sábado, 16 de junio de 2012

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (50). 12/06/12


No sé por dónde empezar esta crónica, ni qué tono usar, ya no tengo el control de todo esto, el pasado martes me lo arrebataron dulcemente, justo antes de comenzar la edición nº 50 de MAL8 (Micro Abierto Libertad 8). Yo, estos días pasados, tenía la sensación de que esta edición iba a ser muy tranquila, hemos celebrado tanto tantas cosas, que la edición nº 50 podría pasar desapercibida, ser una edición normal y maravillosa como siempre. Nada más lejos de la realidad. Por ser la número cincuenta, tenía pensado hacer un breve discurso en el que quería proponer que no me dieran más las gracias, quería decir que estoy igual de agradecido que el resto de los malochos por todo esto que está pasando, que aunque fuera una iniciativa mía, no sería posible sin la presencia y el apoyo de todos nosotros. Pues vaya si me dieron las gracias... Y ni discurso ni “oremos” ni nada, no pude subir al escenario. Manu Clavijo me placó diez segundos antes de que subiera, y me dijo que si le dejaba tocar con su violín el Cumpleaños feliz para La Maremoto, que se tenía que ir pronto y era su cumpleaños. No puedo negarle nada a Manu, si él quería hacer eso, sus razones tendría, es una persona sensata y responsable. Efectivamente tocó el Cumpleaños feliz a Maremoto y, aunque yo no la vi muy emocionada, me lo creí y esperé de pie a que Manu bajara del escenario. Pero no bajó, es más, subió Marta Plumilla también al escenario. En ese momento perdía la consciencia de la realidad, no sabía qué estaba pasando. Desperté cuando Manu dijo “mil novecientos noventa y siete, Esternón”, y comenzaron a cantar mi canción Esternón. ¿Cómo? ¿Están cantando Esternón? ¿Por qué? Supuse que era un regalito por la edición nº 50. Resultó ser un regalazo. Ya era regalazo que cantaran esa canción. Imaginad muchos regalazos juntos, eso fue lo que me hicieron.



Aún no sé qué tono usar. Esta crónica es diferente a las demás, porque yo he perdido el control, como un enamorado furibundo. Solamente puedo contar lo que pasó de la forma más sincera y coherente posible. Ahí voy:

 


Cuando Marta Plumilla y Manu Clavijo terminaron de hacer esa versión tan preciosa de Esternón, Manu dijo en el micrófono que era mi día libre, que me quedara sentado, que no tenía que presentar. También les dijo a los nuevos participantes que no se preocuparan, que tendrían su espacio para cantar. Yo estaba flipando, no sabía qué hacer, había perdido el control, toda Castilla y León vibraba en mi interior. Cuando no sé qué hacer, no hago nada. Y eso hice, me quedé como una seta, sonriente y emocionada, mirando cómo pasaban las mariposas.

Las segundas mariposas que pasaron fueron la poeta Lydia Alcaráz y el cantautor Fran Fernández. Presentaron la canción que iban a interpretar, Agua de limón. Yo seguía sin poder creérmelo. Lydia comenzó a recitar el texto de mi canción, y yo empezaba a emocionarme demasiado. Cuando terminó de recitar bellamente, Fran cantó la canción, o parte de la canción (ya había sido recitada), de esa forma tan brutal que tiene de dar canciones en el escenario, y con esa forma de tocar como un acróbata de la guitarra, jugándose la vida y dando un espectáculo.


 



Yo comencé a ser consciente de lo que estaba pasando, y esa consciencia era abrumadora. Era como si estuviera en un sueño, (de hecho soñé, hace unos años, que sucedía algo parecido…). Y como los sueños sueños son, yo me dejé soñar. De pronto, en el sueño estaba Virgina Montaño cantando Origami para mí, en medio de un revuelo de pensamientos revoloteándome en la cabeza, y miradas y gestos cómplices a mi alrededor. La paz que irradia Virginia me vino muy bien en ese momento, pude seguir flotando sin problema (sin tener en cuenta mi cara de castillo con forma de cabeza de león, que no sabía qué gesto hacer de todos los propuestos por el cerebro).



Estaban cantando canciones de mi repertorio muy importantes para mí. Antes de cada una decían el año en la que fue compuesta o publicada. Del dos mil once era la siguiente. Imaginad que Dani Fernán y Paula de Alba cantan una canción vuestra que hace nada que habéis compuesto. Un subidón escuchar Amores indoloros de tan dotadas y queridas voces. Además hay otra cosa muy agradable: Cuando escucho una canción propia cantada por mí, sólo puedo prestar atención a lo que está mal, es una tensión que no me permite escuchar la canción. Ayer tuve la privilegiada ocasión de escuchar mis canciones cantadas por otras voces, puede escucharlas de otro modo. Pude escucharlas. Y además, pasadas por el filtro de artistas con mucho talento y con un estilo propio cada uno.





Manu Clavijo, que ha organizado todo esto, estaba haciendo las labores de maestro de ceremonias. Ya sé a quién pedirle que me sustituya si he de faltar algún martes, aparte de a Pedro Pastor. Manu hizo un gran trabajo, no con poco esfuerzo. Coordinar el micro abierto es, cuanto menos, estresante, y él, después, tenía un concierto muy importante en el que también invirtió mucha energía. Asombra su fortaleza y resistencia, con lo poco que ocupa. Una alma gigante, bellísima e incandescente mueve al pequeño Manu Clavijo, que estaba atento a todo para que saliera perfecta mi sorpresa. (Suspiro). Mientras él presentaba a los siguientes participantes, yo estaba como un niño feliz y expectante abriendo regalos, aunque también nervioso y cada vez más abrumado, como un pobre adulto vergonzoso. Qué curiosidad cuando presentó a Daniel Hare, a Gadea Ramos y a Manu Míguez, que salió armado con su violín. Hicieron la canción a la que más quiero en este momento, Con naturalidad. Dani, que era la voz principal y la guitarra, presentó la canción usando mis propias palabras, entre las estrofas Gadea recitó unos versos que ella misma ha escrito como si estuviera dentro de la canción, Míguez tocaba el violín y cantaba también. Por un momento pensé que había muerto y que me habían dado permiso en el cielo para volver a la vida y poder presenciar mi homenaje póstumo. Espero que no sea eso… 



Todos estos pensamientos excitados que me estaban pasando por la cabeza, se calmaron un poco cuando Manu presentó a varios nuevos participantes y se acercó a mi mesa para decirme que ya no había más versiones, que eso era todo, hasta me preguntó que si me había gustado y se disculpó por que eran pocos (según él). Esa mentirijilla piadosa me sirvió para bajar un momento de los dos palmos que me separaban del suelo. El primero de los nuevos participantes fue Nacho, que debió alucinar por lo que estaba sucediendo, así como las demás personas que no supieran lo que iba a pasar. Aunque creo que yo era el único que no tenía ni idea. La verdad es que el día anterior, cuando llegué a casa después de un acto en Libertad 8, le conté a mi hermano Suso que había sentido como si todos me quisieran mucho. Él también lo sabía, menos mal que es un talentoso actor… Como iba diciendo, el primer nuevo participante fue Nacho que vino a cantarnos su canción Peces de coral. Espero que me disculpen los nuevos participantes por esta crónica incompleta y egocéntrica, pero es que estaba medio bloqueado y no pude prestar la atención que pongo habitualmente. Además, alguien jocosamente se acercó a mí y me dijo que la crónica la iba a hacer Gadea (¡!), y yo estaba tan liviano que me lo creí y dejé de tomar notas. En ese momento había perdido el control completamente, y era una ameba ojiplática. Cuando me vieron absorto mirando al escenario, vivieron a desmentírmelo. Muy graciosa, Plumilla ;)



Pude anotar el nombre del siguiente participante, Caleorrosa, y que canta en inglés muy bien. El título de la canción se me escapó. De nuevo pido disculpas.


De nuevo con parte de mi control, me dispuse a seguir tomando notas mientras disfrutaba de un micro abierto normal sin la responsabilidad de presentarlo (la cual es un gran placer, que quede claro). Pero no fue así, Manu desmintió su mentirijilla piadosa y llamó a escena a la poeta Chica Metáfora y al cantautor David Durán. Interpretaron una canción publicada en “Brujo”, del año 2000, Como beso a quemarropa, una canción que hace siglos que no incluyo en mis conciertos. Eso sí, le tengo mucho cariño, la hice a la edad de Pedrito, y le decía en ella a mi musa que la amaba, así como amaba a todo lo que había amado y todo lo que estaba dispuesto a amar. Cursi, pero universal. Chica Metáfora recitó la letra de la canción mientras lanzaba besos de cartulina hechos por ella. Este martes Patricia, que así se llama, estaba espléndida, desprendía gran armonía. David tocaba la guitarra y cantaba las estrofas. Mientras les escuchaba imaginé a todo el mundo en sus casas sacando las canciones y escuchando el repertorio, haciendo un esfuerzo para tener un detalle conmigo. Insisto en que estoy muy agradecido, más aún después de leer el mensaje comunal de Facebook. He de decir que todas las versiones me han parecido perfectas, porque cada cual la ha hecho del modo en que hace su propia música, yo creo que ser un cantautor permite (y exige) hacer las cosas de un modo particular, lo que llaman el estilo propio. 


Y después de que nos lanzaran besos desde el escenario, nos pidieron que escupiéramos nuestros pétalos. Me sorprendió infinito la canción que eligieron Cronopios, Kiko Tovar y Miguel Dantart, a los que admiro juntos y en solitario desde hace muchos años. Eligieron una canción publicada en dos mil cinco en un disco que no tiene nadie, “Cantautores de Lavapiés”. La canción se llama Escúpeme tus pétalos, y la hicieron, como los demás, a su modo, dándole una intensidad diferente que me gustó mucho. Escuchar sus voces en mi canción, fue todo un honor.


La siguiente intervención fue de lo más emocionante para mí. No sólo versionaron algunas (¡muchas!) de mis canciones, también leyeron uno de mis poemas favoritos. Nunca he intentado publicar mis poemas, ni suelo leerlos en público, los escribo para desahogarme, con la libertad que me da no tener que rimar ni medir ni estructurar. Precisamente este poema se llama Orden. Es un poema dividido en diez partes, que fueron leídas por Mafe (por primera vez en el escenario del MAL8, por fin es participante oficial), Juan Luis Moreno (que capitaneaba la performance), Marta Plumilla, Alicia Ramos, Dani (el camarero y gurú de Libertad 8, que tuvo el detalle de aprenderse su parte de memoria) y Gadea Ramos (no sé si me dejo a alguien, mis notas son confusas…). Quiero mucho a este poema, y a la gante que lo leyó también, fue todo tan bonito que no tengo palabras para explicar lo que supone para mí todo esto, es algo muy grande.

Manu me dio otro respiro llamando a escena a otros nuevos participantes, Negro y Blanco de Bolivia, magníficos trovadores que aseguraron estar encantados de estar en el escenario de Libertad 8, del que se hablaba mucho y muy bien al otro lado del charco. Nos regalaron una bellísima e intensa canción, muy aplaudida y celebrada por todos los asistentes. Espero que vuelvan a visitarnos otro día que no esté yo abobado y enmimismado.



Continuó la tanda de regalazos, más versiones de mis canciones en un día que nunca olvidaré. Los siguientes preciosos artistas que salieron a escena fueron los roqueros Davache y Alicia Ramos, que cantaron la adecuada canción para ellos Ternura macarra. Por cierto, todos fueron muy buenos actores antes de que comenzara el evento. Davache me dijo que quería hacer una canción él solo y otra con Alicia, por ejemplo, para mí todo era normal, no sospeché ni por un instante. Ternura macarra es una de las canciones que más me gustan, porque contrasta con el resto del repertorio, me encantó oírla en las voces de Alicia y Davache, les pega muchísimo cantarla.

La mayoría de cantautores que se unieron a esta sorpresa maravillosa, son personas con las que tengo mucha relación, nos hemos conocido en el MAL8, pero poco a poco va trascendiendo hacia una sólida amistad nuestra relación gremial. Fue más sorpresa todavía escuchar a otras personas con las que tengo menos contacto, como Ari Jiménez y Jesús Garriga, que tuvieron el detalle de versionar De la talla de tu piel, una canción que hice basándome en un soneto de Raúl Vacas. Les agradezco mucho su cariño, esfuerzo y profesionalidad.

Yo comencé mi carrera como cantautor cuando tenía diecisiete años, a esa edad hice mi primer concierto, aunque ya llevaba tiempo, mucho tiempo, haciendo canciones a todo lo que se movía. Por eso (y por otras muchas cosas) le tengo gran aprecio a Pedro Pastor, que tiene esa edad en la actualidad y está haciendo cosas impresionantes. Pedro eligió mi canción Tengo una gata maullera, compuesta a su edad, perfecta para él, tiene su chulería, parece que fuera suya. Antes de comenzar el micro abierto, me había dicho que iba a cantar una canción nueva, qué gracioso.

Quedaban un par de nuevos participantes, a los que de nuevo pido comprensión por esta crónica sesgada. Alfonso García vino al MAL8  a cantarnos y a invitarnos al concierto que tenía al día siguiente. La verdad es que me llamó mucho la atención lo que hizo, pero no recuerdo el nombre de la canción. Perdóneseme.

El día que celebramos un año de MAL8, hace dos semanas, leí una lista de doscientos cincuenta y dos participantes, es difícil recordar todas las caras y los nombres, pero lo que hice este martes es para matarme. Cuando vi a Trujartista entrar en Libertad 8 le dije “¡hola, Fabián, cuánto tiempo, qué alegría…! El me abrazó amablemente y me dijo, “sí qué alegría, pero no me llamo Fabián”. Tierra trágame. Trujartista se llama Edu, y fue un honor que saliera a cantar mi canción Quiero un beso, muy adecuada para su voz rasgada y pirata.


Flavio, Fla Cantares, llevaba varias semanas pidiéndome que abriera el MAL8 con una canción en concreto, pero no pude complacerle por circunstancias. De modo que él mismo, acompañado por la espléndida María Rozalén, se ocupó de que sonara Lo dudo, una canción que sale en mi disco “Andrés Sudón vive”. Es una versión sudonizada de un bolero de Los Panchos, así que fue una versión de una versión. Es una de mis canciones favoritas, me alegró mucho escucharla en las voces de mi principito y mi hada de carne y hueso (ella es la constatación de que Existen las hadas).

Y hablando de principitos y hadas, salieron a continuación los duendes Pablo Bermejo y Iovis. Pablo se había preparado Vivir es la clave, y Iovis le acompañó con su mágica flauta, que le dio un tono folk muy atractivo. Pablo es un regalo en sí mismo para mí, verle adaptarse al escenario poco a poco, con paciencia y esfuerzo, es muy gratificante para mí, ya que uno de los objetivos del MAL8 es que sea usado para adquirir destreza escénica, como la que ya disfruta Pablo Bermejo, que contaba previamente con sus magníficas canciones y sólo las cantaba en las fiestas con amigos en casa. Le agradezco que se preparara una canción tan larga y compleja, todo un detalle. 

Aún quedaba una participante, ajena a la sorpresa, por participar, la bonita Yo, que cantó su canción Boom. Con tantos nervios que tenía, tuve que salir a fumar, disculpen la sinceridad, mientras tocaba Yo, pero me dijeron que estuvo muy bien. Para nada fue una edición normal, suelo estar atento a todo si no me dan una sorpresa tan grande…

Una sorpresa que terminó con la intervención de Petete y Gatoperro haciendo una versión felina de Si entras en mis ojos, en la que Petete ¡tocaba el piano! Siempre me he imaginado esa canción con piano. Gatoperro tocaba la guitarra y cantaba con la personalidad y el carácter que tanto nos gusta. Muy divertidos, muy majos, muy grandes. Y muy amables por tener este detalle y participar en esta sorpresa de construcción masiva de mi damnificada autoestima en el terremoto de la vida supuestamente madura.

Si no sabía cómo comenzar esta peculiar crónica, menos sé cómo terminarla. Ha sido complicado escribirla, todo el rato yo yo yo yo yo… No estoy acostumbrado a escribir sobre mí o sobre mis canciones, ya me he hecho al rol de maestro de ceremonias y cronista del MAL8. La verdad es que tuve esta iniciativa porque llegué a Madrid, después de cuatro años fuera y ajeno a todo, y no tenía un lugar a donde ir. Me habría gustado encontrar un micro abierto decente para poder cantar mis canciones y empezar a expandirme como un gas. Pero no lo hallé, todos eran de poesía y relato. Era necesario un micro abierto, de modo que monté uno en el mejor lugar posible, el Libertad 8. Pero claro, ya no era un lugar donde llegar yo, cantar mis canciones y expandirme como un gas… De hecho, creo que mucha gente no sabe que soy cantautor. Esta maravillosa sorpresa me sirve para reconciliarme con Andrés Sudón, al que hago caso sólo a veces, y para que yo también tenga mi oportunidad de expandirme en el micro abierto, aunque paradójicamente sea sin que cante yo… Manu Clavijo, que sabe lo que siento, porque somos de la misma especie, ha acertado infinito con este regalo, le agradezco su gran esfuerzo para mover a tanta gente para hacer esto. Y a todas las personas preciosas que se han prestado a cantar una de mis canciones, también les agradezco su esfuerzo y su gran cariño. Siempre que llega el verano, mis energías e ilusiones se disipan un poco, este año me han inyectado un tremendo chute de las dos cosas.
Manu Clavijo

Andrés Sudón


Nunca olvidaré el doce de Junio de dos mil doce ¡GRACIAS!

1 comentario:

  1. Más que merecido Andrés!! Me alegra que haya sido además, el bueno de Manu el que haya liado todo el cotarro para este homenaje. Es de bien nacidos ser agradecidos. Siento no haber podido estar. Lo cierto es que no me he estrenado en MAL8 pero creo que viviendo a 12mil km. tengo excusa.
    Nos volveremos a encontrar, amigo.
    Un abrazo enorme y enhorabuena!!

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