes para la chica de los pantalones grises", la que presenta diciendo "nuestra historia de amor acabó en la calle Gran Vía", muy cerca del lugar donde sucedió todo esto que estoy terminando de contar. Y aquí comienza el final del párrafo, donde os anuncio que estamos de enhorabuena por la buena acogida que está teniendo el taller "Amor tabú". Hasta este momento se han apuntado veintiséis personas, mas cuatro participantes nuevos. Para que podamos actuar todos el mismo día, vamos a añadir una hora a la sesión del 1 de Marzo de 2016, que comenzará a las seis de la tarde (18h) con la última persona que se haya apuntado. Aún no sabemos quién es, porque todavía hay espacio para alguno más, aquí está toda la información.Sólo me queda daros las gracias a todos por leer, por construir con naturalidad este espacio donde estar en armonía. Gracias a Marta por las fotos de los participantes que tuiteamos en directo en casa sesión. Encuéntralas aquí. Gracias a Libertad Ocho por luchar por un sueño, nos unimos a ella del modo en que podamos desde ya. Nos vemos la semana que viene a las seis en punto de la fiesta.

Andrés Sudón.

4 comentarios:

  1. Bravo y muchas gracias para todos y yo muy agradecido.

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  2. Gracias, Andrés, por transmitirnos tus sensaciones y tus inquietudes. Cuenta conmigo para cualquier acción. Lo de tener ideas no se me da bien, pero si hay que desarrollarlas o componer, cuenta conmigo. Estoy a la escucha siempre. Todo por la música!

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  3. Es una pena que lugares como estos acaben siempre en los puntos de mira de indeseables especuladores.

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