viernes, 29 de junio de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (52). 26/06/12


Dicen que un año tiene cincuenta y dos semanas. Si eso es cierto, de nuevo celebramos un año de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8), ya que este pasado martes hemos celebrado la edición nº 52, sin duda una de las mejores. Los veintiún participantes hemos estado muy cómodos, y el nivel de calidad y de buen rollo estuvo por las nubes. Estamos llegando a un punto excelente, es muy satisfactorio rodearse personas tan grandes en todos los sentidos. Os cuento cómo fue el MAL8 (52).

Como es habitual, yo mismo, Andrés Sudón, rompí el hielo cantando una de mis canciones, en esta ocasión Quizá no podamos, una canción que narra lo que es un polvo tremendo (cada uno escribe sobre lo que le falta en el momento…). Aproveché para invitar a las personas al concierto que tengo este sábado treinta de Junio en el Dog&Rooll, concierto que he titulado “Andrés Sudón desnudo”.


Más que romper el hielo, lo deshice con el calor de mi canción caliente, lo que llevó a Daniel Hare, el segundo participante, a elegir una canción también con contenido sexual, Tú y yo, en la que nos cuenta sus andanzas desde la adolescencia hasta la actualidad, que también es la adolescencia, ¿no?


El tercer participante fue el segundo dani de la tarde, Dani Fernán, que abandonó la temática sexual para hablar de temas menos mundanos. En su canción nueva no advirtió que, en estos tiempos, el peor enemigo puede que sea uno mismo, además del fútbol y los cuarenta principales. Una nueva canción de Dani Fernán que anuncia un giro en su forma muy interesante, más meditado, más dicho (yo me entiendo).


En la crónica de la semana pasada comenté que agradecía mucho que los participantes trajeran sus canciones recientes y las estrenaran en el escenario de Libertad 8, nuestro laboratorio particular. Eso hizo Gabriel, que cantó una canción aún sin título. Después estuvimos comentando aquello de que no es lo mismo cantar en tu casita que subir a un escenario; en casa sale perfecto, y en el escenario pasan cosas, como que la canción adquiera más fuerza que en casa, o que de pronto no te acuerdes bien de alguna parte. Bueno, para eso tenemos nuestro laboratorio, para practicar nuevos experimentos. Ole los cojones de los que cantan una canción novísima en un lugar que impone tanto. Y todos mis respetos a los que nunca repiten canción en el MAL8. Ole tus cojones, Gabriel.


Recién llegado de las islas, Ari Jiménez nos trajo suave viento húmedo en su voz para los que nos resecamos en Madrid. Nos cantó una canción en la que habla precisamente de Madrid, de alquilar labios y pisos. Maravilloso Ari.


Este pasado martes volvieron a venir al MAL8 algunas bonitas personas que hacía tiempo que no se dejaban ver, como Raquel Lamas, que siempre ha llamado mi atención por su forma de tocar original y diestra, y por el surrealismo que sustenta su literatura, su canción comienza diciendo “Hoy me acordé de ti y de tu caligrafía (…)”. Qué original y divertida me parece esta persona, ojalá viniera con menos eventualidad.


En sexto lugar conocimos a una nueva participante, Ana Estaca, que vino acompañada por su guitarrista. Venían muy contentos porque han sido seleccionados para un importante certamen. Nos cantaron su canción La duda, un pop sencillo y contundente. Tuvieron el detalle de cantar una sola canción, a pesar de ser nuevos participantes, para dejar sitio a los que estaban en la lista de espera.


A continuación vimos la actuación más espectacular de la tarde, el momentazo del MAL8 (52). Hablamos de Raptorstudio, el conjunto formado por el actor, rapsoda y rapero Borja Flöu, Agustín (el pianista clown) y Carlitos “deditos” al cajón. Hicieron un temazo (yo sé que improvisado, lo cual es la hostia) en el que Flöu rapea a Calderón de la Barca, ni más ni menos. Todos hemos escuchado esos versos alguna vez, muchos se lo saben de memoria, pero nunca lo han escuchado así, con esa frescura y naturalidad. Además, los tres son actores, y su dominio de la escena y el espacio es espectacular. Una pasada. Viva el MAL8, donde podemos conocer a artistas de este pelo. Esto fue lo más evidente, pero os aseguro que toda la tarde fue brutal.

La primera colaboración de la tarde fue la de La mujer de hojalata y Quique Montes. Cantaron, de nuevo, Cenicienta a la una, pero esta vez con la preciosa voz de La mujer de hojalata, que combina deliciosamente con la bonita voz de Quique, que se despide de momento de Madrid después de meses compartiendo con nosotros las tardes de los martes cantándonos sus dos canciones singuel. Le deseamos buena suerte.

Como dije antes, volvieron al MAL8 bonitas personas que hace mucho que no veíamos por aquí. Después de unas semana ausente, volvió la bonita Travis a cantarnos (contarnos) que por la calle de Alcalá un desconocido la convirtió en Humo. Yo, personalmente, echaba de menos la plateada voz de Travis, sus letras oscuras que le salen de los ojos claros. ¡Ah!

Por tercera (o cuarta) vez, ya como en su casa, pudimos escuchar a Virginia Montaño, que acariciando el piano de Libertad 8, nos cantó Cosas que pasan. Tengo entendido que este curso que viene podremos verla con asiduidad por aquí.


Otro nuevo participante fue Indígena, que se estrenó en el MAL8 con un tango que quiso dedicar a su padre. Estuvo acompañado por un guitarrista llamado Fernando. La idea de Indígena era hacer el tango bajar del escenario para dejar sitio a más participantes, pero el éxito fue tal, que se vio obligado a cantar otra canción a petición del público. Hicieron entonces una canción de estilo rockabilly titulada Espigaito, que también fue del agrado del respetable.


La segunda colaboración de la tarde fue la de La Maremoto con Manu Clavijo, que en esta ocasión interpretaron una canción compuesta por los dos a la vez, titulada La gata, una canción muy bonita, como sus creadores. Qué buena idea lo de componer una canción entre dos y presentarla en el MAL8.



A continuación un clásico del MAL8, o una clásica (aunque sea moderna a rabiar), Marta Plumilla, que sigue sorprendiéndonos cada semana con una nueva canción. Es esta le pide a su amante “ámame ya, no mañana”. Esperemos que le haga caso, porque Marta es amable en el sentido más literal de la palabra. Recuerdo que antes le decían a Plumilla que tenía que mejorar con la guitarra, yo mismo se lo he dicho, pero ya nadie le dice nada. Es lo que tiene trabajar concienzudamente y con amor. (No tenemos foto de Marta Plumilla, ya que es ella misma las que ha hecho y nos ha mandado todas las demás. Gracias, Marta)


La semana pasada nos sorprendió el poeta Diego Mattarucco con su “poesía cacofónica”. Él comentó que bueno, que al principio siempre sorprende al principio, pero que luego ya no es lo mismo. Sin embargo, aunque ya le conocíamos, la reacción fue la misma de la semana pasada, una ovación contundente a su pericia aliteradora, capaz de hallar significados controvertidos y divertidos. El poema que nos recitó de sin papeles de por medio, se titula Haz tu fuerza.


Otro cantautor valiente cantando una nueva canción fue Manu Míguez, de hecho la estrenó en ese momento y aún no tiene título, pero puede apuntar dos versos descolocados que dicen “(…) un secreto en tu mano (…) respuestas en tu piel (…)”. Es muy agradable escuchar al suave Manu Míguez.

Como un torbellino salió después a escena Alicia Ramos para cantarnos aquella canción de actualidad que nunca terminó. Lo explico: en Navidad se nos ocurrió que quien quisiera trajera un villancico para cantarlo en el MAL8, y Alicia se puso a ello, pero “cuando empezaron a aparecer pistolas”, decidió que no era un villancico, sino su temazo Lady Bang-bang, que nos cantó acompañada por el violín volador de Manu Clavijo. Un subidón.

Ya cerca del final, salió a escena Dani Cabrera que nos cantó una canción que habla de corn flakes.

Sin presentación, para ahorrar tiempo (cosa que me propuso él mismo), salió a escena Pablo Bermejo (yo salí a meterme mi dosis de nicotina en la actuación anterior, perdóname y gracias, Pablo) a cantarnos su canción Sábanas blancas. Cada vez se ve más claramente el talento de Pablo Bermejo, hemos creado un monstruo que nos va a dar muchas alegrías.

El penúltimo que actuó en este MAL8 (52) fue el dicharachero Carlos Navarrete, que nos cantó su canción Bicicletas por las nubes, y nos pidió que le acompañáramos en el estribillo “para que no sea lo malo que soy”, dijo. 

Y, como es habitual, el MAL8 terminó con la actuación del artista que después tenía concierto en el Libertad 8, esta vez, nada más y nada menos que El Kanka, uno de esos cantautores que te enganchan a la primera con su gran talento y su personalidad humilde e inteligente, no en vano estaba lleno el Libertad de personas que estaban deseando verle.

Y así terminó esta edición nº 42 de MAL8, una edición con mucho público, la sala llena, con mucho nivel y un agradable ambiente de compañerismo y amor al arte. Nos vemos la próxima semana en la edición nº 53, que será, como siempre, un éxito en todos los sentidos. ¡Gracias, malochos!

martes, 26 de junio de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (51). 19/06/12


Cada martes es una celebración, siempre hay algún motivo para celebrar, sobre todo últimamente. En la edición nº 48 celebramos que hace un año que comenzó el MAL8 (Micro Abierto Libertad 8), la semana pasada celebramos la edición nº 50, y esta semana en la edición nº 51, celebramos simplemente que tenemos este espacio en el tiempo para juntarnos semanalmente en Libertad 8 y compartir nuestras creaciones con otros artista y con un público curioso e inspirador. Como la semana pasada los malochos me regalaros un bonito homenaje cantando mis canciones, dándome una sorpresa tremenda, comencé esta edición cantando una canción dedicada a todo ellos. Dado que no se grabó este momento, pongo la letra de la canción, que he titulado Gracias Malochos. Es mejor escucharla, pero ahí va:

“Ya es hora, amigos míos, de decir la verdad,
todos los malochos solemos disimular.
Quedamos los martes en el Libertad
con la disculpa de declamar,

pero todos venimos con sobrada fe
sin que los no devotos lo noten.
El “micro abierto ele ocho” es para que
podamos adorar a Íñigo Coppel.

Esa es la razón de que esté yo aquí
haciendo un blues hablado como mi adalid
con el que agradecer a quienes me agasajaron
la semana pasada en este escenario

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan solo.


Si he que elegir elijo a Manu Clavijo
para darle la llave de mi esternón
y que venga asiduamente con Marta Plumilla
a la orgía de mi corazón.

Mana agua de limón de los labios de Lydia
Alcaráz
que esquiva con precisión
las notas semifusas con que nos fusila
Fran Fernández en cada canción.

Me refugio en el amor sin epidural
que me dan Paula de Alba y Dani Fernán,
mientras canta Daniel Hare con naturalidad
Gadea y Manu Míguez florecen a la par.

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan Soso.

Chica metáfora lanza mis besos a quemarropa,
David Durán canta mi breve canción
Y Kiko Tovar con Miguel Dantart
son Cronopios que escupen mis pétalos.

Ma Fee, mi hada, pone orden en la sala
Y en más de un minuto y medio Juan Luis Moreno
recita junto a Dani, mi gurú camarero,
y otros duendecillos mis versos sin consuelo.

Pero ya olvidado todas esas cosas malas
ahora solo me importa la ternura macarra
con que Alicia me canta y me encanta con Davache,
todos hemos pasado por ciertos baches

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan Roto.

Mis canciones quieren ser de la talla de la voz
de tanto maestro de la canción de autor
como Ari Jiménez y Jesús Garriga
que han puesto mi listón bastante arriba.

Qué alegría, qué alboroto, un Pedro Pastor,
renovando los anclajes del mundo de la canción
maulló mi melodía con la misma chulería
con la que la compuse yo.

Si algún día me lanzo al medio de la pista
no quiero bailar, que os lo diga Trujartista,
sólo quiero un beso de María Rozalén
aunque lo dude mi querido Fla cantares.

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan Flojo
.

Vivir es la clave, es mi único consejo,
os lo ha dicho el otro día Pablo Bermejo,
mientras Iovis repetía la melodía
del amor con su flauta mágica y folk.

Si entras en mis ojos, verás a Gatoperro
y a Pete durmiendo bajo un ciruelo
Si entráis en mis ojos os veréis a todos
ya estáis dentro de mi alma hasta el fin de los porros.

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan Loco
.

Y qué más decir, que no estuvo Coppel
soy yo el que le hace el homenaje a él,
con este blues hablado, imitando su estilo,
confieso lo que hacemos sus devotos aquí:

venir a adorarle disimuladamente
haciéndonos
striptease con las mentes.

Gracias, malochos,
y yo que me sentía tan porno
”.


Pues eso, que gracias, malochos, otro día os la vuelvo a cantar. Por alusiones, salió a continuación Íñigo Coppel para cantarnos su última obra, una de esas que haces con tiempo y saña, cuidando cada detalla, no terminando jamás de terminarla… En el Olimpia, una canción en la que Coppel vive una de esas experiencias que lo concierten en nuestro adalid.


El bueno de Manu Clavijo fue el siguiente participante. Resulta que esa tarde estaba en Libertad 8 el director del videoclip de una de las canciones del disco en el que musicó los poemas del poeta gallego
Lois Pereiro. Una de las canciones de ese disco nos cantó Manu en esta incipiente edición de MAL8.


Pedro Pastor, el siguiente en escena, se disculpó por repetir canción por primera vez en MAL8. Te disculpamos, y a los que siempre cantan la misma canción, que los hay, también. Pedro nos cantó su canción Dos mil doce, en el que suceden cosas apocalípticas, como el nuevo disco de Serrat y Sabina (que es como para que se acabe el mundo…).


Cartel de lujo para comenzar el MAL8 (51), ya que la siguiente cantautora fue Marta Plumilla, que, como hace habitualmente, nos trajo una nueva canción, esta vez haciendo destacar su dotes interpretativas gracias a su reciente dominio de la guitarra. Vamos, que está en plena forma, tanto que en su canción no paró de liririlirili con todo tipo de animales y plantas (¿había plantas?). Para entender esto, hay que escuchar la canción.

Carlos Recio vino casi para despedirse, ya que pronto será padre de nuevo, y lo hizo con gran arrojo, ya que antes de comenzar estaba dudando entre cantar una que ya ha tocado muchas veces y controla, o tocar una nueva que tenía con pinzas. Pues con un par, tocó la nueva. Nos encantó su nueva canción titulada Mi puta realidad.


Llegó el momento de presentar al primer nuevo participante de la tarde, Gerardo Monedero, que tras dejar su monedero en el taburete (yo no debería hacer chistes con los apellidos de nadie…) nos cantó una canción en la que dice “Caminé si querer / por los sueños de mi niñez / no estoy preparado para crecer”. Luego nos cantó otra, ya que era su primera vez, titulada Ya no quiero.



Bastante moreno y con más fuerza que nunca, volvió al MAL8 Muerdo, que acaba de regresar de Cuba, de donde nos ha traído una nueva canción, Cuántas vueltas, que recibió una larga y cálida ovación.



A continuación salió Enrique Cardoza aderezado con unas bonitas gafas de sol, necesarias para justificar el poema con el que introdujo su canción Mis venas


La siguiente fue la bella y lozana María Rozalén, que también trajo una nueva canción, en la que se ve su evolución como compositora. Según ella, es la primera canción dedicada a sí misma, en concreto a lo que sucede en su cuarto. Me encanta que los artistas vengan al MAL8 a mostrar sus nuevos trabajos, y no a hacer promoción, ya que veo este espacio como un laboratorio donde hacer experimentos, y no una plataforma para darse a conocer (aunque inevitablemente lo sea).


Lo más espectacular de la tarde fue lo sucedido a continuación. El poeta Diego Mattarucco se acercó por primera vez al MAL8 para deleitarnos con su “poesía cacofónica”, según él la denominó. Resultó ser una orgía de aliteraciones y relocos juegos de palabras. Fue un éxito, el Libertad 8 se puso en pie para aplaudirle.


El siguiente fue el cantautor Dani Fernán, que nos trajo una canción inédita en el MAL8, Cara de duende. Todos conocemos las grandes dotes que Fernán tiene a la guitarra, pero esta vez nos cantó con su preciosa y contundente voz, sin más barrera que su cara de duende.



Pablo Bermejo, el siguiente en escena, se puso en pie para cantar su canción Esperándote.


Ya hemos hablado en este blog de la siguiente participante, La Maremoto, fue el señuelo de la sorpresa en la edición nº 50, a ella le cantaron un ficticio Cumpleaños feliz, léelo aquí. Esta vez vino para mostrar sus dotes de cantora. Con su voz azul cielo nos cantó una canción de Manu Clavijo, que la acompañó con la guitarra, No me perdones más. Es un gusto escucharla, tiene algo entrañable y que llega en su voz.


Esta pasada semana recibimos la visita especial del cantautor Rash, que por primera vez se acercaba al MAL8. Nos cantó una canción de su repertorio en la que describe una fiesta cuyo único invitado era él. Los que estábamos en el público cantamos dócilmente lo que nos indicó, incluidos unos cuantos ooooooeeeeeeooooos.


Llegó el momento de nuestra poeta Gadea Ramos, que nos deleitó con dos nuevos poemas, después de decirnos que gracias a nosotros había terminado su cuaderno. El primer poema que nos leyó habla de la mala memoria y sus atributos, el segundo trataba un tema de actualidad, el fútbol.


A continuación salió Iovis a cantarnos, y nos invitó a su espectáculo del día siguiente, en el que muestra sus dotes multiinstrumentistas.


El siguiente artista fue Borja Flöu, que nos sorprendió con un nuevo formato, él solo al piano cantando una canción titulada Juan Negrita, un personaje de su imaginario. Nos queda mucho por descubrir de Borja, yo tengo bastante curiosidad.


Cuando sale Alicia Ramos a escena, todos nos recolocamos en los asientos, es un chute de energía. Nos cantó su hit No me emborraché. Alicia está especialmente inspirada en estos tiempos, e hizo su canción un poco más larga, supongo que improvisó alguna estrofa nueva. ¿Cuándo habrá disco de Alicia Ramos? Yo lo necesito ya.


Vamos conociendo un poco más a Juan Blanco, el Yonkiautor, que esta semana pasada estaba que se salía, irradiando buenas vibraciones. A todos nos encantó su canción en la que entabla un “diálogo con Dios, o con mi (su) madre, que es lo mismo”.


Ya cerca del final, conocimos a un trío mexicano que está de paso unos días en Madrid, Banda Eva. Nos cantaron su canción Se libre, muy adecuada para el escenario en el que estaban, una canción repleta de iconos queridos por muchos de los que estábamos allí, con frases muy sabias, como sabio es el pueblo mexicano.


El penúltimo artista del MAL8 (51) fue Dani Cabrera, que nos cantó una canción titulada Cosas de niños, en la que habla del monstruo que hay en nuestras habitaciones, creado por nuestro propio miedo.

Tras esta nutrida edición (veintitrés participantes) había concierto del mítico Fran Fernández, que nos regaló unos preciosos minutos para que casi todos pudiéramos actuar. Él fue el encargado de cerrar la sesión, luego algunos pudimos disfrutar de su virtuoso concierto.


Y hasta aquí la crónica del MAL8 (51). Gracias a Marta Plumilla por las fotos, entre otras cosas, y a todos vosotros por estar ahí, por leer esto, por desear que haya y fluya arte hasta hartarnos (cosa que no pasará). Nos vemos en el MAL8 (52).

Andrés Sudón

sábado, 16 de junio de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (50). 12/06/12


No sé por dónde empezar esta crónica, ni qué tono usar, ya no tengo el control de todo esto, el pasado martes me lo arrebataron dulcemente, justo antes de comenzar la edición nº 50 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Yo, estos días pasados, tenía la sensación de que esta edición iba a ser muy tranquila, hemos celebrado tanto tantas cosas, que la edición nº 50 podría pasar desapercibida, ser una edición normal y maravillosa como siempre. Nada más lejos de la realidad. Por ser la número cincuenta, tenía pensado hacer un breve discurso en el que quería proponer que no me dieran más las gracias, quería decir que estoy igual de agradecido que el resto de los malochos por todo esto que está pasando, que aunque fuera una iniciativa mía, no sería posible sin la presencia y el apoyo de todos nosotros. Pues vaya si me dieron las gracias... Y ni discurso ni “oremos” ni nada, no pude subir al escenario. Manu Clavijo me placó diez segundos antes de que subiera, y me dijo que si le dejaba tocar con su violín el Cumpleaños feliz para La Maremoto, que se tenía que ir pronto y era su cumpleaños. No puedo negarle nada a Manu, si él quería hacer eso, sus razones tendría, es una persona sensata y responsable. Efectivamente tocó el Cumpleaños feliz a Maremoto y, aunque yo no la vi muy emocionada, me lo creí y esperé de pie a que Manu bajara del escenario. Pero no bajó, es más, subió Marta Plumilla también al escenario. En ese momento perdía la consciencia de la realidad, no sabía qué estaba pasando. Desperté cuando Manu dijo “mil novecientos noventa y siete, Esternón”, y comenzaron a cantar mi canción Esternón. ¿Cómo? ¿Están cantando Esternón? ¿Por qué? Supuse que era un regalito por la edición nº 50. Resultó ser un regalazo. Ya era regalazo que cantaran esa canción. Imaginad muchos regalazos juntos, eso fue lo que me hicieron.



Aún no sé qué tono usar. Esta crónica es diferente a las demás, porque yo he perdido el control, como un enamorado furibundo. Solamente puedo contar lo que pasó de la forma más sincera y coherente posible. Ahí voy:

 


Cuando Marta Plumilla y Manu Clavijo terminaron de hacer esa versión tan preciosa de Esternón, Manu dijo en el micrófono que era mi día libre, que me quedara sentado, que no tenía que presentar. También les dijo a los nuevos participantes que no se preocuparan, que tendrían su espacio para cantar. Yo estaba flipando, no sabía qué hacer, había perdido el control, toda Castilla y León vibraba en mi interior. Cuando no sé qué hacer, no hago nada. Y eso hice, me quedé como una seta, sonriente y emocionada, mirando cómo pasaban las mariposas.

Las segundas mariposas que pasaron fueron la poeta Lydia Alcaráz y el cantautor Fran Fernández. Presentaron la canción que iban a interpretar, Agua de limón. Yo seguía sin poder creérmelo. Lydia comenzó a recitar el texto de mi canción, y yo empezaba a emocionarme demasiado. Cuando terminó de recitar bellamente, Fran cantó la canción, o parte de la canción (ya había sido recitada), de esa forma tan brutal que tiene de dar canciones en el escenario, y con esa forma de tocar como un acróbata de la guitarra, jugándose la vida y dando un espectáculo.


 



Yo comencé a ser consciente de lo que estaba pasando, y esa consciencia era abrumadora. Era como si estuviera en un sueño, (de hecho soñé, hace unos años, que sucedía algo parecido…). Y como los sueños sueños son, yo me dejé soñar. De pronto, en el sueño estaba Virgina Montaño cantando Origami para mí, en medio de un revuelo de pensamientos revoloteándome en la cabeza, y miradas y gestos cómplices a mi alrededor. La paz que irradia Virginia me vino muy bien en ese momento, pude seguir flotando sin problema (sin tener en cuenta mi cara de castillo con forma de cabeza de león, que no sabía qué gesto hacer de todos los propuestos por el cerebro).



Estaban cantando canciones de mi repertorio muy importantes para mí. Antes de cada una decían el año en la que fue compuesta o publicada. Del dos mil once era la siguiente. Imaginad que Dani Fernán y Paula de Alba cantan una canción vuestra que hace nada que habéis compuesto. Un subidón escuchar Amores indoloros de tan dotadas y queridas voces. Además hay otra cosa muy agradable: Cuando escucho una canción propia cantada por mí, sólo puedo prestar atención a lo que está mal, es una tensión que no me permite escuchar la canción. Ayer tuve la privilegiada ocasión de escuchar mis canciones cantadas por otras voces, puede escucharlas de otro modo. Pude escucharlas. Y además, pasadas por el filtro de artistas con mucho talento y con un estilo propio cada uno.





Manu Clavijo, que ha organizado todo esto, estaba haciendo las labores de maestro de ceremonias. Ya sé a quién pedirle que me sustituya si he de faltar algún martes, aparte de a Pedro Pastor. Manu hizo un gran trabajo, no con poco esfuerzo. Coordinar el micro abierto es, cuanto menos, estresante, y él, después, tenía un concierto muy importante en el que también invirtió mucha energía. Asombra su fortaleza y resistencia, con lo poco que ocupa. Una alma gigante, bellísima e incandescente mueve al pequeño Manu Clavijo, que estaba atento a todo para que saliera perfecta mi sorpresa. (Suspiro). Mientras él presentaba a los siguientes participantes, yo estaba como un niño feliz y expectante abriendo regalos, aunque también nervioso y cada vez más abrumado, como un pobre adulto vergonzoso. Qué curiosidad cuando presentó a Daniel Hare, a Gadea Ramos y a Manu Míguez, que salió armado con su violín. Hicieron la canción a la que más quiero en este momento, Con naturalidad. Dani, que era la voz principal y la guitarra, presentó la canción usando mis propias palabras, entre las estrofas Gadea recitó unos versos que ella misma ha escrito como si estuviera dentro de la canción, Míguez tocaba el violín y cantaba también. Por un momento pensé que había muerto y que me habían dado permiso en el cielo para volver a la vida y poder presenciar mi homenaje póstumo. Espero que no sea eso… 



Todos estos pensamientos excitados que me estaban pasando por la cabeza, se calmaron un poco cuando Manu presentó a varios nuevos participantes y se acercó a mi mesa para decirme que ya no había más versiones, que eso era todo, hasta me preguntó que si me había gustado y se disculpó por que eran pocos (según él). Esa mentirijilla piadosa me sirvió para bajar un momento de los dos palmos que me separaban del suelo. El primero de los nuevos participantes fue Nacho, que debió alucinar por lo que estaba sucediendo, así como las demás personas que no supieran lo que iba a pasar. Aunque creo que yo era el único que no tenía ni idea. La verdad es que el día anterior, cuando llegué a casa después de un acto en Libertad 8, le conté a mi hermano Suso que había sentido como si todos me quisieran mucho. Él también lo sabía, menos mal que es un talentoso actor… Como iba diciendo, el primer nuevo participante fue Nacho que vino a cantarnos su canción Peces de coral. Espero que me disculpen los nuevos participantes por esta crónica incompleta y egocéntrica, pero es que estaba medio bloqueado y no pude prestar la atención que pongo habitualmente. Además, alguien jocosamente se acercó a mí y me dijo que la crónica la iba a hacer Gadea (¡!), y yo estaba tan liviano que me lo creí y dejé de tomar notas. En ese momento había perdido el control completamente, y era una ameba ojiplática. Cuando me vieron absorto mirando al escenario, vivieron a desmentírmelo. Muy graciosa, Plumilla ;)



Pude anotar el nombre del siguiente participante, Caleorrosa, y que canta en inglés muy bien. El título de la canción se me escapó. De nuevo pido disculpas.


De nuevo con parte de mi control, me dispuse a seguir tomando notas mientras disfrutaba de un micro abierto normal sin la responsabilidad de presentarlo (la cual es un gran placer, que quede claro). Pero no fue así, Manu desmintió su mentirijilla piadosa y llamó a escena a la poeta Chica Metáfora y al cantautor David Durán. Interpretaron una canción publicada en “Brujo”, del año 2000, Como beso a quemarropa, una canción que hace siglos que no incluyo en mis conciertos. Eso sí, le tengo mucho cariño, la hice a la edad de Pedrito, y le decía en ella a mi musa que la amaba, así como amaba a todo lo que había amado y todo lo que estaba dispuesto a amar. Cursi, pero universal. Chica Metáfora recitó la letra de la canción mientras lanzaba besos de cartulina hechos por ella. Este martes Patricia, que así se llama, estaba espléndida, desprendía gran armonía. David tocaba la guitarra y cantaba las estrofas. Mientras les escuchaba imaginé a todo el mundo en sus casas sacando las canciones y escuchando el repertorio, haciendo un esfuerzo para tener un detalle conmigo. Insisto en que estoy muy agradecido, más aún después de leer el mensaje comunal de Facebook. He de decir que todas las versiones me han parecido perfectas, porque cada cual la ha hecho del modo en que hace su propia música, yo creo que ser un cantautor permite (y exige) hacer las cosas de un modo particular, lo que llaman el estilo propio. 


Y después de que nos lanzaran besos desde el escenario, nos pidieron que escupiéramos nuestros pétalos. Me sorprendió infinito la canción que eligieron Cronopios, Kiko Tovar y Miguel Dantart, a los que admiro juntos y en solitario desde hace muchos años. Eligieron una canción publicada en dos mil cinco en un disco que no tiene nadie, “Cantautores de Lavapiés”. La canción se llama Escúpeme tus pétalos, y la hicieron, como los demás, a su modo, dándole una intensidad diferente que me gustó mucho. Escuchar sus voces en mi canción, fue todo un honor.


La siguiente intervención fue de lo más emocionante para mí. No sólo versionaron algunas (¡muchas!) de mis canciones, también leyeron uno de mis poemas favoritos. Nunca he intentado publicar mis poemas, ni suelo leerlos en público, los escribo para desahogarme, con la libertad que me da no tener que rimar ni medir ni estructurar. Precisamente este poema se llama Orden. Es un poema dividido en diez partes, que fueron leídas por Mafe (por primera vez en el escenario del MAL8, por fin es participante oficial), Juan Luis Moreno (que capitaneaba la performance), Marta Plumilla, Alicia Ramos, Dani (el camarero y gurú de Libertad 8, que tuvo el detalle de aprenderse su parte de memoria) y Gadea Ramos (no sé si me dejo a alguien, mis notas son confusas…). Quiero mucho a este poema, y a la gante que lo leyó también, fue todo tan bonito que no tengo palabras para explicar lo que supone para mí todo esto, es algo muy grande.

Manu me dio otro respiro llamando a escena a otros nuevos participantes, Negro y Blanco de Bolivia, magníficos trovadores que aseguraron estar encantados de estar en el escenario de Libertad 8, del que se hablaba mucho y muy bien al otro lado del charco. Nos regalaron una bellísima e intensa canción, muy aplaudida y celebrada por todos los asistentes. Espero que vuelvan a visitarnos otro día que no esté yo abobado y enmimismado.



Continuó la tanda de regalazos, más versiones de mis canciones en un día que nunca olvidaré. Los siguientes preciosos artistas que salieron a escena fueron los roqueros Davache y Alicia Ramos, que cantaron la adecuada canción para ellos Ternura macarra. Por cierto, todos fueron muy buenos actores antes de que comenzara el evento. Davache me dijo que quería hacer una canción él solo y otra con Alicia, por ejemplo, para mí todo era normal, no sospeché ni por un instante. Ternura macarra es una de las canciones que más me gustan, porque contrasta con el resto del repertorio, me encantó oírla en las voces de Alicia y Davache, les pega muchísimo cantarla.

La mayoría de cantautores que se unieron a esta sorpresa maravillosa, son personas con las que tengo mucha relación, nos hemos conocido en el MAL8, pero poco a poco va trascendiendo hacia una sólida amistad nuestra relación gremial. Fue más sorpresa todavía escuchar a otras personas con las que tengo menos contacto, como Ari Jiménez y Jesús Garriga, que tuvieron el detalle de versionar De la talla de tu piel, una canción que hice basándome en un soneto de Raúl Vacas. Les agradezco mucho su cariño, esfuerzo y profesionalidad.

Yo comencé mi carrera como cantautor cuando tenía diecisiete años, a esa edad hice mi primer concierto, aunque ya llevaba tiempo, mucho tiempo, haciendo canciones a todo lo que se movía. Por eso (y por otras muchas cosas) le tengo gran aprecio a Pedro Pastor, que tiene esa edad en la actualidad y está haciendo cosas impresionantes. Pedro eligió mi canción Tengo una gata maullera, compuesta a su edad, perfecta para él, tiene su chulería, parece que fuera suya. Antes de comenzar el micro abierto, me había dicho que iba a cantar una canción nueva, qué gracioso.

Quedaban un par de nuevos participantes, a los que de nuevo pido comprensión por esta crónica sesgada. Alfonso García vino al MAL8  a cantarnos y a invitarnos al concierto que tenía al día siguiente. La verdad es que me llamó mucho la atención lo que hizo, pero no recuerdo el nombre de la canción. Perdóneseme.

El día que celebramos un año de MAL8, hace dos semanas, leí una lista de doscientos cincuenta y dos participantes, es difícil recordar todas las caras y los nombres, pero lo que hice este martes es para matarme. Cuando vi a Trujartista entrar en Libertad 8 le dije “¡hola, Fabián, cuánto tiempo, qué alegría…! El me abrazó amablemente y me dijo, “sí qué alegría, pero no me llamo Fabián”. Tierra trágame. Trujartista se llama Edu, y fue un honor que saliera a cantar mi canción Quiero un beso, muy adecuada para su voz rasgada y pirata.


Flavio, Fla Cantares, llevaba varias semanas pidiéndome que abriera el MAL8 con una canción en concreto, pero no pude complacerle por circunstancias. De modo que él mismo, acompañado por la espléndida María Rozalén, se ocupó de que sonara Lo dudo, una canción que sale en mi disco “Andrés Sudón vive”. Es una versión sudonizada de un bolero de Los Panchos, así que fue una versión de una versión. Es una de mis canciones favoritas, me alegró mucho escucharla en las voces de mi principito y mi hada de carne y hueso (ella es la constatación de que Existen las hadas).

Y hablando de principitos y hadas, salieron a continuación los duendes Pablo Bermejo y Iovis. Pablo se había preparado Vivir es la clave, y Iovis le acompañó con su mágica flauta, que le dio un tono folk muy atractivo. Pablo es un regalo en sí mismo para mí, verle adaptarse al escenario poco a poco, con paciencia y esfuerzo, es muy gratificante para mí, ya que uno de los objetivos del MAL8 es que sea usado para adquirir destreza escénica, como la que ya disfruta Pablo Bermejo, que contaba previamente con sus magníficas canciones y sólo las cantaba en las fiestas con amigos en casa. Le agradezco que se preparara una canción tan larga y compleja, todo un detalle. 

Aún quedaba una participante, ajena a la sorpresa, por participar, la bonita Yo, que cantó su canción Boom. Con tantos nervios que tenía, tuve que salir a fumar, disculpen la sinceridad, mientras tocaba Yo, pero me dijeron que estuvo muy bien. Para nada fue una edición normal, suelo estar atento a todo si no me dan una sorpresa tan grande…

Una sorpresa que terminó con la intervención de Petete y Gatoperro haciendo una versión felina de Si entras en mis ojos, en la que Petete ¡tocaba el piano! Siempre me he imaginado esa canción con piano. Gatoperro tocaba la guitarra y cantaba con la personalidad y el carácter que tanto nos gusta. Muy divertidos, muy majos, muy grandes. Y muy amables por tener este detalle y participar en esta sorpresa de construcción masiva de mi damnificada autoestima en el terremoto de la vida supuestamente madura.

Si no sabía cómo comenzar esta peculiar crónica, menos sé cómo terminarla. Ha sido complicado escribirla, todo el rato yo yo yo yo yo… No estoy acostumbrado a escribir sobre mí o sobre mis canciones, ya me he hecho al rol de maestro de ceremonias y cronista del MAL8. La verdad es que tuve esta iniciativa porque llegué a Madrid, después de cuatro años fuera y ajeno a todo, y no tenía un lugar a donde ir. Me habría gustado encontrar un micro abierto decente para poder cantar mis canciones y empezar a expandirme como un gas. Pero no lo hallé, todos eran de poesía y relato. Era necesario un micro abierto, de modo que monté uno en el mejor lugar posible, el Libertad 8. Pero claro, ya no era un lugar donde llegar yo, cantar mis canciones y expandirme como un gas… De hecho, creo que mucha gente no sabe que soy cantautor. Esta maravillosa sorpresa me sirve para reconciliarme con Andrés Sudón, al que hago caso sólo a veces, y para que yo también tenga mi oportunidad de expandirme en el micro abierto, aunque paradójicamente sea sin que cante yo… Manu Clavijo, que sabe lo que siento, porque somos de la misma especie, ha acertado infinito con este regalo, le agradezco su gran esfuerzo para mover a tanta gente para hacer esto. Y a todas las personas preciosas que se han prestado a cantar una de mis canciones, también les agradezco su esfuerzo y su gran cariño. Siempre que llega el verano, mis energías e ilusiones se disipan un poco, este año me han inyectado un tremendo chute de las dos cosas.
Manu Clavijo

Andrés Sudón


Nunca olvidaré el doce de Junio de dos mil doce ¡GRACIAS!