miércoles, 28 de mayo de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (149). 27/05/14



Ayer, martes 27 de Mayo de 2014, celebramos el tercer aniversario de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho) en su edición nº 149, conmemorando que el 24 de Mayo del 2011 comenzó esta iniciativa en medio de la primera gran revolución social del siglo XXI. ¿Qué mejor forma de celebrarlo que haciendo lo que siempre hacemos: cantar? Pues eso hicimos, una sesión normal con el aderezo de tres maravillosos años quedando cada martes para mostrar nuestras canciones en Libertad Ocho, el templo de la canción de autor. Nos apuntamos treinta y un artistas, y pudimos actuar veinticinco de nosotros durante dos horas intensas y emocionantes.

El primero en actuar fue el último que se apuntó a la lista oficial (tuvimos una nutrida lista de espera), Pedro Makay, quien comenzó este MAL8 (149) cantando la misma canción de la semana pasada, ya que él sintió que podía hacerla mejor, o quizá porque gustó mucho el martes pasado y quiso repetir la experiencia. De ella hablo en la crónica de la semana pasada.


Agradezco la presencia del siguiente participante en nuestro III aniversario. Julio Hernández, creador de Música por la Voluntad (micro abierto –sin micro- al que acudo cada domingo religiosamente), quiso acompañarnos y compartir una de sus canciones en esta festiva edición. Nos cantó una canción que compuso para La Maremoto, aunque nos confesó que ella “sólo la canta en la intimidad”. Una preciosidad, seguro que queda preciosa en la voz de Maremoto.


Estos días andaba yo pensando que hacía mucho que no venía Raúl Ródenas por aquí. Se lo comenté y me confesó que a él sólo le gusta venir cuando tiene una canción nueva que mostrar. Me gusta mucho esa filosofía, porque el MAL8 es un buen laboratorio donde poner a prueba nuestros experimentos. Por otro lado, me da mucha vergüenza ajena cuando alguien viene semana tras semana aquí a canta su singuel una y otra vez, cosa que nos ha pasado con varios participantes, como si esto fuera kissefeeme. Pero Raúl ha entendido que lo que hacemos aquí es ajeno al mercado. El MAL8 es un foro para compartir y crear arte, quien venga a promocionarse, puede salir decepcionado. Eso no quita que algunos artistas lo hayan hecho (aumentar su público) indirectamente. De hecho a mí me picaba el gusanillo de escuchar a Ródenas y pude hacerlo ayer, además con una canción recientísima, Días de luna, en la que habla en tercera persona: “cómo le desespera (…), cuenta nubes en primavera, y tan sólo quedará perder a la luna y los días sin ella”.


Y, claro, los artistas que suben a este escenario no hacen sino abrirse en canal y mostrar sus entrañas. Puede que eso sea lo que me engancha al MAL8, saber que detrás de las canciones hay personas reales e historias reales, como la que nos contó Juan Carlos Cristiano. Tenía un intenso idilio con una persona que tuvo que marcharse lejos por trabajo. La última vez que la vio fue en la Gran vía de Madrid, calle emblemática en su obra, presente en muchas de sus canciones: “En Gran Vía creí ver un destello, pero me equivocaba, era la luz de tu mirada”, aunque ahora “ya no quedan canciones tristes para la chica de los pantalones grises”. Pronto habrá nuevo disco de Juan Carlos Cristiano, producido ni más ni menos que por Antonio de Pinto.


Qué bien que no faltó al III aniversario de MAL8 Diego Mattarucco, uno de los malochos más estupendos de nuestro extenso elenco. Su pulcra corrección le llevó a cronometrar su intervención, ya que siempre pido que no nos excedamos de los cuatro minutos en escena. En este breve tiempo nos hizo pasar un buenísimo rato con sus “consejos cacofónicos” (“tenle renuencia de la renuncia”, “no siempre lo mejor es mojar, el pene propone, pero no dispone”) y sus “dudas cacofónicas” (“¿el que no está en forma, está enfermo?”). Maravilloso y queridísimo nuestro Diego Mattarucco.


Ya es un habitual en MAL8 el argentino Osvaldo Lindner, un artista que gracias a los numerosos micros abierto que hay en Madrid, sale todos los días con su guitarra a compartir, allí donde se puede, sus canciones. Canciones que son suyas por formar parte de su alma, pero que en ocasiones son de otros autores. Como él sabe que a nosotros nos gusta mucho escuchar creaciones propias, cuando hace una versión, nos lee un poema de su autoría a modo de introducción. En este caso el poema se titula Impaciencia, y reza “sueño con tu boca tierna”, entre otras cosas. La canción que nos cantó es bastante conocida, Entre la tierra y el cielo, de Paz Martínez.


Hablando de los micros abiertos de Madrid, permitidme un inciso para hacer un poco de historia en esta crónica de nuestro III aniversario. En 2005 trabajaba yo en la sala Artépolis, y, entre otras muchas cosas, me encargaba de programar conciertos de canción de autor. Llamé a los que conocía para que tocaran allí, pero se me ocurrió crear una Jam sesión de canciones para conocer a nuevos artistas. Los domingos hacíamos lo mismo que hacemos ahora en MAL8, hasta que me volví a vivir a Salamanca. Allí, también entre otras muchas cosas, monté el Micro Abierto Salamanca, que no coordinaba yo, pero sí lo creé para hacerlo en la sala de mi hermano Juampy, “El Esperpento”. Fue un éxito arrollador, y terminé presentándolo yo mismo junto a Andrea Mazas. Lo que logramos fue crear un ambiente propicio para el arte en una ciudad en la que la dinámica consiste en estudiar y/o emborracharte. Mucha gente que necesita, como yo, un ambiente artístico y bohemio, encontró su sitio en el Micro Abierto Salamanca. Cuando regresé a Madrid, lo único que quería hacer era sacar adelante mi carrera como cantautor, pero vi la oportunidad de renovar los aires ancestrales de Libertad Ocho. El dueño de por aquel entonces aceptó mi propuesta, y en pocos meses llegó el éxito. Por suerte, otras iniciativas similares comenzaron a mover a bastante gente, y ahora puedes venir a Madrid y formar parte de estos eventos que reúnen a personas ávidas de canciones, tanto de cantarlas como de escucharlas. Como dije antes, yo estoy enganchado a MXV, por ejemplo, pero en muchos otros sitios sucede esta magia. Me alegro de que el MAL8 sea el paradigma para micros abiertos de toda España. Para que nuestra historia quede registrada, escribo estas cónicas; y ahora estamos a punto de sacar nuestro primer disco con canciones hechas en nuestros talleres. Aquí dejo un enlace para poder participar en nuestra campaña de crowdfunding (o campaña de mecenazgo popular). Precisamente la semana que viene hacemos otro taller, aquí dejo el evento deFacebook, donde están detalladas las instrucciones para participar. Gracias por permitirme este inciso historiográfico, ahora sigo contando lo sucedido ayer en el MAL8 (149).

Son muchos los estilos musicales y los géneros que forman el gran crisol que es la canción de autor. Aquí tenemos representantes de todos ellos, incluso de algunos que creíamos desaparecidos. Ángel de Andrés es el adalid de la “canción ligera”, un cantautor que mantiene viva la llama de la canción romántica y ligera que se hacía en los años sesenta y en los setenta. En esta edición nos cantó Corazón caminante, “una historia de amor adolescente que nace a la sombra de un limonar”, según nos contó en su presentación. En esta historia, los amantes se vuelven a encontrar pasado el tiempo, y ella le descubre que “yo soy la flor de tu infancia, yo soy la fragancia de tu limonar”. Como es habitual, no faltaron las palmas que siempre nos arranca Ángel de Andrés.


La poeta Oropéndola dedicó su intervención a los maestros y maestras, y en concreto a su hermana, que trabaja en una pequeña zona rural de México. En Maestro, Oropéndola agradece a los docentes su gran labor, “forjaste gente de bien”.


Antes hablaba de los micros abierto de Madrid, de venir aquí y pasearte por todos ellos para mostrar tu música y conocer a gente bonita con tus mismas inquietudes. Es el caso del dúo Estirga, que se presentaron la semana pasada en MAL8 y han hecho la ruta de los micros abiertos, cerrando el circuito ayer de nuevo con nosotros. Se despidieron hasta la próxima vez con una bella versión de Luz de luna, de Álvaro Carrillo. Un placer conocerles.


El siguiente participante es un pilar fundamental del MAL8, no sólo por haber participado en casi todas las ediciones desde que vino la primera vez, sino también por ayudarme en su funcionamiento, por presentarlo cuando yo no he estado y por alentarme, cuando estaba quemado, a seguir adelante con todo esto. Por no hablar de los hermosos regalos que me ha hecho para celebrar los anteriores aniversarios. Hablamos del cantautor Manu Clavijo, un incansable e imparable trabajador de la música y de la canción, que en esta edición trajo una versión de uno de sus maestros, José María Guzmán, Julia, compuesta en 1978. Manu  nunca deja de sorprendernos y de darnos amor y talento.


Y, hablando de talento, el siguiente participante fue el gran Caso Omiso, que presentó su canción Orillas diciendo “soy el fantasma de José María Tezanos Ramón [nombre real de Caso omiso]”. Una canción grande pero corta que confirma el refrán “lo bueno si breve, dos veces breve”. Bueno, no es así el refrán, pero dice lo mismo.


Fue muy emocionante para mí lo que pasó a continuación. El cantautor Javier Cuenca tuvo el detallazo de hacerme un regalo por el tercer aniversario de MAL8. Se preparó para esta edición una personalísima versión de una canción mía, Sobrenatural. La hizo completamente suya y a su manera, consiguiendo hacerme feliz. Es muy bonito que alguien con tanto talento se aprenda y cante una creación tuya. Desde aquí le doy mil gracias por este enorme regalo.


En realidad cada segundo del MAL8 es un regalo para mí. Llevamos tres años confirmando que iniciativas como esta son necesarias y muy bien acogidas por público y artistas. Pero esto sólo está empezando. Una de las cosas más bonitas que suceden por aquí es que vengan a traernos su grandísima ilusión y energía artistas ya maduros que aman la canción de autor aunque no se hayan dedicado a esto para ganarse la vida. Son los que más dan a cambio de nada, ya que su ambición es emocional, la única que realmente vale la pena. Es el caso del siguiente participante, Juan Antonio Ordóñez, excelente compositor que hace poco regresó a la música con pasión adolescente, y ahora no para de componer, cantar y hacer conciertos. En esta edición nos trajo una canción que compuso para un especial de MXV dedicado a Madrid. La canción se titula Ocurre en Madrid: “y esto ocurre en Madrid, que te saca a vivir, que saca de su chistera tu sueño de amor y quimeras”. Me encanta lo que compone y cómo lo interpreta, solamente me choca un poco algo meramente superficial que puede cambiar sin dañar su esencia: canta exactamente igual que un cantautor al que admiramos todos, lo cual afecta a la percepción de su apreciable trabajo. Ya le gustaría a ese cantautor al que imita (que hizo grandes canciones, pero que ahora vive de las rentas) componer lo que está componiendo ahora Ordóñez. Espero que se acepte con cariño mi crítica constructiva.


Y en este momento llegó una de las actuaciones más esperadas en cada una de nuestras ediciones, la del poeta y genial persona en general José Miguel González, que comenzó su intervención sorprendiéndonos con una confesión: “me suicidé hace un año, estoy aquí de milagro”, comentario con el cual introdujo su poema Noticias de mi suicidio. El segundo y último poema que nos recitó en esta tarde de celebración fue Caligrafía, texto en el que, entre otras bellas cosas, “llueve en el mar de la tranquilidad”.


El siguiente fui yo mismo, Andrés Sudón, que no quería quedarme sin participar en nuestro III aniversario. Pensando en el taller de la semana que viene, titulado “Canciones para el pueblo”, canté una canción que hice cuando, estudiando historia de la filosofía medieval, me di cuenta del problema fundamental de la sociedad occidental. Por mucho que me diera cuenta, sentí que no servía de nada que yo lo supiera si no lograba que todo el mundo lo entendiera. De modo que hice una canción titulada No sabemos en la que intento exponer ese problema, es decir, la hice para el mundo, para el pueblo. Aquí os dejo la letra, a ver si sirve de algo:

Somos prisioneros de una idea lógica, temprana y medieval.
Antes de inventar las aspirinas creer en Dios era más popular.
Todo aquello que creemos en secreto,
lo creamos con palabras líquidas;
no sabemos, no sabemos, no sabemos pensar.

Somos animales indecisos, una espora juega al ajedrez.
En la primavera de tu espiga hago matemáticas sin red.
Meto dentro de un triángulo equilátero
la esfera del amor universal:
no sabemos, no sabemos, no sabemos amar.

Tiro cáscaras de interrogación sobre mi cerebro de cristal.
Las palomas de mi facultad hablan con la tierra en alemán.
Memorizo los esquemas con desorden
y vivo sin saber vivir, sin más;
no sabemos, no sabemos, no sabemos vivir.



Otra de las cosas más bonitas que suceden en MAL8 es cuando dos artistas confluyen y dan fruto, ya sea con una colaboración o con algo como lo que hizo ayer Camilo: musicalizar un soneto de Pablo Bermejo y darle la sorpresa de cantarla. El soneto se titula Un ojo en un triángulo encerrado. Maravillosa la letra y la música de este soneto convertido en canción, un fruto muy fresco de este MAL8. Quizá luego en comentarios se podrá leer y escuchar la canción en cuestión, ya que los participantes suelen enriquecer estas crónicas sumando sus comentarios abajo.


Al siguiente participante, Pablo Ríos, lo conocimos la semana pasada. Para introducir la canción nos contó una historia germinada el martes pasado, cuando en el sorteo le tocó una entrada para un concierto de Lucía Díaz, al que acudió. Después estuvieron por ahí cantando, y Lucía le recomendó que en esta edición cantara la canción que nos cantó, Cuida su corazón.


El siguiente fue uno de nuestros más diestros malochos, Lope Villano, que nos trajo a esta celebración una alegre rumba titulada Desabrochando musas, muy adecuada para esta fiesta de adictos a la musedumbre.


El dúo SilNé nos trajo una canción que también tiene tres años, la hicieron para una homenaje a Gabriel Celaya organizado por Lucini. La canción es un texto de Celaya musicalizado por ellos, titulado Momentos felices, título muy adecuado para lo que nosotros estamos celebrando. Este viernes actúan en “La esquina del Zorro”, en Vallecas, en la Calle del Arroyo del Olivar, 34. Concierto recomendado encarecidamente por MAL8.


A continuación salió al escenario de Libertad Ocho un abrumado Pablo Bermejo, por el poema que le ha musicalizado Camilo. Para celebrar nuestro aniversario, cantó la canción que compuso para el primer taller en el que participó, Soledad, que es precisamente la que ha grabado en nuestro primer disco “Consciencia, libertad, soledad y gente rara”.


Seguidamente salió a actuar la cantautora Marta Plumilla (autora de las fotos sepia que siempre ilustran esta crónica), acompañada por mí a la guitarra. Cantó la canción con la que llamó poderosamente mi atención por primera vez (nunca ha dejado desde entonces de llamar mi atención por millones de cosas), Nariz de Payaso. No fue la primera que cantó cuando vino al MAL8, ya antes me había fijado en su voz de papel. Pero esa vez cantó esta canción, que comienza diciendo “vi tu nariz de payaso cuando doblabas la esquina…”. Esa imagen me gustó sobremanera. Ahora somos inseparables. ¡Gracias, MAL8!


La contundente y sólida Laura Castro anunció que iba a cantar una “cancioncilla”, y nos sorprendió con una cancionaza en la que invita: “baila descalzo sobre la arena tú”.


Para que actuáramos casi todos los apuntados, ayer no hicimos nuestro habitual sorteo, el cual nos hubiera hecho perdernos alguna de las últimas tres actuaciones. En la recta final pudimos escuchar en primer lugar a don Miguel de Paúl, que nos trajo una de sus poéticas canciones, titulada Quererte por querer.


La penúltima actuación fue la del cantautor Carlos Rodríguez, con una canción con historia, creo que ya la he contado: Él y Alberto Hernández (que se quedó en la lista de espera desgraciadamente) asistieron a un concierto de Dani flaco en el que yo también estuve, al salir quedaron en hacer cada uno una canción dedicada a una rubia que había entre el público. La rubia del flaco es el resultado de este taller particular entre Carlos y Alberto Esperamos escuchar pronto la creación del segundo.


El broche oro para esta sesión en la que celebramos tres años de MAL8, lo puso el maestro Alberto Alcalá, que esa misma noche hizo un concierto en Libertad Ocho. Una suerte que esta edición terminara con uno de los mejores cantautores de este país. Pude ver un gran trozo su concierto, en el que constaté una vez más la grandísima calidad de este hombre.


Con él terminó una año más de esta iniciativa, que ya no es iniciativa, sino algo sólido que no deja de crecer. La semana que viene comienza un nuevo año para nosotros, lo haremos con un taller titulado “Canciones para el pueblo”, al que ya se han apuntado catorce artistas. Si quieres participar, aquí están las instrucciones. Gracias a Plumilla por las fotos, a Libertad Ocho por continuar apostando por la canción de autor en estos momentos de crisis emocional, gracias, por supuesto, a los artistas que participan por su gran generosidad y talento, y gracias a ti por interesarte y leer esto.

Andrés Sudón.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (148). 20/05/14



Ayer, martes 20 de Mayo del año 14, celebramos la edición nº 148 de MAL8 (Micro abierto Libertad Ocho), en la que anunciamos en qué va a consistir nuestro nuevo taller, conocimos a tres nuevos participantes y pudimos escuchar las sabias palabra de Fernando González Lucini, entre otras muchas cosas, que paso a contar a continuación.



La primera novedad con la que nos encontramos fue la nueva puerta de Libertad Ocho, que a mi modo de ver le da esbeltez a la sala y no le roba nada de su sempiterno encanto. Ahora se ve más la sala desde la calle, cosa muy significativa teniendo en cuenta todo lo que estuvimos hablando durante la sesión con respecto al taller que vamos a celebrar el martes 3 de Junio. Lo iré contando a lo largo de la crónica.



El primer participante fue Juan Antonio Ordóñez, que cantó una canción que ya conocemos muy bien, Lo que quiero. Siempre lo ha hecho muy bien, pero esta tarde pudimos ver cómo el estar actuando tanto le está dando tablas y solvencia en el escenario. Pincha aquí para ver su actuación de ayer con tus propios ojos.




Oropéndola, la segunda actuación de la tarde, nos sorprendió recitando de memoria, cosa que agradecemos todos, ya que se agudiza la expresión corporal al abandonar el papel. “Benditas entrañas que me dieron la vida, manos cariñosas que me dieron pan”, dice en su poema A mi madre.




Durante las presentaciones fui hablando un poco del tema del taller, conté que hace unos días leí este (y este) artículo de Lucini en el que habla de la canción popular, de las premisas que él, como erudito de la canción de autor, entiende necesarias para que una canción pertenezca al grupo de la canción popular. Más adelante salió al escenario a contárnoslo con más detalle.

 

Pero en este momento salió a escena Camilo para estrenar una canción recién compuesta, Permítame que me enamore, en la que muy cortésmente sugiere a su interlocutora “Ya llegará el tiempo de amarrarse / De momento yo quiero olvidarme / De mis modos de no ser humano / De ser insensible egoísta y vano”. Es muy bonito cuando alguien llega al MAL8 con una canción nueva, la primera vez que la cantas es muy especial; imaginaos qué emocionantes son nuestros talleres.




Pero todavía no di detalles del taller del 3 de Junio, lo hice más adelante, ahora le llegó el turno a la poeta Olivia Tomé, que nos leyó e interpretó uno de los fragmentos de su “Frívola fragmentada”, aquel que comienza diciendo “todos los caminos llevan a Roma, ¿verdad?, pues a mí todos me llevan a mi casa”. En él cuenta cómo en cada habitación guarda un pecado capital, aunque la pregunta fundamental del fragmento es “¿ser una casa o tener una casa?”.




Pedro Makay salió a escena un pelín nervioso, ya que, como Camilo, cantó una canción muy reciente. Me gustó especialmente esta canción en la que habla de las calles de Madrid: “en Madrid la vi, pero ella no me vio”. Esta no es una de esas canciones que parecen improvisadas, tiene una poesía elaborada, y la cantó muy bien.




El bueno de Javi Serrano nos cantó una canción que “habla de dar la vuelta al mundo, algo que nos gustaría a todos”. En ella llega a la conclusión de que “es una oportunidad para compartir algo de verdad”. Justo lo que hacemos aquí, compartir verdad y belleza hecha canciones, algunas de ellas compiladas en nuestro primer álbum “Consciencia, libertad, soledad y gente rara”, que saldrá dentro de un mes y pico, si es que hemos logrado alcanzar la cantidad que pedimos en la campaña de mecenazgo que estamos realizando en este momento.




Esas canciones del disco son de nuestros cuatro primeros talleres, sesiones de MAL8 en las que todos traemos canciones recién compuestas con un tema común. Nuestro próximo taller se llamará “Canciones para el pueblo”, y enseguida contaré cuales son las premisas para participar. Tiene mucho que ver con lo que más adelante nos contó Fernando González Lucini.

 

Pero ahora llegó uno de los momentos más esperados por mí y por todos los malochos, la actuación de José Miguel González, una de las personas más extraordinarias que yo haya conocido nunca. Siempre nos lleva a lugares y a tiempos donde nos presenta a ciertos personajes. Esta vez comenzó diciendo “soy William Louis Stevenson, noble escocés del siglo XIX…”, y tras citar a William blake, nos leyó un maravilloso poema titulado Lo pequeño es hermoso. Presentó su siguiente poema preguntado “¿quién no se ha comido a una persona de su apetencia? (…), este poema habla de antropofagia…”. Ni más ni menos. Mientras lo escuchaba pensé “cuántas letras de canciones no querrían ser como este poema”. Que alguien le enseñe a tocar la guitarra a José Miguel, por favor. Terminó su maravillosa actuación con otro bello poema, Never more. Esta vez no se me hizo tan corta, como la semana pasada, su actuación, aunque ya es hora de que haga un recital en el que muestre todo su arsenal de poesía y literatura en general. A ver si eso pasa pronto.




El siguiente en escena fue Osvaldo Lindner, gran conocedor de canciones de muchos géneros. Esta vez nos trajo un chamamé de Roberto Galarza titulado Volver en guitarra, en el que pide “que se transforme en árbol mi alma entera”. Antes de cantarnos esta versión, nos leyó un poema de su autoría, en el que precisamente habla de las canciones. Como estábamos en eso, él comentó tras su actuación que para él una canción popular es aquella “que transmite algo”.




Pero para aclararnos lo que es canción popular, vino a este MAL8 (148) el eminente Fernándo González Lucini, que nos hizo un resumen de lo expuesto en los artículos mencionados más arriba, explicación que culminó con estos versos de Atahualpa Yupanqui:



«La luz que alumbra el corazón del artista

es una lámpara milagrosa que el pueblo usa

para encontrar la belleza en el camino,

la soledad, el miedo, el amor y la muerte.

Si tú no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas,

ni sufres, ni gozas con tu pueblo,

no alcanzarás a traducirlo nunca.

Escribirás acaso, tu drama de hombre huraño,

solo sin soledad...

Cantarás tu extravío lejos de la grey, pero tu grito

será un grito solamente tuyo, que nadie podrá ya entender».



Subrayo la parte que él subrayó para hacernos entender a qué se refería. Recomiendo que se lean los artículos, de los que más arriba he puesto el enlace. Ahora ya estábamos en disposición de saber en qué consiste el taller “Canciones para el pueblo”, aunque antes teníamos que conocer a los tres nuevos participantes que vinieron a actuar por primera vez al MAL8, en esta maravillosa tarde. Agradezco infinitamente a Lucini que viniera a alumbrarnos. Esperamos que venga el 3 de Junio a ver el resultado de su alumbramiento.




Los tres participantes que conocimos esta tarde fueron en realidad cinco, ya que dos de ellos eran dúos. En primer lugar conocimos a Pablo Ríos, que acaba de venir de Bilbao para instalarse en Madrid. Para presentarse nos cantó la canción Muy bien. Como ya sabéis no me atrevo a hablar demasiado de los nuevos participantes, espero a verles varias veces para no caer en prejuicios y manías mías. Seguro que a Pablo Ríos le veremos mucho por aquí.




Los siguientes a los que conocimos fueron el dúo Take Away, Antonio y Lara, que nos cantaron Trac tres, una dulce canción en la que ella susurra “no te alejes, no quiero perderme ni uno de tus miedos”, mientras él la acompaña con la guitarra. También esperamos volver a verles por aquí.




Los últimos nuevos participantes fueron otro dúo, Estirga, que vinieron desde Alicante para cantarnos una canción muy adecuada para este contexto, En libertad, que dice, entre otras cosas, “quiero ser lejos de un mundo que juega con el miedo de los demás”. Gran voz y gran puesta en escena para esta canción que nos emocionó a todos, ya que al final coreábamos el estribillo.




Después de conocer a los nuevos participantes, por fin dije en qué va a consistir nuestro próximo taller: El martes 3 de Junio de 2014 celebraremos el taller “Canciones para el pueblo” en el que tendremos que traer una canción de título libre cuyo receptor sea el pueblo. Según la RAE, “Pueblo” es “gente común y humilde de una población”, pero si habéis leído las reflexiones de Lucini, sabréis a qué nos referimos. Hay que componer la canción para la ocasión, no vale usar una del repertorio propio, lo bonito es estrenarla el mismo día 3 de junio. Para apuntarse hay que escribir a microabiertol8@gmail.com con el asunto “Canciones para el pueblo”. Ese día, además es la edición nº 150 de MAL8. Espero que os apuntéis todos, y que animéis a todos los cantautores que conozcáis a participar; si somos muchos, lo haremos en dos ediciones. Y si alguien tiene alguna duda, que pregunte en comentarios, y ahí mismo responderé para que lo veamos todos. Y ahora sigo contando cómo fue este MAL8 (148).



Caso Omiso, uno de nuestros más queridos habituales, vino este martes especialmente bonito, amable, bello en general, para cantarnos una adaptación de Brassens a la que ha añadido su letra y su inconfundible estilo. Es curioso cómo alguien tan innovador trata a los cásicos. Grande.




Y, hablando de clásicos, Lucía Díaz trajo una versión de una canción que un clásico como Javier Ruibal hizo usando la música de otro clásico, Erik Satie. La canción es La flor de Estambul, y la hizo muy bonita al piano.




Nuestra querida Marta Plumilla también se decidió por un clásico, pero de su propio repertorio. Nos cantó Caótica, canción conocida por todos nosotros, que últimamente no canta en los conciertos. “Hoy Madrid parece en calma comparada con mi alma”, comienza diciendo esta divertida pero profunda canción, que todos coreamos y disfrutamos.




Las dos en punto, Rafa y Mila, nos cantaron en este MAL8 (148) su canción Un día gris, cuya letra es optimista a pesar de que “nada es para siempre”. Además Mila siempre canta con esa alegría que transmite tanto…




Javier Cuenca nos sorprendió con una canción muy adecuada para el tema que estuvimos tratando toda la tarde, las canciones que dejan de ser del autor para ser del pueblo. En este caso, a su canción tu mejor travesura le sucede algo muy parecido. Le he pedido que me mande la letra para pegarla aquí:



<<TU MEJOR TRAVESURA (Javier Cuenca)

Mi canción se desnuda en tu piel
De durazno y aljibe,
Y se mece en tu risa de timple y océano y pan,
Mi canción.

Mi canción, caballito de mar,
Al galope de un sueño
Valiente, contigo se irá
A donde vayas tú.
Dejará de ser mía.

Para ser un pedazo de ti,
Una prolongación de tu luz,
Una gota en el mar del sentir.

Mi canción se hará hueco en tu azar
Para ser tu mejor travesura,
Discreta, elegante, sensual.

Mi canción siempre te seguirá
A prudente distancia,
Lamiendo la huella que esboza tu sombra al pasar.
Dejará de ser nunca.

Para ser un tal vez, un ya ves,
O la crónica de una emoción,
El agua que moje tu sed.

Mi canción, un apunte al carbón,
Melodía de trazo informal
Que no captará tu atención.

Para ser un pedazo de ti...>>




Donato, el siguiente participante, estaba especialmente contento, porque han puesto una obra suya en TVE antes de ayer. Estaba tan emocionado que quiso cantar una canción muy triste y darle todo el énfasis necesario. Y así lo hizo, llevándose la ovación más rotunda de la tarde.




Pablo Bermejo cantó aquella canción de su repertorio que un día versionaron La Maremoto y Manu Clavijo. Yo ahora no recuerdo el título, y tampoco lo dijo, así que le ruego que lo deje en comentarios. Hizo una perfecta interpretación, está como un toro, y le acompañó Donato desde su sitio con sus peculiares bongos. Muy bonita.




El romántico Ángel de Andrés nos cantó su canción Viento de otoño, en la que invita a su interlocutora: “ven, sé de un lugar donde el amor es de verdad”. Como siempre, su canción nos invitó a acompañarle con animadas palmas.




El penúltimo de la tarde fue Chen Min, que trajo una de sus versiones, If del grupo Bread. Muy bonita su voz, cada vez nos gusta más a todos este señor.




El último en actuar fui yo mismo, Andrés Sudón. Canté una canción titulada Hoffnung (que en alemán significa “esperanza”), hecha en inglés, porque cuando la compuse lo hice con la intención de que fuera la canción más famosa del mundo. Puede que algún día lo sea, quién sabe. La canté como ejemplo de canción compuesta con la intención de que fuera popular. Es un surrealista canto a la esperanza en contra de la tristeza. Me encanta cantarla, porque a la gente le hace mucha gracia mi particular pronunciación del inglés.




Y con esto terminó la edición nº 148 de MAL8. Aquí dejo unas fotos que nos hizo El Pepis. Gracias a Marta Plumilla por las fotos que cada semana nos hace religiosa y amorosamente. Gracias a los participantes y público por estar por aquí, y por enriquecer esta crónica con sus comentarios. Gracias a Libertad Ocho por hacer más grandes sus puertas. Y a Lucini por su colaboración en esta edición. Nos vemos el martes que viene en una sesión en la que celebraremos nuestro tercer aniversario, ya que esto comenzó el 24 de Mayo de 2011.



Andrés Sudón